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El vídeo de la discordia por Kaoru Himura

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Shikamaru e Ino se miraron entre sí con preocupación al ver cómo Naruto se marchaba cabreado. Su primera reacción fue dar unos cuantos pasos para alcanzarle y acompañarle por si Sasuke iba tras él, pero se detuvieron al ver que el moreno no parecía tener ninguna intención de hacerlo. Se volvieron a mirar pero esta vez extrañados al ver al Uchiha a un lado de la acera inmóvil y cabizbajo, parecía bastante abatido. Por un instante, ambos adolescentes sintieron compasión por su compañero, pero a Ino se le pasó enseguida. Ella sabía el verdadero motivo de la pelea entre Naruto y él y opinaba que Sasuke se merecía lo que le estaba pasando, en cambio, como Shikamaru no conocía toda la historia, pese a estar de parte del rubio, seguía sintiendo algo de lástima por el menor de los Uchiha.

 

Tras varios minutos en la misma posición, Sasuke se dio media vuelta para regresar a casa, ya no tenía sentido quedarse más tiempo ahí y que aumentaran las posibilidades de ser pillado saltándose su castigo. Caminó a paso lento, se sentía desanimado como para ir a un ritmo más rápido. Se mesó el cabello frustrado al darse cuenta de que se estaba repitiendo la misma historia que ocurrió durante su infancia. Naruto no quería saber nada de él y como no hiciera algo rápido, iba a volver a perderlo. La única diferencia era que parecía que esa vez iba a ser para siempre.

 

Cuando estuvo cerca de la calle donde vivía, se tapó la cabeza con la capucha de la sudadera que llevaba para evitar que los vecinos le reconocieran fácilmente. Al llegar a la puerta, sacó la llave y cuando la metió en la cerradura, una mano se posó sobre su hombro que le hizo dar un respingo del susto. Se giró con rapidez sin pensar dispuesto a defenderse del posible atacante pero se detuvo al reconocer el largo cabello de Itachi.

 

 - ¡Joder! ¿Es que quieres matarme de un infarto? - le recriminó cabreado.

 - Perdón, tonto hermanito, no era mi intención – le respondió tratando de contenerse la risa.

 - No tiene gracia – le dijo malhumorado.

 - Lo siento, lo siento – le contestó sin poder aguantarse más y echándose a reír.

 

Sasuke le miró mal y terminó de abrir la puerta para cerrarla con llave antes de que Itachi pudiera pasar. No estaría mal dejarle fuera como venganza así aprendería a no darle esos sustos ni a reírse de él, pero se sorprendió cuando la puerta volvió a abrirse dejando a ver a su hermano aún riéndose.

 

 - Qué poco sentido del humor tienes, tonto hermanito.

 - Ya veríamos si tú lo tendrías si alguien se te acercase por la espalda sin hacer ni un ruido y te pusiera la mano encima.

 - Lo siento, ya te he dicho que no era mi intención. Acababa de meter el coche en la cochera y te he visto llegar. Pensaba que me habías oído llamándote.

 

Sasuke emitió un gruñido como respuesta. Había estado tan absorto en su tristeza que no le había escuchado.

 

 - ¿Cómo has abierto la puerta? - le preguntó para cambiar de tema.

 - No pensarías que la llave que te he dejado es la única que tengo, ¿verdad? - le dijo enseñándole otra que sujetaba con los dedos – Si no tuviera una de recambio, no te hubiera podido dejar ninguna para poder escaparte a ver a Naruto. Si por ejemplo, un día tú no estuvieses aquí para abrirme y llegasen de repente papá y mamá, al verme fuera esperando, me preguntarían el motivo y al final nos acabarían pillando. No tendría ninguna posibilidad de cubrirte las espaldas.

 

Sasuke se quedó en silencio quitándose los zapatos. Le alegraba saber que Itachi lo tenía todo bien pensado pero no pensaba decírselo, le había estropeado su venganza de dejarle fuera congelándose. Itachi se sentó a su lado y comenzó a descalzarse también. La sonrisa que tenía hasta hacía unos segundos se había borrado de su cara cuando volteó el rostro hacia Sasuke.

