-Kyunnie- insistió Siwon-¡Kyuhyun!- odiaba levantar la voz, pero es que llevaba ya 10 minutos intentando hacerse notar, y nada sucedía, el castaño seguía absorto en su partida actual del videojuego. El menor por fin se quitó los audífonos y volteó a verle confundido por un segundo, para luego seguir medio pendiente de la pantalla de la laptop.
-Siwon, ¿Cuándo llegaste?- el susodicho se golpeó mentalmente por el gran despiste de su (no tan) pequeño novio. Había llegado minutos antes al departamento de Kyuhyun, y entrado con las llaves que el mismo Kyuhyun le había proporcionado un par de semanas antes.
-hace como 10 minutos, he estado intentando que me hicieras caso, pero creo que tu juego es más importante que yo- dijo intentando sonar ofendido, bueno, estaba un poco molesto, pero no era para tanto.
-pues sí que es una partida importante hyung- respondió como si fuese lo más obvio del mundo.
-pensaba más bien que podríamos salir a comer o algo, ya sabes, hace tiempo no salimos solos- sugirió
-hyung, en serio es una partida asi importante, ¿podría ser otro día?- Bien, estaba comenzando a tomárselo personal, ¿Cómo un juego podía ser más importante que prestarle atención? Había logrado que milagrosamente sus días de descanso coincidieran para aprovechar el tiempo y se encontraba con que Kyuhyun prefería pasarlo frente al maldito aparato ese.
-podrías guardar la partida y volver luego- dijo intentando reunir toda la paciencia de la que era capaz en un momento como este.
-es una partida en vivo, no se puede guardar, en serio es importante- contestó de vuelta
-bien, ya no insistiré, diviértete Kyuhyun- y ese tono de voz tan… falto de expresión, fue lo que hizo a Kyuhyun saber que algo iba mal. Bueno, era cierto que eso de los sentimientos y como expresarlos no era lo suyo, pero podía entender cuando algo no iba bien, pero ¿el qué? No podía entenderlo. Pero es que si iba a arreglar algún problema, necesitaba saber cuál era el problema en primer lugar, y eso era algo que escapaba de su entendimiento. Cerró por fin la sesión del juego, y mirando fijamente la puerta por la que el mayor había salido, intentó pensar. Había estado todo perfecto unos minutos antes, hasta que… oh, ahora entendía todo.
Siwon había apartado este día especialmente para ellos dos, pero él en su estupidez le había hecho sentir que una partida online era mejor que una cita con él. Gran estúpido. Quiso golpear su cabeza contra la siguiente pared que encontrara. Cambió de parecer, no, así no estaría presentable para Siwon, mejor era comenzar a pensar en algo para que el mayor le perdonara su total falta de sensibilidad. Aunque en su propio orgullo, también quiso culpar a Siwon, pues el mayor siempre fue bastante consiente de la falta de habilidad en los temas del amor que poseía, incluso había necesitado un empujón para reconocer que estaba enamorado de Siwon, un empujón bastante grande, a decir verdad, incluso había descubierto los celos a la par de la situación. Por lo tanto, lo mínimo que esperaba de Siwon era que se dejara un poco de sutilezas, no le habría costado nada llegar y decir “salgamos a comer” en vez de solo sugerirlo del modo en que lo había hecho.
¿A quién planeaba engañar? Siwon no había hecho nada malo, había pensado primero en él y lo que harían juntos en lugar de directamente irse a casa de sus padres o con alguien más, era él quien siempre arruinaba todo. Así que decidió que podía tragarse el estúpido orgullo, ir a casa de Siwon, y rogar si era necesario para arreglar la situación.
Cuando estuvo frente a su puerta se lo pensó, honestamente eso de rogar no era lo suyo, pero sabía que era muy necesario recurrir a medidas ciertamente desesperadas si su novio resultaba estar muy enojado. Tocó el timbre un par de ocasiones, y nada pasó. Cuando ya estaba a punto de irse, Siwon abrió la puerta, eso quería decir que todo ese tiempo habría estado observándolo por la mirilla, sin abrir, eso lo molestó un poco, pero decidió que lo guardaría para después, ahora era más importante arreglar el problema.
-yo…- se detuvo unos segundos, tomó aire y siguió hablando –venía a disculparme contigo, se que lo de hace rato estuvo mal y lo siento de verdad- dijo con la mirada baja, no se atrevía a ver la reacción del mayor, sólo lo escuchó suspirar algo cansado
-Kyuhyun, ya hemos pasado por esto muchas veces, ya me has dejado hoy claro tus prioridades, no podemos seguir asi- le dijo como si intentara explicarle a un niño pequeño. ¿Intentaba terminar con él? Eso parecía, y dolió como no pensó que dolería.
