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El vídeo de la discordia por Kaoru Himura

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La mente de Sasuke se había quedado en blanco, estaba estupefacto y era incapaz de asimilar aquella impactante revelación. Parecía que la realidad le había golpeado con fuerza para que abriera de una vez los ojos y se diera cuenta de lo que realmente sentía y que había estado negándose a sí mismo. ¿Desde cuándo tenía esos sentimientos? ¿Cuándo habían comenzado a nacer dentro de él? ¿Por qué no se había percatado de ellos antes? Se llevó las manos a la cara, se sentía abrumado y sobrepasado por la situación y aquellas cuestiones que rondaban su cabeza no le ayudaban en nada. No entendía cómo había estado tan ciego como para no ver aquello que estaba justo delante de sus narices y que ahora parecía tan evidente.

 

Durante toda su infancia había estado con Naruto, siempre iban juntos y la razón no era simplemente porque sus familias eran amigas, era algo más. Con él se sentía a gusto y cómodo, le invadía una sensación de felicidad cada vez que estaba a su lado y con el rubio compartía una complicidad que no tenía con nadie más. ¡Hasta sonreía de manera especial solamente con él! Siempre sospechó que quería a Naruto de una forma diferente a como quería a su familia y a otros amigos, siempre le dolía cuando no estaban juntos y deseaba que pasasen las horas para poder volver a verlo pero nunca se le ocurrió que podría tratarse de ese tipo de amor... al menos siendo un niño.

 

 - Por eso me dolió tanto cuando dejó de hablarme... – susurró asombrado – No era sólo que había perdido a mi mejor amigo sino que me habían roto el corazón y por eso empecé a odiarlo... o traté de convencerme de que le odiaba.

 

A pesar de la coraza que había construido para protegerse, conforme pasaron los años y ambos fueron creciendo, Sasuke no pudo evitar que se le escapase alguna mirada hacia el rubio y se fijase en él sin proponérselo. Más de una vez, su subconsciente le había traicionado y se había quedado observando el cuerpo del rubio más tiempo del debido pero cuando se daba cuenta de ello, rápidamente apartaba su vista de él y se decía que lo había hecho para buscarle algún defecto para usar contra él. Sin embargo, una voz en su interior siempre solía importunarle y le contestaba que se estaba mintiendo a sí mismo consiguiendo irritarle, entonces Sasuke la ignoraba hasta que dejaba de oírla. Pero las últimas veces que la oyó, ese truco ya no le funcionaba así que el moreno trataba de acallar esa exasperante voz hasta que un día lo hizo con tanta fuerza que logró enterrarla en lo más profundo de su ser y jamás volvió a escucharla de nuevo.

 

La primera vez que vio a Ino y Naruto entablar una conversación, sintió un cierto malestar dentro de él y, a la misma vez, un extraño presentimiento le asaltó. Al poco tiempo, esa corazonada se hizo realidad cuando por casualidad los vio besarse y sintió una punzada de dolor pero, como hizo con aquella voz que antes solía incordiarle, la ignoró. Se molestó mucho al enterarse que estaban saliendo pero se convenció a sí mismo de que era porque odiaba todo lo que estuviese relacionado con ese rubio idiota. Ahora se daba cuenta de que, en el fondo de su ser, siempre supo que tenía sentimientos por Naruto pero se había negado a aceptarlos y los había reprimido con tanta fuerza porque estaba dolido y enfadado con él.

 

Todo el lío del vídeo y el castigo que les había impuesto Kakashi habían conseguido que esa coraza poco a poco se resquebrajase y comenzasen a salir algunas emociones a través de las grietas, aunque él se dijo que se trataba simplemente de deseo sexual que había despertado hacia Naruto sin darse cuenta de que no era sólo eso sino algo más profundo y, el beso que habían compartido Naruto y él era una prueba de ello.

 

En el momento en que capturó los labios de Naruto, le invadió una sensación de paz y tranquilidad como hacía mucho que no sentía y los sentimientos que guardaba por el adolescente de ojos azules desde su más tierna infancia salieron y se lo transmitió sin proponérselo a través de ese dulce y tierno beso hasta que Naruto lo transformó en uno fogoso y apasionado.

 

''¿Por qué me correspondió? ¿Por qué no intentó alejarme o pegarme?'', se preguntaba confuso. Esas dudas habían estado carcomiéndole desde que fue consciente de lo ocurrido pero ahora cobraban más fuerzas al haber descubierto sus sentimientos por Naruto. ''Ya no se trataba de un juego erótico, un beso implica emociones y sentimientos, tiene un significado más profundo... ¿Es posible que él también sienta algo por mí?''

