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El tiempo a tu lado por Yuiko Nozomi

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Notas del fanfic:

Hola, este fic es mi regalo para el cumpleaños de Kure, se podría decir que es la continuación de pansexual, aunque no lo es realmente... ¿cómo decirlo? Simplemente se puede extrapolar esa historia acá. 

Espero que les guste, la verdad ignoren el título, no sabía como ponerle.

Notas del capitulo:

De antemano me disculpo si hay algún horror ortográfico.

Después de una hermosa ceremonia de graduación Izuki Shun se sacaba fotos para el recuerdo con dos de sus más grandes amigos, Hyuuga Junpei y Riko Aida, los tres sonreían aunque sus mejillas estaban rojas por tanto llorar, la familia de cada uno llegó para abrazarlos y felicitarlos por sus arduos años de estudio. Era el fin de una etapa pero el comienzo de una nueva.

Izuki se encontraba recibiendo los elogios de su familia, cuando sintió como una mano se apoyaba en su hombro, volteó a ver de quien se trataba y sonrió al saber que era Himuro Tatsuya.

—Felicidades, Shun—

—Gracias—

Los hermanos de Izuki habían partido a jugar con Riko, pero los padres del recién graduado estaban ahí observando de manera curiosa a Himuro, no recordaban que fuese algún amigo de su hijo ni tenía el uniforme de la escuela ¿Quién era? La madre sospechó de cuál sería la influencia de ese sujeto en la vida de su pequeño al ver la intensidad de las miradas entre ambos, por su lado el padre no podía si quiera imaginar la realidad.

—Shun, preséntanos a tu amigo— dijo el mayor.

Izuki se mordió el labio ante la palabra "amigo" quizás era hora de decirles la verdad a sus padres, miró a su novio en busca de una respuesta a su duda mental y Himuro asintió dando a entender que estaba de acuerdo. Esta comunicación sin palabras solo confirmaban más las dudas de la mujer de ojos grises.

—Papá, mamá. Él es Himuro Tatsuya, mi novio.

El señor Izuki se atoró con su propia saliva y su mujer fue en su socorro. Himuro se alzó de hombros mientras el recién graduado se acercó a su progenitor preocupado.

— ¿Es una broma, cierto? Te encanta hacer bromas Shun, pero no creí que llegarías tan lejos.

—Ni siquiera use un juego de palabras para que me tomaran enserio.

—Pero Shun, es un hombre... no es normal.

—Cariño, es decisión de nuestro hijo.

Izuki miró a su madre con completa devoción al verse apoyado, ella le entregó una sonrisa comprensiva y él por fin se sintió más tranquilo. Himuro entrelazó su mano con la suya y él se aferró a ella.

—Denme tiempo para procesarlo ¿podemos hablar este fin de semana?

El rostro de Tatsuya hasta el momento era invariable, pero al escuchar esa última parte de la frase hizo una mueca de disgusto.

— ¿Qué pasó, Himuro? —preguntó su pareja al ver su reacción.

— ¿No pueden hablarlo hoy? ¿El lunes? ¿Cualquier otro día que no sea el fin de semana?

— ¿Eh? ¿Por qué?

Himuro le entregó a su novio un panfleto que mostraban unas cabañas cerca de una montaña, era un lugar bastante lindo, rodeado de naturaleza, con un lago en las cercanías. Todas las cabañas contaban con jacuzzi, servicio a la habitación entre otras cosas.

—Hice una reservación para todo el fin de semana, una sorpresa por tu graduación.

Antes de que pudiese responder el padre de Shun arrebató el papel de las manos de su hijo, a medida que leía su semblante iba cambiando, cada vez estaba más pálido y su entrecejo se fruncía más. Miró furioso a Himuro y decidió encararlo.

— ¡Esta es solo una trampa para desvirginar a nuestro hijo!

El más alto de los azabaches al oír esto trato de mantenerse serio y contestar de una forma que causara buena impresión, pero no pudo evitar reírse a carcajadas. Mientras más se reía más rojas eran las mejillas de Shun. El señor Izuki erróneamente pensó que se burlaban de él.

— ¿Se puede saber qué es tan chistoso?

—Cielo, no preguntes lo que no quieras saber— dijo su esposa con una mano en la frente, algo apenada al enterarse de tantas cosas de su hijo en solo unos minutos.