 

 - ¿Cómo te ha ido con Naruto? ¿Has podido hablar con él? - le preguntó serio.

 

El rostro de Sasuke se ensombreció al instante e Itachi lo interpretó como que no le había ido muy bien.

 

 - No quiere saber nada de mí – le contestó entristecido – Me ha dicho que me olvide de él.

 - Siento oírlo.

 

El menor se levantó y caminó hacia las escaleras pero antes de que las subiese, Itachi le alcanzó deteniéndolo.

 

 - Ven, ayúdame a preparar la comida – le pidió Itachi.

 - No estoy de humor – le contestó tratando de seguir su camino pero su hermano se lo impidió.

 - Es mejor que te distraigas a estar encerrado en tu cuarto lamiéndote las heridas por la derrota de hoy – le dijo empujándolo con suavidad hacia la cocina.

 

Al final no tuvo más remedio que seguir a su hermano, parecía que Itachi no pensaba dejarle otra opción. El mayor sacó los ingredientes que necesitaba para preparar la comida y encomendó cortar las verduras a Sasuke.

 

 - No debes rendirte aún – Itachi trató de animarle al verle con la mirada melancólica – Sabías que no iba a ser fácil pero tan sólo es el primer día, inténtalo de nuevo mañana. Quizás tengas más suerte y puedas arreglar los problemas que tengáis.

 - Supongo – le contestó no muy convencido pero pensó que por intentarlo otra vez no perdía nada.

 

 

A la mañana siguiente, Sasuke repitió la operación del día anterior y se escabulló de casa sin que nadie se enterase. De nuevo, esperó a Naruto pero en cuanto le vio, tomó el camino contrario para evitarle. Sasuke le hubiese perseguido pero vio a su padre salir de casa para irse al trabajo y no pudo arriesgarse a ser descubierto, por lo que tuvo que aguantarse hasta que terminaran las clases para volver a intentarlo.

 

Al mediodía, salió de casa y regresó al mismo lugar en el que había estado aguardando la llegada del rubio veinticuatro horas antes. Le vio despedirse de Ino y Shikamaru pero cuando se dieron cuenta de su presencia, no se movieron del sitio. Parecía un déjà vu y eso no le gustaba porque no quería que acabase con el mismo resultado, así que se aproximó hasta ellos. Mientras caminaba en su dirección, pudo oír que la chica insistía en acompañar a Naruto pero éste trataba de convencerla de que no hacía falta. De repente se hizo el silencio cuando llegó hasta donde se encontraban los tres.

 

Naruto frunció el ceño y pasó al lado de Sasuke sin mediar palabra. El moreno alargó el brazo para retenerle pero un cuerpo se interpuso impidiéndoselo. El Uchiha miró malhumorado a Shikamaru, quien se rascaba la cabeza con expresión de aburrimiento, y después se apartó para ir tras Naruto pero de nuevo le obstaculizaron el camino. Esa vez fue el turno de Ino de meterse en medio. Sasuke gruñó y trató otra vez de seguir al rubio pero sus amigos se dedicaron a bloquearle cada movimiento que hacía con tal de evitar que lo consiguiera.

 

 - ¿Vais a dejarme en paz de una vez? - soltó cabreado Sasuke.

 

Los otros dos se miraron entre sí como si estuviesen llegando a un acuerdo silencioso y se hicieron a un lado dejando vía libre al moreno.

 

 - Ya puedes irte – habló Ino – Naruto ya debe haber llegado a su casa donde estará a salvo de ti.

 

Sasuke les echó una última furibunda mirada antes de emprender el camino de vuelta a su hogar. Mientras caminaba, pensaba que entendía que trataran de proteger al rubio, era su amigo y querían lo mejor para él, pero le estaban poniendo más difícil todavía ganarse el perdón de Naruto y eso le frustraba y enfadaba. Ese día había vuelto a perder otra oportunidad pero no se iba a dar por vencido todavía, haría todo lo que estuviera en su mano para recuperar a la persona que amaba. Pero no tuvo demasiada suerte y el resto de la semana pasó de la misma manera. Naruto le evitaba o le ignoraba cada vez que le veía y para añadir más leña al fuego, parecía que Ino y Shikamaru se habían proclamado a sí mismos sus guardaespaldas porque hacían todo lo que se les ocurriera para impedirle llegar hasta su vecino.

