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[Two-shot] "Caminos entrelazados" por My_Disorder

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Notas del fanfic:

Espero les guste n.n

   

 

Notas del capitulo:

A leer ♥


Capítulo 1: Ruki

 

Temeroso entraba por la puerta de la escuela, ya se me hacía tarde y tan solo era mi primer día de clases, avanzaba lentamente por los pasillos de aquella secundaria buscando mi salón hasta que al final del pasillo vislumbre mi aula, el salón de primer año “A”

-¿Ho…hola?

Dije balbuceando para captar la atención de la profesora la cual en cuanto me vio se acercó a mi sonriendo

-Hola, por favor pasa…eh… ¿eres nuevo?

-Si

Contesté en un tono apenas audible, la profesora me tomó de los hombros y me puso al frente del pizarrón

-¡Escuchen! Tenemos a un estudiante nuevo que el día de hoy se une a la clase

Dijo la profesora dirigiéndose a todos los alumnos de ahí y todos me voltearon a ver con atención

-Por favor, preséntate

Me dijo y yo me aclaré la garganta para hablar

-Hola, soy Takanori Matsumoto pero pueden llamarme Ruki y acabo de mudarme a la ciudad

-¿Por qué entraste a mitad de año Takanori?

-Mis padres tardaron en decidir cuál era buen lugar para vivir mientras yo estuviera en la secundaria, ellos son empresarios y siempre estamos mudándonos

-Muy bien, entonces elige un asiento, anda, no seas tímido…

Dijo la profesora dándome un empujoncito, paseé mi vista por todos los asientos disponibles hasta que me percaté de uno vacío hasta el fondo, perfecto, ahí nadie podría molestarme, caminé hasta el asiento y me senté sin preocupación alguna, la profesora destapó su plumón para pizarrón pidiendo que sacáramos nuestras libretas y apuntáramos lo que ella escribía

-Hola…

Escuché que me llamaba una voz a mi lado haciendo que diera un pequeño salto, voltee a mi derecha y me encontré con un chico rubio que… ¿tenía una bandita en la nariz? ¿Cuándo demonios se sentó a mi lado?

-Ho…hola

 Saludé algo tímido por la deslumbrante sonrisa de aquel chico

-Soy Reita, espero que seamos buenos amigos

Dijo sin borrar su sonrisa

-Reita, por favor deja de distraer al chico nuevo

Dijo la profesora desde el pizarrón haciendo que ambos guardáramos silencio y pusiéramos atención en la clase, continuaba escribiendo lo que la profesora apuntaba en el pizarrón sin evitar notar como Reita aún me observaba sonriente por el rabillo del ojo.
Cuando el timbre sonó indicando la hora de receso todos salieron al patio despavoridos, dejé pasar primero a la multitud para después salir a lo último, busqué con la vista algún árbol o banca lo más alejada posible de los demás donde pudiera sentarme a leer, finalmente ubiqué una banca bajo un árbol a lado de la cancha de futbol donde varios chicos jugaban, caminé hasta ella y me senté sacando de la mochila mi libro favorito, lo abrí y comencé a leer atentamente, no tenía ni 2 minutos leyendo cuando de repente uno de los chicos que estaba en la cancha jugando futbol gritó haciéndome pegar un salto

-¡Cuidado!

Gritó el chico haciéndome voltear solo para sentir como el balón de futbol se impactó en mi cara haciendo que me cayera de la banca sintiendo como un líquido espeso salía de mi nariz adolorida

-¡Idiota! Te dije que tuvieras cuidado

Dijo el chico al verme tirado en el suelo, aún estaba noqueado por el tremendo balonazo así que no le contesté

-¿Crees que aquí es un lugar para leer? ¿Por qué crees que nadie se sienta en esta banca? Porque no quieren terminar con la nariz ensangrentada como tú, así que más te vale que no te vuelvas a sentar aquí porque te…

-¡Déjalo ya Uruha!

