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Aka-chin, te amo por Yuiko Nozomi

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Notas del fanfic:

Hola, aquí ha vuelto Yuiko reemplazos locos Nozomi con un nuevo fic para el mes MuraAka.

Tendré de nota mental nunca más ser amiga de la organizadora del mes(?) Espero que les guste <3 

Notas del capitulo:

Los personajes no son míos, son de Fujimaki.

Se inicia esta historia con una escena particular. Un chico de poco más de dos metros de altura se encontraba frente a una pared de ladrillos, su semblante era serio, mientras tanto un joven de cabellera azabache vigilaba atentamente todos sus movimientos.

 

—Aka-chin, me gustas—dijo seriamente el chico que estaba frente a la pared, pero toda la seriedad que podía tener el asunto desapareció cuando el pelinegro le propinó una patada en su pierna izquierda. — ¡Muro-chin!

 

— Lo haces mal, Atsushi ¿Cómo rayos te declararás a un señorito de buena familia con esa actitud?

 

—No sé por qué pedí tu ayuda, debí aplastarte.

 

—Pides mi ayuda porque estás desesperado. Cada vez que ves “a tu amado Aka-chin” quedas en blanco y le hablas de un montón de tonterías que probablemente no le importan.

 

El chico de enorme estatura se sentó en el suelo, estaba realmente molesto, no quería seguir hablando con Himuro, aunque sabía muy bien cuál era el motivo de su decisión: su amigo tenía toda la razón. Conocía a Akashi Seijuurou hace años, le gustaba desde siempre pero no era capaz de declararse. Podía decir un montón cosas frente al pelirrojo que se robaba su aliento, pero cuando se trataba de sus sentimientos, simplemente enmudecía.

 

—Mira si quieres que el ricachón te tome enserio debes declararte de una forma original, única. A ver… por ejemplo “eres la primera persona que pienso al despertarme y tu imagen permanece en mi mente todo el día”, pero si lo cursi no te va puede ser “eres el motivo de mis masturbaciones”.

 

—Muro-chin, eres un puerco.

 

—Oye ¿Cómo sabes que el enano no es en realidad un pervertido y se excita con esa declaración?

 

—No rebajes a Aka-chin a tu nivel, él no me escucharía si le digo algo así. Aka-chin es dulce, puro e inocente.

 

—Como digas, pero tengo un plan, debes hacer lo que te diga durante todo el día.

 

— ¿Ah? ¿Por qué debo hacerte caso? Muro-chin, eres un solterón con cara de nada, no soy tan estúpido como para escucharte.

 

—Te aseguro que para el final del día podrás declararte a Akashi, además tendrás algunos dulces como recompensa por trabajar arduamente.

 

—Mm… de acuerdo.

 

—Otra cosa Atsushi, no estoy soltero, de hecho mi novio nos acompañará hoy, me perderé todo un día de sexo por acompañarte, deberías ser más agradecido.

 

Murasakibara se cruzó de brazos molesto de que su amigo si tuviese éxito en el romance, sin embargo iba a aceptar su ayuda. Tenía programado verse con Akashi a las 5 de la tarde en el parque más cercano a la preparatoria Yosen. Eran las 12 en punto, según Himuro esas 5 horas eran suficientes para que pudiese lograr su declaración con éxito.

 

12:30 Llegó Izuki Shun, novio de Himuro. Se trasladaron a una plaza cercana.

 

13:00 Dentro de esa plaza, Murasakibara jugaba en la fuente, toda la gente lo veía como un fenómeno. Bueno, un sujeto de 2 metros entre niños de 8 a 10 años era algo bastante insólito.

 

13:20 Izuki y Murasakibara se disculpaban con la policía por causar desorden público mientras Himuro se aguantaba la risa.

 

14:00 Murasakibara comenzó a cantar en medio de una estación de trenes, vale la pena decir que su voz no era afinada, todos se alejaban mientras Himuro pedía dinero. Izuki fingía no conocerlos por la vergüenza.

 

15:00 Los guardias de la estación se cansaron de una buena vez y les pidieron que por favor se retiraran. En contra de todo pronóstico consiguieron 10 dólares, lo cual era mucho considerando que era dinero por lástima.

 

15:45 Luego de mucho caminar llegaron a un supermercado y Himuro gastó todo el dinero conseguido en papel higiénico. Cuando pidieron una explicación no dijo nada, calló a su pareja con un beso que le robó el aliento y a su mejor amigo con una bolsa de frituras.

 

16:00 Atsushi ensayó su declaración nuevamente, esta vez frente a Izuki. Utilizaba desde las frases más comunes a las más extravagantes. Mientras tanto Himuro envolvía el cuerpo del gigante en papel higiénico.

 

16:45 Habían llegado al parque donde se encontrarían con Akashi, todos veían a Murasakibara, aparte de su llamativa estatura estaba cubierto de papel higiénico, más de algún niño pasaba exclamando “¡mira  papá, una momia!” mientras el padre de dicho chiquillo tomaba su mano y partía caminando más rápido de lo normal.

 

—Atsushi, intenta quitarte todo eso que tienes encima, en cualquier momento llega Akashi Seijuurou, de hecho quedan 15 minutos— dijo Himuro con tranquilidad.

 

—Himuro, ¿por qué hicimos todo esto? — preguntó el chico de Seirin quien realmente no entendía nada.

 

—Fue un intento por hacer que se le quitara la vergüenza, todo lo que hicimos fue tan ridículo que declararse a ese hombre debería ser pan comido… oh mierda.

 

— ¿Qué sucedió? Preguntó Izuki Shun.

 

—Shun, no hables así, es tétrico. Amo tus rimas pero agregar que lo dices tú como si fueses un narrador es raro. Lo que quería decir, es que ya es tarde para que Atsushi se cambie de ropa, miren allá, llegó temprano.