 

La noche del viernes, tras su último intento fallido de hablar con Naruto, Sasuke estaba en su dormitorio acompañado por Itachi. Ambos debatían sobre nuevas formas de abordar al rubio porque estaba claro que la actual no estaba funcionando.

 

 - Estando castigado es muy difícil buscar otra manera de que le pilles a solas y hables con él. Estás muy limitado, tonto hermanito.

 - Lo sé, no hace falta que me lo recuerdes – le respondió Sasuke de malhumor.

 

Itachi observó el gesto de fastidio del adolescente, le gustaría ser de más utilidad pero no se le ocurría nada para ayudar a su hermano.

 

 - Si las ideas convencionales no sirven, quizás debas buscar un enfoque más... inusual – sugirió captando la atención de Sasuke.

 - ¿Como qué? - le preguntó.

 - No lo sé – Itachi hizo una pausa pensativo – quizás debas hacer algo que le compense por lo que sea que le hicieras para traicionar su confianza. Si hace falta, te humillas, si de verdad quieres ganarte su perdón. Debe ser algo creativo.

 

A Sasuke se le ocurrió una idea descabellada en cuanto su hermano mencionó el tema de la confianza. Todo había comenzado con el vídeo que le mandó Naruto por una equivocación y que se lo enseñara a Suigetsu aposta había sido una de las razones por las que se había destruido la relación que iniciaron, por lo que era justo que él hiciera algo similar como compensación, aunque eso significase arriesgarse a que Naruto lo distribuyera para humillarlo. Pero tomaría ese riesgo, aquella era la última opción que tenía para ganarse su perdón.

 

 - No se me ocurre nada en concreto – interrumpió Itachi los pensamientos de Sasuke.

 - No te preocupes, ya pensaré en algo – mintió sumiéndose ambos en silencio.

 

Sasuke volvió a centrarse en la disparatada idea que se le había ocurrido, cuando de repente, cayó en algo. Su plan tenía un fallo y era que... no tenía su móvil para llevarlo a cabo. Necesitaba recuperarlo de alguna forma aunque iba a ser una misión suicida entrar en el despacho de su padre. No sabía cómo hacerlo ni si debía, si le pillaba, su castigo podría extenderse hasta que cumpliera la mayoría de edad y no era precisamente algo que le agradase.

 

Miró a su hermano buscando ayuda, como si él fuera a darle la solución perfecta. Pensó por un momento pedirle que lo recuperara por él pero se retractó enseguida, no quería meterle en un lío, bastante le había estado ayudando hasta ahora. Entonces le observó comprobar la hora que era en su móvil y otra idea aún más descabellada se le pasó por la cabeza: usar el teléfono de Itachi. No parecía un mal plan o eso trataba de decirse a sí mismo para convencerse porque sabía que tenía algunos riesgos, pero... tiempos desesperados requerían medidas desesperadas.

 

Sasuke centró su mirada en el aparato que sostenía la mano de Itachi y que guardaba en el bolsillo de su pantalón. ¿Cómo debía pedirle a su hermano que se lo dejara sin que sospechara el verdadero motivo por el que se lo pedía?

 

 - He pensado que, mientras me viene una idea mejor a la cabeza, podrías dejarme tu móvil. Voy a tratar de llamarle y como no tendrá tu número, no le quedará más remedio que contestar para saber quién es – puso como excusa – Al menos sé que de esta manera no estarán sus amigos para entrometerse.

 - ¿Vas a llamarle ahora? - le preguntó dubitativo – ¿No crees que es un poco tarde? Puede que esté durmiendo ya.

 - Lo dudo, creo que estará aprovechando que mañana es sábado para trasnochar. Además así le causará más curiosidad por saber quién le llama tan tarde y tendré más posibilidades de que responda.