Escuché de repente la voz de otro chico que se acercó a mí, mi vista se volvió más nítida así que pude vislumbrar a Reita y a otro chico castaño que era el que me estaba regañando

-¿Estás bien? La nariz te está sangrando

Dijo Reita ayudándome a levantarme, cuando finalmente me levanté Reita me ofreció un pañuelito y el chico castaño me dirigió una mirada fulminante para después volver a la cancha de futbol

-Disculpa a mi amigo Uruha, nuestro equipo va perdiendo y está de mal humor

Decía Reita mientras recogía mis cosas del suelo y me las entregaba con una sonrisa

-Gra…gracias

Dije desviándole la mirada al apenarme por sus acciones

-Y dime… ¿Qué leías?

-Ah…es solo un viejo libro, “La caída de la casa Usher” de Allan Poe

-No tengo idea de lo que estás hablando

Dijo Reita entre risas haciendo que me sonrojara

-Es muy bueno, deberías leerlo

-Pues lo haría…si tan solo tuviera un amigo que me lo prestara

Dijo con una amplia sonrisa

-¿Quieres que yo te lo preste?

Pregunté mirándolo tímidamente

-¿Enserio como mi amigo harías eso?

-Sí, bueno, yo ya lo he leído más de 4 veces

Dije entregándole el libro, Reita lo tomó y lo guardó en su mochila con cuidado para después mirarme

-Te prometo que seremos los mejores amigos para siempre

Dijo entrelazando su dedo meñique con el mío a modo de promesa cosa que se me hizo extraña pero no dije nada, continuábamos platicando sobre nuestras cortas vidas hasta que el timbre volvió a sonar para que volviéramos a clase, ahora yo iba con una sonrisa al darme cuenta que tenía un nuevo amigo.
El resto del año Reita y yo éramos inseparables, nos juntábamos en receso, yo lo acompañaba a sus entrenamientos de futbol, íbamos a mi casa a hacer la tarea juntos, etc., éramos mejores amigos y nadie podía negarlo, cuando menos lo esperamos ya estábamos en segundo grado de secundaria y por lo tanto nuestra amistad se había fortalecido haciendo que tuviéramos la confianza de contar nuestros sentimientos más profundos

-Ruki…

Ese día Reita llamó mi nombre mientras ambos estábamos sentados en la banca de siempre, nuestro profesor de Inglés había faltado por lo tanto teníamos “horas muertas”

-Dime

Lo miré directamente al escucharlo

-Sabes que hace seis meses fue mi cumpleaños número 14 y me preocupa…algo

Dijo Reita con un tono que me preocupó

-¿Qué pasa Reita? Sabes que puedes decirme lo que sea

-Eso es lo que más me preocupa, tal vez después de que te lo diga ya no quieras hablarme

-Eso no pasará nunca, ahora dime

Dije insistente, Reita dio un largo respiro y se dispuso a contarme

-Bueno…la verdad es que…desde primer año no ha habido una niña que me llame la atención, ni siquiera que me parezca linda y eso me preocupa porque…ya sabes…quizá mi orientación sea distinta y me meterá en problemas

Me quedé boquiabierto al escuchar la confesión de mi amigo pero intenté parecer lo más calmado posible

-¿Se lo has comentado a tus padres?

-¿Qué? ¡Claro que no! No puedo hacer eso ¿tienes idea de lo que harían? Mis padres desaprueban ese tipo de comportamiento

-En ese caso creo que debes ordenar bien tu mente y después pensar que harás con eso, al fin y al cabo es tu vida y nadie puede decidir por ti

-Gracias Ruki

Dijo Reita más aliviado desordenando mi cabello

-Para que están los amigos

Dije dándole un codazo en las costillas, para después ambos tomar nuestras mochilas y dirigirnos al salón.

Estábamos en las semanas de exámenes para pasar a tercer año de secundaria, era primavera y me encontraba en el salón de clases mirando fijamente el reloj de la pared, estaban a punto de aplicar el examen de Matemáticas  y Reita no había llegado, él no era de los chicos que faltaba y mucho menos en temporadas de evaluaciones o que no avisaba que iba a faltar así que me dispuse a llamarle

-Profesor, ¿me permite salir un minuto?