 

Su interior fue dominado por la esperanza ante aquella remota posibilidad, además el rubio le había contestado que tampoco sabía por qué le había devuelto el beso, pero pronto desechó esa idea desanimado. Había otra posibilidad que le parecía más factible que ésa y estaba convencido de que aquella era la verdadera razón para que hubiese continuado el beso.

 

''Seguro que ese usuratonkachi sólo me estaba siguiendo la corriente como pasó durante la cena para distraerme y hacerse con mi móvil. ¿Qué otra cosa podría ser si está con Ino? A él le gusta y aunque se hayan peleado, seguramente hará todo lo posible para arreglarlo y que ella le perdone'', pensó entristecido pero también molesto.

 

 - ¿Qué demonios voy a hacer ahora? - murmuró medio abatido y medio malhumorado – Ahora que por fin he abierto los ojos, no sé si puedo volver a enterrar estos sentimientos aunque... sé que debería hacerlo, no tiene sentido quererle cuando él está enamorado de Ino. No va a ser fácil conseguirlo estando pegado a él durante tantas horas.

 

Cerró los ojos intentando descansar un poco, aquel día había sido agotador con tantas emociones y la cabeza le estaba matando. Necesitaba despejar su mente y dormir aunque ésta no estaba muy por la labor y siguió torturándolo sin piedad. Miles de recuerdos que compartió con Naruto durante su infancia acudían a su cabeza sin parar y ahora los veía con otros ojos, percatándose en esos instantes del profundo amor que profesaba por el rubio en su niñez sin saberlo.

 

''Si tan sólo me hubiese dado cuenta antes, quizás ahora no estaríamos tan distanciados o incluso puede que... ahora estuviésemos juntos'', se lamentaba.

 

Al imaginarse a ellos dos juntos como una pareja y lo que éstas hacían, no pudo evitar revivir el beso con Naruto. Aún podía notar el calor de sus labios sobre los suyos, su suave tacto, el dulce néctar que su lengua producía y el adictivo sabor que poseía. Sasuke nunca había sido admirador de las cosas dulces, pero estaba tan enganchado a los labios de Naruto con sólo probarlos una sola vez que éstos le habían hecho reconsiderar sus gustos culinarios. Recordar cada detalle del único beso que había compartido con el rubio y lo que éste había desatado en su interior le hizo recapacitar su idea de olvidarse de Naruto. Aunque la parte de su ser guiada por la lógica le decía que era lo más sensato, su parte más emocional le instaba a dejarse llevar por los sentimientos y aprovechar el momento.

 

 - Mierda, ahora que he probado sus labios, no sé si seré capaz de contenerme, quizás podría... - se detuvo para pensar en las ventajas e inconvenientes de su idea – ya que no tengo ninguna posibilidad porque nos llevamos a matar y él está con Ino, al menos podría aprovecharme del castigo y de los intentos de ese dobe por hacerse con mi móvil para rozar su cuerpo y besarle fingiendo que lo hago para molestarle, así no sospechará de mis recién descubiertos sentimientos.

 

Aquella era la única solución que veía a su situación sin verse descubierto, no iba a dejar que Naruto descubriese sus sentimientos y le rechazase o se burlase de él. Sabía que no era correspondido, no necesitaba que su rubio vecino hurgase más en la herida.

 

 

Mientras tanto, en la casa de los Namikaze-Uzumaki, Naruto estaba encerrado en su habitación sentado junto a su ventana con la mirada perdida hacia la casa de los Uchiha. Su rostro estaba serio aunque sus ojos reflejaban un cierto toque de melancolía. La calma que había experimentado tras el beso había desaparecido por completo.

 

Desde que había llegado del instituto, estaba en ese estado. Apenas terminó de comer, se fue directo a su dormitorio de donde no salió en toda la tarde preocupando a su padre. Minato había tocado varias veces a la puerta para preguntarle si estaba bien y el menor le contestaba que sí, que sólo estaba cansado pero su padre le conocía y sabía que algo le pasaba aunque, por respeto a su hijo y su privacidad, no insistía en el tema. Sabía que cuando su hijo estuviese preparado, acudiría a él para hablar sobre lo que le preocupaba. Minato creía que lo que tenía Naruto era mal de amores, pensaba que se habría peleado con su novia y entendía que necesitase tiempo para pensar y encontrar una solución para el problema que tuviesen. Tenía claro que una relación era cosa de dos y él no se iba a meter en medio pero, si el adolescente le necesitaba, ahí estaría para ayudarle y aconsejarle en todo lo que pudiera.

