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[Two-shot] "Caminos entrelazados" por My_Disorder

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Notas del capitulo:

Aquí está el desenlace de esta historia n.n

 

 

A leer♥

 

Capítulo 2: Reita

 

 

Miraba por la empañada ventana de aquel autobús esperando llegar a mi destino, después de varios años visitaría la ciudad donde pasé 15 años de mi vida, aquella ciudad que fue testigo de mis primeros dos años de secundaria pero sobre todo... de todas las emociones y cosas que experimenté por primera vez, todo junto al chico más dulce que jamás olvidé, aquel chico que fue el ladrón de mi corazón y que permaneció a mi lado siempre

-Ruki...

Susurré su nombre solo para que una lágrima saliera de mis ojos, recordar todo aquello me hacía sentir una emoción enorme pero sobre todo un profundo miedo, desde siempre he sido así, ahora volvía aquí a buscarlo después de tantos años de espera, después de que en mi despedida no tuve el valor de decirle las palabras que por siempre había guardado solo para mí, ahora volvía aquí con la esperanza de cumplir las promesas que permanecieron por siempre en mi mente pero sobre todo... en mi corazón.

-Pasajeros con destino a la estación 9, favor de salir por la puerta trasera

Dijo una voz por las bocinas sacándome de mis pensamientos, con un largo respiro tomé mi única maleta y bajé del autobús seguido por más gente, me quedé boquiabierto al ver cómo había cambiado la ciudad en estos últimos 10 años, la pequeña y tranquila ciudad ahora estaba llena de edificios y centros comerciales, sin dudarlo caminé por la acera mirando todo a mi alrededor, la verdad era que ni siquiera sabía dónde había quedado el fraccionamiento donde Ruki y yo solíamos vivir, con una ciudad tan grande era fácil perderse así que opté por pedir indicaciones, debía hacerlo si quería encontrar a Ruki.
Seis horas más tarde, después de preguntarle a varios peatones, transportarme en metro o en taxi y caminar varias cuadras finalmente había llegado al otro lado de la ciudad donde se suponía que estaba el lugar que buscaba. Entré a aquel tranquilo fraccionamiento que, por suerte, seguía igual que cuando yo lo había visto por última vez, tomé firmemente mi maleta y con las piernas ya adoloridas de caminar tanto por la ciudad me dirigí a la que se suponía era la antigua casa de Ruki, sentí un retortijón en el estómago al ver la puerta de su casa frente a mí, una parte de mí quería tocar pero otra parte quería salir corriendo, me acerqué lentamente a ella y choqué mis nudillos en la puerta cerrando los ojos y sintiendo como el corazón se me salía del pecho al escuchar como la cadenita se deslizó y con un rechinido la puerta se entreabrió dejándome ver la figura de la señora Matsumoto

-¿quién es?

Preguntó la madre de Ruki mirándome con curiosidad, se veía muy diferente, ahora las líneas de expresión en su cara ya se marcaban a simple vista además que su cabeza era cubierta por una masa de cabellos negros y grises

-Soy Reita, señora Matsumoto ¿Me recuerda?

Dije con una ligera sonrisa

-Ah, claro... Reita ¿qué te trae por aquí? Ha pasado tanto tiempo desde que te fuiste de la ciudad… Pasa, por favor

Dijo la señora con tono cálido, entré e inmediatamente me senté en el sofá de la sala mientras la señora Matsumoto acercaba una charola con una tetera y galletas, me hizo varias preguntas acerca de lo que hacía en Tokio mientras me servía té

-Te habrás dado cuenta que Ruki ya no vive aquí, se fue a vivir a un apartamento en cuanto salió de la universidad

Decía la señora Matsumoto mientras sonreía ligeramente

-Sí...bueno, éramos los mejores amigos y la verdad es que tenía la esperanza de verlo ¿podría decirme su dirección?