Dije levantándome del asiento

-Está bien Takanori, pero no tardes

Pronunció e inmediatamente salí del aula sacando de mi bolsillo mi celular, marqué el número de Reita y pegué la bocina a mi oído, sonó una vez…dos veces…tres…hasta que después de unos segundos contestó una grabación diciéndome que el número estaba ocupado o fuera de servicio, lo intenté de nuevo pero pasó lo mismo así que entré otra vez al salón de clases y me senté en mi lugar mirando el de Reita preocupado, sentía que algo malo había pasado.
Las siguientes dos semanas habían sido las peores de toda mi estancia en la secundaria, Reita no se había presentado y yo no sabía nada de él además que no contestaba mis llamadas ni mis mensajes, un día saliendo de la secundaria me dispuse a ir a su casa para ver cómo se encontraba, caminaba a paso seguro hasta llegar ahí, sentí un nudo en el estómago al ver la puerta frente a mí pero debía o más bien necesitaba con urgencia saber cómo estaba, toqué el timbre tres veces y entonces la puerta se abrió dejándome ver a su madre

-Gracias al cielo que estás aquí Ruki

Dijo la señora Suzuki abrazándome e invitándome a pasar.

-No sé qué pasa con él, desde hace dos semanas que no quiere ir a la secundaria y se escapa por las noches, de verdad Ruki, no sé qué hacer con él y no le he dicho a su padre porque seguro que lo mata ¿sabes que es lo que tiene mi hijo?

Decía la madre de Reita con lágrimas en los ojos, al escucharla se me hizo un nudo en la garganta, la verdad era que a mí también me dolía ver lo mucho que mi mejor amigo había cambiado

-Si supiera se lo diría señora Suzuki…ahora si no le molesta… ¿Puedo hablar con él?

-Nada me haría más feliz Ruki, tú eres su mejor amigo así que te tiene confianza, sube, está en su habitación

Dijo la señora dirigiéndome una sonrisa que más bien parecía una mueca de tristeza, sin dudarlo subí las escaleras hasta la habitación de Reita y con un largo suspiro toqué la puerta

-Lárgate mamá, dije que no iba a salir…

Escuché la voz de Reita dentro de la habitación

-Reita, ábreme…soy yo, Ruki

Dije y escuché como el seguro de la puerta se deslizó y se abrió dejándome pasar, en cuanto puse un pie en esa habitación me envolvió un olor penetrante a tabaco mezclado con cerveza, las cortinas estaban cerradas haciendo que la habitación estuviera oscura pero aun así se notaba el enorme desorden además de las incontables latas, botellas, papeles y colillas de cigarro que había en el suelo

-¿Qué haces aquí?

Preguntó Reita con voz ronca sentado desde el otro lado de la cama dándome la espalda mientras sostenía un cigarrillo

-Quiero hablar contigo

-¿Mi madre te mandó?

-No…vine porque…estaba preocupado y quería saber cómo estabas

-Bueno, ya no te preocupes por mí, ya viste que estoy bien ahora puedes irte

-Reita…tú no estás bien

-¿Y tú qué sabes? ¿Acaso una vez no me dijiste que era mi vida y que nadie podía decidir por mí?

-Pero no me refería a esto…no me refería a arruinar tu vida, a olvidarte de lo que realmente vale la pena

-No la estoy arruinando, al contrario, conseguí un nuevo trabajo por las noches llevando cigarrillos a los chicos de otra secundaria y me pagan por ello ¿sí? Mi vida no podría estar mejor ¿ahora ya puedes irte?

-Reita… ¿Por qué haces esto?

Dije sintiendo un nudo en la garganta que crecía cada vez más al ver el estado en el que se encontraba mi mejor amigo

-Soy gay ¿eso era lo que querías escuchar? Ahora dime sabelotodo ¿crees que si alguien se entera me daría un trabajo decente? ¿O acaso crees que mis padres dejarían que siguiera viviendo en esta casa? Por supuesto que no, ahora te pregunto… ¿Quién demonios va a querer a alguien como yo?

Dijo Reita con la voz quebrada, una lágrima se desbordó de mis ojos al escucharlo

-Yo te quiero…

Contesté acercándome lentamente a él

-Reita, eres mi mejor amigo ¿lo olvidas?