 

En todas esas horas, Naruto no había dejado de pensar en Sasuke, en ese beso tan tierno e intenso a la vez, en cuánto le había gustado y en todas las emociones que le había hecho sentir. Cada parte de su ser había vibrado con aquel exquisito e íntimo contacto y su corazón latió desbocado en el momento en que los labios de Sasuke habían conectado con los suyos rompiendo así la cerradura que había mantenido confinado el amor que sentía hacia el moreno, en el rincón más profundo de su corazón durante tantos años. Aquel sentimiento fue el culpable de que le devolviera el beso a Sasuke, había estado encarcelado tanto tiempo que, en cuanto fue liberado, salió a la superficie con tanta fuerza que impulsó al cuerpo de Naruto a dejarse llevar desobedeciendo las órdenes que le mandaba su cerebro.

 

No podía negar que se había sentido pleno y eufórico en aquel momento, había cumplido uno de sus mayores deseos desde incluso antes de darse cuenta de lo que sentía por Sasuke cuando eran unos críos. Siempre le habían llamado la atención los labios del moreno pero más desde que había descubierto que le quería de otra forma diferente al resto de personas que conocía. Muchas veces se había quedado mirando sus labios fijamente preguntándose qué se sentiría al juntarlos con los suyos ya que había visto a sus padres besarse y le picaba la curiosidad por saber si se sentiría tan bien como parecía. Cuando era un niño pensaba que no habría ningún problema en hacerlo ya que sus padres siempre le habían contado que ese tipo de besos eran unas muestras de cariño que se daban a esas personas especiales a las que queríamos y él quería mucho a Sasuke. Por eso se prometió a sí mismo que le besaría. Pero nunca tuvo la oportunidad de cumplir aquella promesa ni de saciar su curiosidad, lo intentó un par de veces antes de pelearse con su, hasta entonces, mejor amigo pero nunca tuvo éxito.

 

Después del distanciamiento entre ambos, a Naruto se le seguían yendo los ojos hacia la boca del otro chico y, cuando se daba cuenta de ello, apartaba la mirada malhumorado y se regañaba a sí mismo por ser un estúpido y se obligaba a olvidarse de aquella mala costumbre porque ya no tenía ningún sentido querer darle esa muestra de afecto a alguien que ni siquiera era su amigo. Poco a poco, con el paso de los años, esa costumbre fue disminuyendo aunque no desapareció del todo. Durante alguna clase y en alguna de las reuniones que organizaban sus familias, aquellas de las que no podía escaquearse, sus ojos habían viajado por propia voluntad hacia los labios de Sasuke, incluso cuando empezó a salir con Ino se había pillado a sí mismo observándole pero se convencía de que era porque quería pegarle un puñetazo y deformarle su cara de niño rico repelente. Sin embargo, en los momentos en que se sentía desanimado y rememoraba sus recuerdos junto al moreno añorando su amistad y su compañía, reconocía que aún deseaba besarle aunque, al final, terminaba mintiéndose pensando que sólo era la frustración por no haber conseguido su objetivo ya que era de las pocas cosas en las que no había podido mantener su palabra y eso le molestaba.

 

A pesar de la satisfacción que le produjo ver su deseo hecho realidad y de la sensación de tranquilidad que le quedó tras romper el beso, ahora no podía evitar sentirse decaído y temeroso al ver por fin que siempre estuvo enamorado de Sasuke y que, por mucho que trató de negarlos, encerrarlos y olvidarlos, sus sentimientos por él nunca desaparecieron. Darse cuenta de aquella realidad le atormentaba, ya había padecido suficiente pena y decepción por su culpa y no quería volver a pasar por eso... no quería volver a sufrir. Para él, amar a Sasuke era sinónimo de dolor y burla y sabía que sólo le esperaría sufrimiento ahora que sus sentimientos eran libres y no podía hacer nada para volver a encerrarlos. Tener que pasar tantas horas junto al moreno iba a ser un auténtico calvario, si tan sólo su sola presencia ya le atraía e iba a estar tentado de volver a besarle, ahora que el pasatiempo favorito del menor de los Uchiha era pegarse a él e iniciar juegos eróticos para seducirle solamente para sacarle de sus casillas, su situación iba a ser mucho peor... su vida como estudiante iba a ser un martirio.

 

 - Debo evitarlo a toda costa, no puedo dejarme llevar de nuevo – se ordenaba con vehemencia - no quiero que Sasuke se entere de esto que siento por él, lo utilizaría para burlarse de mí y hacerme sufrir – se le entrecortó la voz al terminar la frase.

 

Naruto no aguantó más y rompió a llorar aunque trató de ahogar su llanto para que su padre no le oyese, no quería que le viera de esa manera y se preocupase más de lo que ya estaba.

 

''No quiero volver a pasar de nuevo por esto. Ya tuve el corazón roto una vez por su culpa, no quiero que me lo vuelva a destrozar'', pensaba angustiado.

 

 - Tengo que... alejarme de él – decidió entre lágrimas.


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