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El amor tras la venganza por JayTodd

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Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a Batman Dc comic.

. Si no, para sentirse bien consigo mismo. Para consolarse otra vez por no haber sido vengado por el murciélago. Así que él fue el vengador de su hermano:
-Demonios…-susurro Hood.
-Jason… Sé que los actos… de Bruce están… mal, que… quizás debió haber hecho algo mas… pero lo conoces, no lo hará. Así que… no causes más problemas sea… lo que sea que hayas hecho, no sigas… Le haces… daño a él y a ti mismo...
Todd apretó los puños con fuerza a sus costados. No podía pensar en otra cosa más que en hacer sentir mal a Bruce. ¿En serio debía dejar pasar de nuevo esto? ¿Y si Dick hubiera muerto? Quizás no hubiera hecho lo mismo… quizás a él si lo hubiera vengado. Y de un momento a otro la ira paso a tristeza y un toque de celos. Richard y Damian eran los favoritos… El primero y el hijo prodigio. Y luego estaban él y Tim, los que no significaban nada.
Estaba comenzando a enfurecerse de nuevo hasta que sintió que una mano tomaba la suya:
-Jaybird... Bruce te busco todo el tiempo en el cual no estuviste… trato de rastrearte pero es como… como si hubieras… desaparecido del mapa… Y, cuando... Volviste a la ciudad... yo... note su felicidad… Solo… te digo… que pienses en… en lo que harás…
Jason tan solo asintió, saliendo de la habitación, dirigiéndose al baño para tomar una relajante ducha. Se desnudo y se metió rápidamente bajo el agua caliente, haciendo una mueca al sentir aquel liquido caer sobre su reciente herida.
Ya no sabía qué demonios pensar. ¿Bruce estaba feliz de verlo? Quizás. Pero él no estaba para nada feliz de verlo. Por su culpa estaba herido, molesto, frustrado, confundido, sobretodo arrepentido por haber fallado con aquel disparo. ¡¡La herida no debería de tenerla él, debería ser de Joker!!
Golpeo los azulejos de la pared con fuerza, a tal punto que retumbo en toda la pared. Ese condenado Murciélago egoísta y estúpido. Se las iba a pagar, pero no ahora. En realidad, muy en el fondo… Jason también lo extrañaba, y se odiaba a sí mismo por ello, se odiaba aun mas por el hecho de siquiera pensar en quedarse en aquella mansión. Pero Dick había dicho que Bruce quería tenerlo más… ¿cerca? Quizás… o tal vez solo era una excusa para que se quedara en aquel horrible lugar para ser vigilado por el “Gran Hombre”.
Apagó el agua, se cubrió de la cintura hacia abajo con una toalla y salió del baño, dirigiéndose a su antigua habitación. Se sentó en la cama, mirando fijamente al suelo sin saber qué hacer. Tenía esta noche para decidir si se quedaba o no. Una parte de él no quería, ya que sabía que si se quedaba, algo pasaría, pero la otra parte de él en serio quería quedarse. Ansiaba estar al lado de Bruce, casi con desesperación. ¿Desesperación?, si. Podía estar muy molesto con Bruce, porque en serio… hoy se había comportado como el verdadero imbécil que es, egoísta y algo cuadrado. Pero aun así, aun así quería estar con él. Ese abrazo, que duro un pequeño lapsus de tiempo había significado tanto para Jason, suena ridículo, pero para él fue especial y le hizo darse cuenta de… lo mucho que quería al Murciélago. Pero por supuesto eso jamás lo admitiría, pensaba él, claro. Suspiro cansado. Ya era hora de dormir, ya pensaría mañana que haría. Se puso su pijama y entro a su cálida cama, acomodándose del lado que no tenía la herida. Cerro sus ojos pensando en los años anteriores los cuales no había celebrado Navidad, quizás le haría bien, tan solo… quizás.