Dije atrás de él viendo como pequeños cristales salían de sus ojos a pesar de que aún me daba la espalda

-Tú lo prometiste…Prometiste que seríamos mejores amigos para siempre

Dije quitándole el cigarrillo de la mano y lo arrojé al suelo pisándolo, Reita se levantó y me miró directamente a la cara, vi como tenía las ojeras muy marcadas además de que su cara era mucho más delgada, Reita limpió mis lágrimas con cuidado y me abrazó fuertemente

-Perdóname Ruki…por favor…perdóname

Decía una y otra vez mientras sollozaba y me abrazaba con más fuerza apoyando mi cabeza en su pecho

-No te preocupes Reita…eres mi mejor amigo y yo siempre voy a estar aquí para ti

Dije separándome un poco de él

-¿Crees que me dejen volver a la secundaria?

-No lo sé, pero veremos qué podemos hacer

Dije dirigiéndole una sonrisa para que se sintiera más seguro

-Gracias

 Dijo tomando mi cara entre sus manos dirigiéndome una cálida sonrisa que me dejó sin aliento.


Caminaba en círculos afuera de la oficina del director, estaba impaciente, Reita y su madre hacía rato que habían entrado y aun no salían, fueron a hablar con el director sobre las faltas de Reita y de cómo podía recuperarse en sus calificaciones para no reprobar el año, finalmente la puerta de aquella oficina se abrió dejando salir a la señora Suzuki y a Reita

-Oh! Hola Ruki… ¿estuviste esperándonos aquí todo este rato?

Me preguntó la madre de Reita, un poco sonrojado asentí con la cabeza y entonces Reita se acercó a mí

-Ruki… ¿podemos hablar?

Dijo Reita haciendo que su madre nos mirara a ambos

-Bien chicos, los veo más tarde

Dijo la señora Suzuki dándose la media vuelta y caminando hasta perderse al fondo de aquel pasillo

-¿Qué pasa Reita? ¿Te dijo algo el director?

Dije mirándolo a los ojos

-Bueno…la verdad es que…me dará la oportunidad de hacer los exámenes de conocimientos en general pero…

-¿Pero…qué?

-Debo encontrar a un tutor o alguien que me ayude a estudiar para los exámenes y bueno…por ahora no hay ningún tutor disponible así que tendré que resignarme y repetir el año

Dijo Reita agachando la mirada con un tono triste, me sentí mal por él, debía haber una forma de ayudarlo

-Yo te ayudaré a estudiar

Dije de repente haciendo que Reita me mirará con un brillo en los ojos

-¿En…enserio harías eso?

-Sí, no tengo malas calificaciones además que eres mi mejor amigo ¿no?

-¡Te lo agradezco!

Dijo Reita emocionado abrazándome y dando pequeños saltitos, sonreí para mis adentros al verlo feliz, eso me era suficiente.

Con una pila de libros en las manos caminaba a paso lento hacía la casa de Reita, cuando llegué sentí como mi corazón daba un revuelo, apenas pude tocar el timbre y la señora Suzuki me abrió

-Hola Ruki, pasa

Dijo dejándome pasar con una gran sonrisa

-Hola señora Suzuki ¿está Reita?

-Sí, bajará en un segundo, gracias por ayudarlo a estudiar

-No es nada… Reita es mi mejor amigo y no podía dejar que reprobara

Dije dirigiéndole una sonrisa tímida a la señora Suzuki quién me veía encantada

-Hola Ruki

Escuché la voz de Reita desde las escaleras, bajó y se acercó a mí con esa sonrisa que me atontaba

-Ho…Hola…Reita…

Dije sin quitarle la mirada de encima y Reita comenzó a reírse sin razón aparente

-Quita esa cara de idiota…¿quieres ir arriba?

-Sí, vamos

Dije un poco sonrojado tomando de nuevo la enorme pila de libros

-Déjame ayudarte con eso

Reita tomó los libros en sus manos para que después ambos subiéramos por las escaleras hasta su habitación.