Pregunté discretamente en un intento de no parecer desesperado, la señora Matsumoto aceptó encantada de que Ruki y yo nos viéramos de nuevo así que no dudó en tomar un papel y una pluma para apuntarme la dirección. Salí de aquella cálida casa guardando el papel doblado que decía “Calle central entre Boulevard Kyo, edificio 25, apartamento #780” en mi bolsillo para después despedirme cordialmente de la madre de mi mejor amigo dirigiéndome al centro de la ciudad donde Ruki tenía su apartamento.
Contemplaba el enorme edificio que estaba frente a mí, según la dirección que la señora Matsumoto me había dado este era el edificio donde ahora vivía Ruki, con un largo respiro entré a aquel edificio y tomé el ascensor presionando el piso 8, las puertas estaban a punto de cerrarse pero de pronto alguien las detuvo con la mano, me quede boquiabierto al ver a aquel chico rubio de  baja estatura que entró al ascensor desviándome la mirada sin decir nada, no podía creer lo que veían mis ojos, mis manos comenzaron a sudar y mis piernas comenzaron a flaquear de los nervios, no porque aquel chico fuera atractivo, que sí que lo era pero en realidad la causa de mis nervios era que aquel chico era idéntico a Ruki. Las puertas del ascensor se abrieron en el piso 8 para dejar salir al chico rubio y a mí, el chico comenzó a caminar sin prestarme atención, yo estaba embobado con su parecido a Ruki que comencé a seguirlo mientras me cuestionaba a mí mismo las posibilidades de que él fuera mi antiguo mejor amigo pero antes de que estuviera seguro frené en seco solo para darme cuenta que mis dudas fueron contestadas, aquel chico acababa de entrar al apartamento #780, sin duda ese pequeño rubio, era Ruki.
Mi mente tardó en procesarlo, solo pude quedarme contemplando la puerta de aquel apartamento sin saber qué hacer, me di la vuelta para irme pero inmediatamente volteé de nuevo preguntándome a mí mismo si era un cobarde que por miedo dejaría las cosas así, miré firmemente la puerta y estaba a punto de chocar mis nudillos contra ella pero instintivamente mis piernas comenzaron a flaquear y como pude me alejé lo más rápido posible de aquel apartamento, subí al ascensor y cuando las puertas se cerraron presioné el botón para ir al primer piso, me di un golpe en la frente a mí mismo por ser tan cobarde, estuve esperando tanto tiempo este momento para que al final me acobardara, bien hecho Reita. Llegué al primer piso y salí del ascensor con solo un pensamiento en mente, debía ir a algún hotel para hospedarme ya más tranquilo pensaría el asunto con Ruki, estaba a punto de atravesar la salida cuando alguien tocó mi hombro

-Señor, no puede abandonar la estancia a estas horas, es de noche y está lloviendo ¿no sabe la cantidad de robos que se cometen?

Dijo un hombre que al parecer era el casero del edificio, miré hacia afuera y efectivamente llovía a cántaros y el sol se había ocultado

-Bueno, en realidad yo solo pensaba ir a un hotel que está a 20 minutos de aquí…

-¿Viene de vacaciones? Pues entonces quédese, le aseguro que estos amplios apartamentos son más cómodos y baratos que esos hoteles de 2 estrellas

Dijo el casero con una amplia sonrisa, bufé y lo miré directamente, después de todo ahí vivía Ruki y tal vez quedarme sería una buena oportunidad de acercarme a él

-Está bien… ¿Cuánto es lo mínimo que puedo quedarme?

-Una semana

-Bien…me quedaré dos semanas entonces

Dije y el casero sonreía aún más al ver que acababa de hacerse de un nuevo inquilino, después de unos minutos de hacer papeleo finalmente me entregó la llave de mi apartamento, el apartamento #782, subí al ascensor de vuelta al piso ocho y cuando bajé comencé a caminar por aquel pasillo sin evitar mirar de reojo la puerta del apartamento de Ruki, sonreí al pararme frente a mi puerta y ver que éramos separados solo por un apartamento, entré al mío y me quedé boquiabierto al ver que era verdad lo que el casero decía, estos apartamentos eran muy espaciosos y elegantes, cerré la puerta a mis espaldas y me acosté en la mullida cama de la habitación, estaba completamente exhausto por todas las emociones que pasé en tan poco tiempo, y eso que solo era mi primer día en la ciudad.
Al día siguiente me levanté a primera hora, era sábado y mi estómago exigía algún alimento, con desgana me despegué de la cama y fui a la alacena pero bufé al ver que solo había café, leche y galletas, me alisté rápidamente, probablemente no muy lejos de ahí habría un restaurante donde desayunar, salí del apartamento con un vaso de café para que mi estómago dejara de gruñir y cerré la puerta con llave, caminaba tranquilamente pero de pronto me quedé contemplando el departamento de mi antiguo mejor amigo, estaba a nada de volver a verlo, recordaba tan bien como se sentían mis labios contra los suyos, nuestros cuerpos entrelazados, lo cálido y estrecho que era su interior…de repente sentí un líquido hirviendo derramarse en mi pecho después escuché el sonido de varias cosas cayendo al suelo