Después de unos días, al fin llego la NO esperada Noche Buena. Así es, nuestro querido pajarillo se había quedado en la mansión de el multimillonario Bruce Wayne. Se había convencido a sí mismo de hacerlo, bueno… también fue en parte ayuda de Dick, que casi le suplicaba que no dejara solo al “Gran Hombre” para estas fechas, sabía que aunque no lo demostrara, a Mr. Wayne le dolía estar solo en una celebración como esta, y a pesar de que Todd estaba enojado, se quedo, se quedo con todo el dolor de su destrozado orgullo.
En los días anteriores a este, Jason casi no había cruzado palabra con el Murciélago, pero en este día, ambos iban a cenar… SOLOS, ya que Dick aun estaba sedado en cama, y Alfred solo era el que llevaba y servía la cena. Eso hacia poner los cabellos de punta al chico, ya que las veces que almorzó y ceno con Bruce casi no hablaba. No, de hecho no hablaban, solo se miraban de vez en cuando muy incómodamente y no se decían nada, había solo tensión, una horrible tensión que ninguno de los dos deshacía, quizás por miedo, o por orgullo, o por el simple hecho de no saber qué tema tratar, porque cada vez que uno de ellos abría su bocaza alguno de ellos terminaba hecho una fiera. Jason esperaba que Bruce tuviera alguna misión para que el pudiese quedarse en su cuarto encerrado haciendo… absolutamente nada productivo con su vida. Para su mala suerte, padre Wayne se quedo en casa, vistiendo un traje elegante, como los que siempre usaba, esperando en la mesa a que un nervioso y molesto Jason bajara de su habitación para acompañarlo a cenar. Este encontró en su traje en su closet, probablemente Alfred lo había dejado allí, limpio y planchado, con un suave olor a un perfume llamado AmazinGreen. Se lo puso lentamente, para luego salir de su habitación arrastrando los pies, haciendo tiempo, resoplando. Bajo las escaleras y se encamino hacia el comedor. Abrió la puerta lentamente, tan lento como si cuando acabara de abrirla y entrar, estuviera firmando un contrato con el mismísimo Señor de las Tinieblas. Cerró la puerta detrás de él, miro al frente y se encontró con una indescifrable mirada de Bruce y una cálida por parte de Alfred. Suspiro y se fue a sentar al lado izquierdo de Wayne.
Como era de esperarse, el ambiente se volvió más denso a medida que pasaban los minutos. Todd busco disimuladamente en cada rincón de la habitación alguna manera de distraerse o de formar una conversación, pero justo ese día estaba poco creativo. Le había dado las gracias ya a Alfred sobre el traje, sobre limpiar su habitación, y ya le había dicho que había extrañado su comida. ¿Qué decía ahora? Todas las frases improvisadas ya las había usado en los días anteriores... ¡Y Bruce no ponía nada de esfuerzo en tratar de entablar una conversación! Deseo que Dick estuviera en ese minuto con ellos para ayudarlo.
Jason se atrevió a mirar de reojo a Bruce, y noto que este estaba inmerso en sus pensamientos también, hasta que a Jason se le prendió un poco la ampolleta y al fin pudo decir algo:
-Eh… Ayer te… vi llegar con regalos… ¿Fuiste a comprar?
-Si…-dijo Bruce mirándolo al instante en el que hablo.
-Vaya…-sonrió burlón Todd.
En serio no podía evitar no tener esa actitud. Era tan extraño ver a Bruce actuar de esa forma. Alfred salió un momento de la habitación y Bruce hablo en seguida:
-¿Por qué adoptas esa actitud, cuando hace un momento mirabas hacia todas partes sin saber qué hacer?
-Como si tu supieras que decir… -susurro Jason algo avergonzado.
-No decía nada porque…recordaba… cuando tú eras pequeño… y salíamos a patrullar juntos en Navidad…
-Y luego volvíamos a casa para luego al día siguiente abrir los regalos…
Wayne se atrevió a mirar directamente a los ojos del menor, para ver qué e habían llenado de una tristeza enorme una que generalmente era acompañada de rencor y molestia, pero esta vez era solo tristeza, y lo entendía, entendía que el chico se sintiera así, porque el también estaba así, desde hace mucho tiempo, aun no se perdonaba, y sabia que el chico tampoco lo había hecho por completo. Quería pasar una buena Navidad con él, quería ver, sacarle una sonrisa, porque... Dios, sentía un amor descomunal por su ya crecido Ex segundo Robin.
Alfred regreso con dos copas de Champagne y se las pasó a cada uno, asintió y volvió a salir de la habitación. Todd admiro la copa por un momento, para luego notar que el mayor sostenía su copa para hacer un brindis. Jason lo imito, mirándolo con una mueca:
-¿Por qué demonios haremos un brindis? No tenemos porque o por quien brindar…
-Podemos brindar por que esta sea la primera Navidad de muchas más…
-¿Qué cosas dices? Guarda eso para tu novia...-Murmuro Jason algo avergonzado por el comentario de Bruce.
Ambos chocaron las copas produciendo el típico “clinck”, para luego entrelazar sus brazos para que cada quien bebiera de la copa del otro.
Al ver la sonrisa del mayor en la habitación, Todd comenzó a sentirse más cómodo y a soltarse un poco:
-Podrías acompañarme a patrullar uno de estos días… cuando estés mejor…
Jason iba a replicar, pero noto un destello en los ojos de Bruce y decidió no decir nada. Consideraría quedarse un par de días más, no le haría mal a nadie.
El resto de la conversación se desarrollo bien el resto de la noche, hablando de cosas triviales, de lugares en donde Jason había estado, o Bruce. Cosas que habían hecho, personas que habían conocido. Todo estaba mayoritariamente bien hasta que Alfred entro a la habitación, algo alterado:
-Señor, Joker ha escapado.
Jason y Bruce se miraron y se pararon al mismo tiempo:
-¡Iré contigo!
-No, debes recuperarte bien…
-No te hagas el buen padre conmigo.
-Te quedaras aquí y punto.
-¡¿Por qué siempre debes hacer eso?!
-Porque no quiero que te dañen más.
Ambos se miraron intensamente por un momento, Jason solo resoplo y desvió levemente la mirada:
-Llegare tarde probablemente. No me esperes despierto.
El Murciélago salió rápidamente de la habitación seguido por Alfred, dejando a un muy frustrado Jason. Rabia, impotencia. Justo cuando todo se estaba empezando a poner mejor, Bruce debía ir a combatir contra Joker. Quizás se sentía algo culpable, ya que técnicamente él lo había liberado, pero… Ese payaso siempre debía arruinarlo todo.

