Podía sentirlo, estaba soñando de nuevo, lo sabía porque sentía el cuerpo demasiado liviano me sentía demasiado tranquilo, así que si, estaba soñando; estaba de nuevo en aquel bosque de la otra vez, en el mismo árbol reposando, solo que esta vez leía un libro de poesía, no es que me encantara pero digamos que si me gustaba un poco, aunque era demasiado cursi para mí, sentía que llevaba leyendo un vida completa pero sé que no era así, tal vez llevaba dormido en la vida real alrededor de unas 5 o 6 horas desde que llegue a mi casa, sé que sonara raro y más por lo que me dije a mi mismo antes de dormir, pero en verdad quería que el chico misterioso se apareciera de nuevo en mis sueños, pero no fue así, el jamás apareció y yo seguía leyendo y ya me estaba aburriendo de no soñar algo más imaginativo, solo yo leyendo bajo un árbol esperando a un chico que ni conozco apareciera y me besara de nuevo.
Desperté de golpe por un sonido molesto, me levante corriendo para abrir la puerta, ya que el sonido irritante provenía del timbre de la casa, al pasar por la sala volteé rápido a ver el reloj y eran… -Las once de la noche- dije un poco desconcertado por qué... -Qué horas son estas de visitar a alguien- y una mejor pregunta -Quien demonios será?- dije todo en un tono de voz un tanto alto, pero asegurándome de quien estuviera detrás de mi puerta no me escuchara mis reclamos y desconciertos. Una vez frente a la puerta tome el picaporte y lo gire, abriendo por fin para llevarme una extraña sorpresa.
Hyukjae -Buenas noches Donghae- pronunció revoloteando su cabello con nerviosismo.
Diablos, me quedo sin palabras ante su presencia, no sé qué hacer sinceramente, el chico que me toqueteo en clase de historia está parado afuera de mi casa, que por cierto yo no le ha dado mi dirección, mi mente se hace un lio y yo sigo mirándolo desconcertado y sin saber que decir, hasta que vuele a tomar la iniciativa
Hyukjae -Puedo pasar- dice con una cara de entusiasmo, pero con voz de súplica.
Sin darme cuenta de cómo ha entrado, él ya me tiene acorralado en la puerta de mi casa ahora cerrada. Me toma del rostro con delicadeza y lo levanta levemente, puedo ver esos ojos negros que me miran a pesar de que estamos en un cuarto casi obscuro, su rostro se acerca cada vez más al mío, y sus ojos no puedan parar de verme los labios, hasta que por fin los captura con los suyos en un beso demasiado suave, demasiado tierno, como el de aquel sueño.
Me empiezo dejar llevar y yo ejerzo un poco más de presión contra sus suaves y carnosos labios, nos separamos por falta de aire, porque a pesar de ser un beso lento y de solo contacto de labios nos habíamos quedado así un buen rato; da un paso hacia atrás y se toca con la mano primero los labios y segundo la cabeza, como arrepintiéndose de lo que ha hecho pero enseguida vuelve hacia enfrente, me da un suave beso en la frente y se acerca a mi oído. –Vamos a tu habitación- lo dice de una forma tan inocente pero pervertida a la vez; me empuja para poder quedar atrás de mí y seguirme y yo como un completo tonto que parece que lo han encantado como a una serpiente con la flauta, lo empiezo a guiar a mi habitación.
Pasamos primero por la sala y me toma de los hombros suavemente, después empezamos a subir las escaleras, el comienza a deslizar sus manos por mis costados y enrosca sus brazos a mi cintura, acabamos de subir las escaleras y vamos directo a la segunda puerta que es mi habitación e insisto y seguiré insistiendo hasta que mi estúpida cabeza reaccione y haga algo. Suena una pequeña vocecilla dentro de mí, al parecer grita pero mis hormonas o no sé qué, hace que esta se escuche débil y lejana pero no importa, aun así puedo escuchar perfectamente lo que dice -Donghae- dice la voz -Donghae- ahora aún más fuerte -Haber Donghae estas llevando a un puto chico que acabas de conocer a tu habitación, recuerda que eres virgen y eso te va a doler- chilla demasiado esa voz, pero lo admito y tiene razón, yo no soy ningún puto para llevar a alguien que acabo de conocer a mi pinche habitación y además nunca he tenido relaciones sexuales, por dios ni siquiera me había masturbado, pero él ya lo había casi hecho.
No puedo pensar tan claramente, no me importa, a la mierda, abro la puerta de mi habitación y doy un paso hacia adelante no hay marcha atrás, creo que hoy conoceré que es el sexo, jajaja, rio mentalmente para mis adentros, para que la vocecilla escuche que hasta cierto punto me vale madre perder mi puta virginidad hoy, que no me importan las consecuencias que lleguen después de qué hyuk cierre esa maldita puerta.