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Play with me por secretlook

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Si no fuera gracias al calendario que había en el salón no sabría en que día vivo, y el día en el que vivo es mi cumpleaños.

Como cualquier otro día desde hace dos semanas, salí a pasear al patio del manicomio, corrí un poco entre la hierba demasiado crecida y caminé en las sombras que creaba el edificio, luego desayuné tranquilamente menos por la extraña mirada que Shin y la enfermera me dedicaban de vez en cuando.

-¡Vale ya!-grité golpeando la mesa con el libro- ¿Queréis decirme que leñes os pasa?

-Nada, nada, Takuya, no te enfades

La enferma continuó trabajando y ya no volvió a mirarme, pero Shin no paró.

-¿Quieres….quieres jugar, Takuya?

“Está bien, ¿a qué se está refiriendo? A lo mejor quiere que juguemos a tomar el té o a las cartas” pensé mirándole. Pues no, no era nada de eso, Shin me ofreció la paleta con una sonrisa, él quería jugar conmigo al pin-pon.

-Será todo un placer

Saqué sin fuerza alguna, la verdad es que no esperaba que pudiera devolvérmela, no esperaba un buen juego, pero Shin ya me había demostrado que él en su conjunto era algo que yo no esperaba, por lo que esta vez no iba a ser diferente. Shin me devolvió la pelota correctamente, su golpe había sido bien ejecutado y la fuerza aplicada era la adecuada, la pelota pasó a mi lado dejándome boquiabierto, pero no perdí el tiempo, al momento recogí la pelota y volví a sacar muy atento al golpe de Shin, él me la devolvió de la misma forma y así empezamos un juego feroz que nos hico saltar por todos lados.

Jugamos alrededor de diez minutos, la enfermera incluso se había acercado a vernos jugar, ella sonreía abiertamente ilusionada por ver a Shin en movimiento y relacionándose abiertamente, pero finalmente pareció cansarse o tal vez se distrajo, el caso es que al final conseguí colarle la pelota ganando el partido, Shin cayó de rodillas al suelo totalmente agotado y sujetando su mano, puede que le haya dado un calambre.

-¡Cumpleaños feliz! ¡Cumpleaños feliz!

Alcé la mirada y encontré a la enfermara llevando una tarta mientras algunos, los más cuerdos de nuestros locos, cantaban junto a ella, Shin se levantó del suelo cantando junto a los demás, vale, puedo aceptar que sepan mi cumpleaños, seguro que viene en el informe de ingresos, pero de ahí a que me hagan un tarta.

-Vi que era tu cumpleaños en el informe y, bueno, Shin no pudo quedarse tranquilo

-Espero que…que te guste, Takuya

-Oh, claro, la tarta la ha hecho él-sonrió ella- Tranquilo, lo vigilé, no te vas a envenenar

-Seguro que es deliciosa Shin, muchas gracias-sonreí- Muchas gracias a todos

Dejamos la tarta sobre la mesa de pin-pon, colocamos las sillas y nos sentamos a partir la tarta, repartimos el dulce y comenzamos a comer, ummm, estaba deliciosa, la tarta de chocolate era mi favorita y encima le había puesto nata.

Mi corazón comenzó a latir rápidamente, era un detalle precioso que nadie había tenido conmigo en muchos años, realmente Shin era para mí un ángel caído del cielo.

Aquella noche fui a visitarle a su celda antes de que la enfermera cerrara con llave, me senté a su lado y acaricié su brazo, tenía la piel realmente suave, Shin me miró al instante con un brillo en sus ojos muy extraño.

-Me ha encantado tu tarta, estaba realmente deliciosa, además, la de chocolate es mi favorita

Shin sonrió agradecido por el cumplido, estiré mis brazos lentamente y les rodeé con ellos, es verdad que ya había tratado con él pero nunca había llegado al contacto físico directo, él pareció estar algo nervioso pero igualmente me abrazó.

-Es algo extraño el estar contigo, ¿lo sabías? Me haces sentir distinto….me haces sentir feliz

Shin se sorprendió y pude notarlo por el pequeño saltito que dio entre mis brazos.

-Takuya, no deberías decir esa clase de cosas-medio tartamudeó- Sobre todo después de que te confesara que me gustas

Mis mejillas se sonrojaron, ok, así que lo dijo en el sentido amoroso y no en el sentido de que le caigo bien pero….pero me alegro, sí, mi corazón está dando saltitos de felicidad.

-Tú también me gustas Shin-confesé- Me gusta tu amplia sonrisa y como tus ojos brillan en cualquier momento, me encanta que estés lleno de ilusión, me gusta lo suave que es tu piel y lo gorditos que son tus labios, adoro como te tiembla la mano cuando estás tomando té, incluso me gusta la cara de bobo que se te pone cuando te empanas no mirando nada

Shin dejó de abrazarme, su rostro salió de mi cuello y me miró tímidamente, sus mejillas estaban coloreadas y sus dientes atrapaban su labio evitando una sonrisa, era completamente adorable y bello, mis manos envolvieron sus mejillas con lentitud y las acariciaron con ternura, me aproximé a él de manera que nuestros alientos se mezclaban, mis ojos cayeron lentamente hasta sus labios pero los suyos se mantenían sobre los míos, me aproximé más hasta que nuestros labios se juntaron.

Algo mágico recorrió mi cuerpo, una paz luminosa me llenó.


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