La siguiente semana iba todos los días a la casa de Reita cosa que no me molestaba en absoluto, la cara de confusión que ponía cuando le explicaba los problemas de geometría o el teorema de Pitágoras hacía que me quedara sin aliento, además de la penetrante mirada que clavaba en mis ojos cada vez que estaba explicándole una materia hacía que toda la sangre se acumulara en mi cara y finalmente me obligaba a desviar la mirada a otro lado que no fueran sus ojos. La relación que llevábamos Reita y yo era más que una amistad y lo supe desde el principio solo que el miedo me obligaba a aceptarlo pero ahora que Reita me confesó su verdadera orientación me tranquiliza y me da valor a intentar que nuestro amor fluya, este era mi primer intento, mi primera ilusión, debía aceptar  que Reita era mi primer amor.

Caminaba escaleras arriba a la habitación de Reita, su madre me había recibido gentilmente como siempre y me había dicho que Reita acababa de llegar de su entrenamiento de futbol porque había decidido volver a retomarlo, cosa que me pareció increíble porque mi amigo ya era el de antes, cuando finalmente llegué a la puerta toqué tres veces esperando a que Reita me abriera

-Pasa…

Dijo desde el otro lado de la puerta, giré la perilla despacio y entreabrí la puerta para pasar pero me quedé helado al ver la ropa de futbol de mi mejor amigo en el suelo, y me dejó aún más helado ver salir a Reita del baño de su habitación cubierto solo con su bóxer mientras sostenía una toalla en su mano, inmediatamente giré la cabeza apretando los ojos para no verlo directamente

-Lo siento…creí que llegarías más tarde así que estaba a punto de…

Reita guardó silencio de repente al parecer por mi acción

-Eh… ¿Ruki? Abre los ojos

Dijo y así lo hice pero me topé con su cara muy cerca de la mía, di un pequeño salto y Reita se apartó de mí riendo ligeramente

-Lo…lo siento

Dije agachando la mirada un poco sin evitar ver el bien formado cuerpo de mi mejor amigo producto de sus entrenamientos de futbol

-¿Te pongo nervioso?

Dijo Reita aun riendo y yo agaché aún más la mirada para que no notara lo sonrojado que estaba

-Claro que no…

-Vamos Ruki…sabes que a mí me gustan los chicos así que no es ningún secreto que a ti también te gustan, lo sé desde el primer momento en que te vi

Levanté la mirada al escucharlo ¿por qué demonios no me había dicho que lo sabía?

-Cállate

Dije lanzándole una almohada que había en su cama iniciando así una guerra de almohadas mientras mi mejor amigo aún estaba sólo en ropa interior.
Después de la reñida guerra de almohadas que tuvimos Reita se dignó a vestirse y nos pusimos a estudiar como de costumbre, la primera lección era la de biología así que comencé a leer la lectura de inicio

-El ser humano experimenta cosas que van ligadas con su sexualidad y la reproducción, por ejemplo, en la etapa de la adolescencia o la pubertad es común que el joven experimente afecto por alguna persona, su primer noviazgo o incluso su primer beso…

Me detuve de repente al ver como Reita dirigía su atención hacía otra cosa

-¿Por qué te detienes?

Preguntó mirándome de nuevo al notar mi repentina pausa

-Porque no estás poniendo atención

-Si estoy poniendo atención solo estaba…pensando

Dijo Reita sonriendo ligeramente mientras jugueteaba con su cabello, cerré el libro y lo dejé a un lado para hablar con Reita

-¿A si? ¿Y en qué pensabas?

-Bueno, ahora que leías eso pensaba en…mi primer beso

Dijo sonriente y me miró con curiosidad, tomé el libro de nuevo y estaba a punto de abrirlo pero Reita me detuvo

-¿Qué pasa Reita?

-Quiero que tú me digas… ¿Cómo fue tu primer beso?

Dijo Reita mirándome atentamente y yo solo tragué saliva por los nervios sintiendo como me sonrojaba

-En realidad yo…no he dado mi primer beso

Dije en un tono de voz muy bajo, Reita comenzó a reírse haciendo que me sintiera ridículo

-Vaya, que coincidencia, yo tampoco he dado mi primer beso

Dijo sonriendo mientras se acercaba lentamente a mí mirándome a los ojos

-¿Qué haces Reita?

Dije alejándome de él desconcertado

-Bu…bueno, creí que sería una buena idea que tú y yo nos diéramos nuestro primer beso de todos modos somos mejores amigos ¿no?