 - Es más probable que se ahuyente al pensar que pueda ser un pervertido y no quiera descolgar por miedo a escuchar jadeos inquietantes que le provoquen pesadillas – bromeó Itachi.

 - Eres el único que tiene la mente tan perturbada como para pensar eso – fingió estar ofendido ya que su hermano no iba muy mal desencaminado con lo que realmente iba a hacer.

 

Itachi se carcajeó pero no le quitó la razón a Sasuke, él tenía su lado vicioso como todo el mundo.

 

 - ¿Me lo vas a dejar? Ya sabes que papá tiene el mío y aunque no fuese así, seguramente Naruto me ignoraría en cuanto reconociese mi número – le dijo tratando de convencerle.

 - Qué remedio – le contestó Itachi sonriendo mientras sacaba de nuevo el móvil del bolsillo y se lo daba – ésta es la contraseña para desbloquearlo – le dijo mostrándosela – Cuando termines de usarlo, ponlo en silencio o apágalo. Me lo puedes devolver por la mañana porque ahora me voy a descansar.

 - De acuerdo.

 - Suerte, tonto hermanito – le deseó a la vez que le revolvía su negro cabello.

 

El universitario se alejó y se fue hasta la puerta para salir de la habitación pero cuando sus dedos rodearon el pomo, la voz de su hermano le detuvo.

 

 - Itachi – le llamó y el mencionado volteó ligeramente su rostro hacia él con curiosidad – Gracias.

 

No pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su boca al escuchar a su tonto hermanito dándole las gracias. Sasuke se había vuelto un poco arisco desde que rompió su amistad con Naruto hacía años y no solía agradecer nada tan fácilmente, por eso le había emocionado escucharle pronunciar esa palabra dirigida hacia él. Se sintió orgulloso y contento de que su hermano le tuviera en estima y de saber que tenía en cuenta la poca ayuda que podía ofrecerle. Esos últimos días había notado que su relación se había vuelto más cercana y eso le hacía feliz.

 

 - De nada – le contestó – No te acuestes muy tarde. Buenas noches – se despidió.

 - Buenas noches.

 

En cuanto se cerró la puerta y escuchó que Itachi se metía en su cuarto, se levantó de la cama y echó el cerrojo. Estaba a punto de cometer una locura y no quería que le pillaran con las manos en la masa. Después de asegurarse de que la puerta estaba bien cerrada, se aproximó hasta la ventana para bajar la persiana y correr las cortinas. Aunque las probabilidades eran casi inexistentes, no quería que algún vecino le viera desde su casa. Por último, se deshizo del pantalón de pijama y de su ropa interior, regresó a la cama y se tapó con las sábanas.

 

Cogió el teléfono de Itachi con las manos temblorosas, jamás había hecho algo parecido y los nervios le estaban ganando la batalla. Por un momento se preguntó si Naruto se había sentido de la misma manera cuando se grabó, supuso que sí pero, teniendo en cuenta que el rubio solía actuar sin pensar, era muy posible que sólo se hubiera dejado llevar por el morbo y al terminar, se hubiese dado cuenta de lo que acababa de hacer.

 

Cerró los ojos mentalizándose sobre lo que iba a hacer y el motivo por el que lo hacía para así intentar tranquilizarse. Tras unos minutos, sus párpados se abrieron mostrando su oscura y determinada mirada, estaba dispuesto a llevar a cabo ese disparate pese a que aún podía sentir que el corazón le latía a gran velocidad. Desbloqueó el móvil, encendió la cámara y lo puso en modo de vídeo dejando el dedo suspendido sobre el botón de grabar... había llegado el momento de la verdad, sólo esperaba que nadie llamara a su hermano esa noche. Lo pulsó y comenzó la grabación.