-Perdóname, no te vi

Dijo una voz una y otra vez con tono preocupado, yo estaba adolorido por el café que se había derramado en mi pecho pero al ver a ese pequeño y despistado rubio supe de quien se trataba

-De…descuida, estoy bien

Dije nervioso mientras cruzábamos nuestras miradas

-¿Estás seguro? El café estaba hirviendo…soy muy despistado, lo siento

Dijo Ruki sonrojándose y agachándose para recoger la bolsa de supermercado que se le había caído al suelo, extrañaba tanto ese color carmesí en sus mejillas, inmediatamente yo  también me agaché para ayudarle, sabía que el líquido hirviendo que me había derramado en el pecho aún estaba quemando mi piel pero increíblemente no me dolía en absoluto, el tener a Ruki ahí al parecer me anestesiaba, me hacía sentir bien

-No te preocupes…

Dije sonriéndole de lado, finalmente ambos nos erguimos mientras Ruki abrazaba la bolsa del supermercado a su cuerpo

-Qué pena…debo compensártelo, ¿quieres pasar?

Dijo Ruki abriendo la puerta de su apartamento, asentí con la cabeza, estaba completamente sorprendido, entré y no podía creer que así de fácil haya entrado a su recinto

-Siéntate por favor, traeré algo para curar tu quemadura

-No es necesario, de verdad estoy bien

Me senté en una de las sillas del comedor mientras Ruki iba a su habitación y segundos después volvió con un botiquín en las manos

-Desabróchate la camisa para poder revisarte

Me pidió mientras sacaba algunas pomadas y gasas del botiquín, yo lo obedecí y desabroché los primeros botones de mi camisa mirándolo atentamente, no podía creer que él aun tuviera ese espíritu amable y alegre con las personas. Ruki dirigió su atención de nuevo a mí viendo como la piel de la mitad de mi pecho ya comenzaba a desgarrarse dejando ver la carne viva de la cual brotaban algunas ampollas y costras debido a la alta temperatura del café que me había caído encima

-De veras que estoy bien, no me duele

Dije insistente para tranquilizarlo

-Oh! Por dios… ¿Cómo puedes estar bien? ¡Mira esto! Y todo por mi culpa…

Dijo colocando ungüento en mi horrible quemadura para después cubrirla con unas gasas, cuando terminó me abroché de nuevo la camisa y Ruki se levantó soltando un largo suspiro mirándome a los ojos con curiosidad, como si algo en mí le resultara familiar, tragué saliva en seco esperando a que me reconociera

-Recuerdo que hace tiempo tenía un amigo que solía decirme siempre que estaba bien para no preocuparme

Comenzó a hablar haciendo que mi corazón latiera como si quisiera atravesar mi pecho, yo solo lo miraba atento, no sabía que decir

-Su nombre era Reita…por cierto…

Pronunció acercándose lentamente a mí mirándome con una sonrisa que me dejó sin respirar, se acercó unos cuantos pasos solo para quedar a escasos centímetros de mí

-No me has dicho tu nombre

Esta última frase me devolvió a la realidad de inmediato, abrí la boca para decirle que ese Reita era yo pero inmediatamente la cerré pensando mi respuesta, nunca analicé las posibilidades de que esto pudiera pasar, quería que Ruki esbozara una sonrisa traviesa y me dijera que estaba bromeando, que sabía perfectamente que era yo, su antiguo mejor amigo, quería que me abrazara y me dijera que me extrañó todo este tiempo pero debía aceptarlo, él no me reconocía así que no había porque decírselo, sus ojos clavados en los míos exigiendo una respuesta me hicieron reaccionar

-Soy Akira…

Respondí reprimiendo las lágrimas que se acumularon en mis ojos, Akira, el nombre de mi padre que nunca me pusieron, a decir verdad no sonaba tan mal

-Mucho gusto Akira, yo soy Takanori pero llámame Ruki

Dijo con una sonrisa amable antes de darme la espalda y dirigirse a la cocina

-Oye Akira, me imagino que no has desayunado ¿Qué te parece si te quedas a desayunar conmigo?