Dijo Reita con una sonrisa que me tranquilizó, yo solo asentí con la cabeza y tomó mi cara entre sus manos

-Ahora no te muevas…

Dijo acercándose a mí lentamente mientras sentía como mi corazón iba a explotar por como clavaba sus ojos en los míos aun manteniendo esa radiante sonrisa, cuando estuvo a centímetros de mis labios se detuvo haciendo que nuestra respiración chocara, Reita recargó su frente contra la mía y cerró los ojos, yo hice lo mismo y de pronto sentí como dos suaves y cálidos labios se posaban sobre los míos moviéndose lentamente, intenté seguir su ritmo pero mis inexpertos labios solo pudieron entreabrirse haciendo que Reita aprovechara e introdujera su lengua juguetona, una corriente eléctrica atravesó todo mi cuerpo cuando apenas acarició la punta de mi lengua con la suya, no pude evitar tomarlo de la nuca para profundizar más el beso haciendo que Reita sonriera dentro del beso al darse cuenta de mi desesperación, enredábamos nuestras lenguas tímidas e inexpertas hasta que ambos nos quedamos sin aire, nos separamos y nos miramos a los ojos

-Estuvo bien, ¿no crees?

Dijo Reita con una sonrisa mientras la sangre se le iba a la cara

-Si…lo estuvo

Dije aún más sonrojado que él, inmediatamente tomé de nuevo el libro para retomar el estudio y no comentamos nada más.


La siguiente semana Reita presentó sus exámenes e increíblemente aprobó todos, él y sus padres estaban muy agradecidos conmigo así que decidieron invitarme a cenar a su casa, cuando estábamos cenando tuve la oportunidad de conocer más a fondo a la familia Suzuki, platicábamos y reíamos de muchas cosas pero cuando finalmente la cena terminó Reita y yo nos dirigimos a su habitación no sin que antes yo les agradeciera por la cena y la plática tan agradable, Reita me decía que no confiara tanto en ellos porque eran muy prejuiciosos, tanto que tendríamos que ocultar nuestra homosexualidad cuando estuviéramos con ellos. Me encontraba observando el estante de Reita mientras él se daba una ducha, cuando escuché que la llave se cerró me senté de nuevo en la cama como si nada y Reita salió solo en bóxer haciendo que me pusiera nervioso, me senté en medio de la cama y comencé a juguetear con sus almohadas para disimular y no prestarle mucha atención, tomé una almohada pero me llevé una sorpresa al ver que debajo de ella estaba “La caída de la casa Usher” de Allan Poe

-¿Este es el libro que te presté en primer grado?

Dije tomándolo entre mis manos

-Sí, pero no te lo devolveré

Dijo Reita riendo mientras me lo quitaba de las manos, me levanté para intentar quitárselo pero él era más alto que yo y era difícil

-Vamos Reita, te lo presté hace dos años

-¿Y eso qué? Si lo quieres, quítamelo

Dijo subiéndose a la cama aun sosteniendo el libro, yo también me subí y comencé a saltar para arrebatárselo pero no pude hasta que de pronto Reita resbaló haciendo que yo también cayera, por suerte ambos caímos en la cama, yo sobre Reita, estaba a punto de levantarme pero sentí como nuestros miembros se rozaron por sobre la tela, Reita soltó un gemido y me tomó del brazo

-No te muevas…

Dijo con voz ronca

-Reita…pero estoy encima de ti…

-Te digo que no te muevas

-¿Por qué?