Ya pasada las dos horas de que Bruce no regresaba, Jason había estado vigilando las cámaras todo el tiempo, sin encontrar la ubicación de ambos tipos. La desesperación carcomía. ¿Qué demonios iba hacer ahora? ¿Dónde mas podía buscar? No quedaba más opción que ir a los barrios más bajos y peligrosos de Gotham, las probabilidades de encontrarlo por allí eran altas.
Se puso su traje, sus armas, el anti-faz y el casco. Robo una moto de la Bati-cueva y salió a máxima velocidad. Suspiro. Solo deseaba que Bruce estuviera bien. 

-¡¡HAHAHA!! Vamos, Batsy... ¡¡recién estamos comenzando la fiesta y tu ya te estás durmiendo!!
Por alguna razón, fuera cual fuese, Joker había logrado “derrotar” a Batman, dejándolo semiconsciente en el suelo. Un par de químicos fuertes en el cuerpo de Bruce, más o menos en porción para un caballo y ya estaba en el suelo:
-Te ves algo, triste, Murciélago... Qué tal si... ¡¿Te ponemos algo del gas del Joker, he?!
Wayne hizo un esfuerzo sobrehumano para tratar de moverse, se arrastro lo mas que pudo, pero los químicos ya le estaban pasando la cuenta. El payaso se acerco para pisar la espalda del anterior mencionado:
-Voy a tener que tomar un par de medidas si sigues resistiéndote, Batsy… ¡Tengo una idea!
Joker  se acerco a uno de los muebles del departamento para tomar un garrote, para volver a acercarse a Bruce con una gran sonrisa:
-¿Te acuerdas de aquel pajarillo del cual casi logro deshacerme? Vamos a ver como reaccionas tu con las mismas medidas que tome con él, ¿he? Haha... ¡¡HAHAHAHA!!
El payaso tomo con fuerza el garrote y comenzó a golpear con fiereza al Murciélago, mientras este se cuestionaba cuanto tiempo tuvo que resistir esta tortura Jason, otra vez… ¿Por qué no alcanzo a salvarlo esa vez? La culpa lo invadía nuevamente y con más fuerza que nunca. Pero no iba a ceder, no iba a dejar que ningún sonido saliera de su garganta, boca.
El efecto del sedante iba pasando y sentía todos sus músculos agarrotados y adoloridos, sobre todo por el hecho de que el payaso maniaco no dejaba de golpearlo:
-Vaya, te resistes más que aquel pajarillo... ¡Bueno! ¿¡Tenemos toda la noche, no?! HAHA!
-No lo creo, asqueroso payaso infeliz...
Esa voz la reconocería en cualquier lugar. Con un esfuerzo enorme Bruce giro su cabeza hacia el lado proveniente de aquella frase. Red Hood le había volado la mandíbula (no literalmente) de un solo golpe a Joker. El payaso cayó al suelo y miro a Jason desde abajo:
-Hablando del Pajarillo caído... Ah... –dijo burlón sobándose la mandíbula.
Todd miro toda la habitación, notando un objeto que se le hizo más que familiar. Joker sonrió:
-Si, quería ver si el Murciélago resistía más que tu… ¡Si que nos hemos divertido hoy! HAHAHAHA!
No cabe decir que Jason estaba más que molesto, ahora sí que ese tiro no lo iba a fallar, pero antes... la diversión iba para él. Tomo el garrote con fuerza, con rabia, y lo hizo a un lado. No, no iba a golpearlo con aquella arma. Si iba a matarlo, iba a disfrutarlo, iba a golpearlo con sus manos. Lo tomo por el cuello de su traje para volver a golpearlo, pero no lo dejo caer, lo sostuvo contra la pared para poder golpearlo mejor. La cara de Joker comenzaba a hincharse un poco por tantos golpes. Los puños de Jason estaban rojos. Luego lo tiro al suelo, lejos, para sacar su pistola y apuntarlo:
-Ahora si... acabare contigo de una vez...
Apunto, suspiro. Disparo. Pero ese balazo no llego donde debía llegar, sino, que alguien se interpuso. Jason tiro el arma lejos para agarrar a Batman antes de que cayera al suelo. Bruce Wayne se había interpuesto para que la bala no llegara al Joker? No lo podía creer. No tenía tiempo para enojarse, debía llevárselo, ahora.

