La clase de Historia se me hizo eterna y más con Hyuk a mi lado, pero por fin las clases habían terminado y era hora de irse a casa, tome mis cosas y salí casi corriendo del salón pero él no tardó mucho en alcanzarme, me tomo del brazo fuertemente para que volteara, me zafé de él y me volvió a tomar solo que ahora de la cara y me beso apasionadamente, en seguida que reaccione me aleje de él, que tal si alguien podría vernos, comencé a caminar de nuevo hacia mi casa y el venía siguiéndome, no dije nada hasta llegar a estar enfrente de la puerta, gire el picaporte. –Vas a entrar- se limitó a mover su cabeza en afirmación, deje la puerta abierta al entrar y fui directo al sofá, se sentó a mi lado y no dijimos nada por unos cuantos minutos, hasta que el rompió aquel silencio. –Ve a ponerte alguna pijama, o ropa cómoda, tomare tus llaves, vuelvo en un momento- .
Vi cómo se levantó de sofá, tomo las llaves de la mesita y cerro, no entiendo nada de esto, nada de lo que pasa, pero también estoy seguro de una cosa, simplemente no quiero entenderlo, no aun. Como me ordeno me cambie de ropa, me puse un pantalón tipo pijama muy cómodo y un suéter que cubría mis piernas hasta la mitad, me fui a recostar sobre la cama y tape levemente mi cuerpo con una sábana, no paso mucho tiempo y él ya había llegado, escuche el sonido de las llaves al entrar, se escuchaban pasos por toda la casa y luego me percate de venia hacia mi habitación, inmediatamente cerro los ojos y pretendía que dormía, él ya estaba en la habitación podía oler su dulce loción, se acercó a mí y me dio un beso en la cabeza, en la mejilla y por último en los labios, sentí como me levantaba en brazos y bajaba conmigo las escaleras, me deposito en el sofá y puso una pequeña cobija sobre mí. Sentía besitos por todo mi rostro y una dulce voz llamándome, -Hae- besitos –Hae despierta, ya estoy aquí- no me quise mover, tenía mucha pereza, así que fingí un poco más, hasta que empezó a atacarme con una dosis de suaves cosquillas, la primera ronda la soporte pero a la segunda estalle en risa.
Por Hyukjae
Le propine la primera dosis de cosquillas, desde hace unos minutos me había dado perfecta cuenta de que él se encontraba despierto solo que quise seguirle en juego un rato más, no respondió a mis cosquillas así que los hice más fuerte y en pocos segundos ya lo podía ver riéndose a mas no poder, abrió los ojos y miro directo los míos, tenía una hermosa sonrisa dibujada en la cara por las cosquillas de hace unos segundos, dios se veía tan lindo en ese momento, simplemente no me resistí, el subió sus brazos alrededor de mi cuello y me fue atruendo hacia él besándome, tomando la iniciativa del beso, sus labios estaba muy tibios, húmedos por el beso, yo no tarde en corresponderle y el beso se fue tornando mucho más apasionado, -La pizza se va a enfriar- dije entre besos, pero lo que más me sorprendió fue su respuesta, -Que crees que sabrá mejor, yo o ella?- Sin duda quede sorprendió, abrí los ojos se me separe y tenía la mirada más picara y excitante que había visto en mi vida.
Por Donghae
Me estaba comenzando a excitar, pero la verdad si tenía mucha hambre, así que sin más lo tome de la mano y lo lleve a la cocina, tome la caja de la pizza y le dije que tomara el refresco y me siguiera, llegamos al cuarto y puse la pizza sobre la cama me senté en esta y palmeando la cama lo invite a sentarse conmigo, empezamos a comer la pizza y platicar como si nos conociéramos desde hace ya tiempo, todo era charla entre risas, me conto un poco de su vida, como que antes de venir a vivir por estos rumbos vivía con su hermana Sora y su madre, casualmente quería estudiar lo mismo que yo y demás cosas, yo igualmente le conté distintas cosas, como por qué vivía solo, algunas cosas sobre los maestros. –Puedo vivir contigo?- quede totalmente pasmado, que había dicho?, -A que te refieres?- pregunte ladeando mi cabeza, -espérame un momento, en seguida subo- volví a ladear la cabeza pero en lado contrario, este chico era un completo enigma, un misterio que me comenzaba interesar descubrir, escuche el sonido de alguien subiendo las escaleras, había vuelto con fresas y la crema batida, -falto el postre Hae- , lo había pronunciado muy seductoramente que me empecé a excitar solo un poco, se sentó de nuevo a mi lado y puso una fresa en mi boca la cual empecé a masticar, luego él puso otra en sus dulces labios pero dejando ver la mitad de la apetecible fresa, me miro directo a los ojos y enseguida comprendí lo que debía de hacer, me acerque a Hyuk y mordí la otra mitad de la fresa nuestros labios apenas se rosaron, retrocedí y mastique la exquisita fresa, -se supone que debías de besarme-, solo de escucharlo con esa voz me ponía muy, ya saben, y al entender la situación tan erótica y nueva para mi me ruborice como nunca, baje mi mirada y solo pude actuar, en ese instante había dejado mi razonamiento encerrado en algún baúl de mi cabeza.