Dije desconcertado levantándome un poco solo para ver como la notoria erección de Reita crecía dentro de su bóxer

-Por eso…

Dijo Reita mirándome a los ojos, fue instintivamente el beso que le planté en los labios, mientras nos besábamos Reita aprovechó para voltearme en la cama y quedar sobre mí, sus besos descendieron por mi cuello hasta toparse con mi camisa la cual me quitó en un instante, continuamos besándonos un rato hasta que Reita bajó sus húmedos besos por mi pecho y mi abdomen hasta chocar con el botón de mi pantalón, entonces subió de nuevo a mi cara y me miró directamente

-Es la primera vez que hago algo así…pero si seguimos con esto...ya no me podré detener

Dijo Reita con la respiración agitada, no podía pensar en nada claro pero sabía que yo si quería esto

-No te detengas…sigue…

Dije entrecortado, Reita me sonrió y entrelazó su mano con la mía para que me sintiera seguro, bajó sus besos por todo mi abdomen dejando un caminito de saliva y se topó con mi pantalón el cual no dudó en quitarme haciendo que ambos quedáramos en ropa interior, Reita se deshizo de la única prenda que lo cubría para después enrollar sus dedos en el elástico de mi bóxer para quitármelo y así lo hizo, dejó expuesta mi erección para después pegar mi cuerpo contra el suyo moviéndose ligeramente haciendo que nuestros miembros se rozaran, suspiré un par de veces porque me apenaba demasiado que él escuchara mis gemidos indecorosos, después bajó su cabeza y dobló mis rodillas para posicionarse entre mis piernas tanteando con su lengua mi entrada

-Ahh…Reita…no…no es necesario que hagas eso

Dije completamente avergonzado, me encantaba pero era la primera vez que hacía esto y estaba nervioso

-Vamos…te encantará

Dijo Reita riendo ligeramente entrelazando de nuevo su mano con la mía mientras con su mano libre introducía uno de sus dedos en mí haciendo que arqueara la espalda y ahogara un gemido en mi garganta, Reita comenzó a mover su dedo lentamente metiéndolo y sacándolo así como en círculos, haciendo que cubriera mi boca con mi mano al sentir el segundo dedo introducirse en mí, cuando Reita consideró que estaba suficientemente dilatado se posicionó entre mis piernas tomándome firmemente la mano

-¿Estás listo?

Preguntó mordiéndose el labio inferior, era la primera vez que hacíamos esto así que él se notaba tan nervioso y desesperado como yo, yo asentí y entonces Reita comenzó a introducirse en mi con delicadeza para no dañarme, podía sentir como una calidez se acumulaba en mi estómago mientras se introducía en mí además que el dolor y el placer se mezclaban haciendo que cerrara los ojos fuertemente, cuando Reita estuvo totalmente dentro de mi moví mis caderas indicándole que podía comenzar así que comenzó con penetraciones lentas y suaves abriendo paso en la inexperta carne que aprisionaba su miembro, yo cubrí mi cara con ambas manos por pena a demostrar el placer que estaba sintiendo ahora mismo

-No te cubras, te quiero ver…

Dijo Reita sonriendo mientras apartaba mis manos de mi cara y apretaba más fuertemente mi mano aun entrelazada con la suya, Reita comenzó a moverse más rápido haciendo que me aferrara más a él con mi mano libre

-Reita…

Pronunciaba su nombre entre gemidos y suspiros haciendo que Reita se excitara a más no poder y me embistiera con aun más fuerza, arqueé la espalda sintiendo cada vez más cerca el final entonces escondí mi cara en su cuello al sentir como una presión en mi pelvis hacía que algo se liberara de mí, unas embestidas más por parte de Reita y se vació completamente en mi interior, ambos sudados y agitados nos dimos un beso y Reita salió de mi interior tumbándose sobre mí intentando retomar el aliento, había perdido mi virginidad con mi mejor amigo pero increíblemente no me arrepentía de nada, sonreí para mis adentros y me acomodé mejor en la almohada para descansar y retomar mi respiración normal pero al voltear a mi derecha me topé con la madre de Reita que nos miraba desde la puerta mientras gruesas lágrimas se deslizaban por sus mejillas

-¿Mamá? ¿Qué haces aquí?

Dijo Reita exaltado cubriendo con las sábanas nuestros cuerpos aun desnudos, Reita tomó una sábana enrollándola en su cintura y se acercó a ella rápidamente, yo permanecí en la cama viendo como la señora Suzuki no dudó en darle una bofetada a su hijo cuando se acercó, ambos discutían y yo solo permanecí en shock mirándolos, Reita no la dejaba entrar a la habitación pero  la madre de Reita lo apartó de un empujón entrando y dirigiéndose a mi completamente enojada

-Ruki, toma tus malditas cosas y lárgate, no quiero que vuelvas a acercarte a mi hijo nunca y tienes suerte de que no le diré nada a tus padres

Dijo aventándome la ropa, una lágrima salió de mis ojos al escucharla, rápidamente me vestí de nuevo y estaba a punto de salir de la habitación pero vi a Reita el cual solo mantenía la vista clavada en el suelo, salí de ahí con la mente totalmente en blanco, no sabía si volvería a ver a Reita de nuevo.

