~¿Porqué Eres Tu?~
Estabas devastado, más que nada triste y decaído, ¿cómo describirías ese sentimiento?, ¿era dolor o sufrimiento?, bueno~ la expresión en tu rostro delataba lo que sentías a simple vista, sin duda te habían roto el corazón, mientras que los pensamientos de tu mente se preguntaban una y otra vez el porque de su rechazo.Era mejor que te desecharás esos pensamientos crueles contigo mismo y centrarás tu atención en otra cosa.Como lo que estaba sucediendo en ese instante.
La graciosa escena de los gemelos Kagamine intentando cocinar su desayuno, parecía como si el aceite les intentase salpicar sin control alguno, ahí la explicación de los cucharones como espadas y las cacerolas como cascos de protección, las tablas de picar eran muy utiles como escudos de mano.
-¡Len haz algo, se va a quemar!.-demandó la rubia colocandose atrás de su gemelo.-
-¡¿Qué crees que intento Rin?!.-respondió en el mismo tono, acercandosé precavidamente a la estufa y moviendo con una espatula los trozos de tocino ya un poco quemados, retrocediendo al escuchar el sonido del liquído reaccionando al tacto del fuego.-
-¿Qué creen que están haciendo?.-pregunto el de cabellos morados con una sonrisa fingída en los labios, al escuchar la voz del mayor, ambos iguales corrieron hacía el abrazandosé de sus costados.-
-¡Gakupo-nii!.-gritaron ambos lloriqueando.-
-Aún no escucho su respuesta.-murmuro el mayor todavía con la mueca, acarciando con algo de frialdad los cabellos dorados de los rubios.-
-Luka no se sentía bien anoche y está mañana fuimos a ver como estaba y seguía en la misma condición, Len y yo creemos que se enfermo por comer tanto pescado en latado.-respondío la menor recordando el estado tan deplorable de Megurine.-Se veía muy mal.-acompaño el chico apagando la estufa con precaución en exceso.-
¿Había escuchado bien?, su preciada Luka estaba enferma desde anoche, ¡espera!, si mal no recordaba el se le confesó anoche, entonces, ¿él era el responsable de la decaída de salud de ella?.¡No!, definitivamente no, es más, ayer la no.3 se encontraba un poco mariada y con no mucho apetito, ta vez era . . .
-¿¡Ya han hablado con el médico!?.-habló con desespero, a lo que ambos menores negaron con la cabeza, suspiro al verse tan exaltado, después de todo no eran nada, nada mas que simples amigos y compañeros en el canto.-¿Dónde está Meiko?.-
-Ella está arriba con Miku y Kaito en la habitación de Luka.-Rin comenzo a quitarse el delantal blanco que le había regalado Gumi en navidad, doblando lo y guardando lo en un gabinete.-
Los tres subierón escaleras arriba, topandose con la puerta color salmón que daba al cuarto de la chica, abrieron la puerta con cuidado quedando frente a frente de los otros tres que ya habían subido tiempo antes.-Quieren que la dejemos sola.-murmuro la de coletas saliendo tras de Kaito, el samurai dio un paso dentro de la recamara, fue en el instante que la castaña le detuvo por el hombro.-Su madre adoptiva murió, dejala estar por el momento.-le soltó al momento de decir la triste noticia.-
Y al mismo tiempo el timbre de la puerta principal sonó, siendo Rin la quien fue a recibir al nuevo "invitado".
-Será mejor que vayamos abajo a ver quien es.-le sonrió apagadamente Meiko.-
-Está bien.-dijo sin expresión alguna en el rostro.-
Los cinco chicos bajaron, siguiendo a Rin hasta la sala de estar, el ambiente estaba demasiado tenso para poder soportarlo, mientras qe Gakupo parecía desconectado de todo, le lastimaba ver a su gran "amor" en ese estado tan deplorable.Hasta que sintió la presencia de alguien frente a la puerta, sin saber como o porque, levanto la mirada encontrando se con un chico que traía consigo un par de maletas, ¿será posible que ese chico sea?, ¡no puede ser!.
-Mi nombre es Megurine Luki.-se presentó el chico con un semblante frío en los ojos, los cuales se notaban un poco rojos.-Vengo a ver a mi hermana Luka.-
~Y ese fue el comienzo de su historia.~