 

En casa de los Namikaze-Uzumaki, Naruto estaba en su cuarto jugando a la consola. Matar zombis le ayudaba a desahogarse, no había nada más gratificante para liberar la rabia y el dolor acumulado que meterles una bala entre ceja y ceja a esos muertos vivientes cuando trataban de morder y comerse al personaje que manejaba. Estaba centrado en esa tarea cuando sintió su móvil vibrar en la mesilla de noche. Sus ojos se movieron instintivamente hacia el aparato pero volvieron al frente para evitar que le mataran, después pulsó el botón de pausa en el mando y lo dejó sobre el colchón para extender su brazo y coger el móvil. No le extrañó recibir un mensaje a esas horas, pensaba que sería alguno de sus amigos comprobando cómo se encontraba ya que estos últimos días habían estado muy pendientes de él tratando de animarle y sobre todo, protegerle cuando veían a Sasuke por los alrededores.

 

La actitud del moreno sí que le extrañaba, no entendía por qué seguía con esa actuación, por qué se empeñaba tanto en hablar con él cuando estaba claro que no iba a creerse ni una mentira más que saliese de su boca, incluso arriesgándose a que sus padres le atrapasen en una de las escapadas y le impusieran un castigo peor. Sí, él sabía que le habían castigado. Una noche mientras cenaba con sus padres, Kushina comentó que Mikoto le había contado que habían expulsado a Sasuke por pelearse en el instituto y que le habían castigado sin salir, entre otras cosas. Su madre se había sorprendido bastante, no se imaginaba al moreno pegando a otra persona y por eso le preguntó si sabía algo, ya que estaban en la misma clase, pero el rubio disimuló y le contestó que no sabía lo que había ocurrido ni los motivos por los que se había producido la pelea. Después de eso, siguieron hablando del tema pero Naruto no participó más, sólo se dedicó a escuchar y pasar desapercibido hasta que terminara de cenar.

 

Borró de su mente ese tema cuando se dio cuenta de que se había quedado con el móvil en la mano pensando en Sasuke, no quería que ese mentiroso siguiera ocupando sus pensamientos por lo que volvió a centrarse en el teléfono. Lo desbloqueó y se extrañó al no reconocer el número que aparecía pero cuando abrió el mensaje y vio que había un vídeo adjunto, sospechó de inmediato de quién podría tratarse. El rubio se enfureció enseguida. ¿Acaso le estaba gastando una broma pesada? ¿Se burlaba de él? Estuvo a punto de lanzar el móvil cabreado pero se controló porque no quería romperlo, por lo que lo dejó a un lado bocabajo y cogió de nuevo el mando de la consola para seguir jugando.

 

Reanudó el juego y comenzó a disparar con rabia a cada zombi que se le aparecía, pero a poco a poco, esa furia fue desvaneciéndose. Se preguntaba qué podría haber grabado Sasuke o qué le diría en ese vídeo, le picaba la curiosidad por saberlo así que pausó de nuevo el juego y dio la vuelta al teléfono, pero cuando fue a cogerlo, retiró la mano regañándose. Debería borrarlo directamente sin ver las estúpidas excusas que se habría inventado para hacerle caer de nuevo en su juego, sí, eso debía hacer... pero algo en su interior se lo impedía.

 

No sabía qué pensar de Sasuke. El poco tiempo que estuvieron juntos, había sido muy tierno y compresivo, parecía tan sincero... pero después recordaba que le había estado ocultando que sabía que le había mandado el vídeo y encima se lo había enseñado a Suigetsu a propósito, seguramente todo se había tratado de una actuación para humillarle y reírse de él. Sin embargo, Shikamaru le había contado que realmente parecía celoso cuando le pegó. ¿Llegaría tan lejos como meterse en una pelea y que le expulsaran si sus celos no fuesen reales? No lo sabía. Las disculpas que le había dado a Shikamaru también habían parecido honestas, era muy extraño que Sasuke se inclinara ante alguien y le pidiera perdón pero... de nuevo las dudas le atacaban. ¿Sería capaz de hacer algo así sólo por seguir con su actuación?

 

Su mente era un auténtico desastre en ese momento, estaba hecho un completo lío. Miró el teléfono como si éste fuese a responderle y darle las respuestas que necesitaba, lo cual era una estupidez... o quizás no. ¿Y si en el vídeo le decía algo importante que le ayudase a saber la verdad y por culpa de su enfado, no llegaba a enterarse? No quería cometer el mismo error que en el pasado y no darle una oportunidad a lo que tuviera que decirle, pero le costaba creer que hubiese algún malentendido en este ocasión. El mismo Sasuke le había admitido que sabía que era él el que salía en el vídeo y se lo había mostrado a Suigetsu aun sabiendo la verdad, ahí no había ningún error.