En la mansión, Bruce despertó en su cama, en su habitación algo confundido. ¿Qué había pasado? Le dolía todo el cuerpo. Tenía músculos desgarrados, un par de costillas rotas y una punzada en el lado derecho de su torso. Ese dolor hizo que un bombardeo de recuerdos llegara a su cerebro. Joker, garrote, Jason. ¿Jason lo había salvado?
Jason... Recordó su rostro en el momento en que aquella bala cruzo su carne. Todo lo que habían construido ese día se había derrumbado por su culpa, ¿no?
Alfred entro a su habitación, feliz de verlo despierto. Abrió las cortinas, le sirvió el desayuno y le dio las indicaciones médicas, luego de eso salió de la habitación para que luego entrara el segundo Robin. Su ceño estaba más fruncido que de costumbre, pero su mirada decía otra cosa. No podía leer a Todd, nunca había podido. Quizás también por eso tenían problemas. Nunca se decían que sentían, solo si pasaba algo como esto, decían sus sentimientos.
Ambos se miraron por un momento. La tensión se sentía nuevamente entre ellos. Todd respiraba violentamente, mientras su pecho subía y bajaba, como si tratara de contener algo que no quisiera dejar salir.
Uno de ellos debía empezar la conversación, así que Bruce fue el primero en romper el silencio:
-Gracias... Por salvarme.
-¿De ti mismo?
Wayne suspiro. Esto sería más difícil de lo que pensaba:
-Jason, sabes que no podía...
-Dejar que lo matara... ¿Y por qué debiste cruzarte tu? ¡¡Casi das tu vida por salvarlo!! Casi te...
-No puedo dejar que muera...
-Deja de decir eso...
Las manos de Hood se cerraron en un puño y comenzaron a temblar. Suspiro haciendo un esfuerzo por no hacerle más daño.
-Tú lo salvaste, lo salvaste sin importar lo que nos haya hecho a Dick y a mí... ¡¡A ti mismo!! No puedo creerlo... sobre todo por el hecho de que te estaba golpeando como... como...
-Jason...
-¡¡Argh!!-rugió Jason abalanzándose sobre Bruce, tirando al suelo la bandeja que Alfred había que había dejado en sus muslos, para que desayunara:
-¿Tan... poco... t-te...importo...?-susurro Jason tomando con fuerza el cuello de la pijama de Bruce.
El cuerpo del mayor se tenso al sentir el tacto de las manos del menor sobre su cuello y aquellas palabras. No, claro que no, quiso decir, pero las palabras no salían. No salieron. ¿De qué servía que lo dijera si no había hechos concretos?
En ese momento Wayne no pudo mirar a Jason a los ojos,  este se alejo y le dio la espalda:
-Entonces tomare tu silencio como respuesta-susurro Jason con la voz quebrada.
A Bruce se le encogió el corazón, iba a decir algo pero Todd ya había salido de la habitación.


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