-no no no, hyung, por favor, las cosas no son así, sé que soy un tonto la mayor parte del tiempo, que no me doy cuenta cuando te lastimo, pero te juro que no es mi intención- estaba ahora si al borde del llanto.
-eso ya me lo has dicho demasiadas veces Kyuhyun, y trato de entenderte, en serio lo intento, pero esto… no tienes una idea de cómo me sentí hoy-
-tienes razón, no lo se, pero intento entenderlo, por favor hyung, déjame solo esta vez arreglar las cosas un poco-
-no lo se…-
-por favor, prometo que te compensaré, me esforzaré, sólo necesito una oportunidad, sólo una mas-
-esta bien, sólo una más- dijo Siwon por fin rendido
-¡bien! ¡vamos!- Kyuhyun tomó al mayor de la mano y lo jaló fuera de su casa
-¿A dónde?-
-es una sorpresa- le aseguró el castaño, la verdad es que no sabía a donde irían, pero ya lo pensaría en el camino, lo importante es que había logrado que Siwon le diera la oportunidad de arreglar las cosas.
Entraron al auto del castaño, y mientras manejaba, decidió que tenía hambre, por lo que su primer parada sería uno de los restaurantes que el mayor frecuentaba, aunque a él no le iba mucho la comida italiana, hoy no parecía mal día para probar de nuevo.
Kyuhyun estacionó frente al lugar y a Siwon esto se le hizo muy raro, pues muchas veces le había pedido que le acompañara y siempre se había negado diciendo que “la comida italiana y él no se llevaban nada bien”
-¿Qué hacemos aquí?-
-pues venimos a comer- le contestó el menor como si el mayor no pudiera ver lo obvio
-pero a ti nunca te ha gustado la comida de este lugar, ni la comida italiana-
-pero a ti si, ¿Qué no?- le preguntó
-pues sí, pero pensé que tú lo odiabas-
-tengo ganas de probar algo nuevo, ya no discutas y entremos- lo jaló hacia la entrada del lugar para buscar una mesa disponible.
Una vez acomodados en una de las mesas, con los menús en mano, Kyuhyun leía y releía los nombres de los platillos que ahí estaban escritos, no podía entender muchos de ellos, pues estaban escritos en italiano al parecer, por lo que ni siquiera quiso enterarse de lo que contenía la sección de vinos. Este era el problema con la comida verdaderamente italiana de la que el mayor disfrutaba, lo hacía sentir como un tonto frente a un muy culto Siwon, y eso era demasiado incómodo para él, aún así, estaba dispuesto a hacer un esfuerzo.
Por su parte, Siwon miraba a Kyuhyun con curiosidad y una pequeña sonrisa se iba formando en su rostro al ver la cara de confusión del menor, justo en ese momento fue que más o menos pudo entender porque el castaño se negaba a ir a lugares como aquel, por lo que prefirió no decir nada.
Al poco llegó una mesera a tomar su orden, Siwon tuvo que ordenar por los dos, pues Kyuhyun por fin se rindió con la carta del menú. El castaño no se opuso ante la idea.
Contrario a lo que el menor siempre creyó, disfrutó mucho de la comida, pero sobre todo de la compañía, hacía mucho tiempo que no compartían una cita como aquella.
El resto de la tarde Kyuhyun se esforzó por que lo pasaran de lo mejor, haciendo muchas de las cosas que generalmente decía odiar, ahora que las compartía con el mayor, no parecía detestarlas tanto, además de que Siwon parecía bastante contento. Tal vez ya lo hubiese perdonado del todo, eso lo tranquilizaba.
De regreso en casa de Siwon, ya algo entrada la noche, Kyuhyun no quería que este día terminara, se había dado cuenta de todo lo que se había estado perdiendo.
-Kyu… en serio me divertí hoy, gracias-
-no tienes que agradecer, esto… esto significa que ¿estamos bien?- Siwon fingió pensárselo lo que pareció una eternidad para Kyuhyun
-pues claro que si- le dijo por fin con una hermosa sonrisa adornando su rostro –sólo… sólo intenta no volverlo a hacer, ¿está bien?-
-está bien, te prometo que pondré más atención a las cosas para la próxima- dijo y sin mayor aviso besó al mayor, y al separarse se despidió rápidamente.
Ese día Kyuhyun había aprendido una importante lección. Había puesto en orden de importancia sus prioridades.