Dijo Ruki desde la cocina mientras encendía la estufa

-Me encantaría

Dije sonriéndole ampliamente, creo que después de todo ser “Akira” para Ruki no estaría tan mal.

Días en vela por completo pensando en las cosas que Ruki y yo hacíamos durante el día, apenas serían dos semanas de que habíamos comenzado a hablar y ya éramos amigos, él pensaba que acababa de llegar a la ciudad así que se ofrecía a darme recorridos por toda la ciudad, a recomendarme tiendas, restaurantes, y demás sin saber que aquellos sitios yo los conocía perfectamente.  En realidad me parecía que Ruki estaba muy solo, al parecer él era el único en su apartamento y no le hablaba a nadie por eso se animó a darle un recorrido a un desconocido por toda la ciudad, así que me dispuse a hacer lo que debí haber hecho desde el primer día que lo vi, me dispuse a enfrentar todo mi miedo y decirle quien era yo en realidad. Aquel día estábamos sentados en una banca bajo un gran árbol, me recordaba al día que le confesé mi homosexualidad, el solo pensar en aquel momento hacía que me riera de mí mismo

-Ruki…

Pronuncié su nombre de repente, todo era idéntico

-Dime

Dijo dirigiendo su atención a mí

-Estaré en la ciudad solo por dos semanas pero la verdad es que como ya solo faltan dos días para irme…

De pronto el celular de Ruki comenzó a sonar antes de que pudiera terminar mi confesión

-Discúlpame un momento Akira

Dijo levantándose y alejándose unos metros para contestar su celular, vi como daba vueltas de aquí para allá sonriendo ampliamente al parecer por lo que le decían por teléfono, finalmente colgó y se acercó de nuevo a mí

-Creo que debemos irnos Akira, debo hacer algo muy urgente

Dijo sin borrar esa sonrisa que me daba curiosidad saber porque era, nos levantamos de la banca y nos fuimos a nuestros apartamentos pero antes de que Ruki entrara al suyo lo detuve, la gran felicidad que se reflejaba en el rostro de Ruki después de esa llamada había hecho por completo que me olvidará de lo que iba a decirle

-Ruki…quiero preguntarte…algo

-Dime Akira

-Bueno…tú… ¿no te sientes solo aquí?

Ruki esbozó una sonrisita pícara al escucharme

-La verdad es que si pero ya no estaré solo nunca más, no te preocupes por mí, ahora ve a descansar que mañana tu y yo tenemos que almorzar en mi apartamento para que hablemos, nos vemos…

Dijo para después entrar a su recinto dejándome perplejo, ¿a qué se refería con él y yo? ¿Teníamos que hablar?

Al día siguiente me levanté y me alisté de inmediato para ir con Ruki, esta vez estaba dispuesto a decirle que yo era Reita y también a resolver la duda que me dejó ayer antes de entrar a su apartamento, caminé a paso seguro hacía su puerta y choqué mis nudillos tres veces, por mi mente pasaron las miles de cosas que pensé que le diría a Ruki, años de pensar que le diría cuando lo viera de nuevo, tanto tiempo conservé aquellas ilusiones de que estuviéramos juntos otra vez, pero sentí pena por mí al ver que solo fue cuestión  de segundos para que todas mis ilusiones se rompieran y que los cristales se enterraran uno a uno en mi corazón, todo esto pasaba por mi mente cuando un chico alto y de cabello negro abrió la puerta mirándome curioso

-Disculpa, ¿Quién eres?