 

Al final, decidió ver el vídeo. No sabía si sería capaz de perdonarle por lo que le había hecho pero necesitaba saber si se equivocaba con él o no, sólo esperaba no arrepentirse de darle a Sasuke el beneficio de la duda. Cogió unos auriculares que enganchó al teléfono y, tras desbloquearlo, le dio al botón de reproducir. El vídeo comenzó con rostro de Sasuke, quien empezó a hablar a los pocos segundos.

 

''Lo siento, no sé cuántas veces te lo he dicho pero parece que mis palabras no te llegan, así que no me ha quedado más remedio que recurrir a este método para demostrarte que lo digo de corazón. Espero que tras lo que estoy a punto de hacer, me des la oportunidad de escucharme'', le oía decir Naruto en el vídeo.

 

Estaba desconcertado, no se imaginaba qué pretendía hacer su vecino y menos todavía al verle alejar la cámara, pero sus ojos se abrieron como platos cuando quitó las sábanas que tapaban sus piernas y mostró que no llevaba nada puesto. Entonces se hizo una ligera idea, sobre todo cuando un intenso sonrojo se apoderó del rostro de Sasuke.

 

''No sé si verás esto hasta el final así que... puedes hacer con este vídeo lo que quieras, no me importa si se lo reenvías a todo el instituto si así lo deseas o lo usas de otra forma contra mí. Estoy dispuesto a ser el hazmerreír si así consigo tu perdón'', dijo Sasuke antes de comenzar a masturbarse.

 

Naruto estaba demasiado impresionado por lo que veía y por lo que había escuchado. No se esperaba que el moreno fuese capaz de hacer tremenda locura por él, estaba claro que era una manera muy poco convencional de pedirle perdón. Una sonrisa se le escapó al ver que su vecino ni siquiera trataba de ocultar su cara mientras se tocaba de esa manera tan sugerente, eso le demostraba que era cierto que estaba dispuesto a lo que fuese con tal de compensarle y hacer las paces con él.

 

Al verle de aquella manera, no pudo evitar que su cuerpo reaccionara, en concreto lo que se escondía dentro de su ropa interior. No sabía si era correcto excitarse en una situación así, sobre todo teniendo en cuenta que hacía tan sólo unos minutos estaba cabreado con Sasuke pero ahora mismo era su miembro caliente el que le controlaba, su cerebro había dejado de funcionar.

 

Se llevó la mano hasta el interior de los pantalones y sacó su palpitante longitud para masajearla mientras veía a Sasuke hacer lo mismo. Se centró en los movimientos del moreno, en cómo su mano se cernía sobre su miembro subiendo y bajando dándose placer mientras le oía tratar de aguantarse los jadeos que se escapaban de su garganta. De repente, algo llamó la atención de Naruto, que centró su mirada en el abdomen de Sasuke fijándose en la parte baja donde parecía haber un dibujo. Su corazón latió desbocado al reconocer un tatuaje de una espiral justo en el mismo sitio donde él tenía las serpientes tatuadas. Un agradable calor se asentó en su pecho al imaginarse el significado. Aquello le excitó aún más y aumentó la velocidad de su mano.

 

Ambos continuaron masturbándose hasta que Sasuke se corrió en el vídeo y se dejó caer cansado sobre la cama, en cambio el rubio continuó un poco más hasta que el semen que había acumulado salió al exterior cuando alcanzó el orgasmo también. Quiso cerrar los ojos pero se contuvo al notar que Sasuke intentaba decir algo más con la voz aún entrecortada.

 

''Espero que tras esta demostración, me des la oportunidad de escuchar lo que tengo que decirte la próxima vez que nos veamos'', le dijo con una sonrisa triste antes de detener la grabación dejando a Naruto conmovido y sin palabras.


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