—Claro que quiero saber, es nuestro Shun.

—Señor, es imposible que le quite la virginidad a su hijo. Lo hice hace más de un año.

Fue mucho para el pobre hombre, cayó desmayado y fue auxiliado por su esposa al instante, se creó una conmoción alrededor de todos. Alguien llamó a una ambulancia, aunque la madre de Izuki sabía perfectamente que solo era el shock por la noticia, estaría bien, conociéndolo despertaría en minutos.

—Shun, no te preocupes por tu padre, está bien, ahora parte con tu novio a esas cabañas.

— ¿Estás segura?

—Claro, sean responsables, usen protección.

Antes de que Izuki se sonrojara más (aparte de las palabras de su madre no hay que olvidar que estaban rodeados de personas), Himuro tomó su mano y lo sacó del lugar. Himuro abrió las puertas de un automóvil negro y ambos entraron.

— ¿De dónde sacaste el auto?

—Lo arrendé... mierda, defraudé a los dos.

— ¿Qué?

—A tu papá porque ya te la metí y de seguro tu mamá estará igual cuando sepa que nunca usamos condón.

Prendió el motor y empezaron su viaje, Izuki estuvo en completo silencio hasta que recibió un mensaje de su madre diciendo que su padre ya había despertado, fue solo el susto.

—Mi papá ya está bien— comentó con una sonrisa en sus labios.

—Qué alivio, ahora podremos hacerlo sin que te sientas culpable.

—Eres el peor pervertido existido.

—Te gusta que sea así y no lo niegues.

—No puedo negarlo, sería la peor de mis mentiras.

Pasaron por fuera de un centro comercial, Izuki pidió que se detuviera con el motivo de que debía comprar algo. Himuro obedeció y se quedó esperando dentro del coche mientras escuchaba a una banda de rock. Pasó media hora antes de que volviese, tenía sus mejillas completamente rojas y traía tres bolsas en sus manos.

— ¿Se puede saber que compraste?

—Es una sorpresa.

— ¿Y tú serás la presa? —cuestionó con una sonrisa ladina mientras Izuki suspiraba de manera exagerada para evitar responder a esa pregunta retórica.

Siguieron su camino, cuando llegaron al lugar Izuki quedó maravillado con el lugar, era hermoso. A Himuro le agradaba, pero no le importaba mucho, su atención estaba puesta en su novio y en tratar de adivinar que rayos había dentro de las dichosas bolsas.

Apenas entraron a su cabaña buscaron el jacuzzi y tuvieron sexo al acto. Quedaron tan relajados después del baño de burbujas que se vistieron y quedaron dormidos.

Al despertar salieron a caminar por los alrededores, los ojos de Izuki brillaban con todo lo que veía, Himuro sintió una extraña sensación que ya hace meses venía arrastrando con él.

— ¿Y cuál es tu futuro? ¿A qué universidad irás? —preguntó Tatsuya haciendo el burdo intento de ignorar sus propios sentimientos.

— ¿No te molestarás?

— ¿Por qué debería hacerlo? Aunque si decidiste irte al extranjero debo decir que te raptaré y te follaré hasta que me sacie, aunque no creo que eso llegue a pasar, siempre quiero más de ti.

—Debería salir corriendo, suenas con un violador, pero no me molestaría que ese fuese mi futuro. Todos los días en la cama de Himuro el oscuro teniendo sexo, suena fantástico.

—Maldición, te convertí en un pervertido, pero aún no respondes.

—Cierto. Me inscribí en la universidad de Akita.

— ¿Akita?

—Sueno patético ¿cierto? Ir donde está mi pareja solo para tener más tiempo con él. Claro, investigué cual era la malla curricular y los beneficios de Akita antes de hacerlo, como tamb—

No terminó la frase, Himuro estaba rodeando su cuerpo en un abrazo y no sabía cómo reaccionar a eso. Comenzó a sospechar que se trataba de un sueño cuando su novio besó su frente; no es como si no hubiese afecto entre ellos, lo había, solo que eran un asco demostrándolo dejando como el canal de su comunicación las relaciones sexuales.

—Shun, te amo.

Izuki se quedó estático, de seguro había escuchado mal, Himuro no podía decir esas palabras, después de todo ¡Era Himuro!

—Creo que escuché mal, fatal, carnal.