Por Hyukjae
Ruborizado se veía exquisito, igual o más que aquellas fresas que degustaba, bajó su mirada unos instantes y tomo la crema batida, agitó aquella delicia y de tan solo verlo mover así su mano algo por debajo de mis bóxer empezó a crecer, una vez estando lista la crema batida coloco una pequeña porción en su boca, se lamio una pequeña parte que había quedado en sus labios, seguidamente deposito otra pequeña porción en su dedo índice y lo lamio muy cerca de mí, chupando de sobremanera aquel dedo luego tomo mi dedo índice e hizo el mismo procedimiento, se metió mi dedo a su cavidad y lamio, su legua le daba vueltas a mi dedo y su boca lo succionaba y yo como un completo idiota solo podía ver aquella imagen tan erótica frente de mí, se sacó el dedo y tomo una fresa, volvió a agitar un poco la crema batida y roció la fresa, mordió solo la punta y se acercó a mí y sin dudarlo ni un segundo me acerque más a él y mordí aquella fresa pero con un beso de por medio, la fresa iba y venía de una boca a la otra, nos detuvimos un momento para acabar con ella y seguirnos besando, dos lenguas moviéndose desesperadamente, sus manos alborotándome el cabello, las mías acercando cada vez más su cuerpo al mío, lo aleje de mí y me quite la camisa, baje las fresas y la crema batida de la cama, volví a verlo y lo bese, sin romper este lo recosté sobre la cama y empecé a frotarme contra él, como puede le fui bajando los pantalones hasta que fueran a parar al suelo, él alzo los brazos y lo despoje de su suéter, sus temblorosas manos se acercaron al cierre de mi pantalón y los desabrocho con un poco de torpeza, lo que lo hacía más irresistible para mí, tal vez ya no era virgen, pero se notaba que no tenía sexo muy a menudo, se le podía ver un tanto inexperto, pero yo me encargaría de enseñarle bastante bien, con un poco de mi ayuda los dos quedamos en paños menores, con los pechos subiendo y bajando por nuestras respiraciones aceleradas, nuestros alientos chocando cada vez que nos separábamos para tomar aire por tantos besos apasionados, sus manos iban y venían por mi desnuda espalda y ambos restregando nuestras erecciones una con la otra, sentí nuestra ropa interior ya húmeda por el pre semen, así que por fin quitaba eso que nos estorbaba, lo mire –quieres llegar al final?- pregunte un poco temeroso por su respuesta, -Por favor Hyuk- respondió con seguridad. Se posiciono encima de mí y se empezó a restregar él solo, solo que ahora estábamos completamente desnudos, con una mano atrás entre mis dos piernas y la otra recargándose en mi abdomen se empezó a mover de una forma que no aguantaría mucho, se paró en seco y dio la vuelta mostrándome su parte trasera, aquellos glúteos que me daban ganas de morder, agacho su cabeza y lamio, introdujo todo mi miembro en su caliente boca, lo que me provoco soltar un gran y ronco gemido, lo saco y volvía a lamer a meterlo todo, por instinto yo empujaba mis caderas hacia arriba, definitivamente no aguantarías mucho así, tenía sus manos a cada lado mis piernas y yo temblaba entre tantas emociones que él me provocaba, -Donghae me voy a…- solté otro fuerte gemido, introdujo nuevamente mi miembro en su boca unas cuantas veces más, arque mi espalda y yo me corrí deliciosamente en su boca, él se separó de mí y se recostó a un lado mío, una vez pasado los espasmos de mi orgasmo me dedicaría a que el tocara la misma gloria que yo toque.
Por Donghae
Se había corrido en mi boca, era un sabor extraño, pero me gustaba, me recosté a su lado para descansar un poco y luego de unos instantes él se posiciono encima y me beso, probando su salado sabor, se quitó de mí y me acomodo en cuatro, abrió muy bien mis glúteos y puso su miembro restregándolo un poco, se acercó a mi oído y mordió suavemente mi lóbulo, -Te toca a ti pececito-, lo que dijo antes me excito muchísimo más, nunca me había puesto tan caliente que alguien me llamara “pececito”, se alejó y volvió a abrir mis glúteos, sentí algo húmedo, me estaba lamiendo el ano, introdujo suavemente su lengua dentro de este, al principio dolió un poco, algo muy leve pero este chico tenia magia que al poco tiempo ya me encontraba en la gloria misma, yo empujaba más y más mi trasero hacia su cara, quería que su lengua llegara más profundo, no tardaría en venirme, el seguía lamiendo y lamiendo pero aparte tomo mi miembro con su mano y empezó otro delicioso goce, nunca creí que tener sexo fue tan jodidamente placentero, todo en la habitación era opacado por agudos gemidos que él me provocaba, introdujo su lengua lo más que pudo y movió mucho más rápido su mano para masturbarme, en cuestión de segundos me encantaba soltando un agudo gemido, me había venido por segunda vez, pero esta fue muchísimo más placentera que la primera, me retorcí y caí rendido en la cama, fue un delicioso orgasmo, quede con la cara sobre las sabanas y el culo alzado, que vista le estaba dando a ese hombre.