Dijo el pelinegro con insistencia

-Yo…busco a alguien

Solo pude decir manteniendo mi cara completamente inexpresiva

-Ah…tú debes ser el amigo de mi Taka, por favor pasa, te estábamos esperando

Dijo el pelinegro haciéndose a un lado, en cuanto entré Ruki me recibió con una sonrisa para después posarse a lado del pelinegro el cual lo tomó de la cintura pegándolo a su cuerpo

-Mira Akira, él es mi novio, su nombre es Aoi, estaba de viaje de negocios y por eso ya no estaba conmigo

Dijo Ruki sonriente mientras estrechaba a su querido novio

-Un placer Akira, y gracias por estar con mi pequeño en mi ausencia

Me saludó Aoi estrechándome la mano, después los tres nos dirigimos al comedor donde la comida ya estaba servida, yo aún estaba con la mirada perdida sin poder procesar lo que estaba pasando, durante la comida Aoi y Ruki me hacían preguntas las cuales yo solo contestaba con monosílabos o asentimientos de cabeza, Aoi de verdad era un tipo agradable, no me extrañaba que Ruki estuviera enamorado de él, de pronto los dos enamorados me invitaron a ir a la sala para que viéramos películas, lo único que yo quería era salir de ahí lo antes posible y tomar un autobús hacía Tokio para alejarme de esta escena tan dolorosa, mientras veíamos la película el celular de Aoi sonó, se levantó y después de unos minutos volvió maldiciendo en silencio

-Ruki, debo ir a la oficina, al parecer quedaron unos trámites pendientes y debo arreglarlos

-¿Qué? Pero si acabas de llegar de tu viaje…

Dijo Ruki con un puchero, Aoi se acercó y le dio un rápido beso en la frente

-Debo ir, es mi trabajo. Nos vemos Akira

Dijo despidiéndose de los dos rápidamente para después salir despavorido, Ruki se levantó y apagó el DVD y la TV soltando un largo suspiro

-Sabes Akira…aunque no lo creas estoy acostumbrado a eso, a esperar a Aoi hasta que se desocupe de sus cosas y tenga tiempo para mí…

Comenzó a decir Ruki sentándose a mi lado

-¿A qué te refieres?

Apenas pude pronunciar claramente para que Ruki no se diera cuenta del nudo que se estaba formando en mi garganta desde que me presentó a Aoi

-A ser paciente…imagínate, llevo 10 años esperando a una persona que prometió volver pero aun así han sido muy pocas veces las que he pensado en perder la esperanza así que simplemente sigo esperándolo

Apreté los puños al escucharlo, debía decírselo y pronto, de repente mi vista se posó en un libro que había en la mesita de la sala, lo tomé y mis ojos se volvieron cristalinos al ver el título “La caída de la casa Usher” de Allan Poe

-Bonito libro…

Dije contemplándolo, Ruki de pronto intentó arrebatármelo de las manos pero me moví antes de que lo lograra

-¡Dame ese libro!

Dijo intentando quitármelo pero yo se lo alejaba para que no lo alcanzara, no evité sonreír al verlo luchar contra mí para quitármelo, me recordaba aquellos días de adolescentes

-¿Qué? Si lo quieres, quítamelo

-¡Vamos Reita, no estoy jugando!

Mi sonrisa se borró al escucharlo, ambos nos miramos extrañados cuando de la boca de Ruki salieron esas palabras

-¿Me…me llamaste Reita?

Pregunté desviándole la mirada pero sonriendo a la vez

-Lo…siento, no fue mi intención llamarte por ese nombre…

Dijo Ruki arrepentido sentándose de nuevo en el sillón, sabía que esta era la hora de confesarle la verdad

-Sabes Ruki…estoy acostumbrado a esto y no sé si sea bueno o malo

Comencé a sincerarme

-¿De qué hablas Akira?

Peguntó confundido Ruki, de pronto tomé su mano y entrelacé mi meñique con el suyo

-A tomarme muy enserio las promesas…imagínate, hace 10 años te hice dos promesas y como lo prometí ahora estoy aquí, dispuesto a cumplirlas…

Dije mirando a Ruki a los ojos el cual ya había comenzado a llorar, Ruki tomó mi cara entre sus manos para mirarme más fijamente

-¿Re…Reita? ¿Todo este tiempo has sido tú?