—Lo diré de nuevo si es necesario, pero realmente creo que oíste bien. Te amo.

—Himuro, esto es raro... somos novios hace mucho pero no creí que dirías estas palabras nunca.

—La verdad es que yo tampoco— respondió con honestidad sonriendo sutilmente— yo no creía en el amor, realmente no, salí contigo porque me gustabas, te encontraba divertido y lindo, nada más, lo sabes. Pero las cosas cambian, nuestras charlas sin sentido se volvieron mi pasatiempo, tus besos mi adicción, tus detalles lograban hacer que sintiera ternura ¿lo puedes imaginar?

Izuki estaba temblando, no sabía cómo reaccionar, lo amaba, lo amaba tanto que había decido aceptar una relación en la que pensó que nunca escucharía la palabra amor de los labios del otro. A Himuro le había entregado su primer beso, su cuerpo y su alma sin pedir nada a cambio. Eso es el amor ¿no? Querer a alguien como es, no exigir cambios, aceptar defectos y virtudes por igual.

— ¿no me responderás nada? Bueno, no importa, solo pensé que era apropiado decirlo, lamento si te incomodé.

— ¿Cómo me va a incomodar? A ti solo te puedo amar.

—Vaya, vaya, el juego de palabras más cursi que has podido lograr.

—Cállate y bésame.

—Es la primera vez que me das una orden, no sé como reaccionar.

—Solo cállate, Himuro— Izuki besó a su pareja y aunque fue un simple roce de labios era imposible que las cosas terminaran así, ellos no eran de los que se besan y se dan la mano. No, lo suyo era la pasión desenfrenada a carne viva. Las manos de Shun buscaban el rostro de su amante y lanzó un gemido al sentir las manos de su pareja presionar su retaguardia. Un beso tras otro en el que se entregaban completamente.

—Shun, lo siento, me calenté. Hagámoslo.

Himuro apoyó el cuerpo de su pareja contra un árbol, teniendo como respuesta la completa sorpresa de su novio. Bien, sabía que el chico era salvaje pero ¿al aire libre, en serio?

—Himuro, alguien nos puede ver.

— ¿Eso no te excita?

Era muy tarde para juzgar la salud mental de su pareja, debía buscar una excusa, la que fuera, si no sabía que iba a terminar cediendo y gritando en medio del bosque.

— ¡La sorpresa!

— ¿qué?

—Si lo hacemos aquí no podré mostrarte la sorpresa.

—Shun, mi amor, asegúrame que la sorpresa vale la pena como para aguantarme.

— ¿Alguna vez te he decepcionado?

A la mente de Tatsuya llegó el magistral recuerdo de Shun vestido de mujer. Ese chico siempre sobrepasaba sus expectativas, aceptó ceder por el momento y volvieron a la cabaña. Izuki se encerró en el baño con las bolsas y Himuro se comenzó a desvestir quedando solo en bóxer y recostado sobre la cama.

Luego de una eternidad (según Himuro), Izuki salió del baño completamente avergonzado de sí mismo, pero logró el efecto deseado en su novio, bastaba decir que solo le faltaba babero. El mayor de edad vestía un hermoso vestido de novia, era corto, le llegaba a la mitad del muslo y sus piernas estaban cubiertas con unas medias blancas, su traje incluía tacones, velo y guantes. Se veía radiante, demasiado hermoso para ser verdad.

—Shun, Shun, Shun. Mi amado y perfecto Shun, hay tantas cosas que podría decir de esto.

—Anda, dilo.

— ¿Con qué cara te vistes de blanco?

— ¡Sabía que dirías algo del color, señor, odio su humor!

Himuro lo besó y calló todas sus quejas, la verdad no era tiempo para tonterías.

— ¿Haremos los votos de matrimonio o pasamos directo a la luna de miel? —Preguntó Himuro jugando con los pezones de su pareja por sobre la tela del vestido. Shun suspiraba con el tacto sintiéndose un depravado por excitarse solo con aquello.

— Sin saberlo ya hiciste tus votos hace un momento, es mi turno.

—Soy todo oídos.

Izuki se sentó en la cama y Himuro lo imitó, se tomaron de las manos y comenzó a hablar.