Los siguientes tres días no supe nada de Reita ¿Cómo su madre pudo hacerle esto? ¿Por qué nos dejamos llevar? No podía dormir por la preocupación además que el celular de Reita aparecía como fuera de servicio, de pronto el día cuatro alguien lanzó una piedra a mi ventana muy temprano, me levanté y me asomé y al ver que era Reita inmediatamente fui a la habitación de mis padres solo para confirmar que seguían dormidos, bajé rápidamente por las escaleras y salí de la casa lanzándome contra Reita abrazándolo fuertemente

-Reita…dime… ¿Qué ha pasado con tus padres?

Dije desesperado, Reita dio un suspiro de decepción al escucharme

-Ruki…yo…

Dijo mientras una lágrima se deslizaba lentamente por su mejilla

-¿Qué? ¡Dímelo ya Reita!

Dije histérico, Reita clavó su mirada en la mía mientras limpiaba sus lágrimas lo cual era inútil porque cuando limpiaba una, salía otra y otra…

-En realidad Ruki...mis papás ni siquiera saben que estoy aquí porque la verdad es que…

Se detuvo un momento porque se le quebraba la voz

-Solo he venido a despedirme

Dijo de golpe mientras gruesas lágrimas empapaban sus mejillas, un nudo se formó en mi garganta al escucharlo

-¿Por qué?

Pregunte antes de que mis lágrimas salieran a flote

-mis padres no quieren que esté cerca de ti, te dije que harían algo así, nos iremos a Tokio

-No Reita...no puedes irte…

Dije mientras los pequeños cristales ya humedecían mi cara

-Lo siento Ruki…

Dijo abrazándome con fuerza mientras ambos sollozábamos, nos separamos nuevamente viendo como sufríamos uno al otro

-¿Te veré algún día?

Pregunté con la voz quebrada, Reita inmediatamente tomó mi mano y entrelazó su meñique con el mío

-Sé que la primera promesa no pude cumplirla pero te prometo, no, te juro que volveré y te buscaré, no importa lo que pase

-¿Enserio?

-Lo juro…

Dijo sonriendo, después me abrazó una última vez y se dio la vuelta, apenas dio tres pasos cuando lo tomé del brazo para que se detuviera

-Te amo…

Dije y me puse de puntillas para plantarle un rápido pero suave beso en los labios, Reita acarició su labio inferior con la yema de sus dedos y una amarga cascada de lágrimas salió de sus ojos hinchados de tanto llorar

-Ruki, eres el mejor amigo que he tenido y… yo…yo…

Se detuvo de repente mirando el suelo mientras secaba sus lágrimas

-Dime

Dije para que continuara

-Prometo que te lo diré cuando volvamos a vernos…hasta luego Ruki…

Contestó finalmente con la voz quebrada mientras separaba su meñique del mío y seguía su camino, dejándome ahí con las ganas de escuchar las palabras que siempre deseé que pronunciaran sus labios, no estaba seguro si lo volvería a ver pero por ahora lo mejor era dejarlo ir, no tenía otra opción más que dejarlo ir por ese camino…un camino sin mí.

 

~Adiós, hasta luego
Espero que te encuentres bien
Nunca, nunca me olvidaré de ti
Adiós, seguramente nos volveremos a ver ¿no?
¡Es una promesa! Promesa de meñiques...
Enlazando nuestros dedos en una promesa dijiste:
Espera solo un poco, no me dejes...
Un día de nuevo, podrmos volver a reír
Como dos personas que no volverán a separarse.

-WAKAREMICHI

Notas finales:

Espero les haya gustado este primer capítulo :3 Dejen sus reviews, actualizaré lo más pronto posible n.n

   

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