 

Vieron a la dirección apuntada por Tatsuya y se encontraron con Akashi caminando hacia ellos. El pelirrojo iba bien vestido, con su porte elegante y una ligera sonrisa, la cual se formó en su rostro al ver al de melena morada.

 

—Atsushi, ¿Cómo has estado?

 

—Bien ¿Y tú Aka-chin?

 

Shun se acercó a su pareja con una duda latente.

 

— ¿Enserio no dirá nada porque está envuelto en papel higiénico?

 

—Fue el capitán de la generación de los milagros, ¿conoces a esos tipos? Son una tropa de dementes—aseguró Tatsuya.

 

—Izuki Shun, Himuro Tatsuya, les rogaré que no hablen así de mis amigos— ,dijo el más bajo de todos con esa autoridad que solo él poseía.

 

El par de pelinegros no dijo nada, Himuro era capaz de desafiarlo, pero se suponía que estaba ahí para apoyar a su amigo, de hecho ahora sobraban.

 

—Aka-chin. Muro-chin tiene razón, debo verme como un demente, lamento estar vestido así, de seguro te doy vergüenza, llamo la atención de todos.

 

—Atsushi siempre has llamado la atención, no me molesta en lo absoluto. De hecho el primer día de Teiko no podía quitarte los ojos de encima. Y no fue solo en ese entonces, siempre te he observado más que al resto.

 

El pelirrojo quedó en silencio al notar sus propias palabras, Himuro e Izuki quienes eran testigos de la escena no podían creerlo ¿acaso debían tomar eso como una declaración de parte del antiguo emperador?

 

—Himuro, vayámonos.

 

— ¿Qué? Es la mejor parte.

 

—Si nos vamos en este proceso, tendremos sexo. —era un recurso desesperado, pero realmente no quería ser mal tercio.

 

Himuro se alzó de hombros con una sonrisa  y siguió a su pareja. Akashi y Murasakibara se quedaron observándolos, una vez fuera del rango visual de ambos se miraron entre ellos y se podía sentir una atmósfera algo distinta a la que antes habían tenido.

 

—Que amigos más particulares tienes— comentó el menor para retomar la conversación.

 

— ¿Ah? Solo Muro-chin es mi amigo, el otro es su novio. Pero no te invité para hablar de ellos.

 

— ¿De qué quieres hablar entonces?

 

La mirada interrogante de Akashi, el saber que todo su ser solo le prestaba atención, aquella belleza que poseía y que lo tenía embobado hace años. No importaba que tanto se preparara para declarársele, en el momento de la verdad simplemente aquella presencia abrumadora y a la vez encantadora lo hacían quedarse mudo.

 

—Atsushi, puedes decirme lo que quieras.

 

Akashi tomó de la mano del contrario para transmitirle seguridad. Murasakibara suspiró y tomó de la barbilla de su antiguo capitán. A diferencia de lo que esperaba, Seijuurou no tomó distancia, sino que apoyó sus manos en su pecho y pudo ver como un ligero tono carmín se apoderaba de sus mejillas.

 

—Aka-chin…—. Bien, era el momento, ahora o nunca, en su mente apareció una mezcla de todas las palabras que había ensayado en el día, no podía fallar ¿no? — Te amo, eres la persona más genial que conozco, cuando estamos juntos todo cobra sentido, eres mejor que todos los dulces del mundo y también eres el motivo de mis erecciones.

 

Era un buen momento para insultar a Himuro por las pésimas ideas que daba. Ambos quedaron rojos antes esas palabras, Atsushi no podía creer que su mente le haya jugada tan mala pasada mientras que Seijuurou parecía no querer hablar del asunto.

 

—Aka-chin, ignora eso último.

 

—Es un poco difícil lo que pides, digo, fue algo inesperado. Honestamente, sospechaba que te confesarías, pero eso último, no sé qué decir.

 

— ¡Aka-chin! No quería decir eso, solo toma la primera parte del mensaje. Te amo, ¿quieres ser mi novio?

 

—Atsushi, ni si quiera apoyándome en la punta de mis pies lograré alcanzar tus labios para besarte. ¿Puedes ayudarme con eso?

 

— ¿Eso es un sí?

 

—Evidentemente.

 

El más alto se agachó hasta la altura de aquel esbelto pelirrojo, y se dieron una serie de besos cortos, interrumpidos por sus sonrisas. “¡Mami mira! ¡Una momia está besando a un enano!”. Se separaron al escuchar eso, no sabían con exactitud si sentirse ofendidos, aunque la verdad estaban muy felices como para hacerlo.

 

—Atsushi, tengo una cena con mi padre, debemos discutir unos asuntos de la mansión, lamento que la visita haya sido tan corta.

 

—No te preocupes, Aka-chin, gracias por venir, te amo.

 

—Yo también te amo, hace mucho. Acércate, debo contarte un secreto.

 

El gigante volvió a agacharse a la altura de su (ahora) pareja. Quería saberlo todo de Akashi, ahora no debían porqué existir secretos entre ellos. El pelirrojo sonrió ladino y susurró de forma que solo Murasakibara pudiese oírlo.

 

—Soy hombre, entiendo. Yo me he corrido pensando en ti.

 

Murasakibara Atsushi quedó en completo silencio, al parecer su mejor amigo tenía razón y Akashi no era tan inocente como él creía. Había que ver el lado positivo de esto, sería divertido ver qué resultados tenían en la cama. Se abofeteó mentalmente, se estaba adelantando mucho, recién estaban iniciando su relación, pero es que simplemente Akashi Seijuurou era hermoso, podía estimular la imaginación de cualquiera, y él, no era la excepción. 


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