Preguntó entre sollozos, una lágrima de felicidad se deslizó por mi mejilla al escucharlo pronunciar una vez más mi nombre

-Sí, Ruki…Soy yo

-Pero…pensé que ya me habías olvidado

-¿Olvidarte? Eso nunca pasará Ruki, todo este tiempo estuve pensando en donde estarías, todos los días me levantaba con la esperanza de encontrarte y cumplir mis promesas, lo más importante es que ahora ya estoy aquí, vine a buscarte de nuevo, como lo prometí

Dije abrazándolo fuertemente, cuando nos separamos Ruki retrocedió negando con la cabeza

-Pero ahora yo ya estoy con alguien más Reita porque nunca me confirmaste lo que sentías por mí, nunca me lo dijiste…

Decía Ruki alejándose de mí, yo lo acerqué a mí de nuevo tomándolo del mentón y plantándole un suave beso en los labios, intentando hacerlo recordar todo lo que vivimos, al separarme de él lo vi directamente a los ojos mientras ambos llorábamos

-Ruki, por eso he venido hasta aquí, prometí que te buscaría de nuevo y que te diría las palabras que siempre guardé solo para mí, no pretendo separarte de la persona que ahora amas, aunque siempre estaré aquí en caso de que decidas lo contrario

Dije limpiando sus lágrimas delicadamente con el dorso de mi mano, le sonreí y me di la vuelta para salir de aquel apartamento, me quedaban pocas horas de estancia en aquella ciudad por lo que debía ir a mi apartamento a recoger mis cosas y desocupar la habitación, antes de cruzar la puerta vi a Ruki de reojo, estaba llorando sentado en el sillón, inmediatamente me acerqué a él de nuevo tomando su cara y besándolo lo más delicadamente que pude, saboreando su calidez, saboreando como se sentía decir adiós.


Estaba en la fila para subir al autobús que me llevaría de vuelta a Tokio, debía pensar en cómo olvidar a Ruki para que fuera feliz con Aoi o por lo menos pensar en cómo controlaría estos sentimientos que no se desvanecerían, la fila avanzaba lentamente lo que hacía más tortuosa mi ansiedad de irme de esa ciudad lo antes posible, aquella ciudad que fue testigo de mi primer amor, de pronto apenas puse un pie en el autobús cuando escuché una voz que me llamaba

-¡Reita espera!

Me giré topándome con la imagen de Ruki que corría a toda velocidad para alcanzarme antes de irme, me bajé del autobús completamente confundido

-¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí Ruki?

Pregunté, Ruki inmediatamente entrelazó su dedo con el mío mirándome directamente

-No cumpliste tu promesa

-¿Qué? ¿De qué hablas?

-Prometiste que cuando nos volviéramos a ver me dirías aquella frase que no completaste cuando te despediste

Me quedé helado al escucharlo mientras sentía que las piernas me flaqueaban, aquella frase que no pude completar cuando éramos adolescentes, lo tomé del mentón para que me sostuviera la mirada, solté un suspiro para armarme de valor y me dispuse a decirle aquella frase que guardé en mi corazón por 10 años

-Ruki, eres el mejor amigo que he tenido y…yo también te amo

Dije derramando un par de lágrimas mientras le sonreía dulcemente, Ruki también me sonrió mientras los ojos se le humedecían

-Promesa cumplida, ahora ya no tienes ninguna pendiente

Dijo Ruki separando su meñique del mío con una amplia sonrisa mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla

-Espera, te haré una última promesa

Dije entrelazando nuestros meñiques una vez más, Ruki me observaba con atención, con cariño, aun me amaba de tal forma que me hizo sentir que pronto estaremos juntos por siempre porque muy en el fondo de ambos sabíamos que desde siempre estuvimos destinados a amarnos y a que nada ni nadie podía destrozar nuestras promesas o nuestros futuros. Cuando Ruki escuchó mi promesa me abrazó haciendo que nuestros corazones se empujaran y en ellos se grabaran mis palabras

-No importa si te tardas 10 años o más, te prometo que te esperaré por siempre, no importa que camino escojas Ruki, porque yo solo escogeré uno, un camino que me lleve a ti.


~No importa cuánto  tiempo sea,
Esperaré el día que puedas regresar.
Por favor, déjame escuchar tu voz.
Yo estaré aquí, no iré a ningún lado en ningún momento,
Siempre estaré aquí…
-SICHIGATSU YOUKA

 

 
Notas finales:

¿Les gustó o les dio asco? ¿Merezco un abrazo o una patada? ;-; Dejen sus reviews u.u

 

Nos vemos n.n ♥

 

 

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