—Himuro, muchas veces trate de decirte mis sentimientos pero tenía miedo de no escuchar un "yo también". Hoy ocurrió que fuiste tú quien se declaró y mientras me cambiaba pensaba en cómo hacer que todo lo que siento llegue a ti con las mejores palabras, pero mientras más lo pensaba más seguro estaba, mi confesión debía ser como nosotros, ocurrente como yo y lujuriosa como tú, así que aquí voy —respiró profundamente mientras pedía a todos los dioses no echarse para atrás en ese momento— Himuro, quien te ama está en esta cama, y si pides te la mama.

— A la mierda la preparación, Shun te la meteré ahora. ¿Algún problema?

—Para nada, de hecho hazlo pronto.

Izuki se recostó en la cama y se abrió de piernas por su propia voluntad, Himuro sonrió con malicia, realmente había convertido a su pareja en un adicto al sexo, no sentía culpa por ello y la verdad le parecía perfecto ese lado de Shun siempre y cuando solo lo mostrara frente a él. La única prenda que retiró del cuerpo de su novio fue la ropa interior, lo quería follar con vestido y todo. Antes de comenzar con aquello, elevó la pierna derecha de Izuki y paseó su lengua por su muslo, no lamía en cualquier sentido, no, estaba haciendo una imitación de su firma.

—Bien, acabo de firmar que acepto casarme contigo.

—Yo no lo he hecho, no es justo.

—Puedes hacerlo después, ahora vayamos a lo que ambos queremos— dijo Himuro tocando la polla de su pareja con su mano.

Tomando ambas piernas del mayor, Himuro se introdujo sin más preámbulos al interior de su pareja. Izuki lanzó un grito que probablemente se escuchó en el resto de las cabañas, pero no le importaba, ahora solo quería disfrutar del placer de tener a Himuro entre sus piernas.

Comenzó a embestir con fuerza, el autocontrol se había ido de vacaciones, Izuki conocería después de un año al verdadero Himuro. Mientras lo embestía succionaba varias partes de su cuello dejando algunas marcas rojas repartidas. Shun no sabía donde dejar sus manos sentía que si se aferraba a las sábanas las terminaría rompiendo terminó posicionándolas en la espalda de Tatsuya clavando sus uñas cada vez con más fuerza a medida que pasaban los segundos.

Izuki estaba por deshacerse de placer, debía ser ilegal sentirse así ¿dolía? claro, pero eso solo lo hacía mejor ¿acaso era masoquista?. Sus gemidos hace un buen rato había pasado a ser gritos de lujuria completa, no podía controlarlo, tampoco las lágrimas que corrían por sus mejillas.

—¡Aaaaah, Tatsuya!

Himuro siguió en su trabajo al escuchar eso, pero la verdad es que cayó en el júbilo total. Había dicho su nombre, después de más de un año, por fin podía escuchar su nombre de la boca de la persona que amaba.

—Repítelo.

— ¿ah?

—Mi nombre... dilo

Izuki se sonrojó al darse cuenta de lo dicho, cómo si fuese posible estar aún más avergonzado considerando la acción que estaban realizando, estaba por alcanzar el orgasmo y debía eyacular con urgencias. Sintió la mano de su amante sobre su pene para comenzar a masturbarlo ¿era una broma?

—Tat- ¡Tatsuya mi polla es tuya!

Se corrió en ese momento completamente apenado de sus palabras y Himuro lo hizo segundos después dentro de él, luego de un par de jadeos por el cansancio, el jugador de Yosen se largó a reír larga y sonoramente. Su pareja solo golpeaba su hombro reiteradas veces, le molestaba que su novio se riera de él, aunque debía admitir que de seguro era un buen motivo para reírse.

—Shun, no te enojes mi amor, es solo que, ¡Joder, eres el mejor!

—Tu también lo eres, ven prestame tu cuello.

— ¿Qué?

—Debo firmar nuestro compromiso

—Cierto— Himuro se acercó a Izuki quien besó el cuello de su pareja, no hizo ninguna marca, solo lo besó.

—Shun, eres adorable. Hagámoslo nuevamente.

— ¿Tu no te cansas?

—Jamás.

Izuki rodeó el cuello de su amante con sus brazos y volvieron a besarse, volviendo a entregarse en la cama de aquellas cabañas.

Notas finales:

(no pregunten de donde rayos sacó dinero para comprarse un vestido de novia, son carísimos, ponganlo como la magia del mundo de los fics(?))


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