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Love me right por SophiaXi

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Ese día pintaba exactamente igual a los anteriores para Baekhyun, un estudiante universitario de artes que se dedicaba noventa por ciento al estudio y el diez por ciento a recordarse que tenía que comer algo o terminaría desapareciendo. Podría decirse que llevaba la vida más aburrida del universo- de su departamento a la escuela y luego de vuelta, haciendo una parada esporádica en alguna tienda de alimentos cuando en verdad no le quedaba <i>nada </i> en la alacena- aún con eso y de la manera más increíble había conseguido novio; un chico apuesto y dedicado a los deportes que era justamente el polo opuesto al castaño en cuestión. Al principio su relación sonaba como una buena idea, basándose en lo que dicen de que <i> “los polos opuestos se atraen”</i>  Baekhyun pensó que salir con un tipo así de activo y popular sería interesante, sería el complemento que le faltaba a su rutina, sin embargo, las cosas no habían ido para nada bien.

Su novio prefería las fiestas, él prefería quedarse en su casa leyendo; y cada vez que lo invitaba a salir él tenía que rechazarlo porque obviamente no se iba a perder el maratón de su dorama favorito simplemente por salir a tomar algo con su novio cabeza hueca. Al principio ambos se soportaban aún con sus obvias diferencias, pero pronto esos <i> detallitos </i> fueron demasiado para la pareja. Peleaban más de lo que se decían ‘ te quiero’ y eso que sólo se veían un par de horas al día, cuando Baek o él tenían un poco de tiempo libre en la universidad. Y así, en pocas semanas todo se fue al demonio, terminaron de la peor manera posible, haciendo un escándalo en la cafetería de su escuela, con todo mundo mirándoles y Baekhyun llorando y chillando como una quinceañera.

No quería volver a verle, a pesar de pelear tanto, él realmente se había enamorado y ahora se sentía como si sólo hubiese sido usado por ese moreno de buen cuerpo. Pero la suerte nunca había estado de lado del más bajo, cuando llegó ese día a su casa, <i> él </i> estaba ahí, recargado contra el marco de la puerta, con una expresión completamente seria y probablemente esperándole. Baek pensó en huir, sin embargo, tarde o temprano tendría que pasar a su departamento así que le pareció mejor idea enfrentar la situación en ese momento, además, su dorama estaba por empezar. Se acercó por el pasillo en suaves pasos y le dio una mirada de desagrado al de cabello negro:

 

—¿Qué quieres aquí? Pensé que habíamos dejado las cosas claras— gruñó Baekhyun mirándole molesto, alistando su llave rápidamente, queriendo entrar a la comodidad de su casa lo más pronto posible.

 

—No estoy aquí por ti— refutó el alto al instante, acercándose un par de pasos al que ahora era su ex novio, sin formar ninguna expresión en el rostro— Te recuerdo que dejé aquí mi gorra de baseball  y mi abrigo la semana pasada— informó frunciendo el ceño, como si la sola idea de pisar de nuevo ese departamento le desagradara. Baekhyun rodó los ojos en cuanto pudo recordar los objetos, efectivamente estaban en su sala aún puesto que la semana pasada ambos habían pasado la tarde ahí mirando televisión.

 

—Oh, entonces no es necesario que pases— indicó el castaño al instante, teniendo que levantar un poco el mentón para poder mirar al más alto a los ojos—Te traeré tus cosas aquí, Sehun— informó secamente, abriendo por fin la puerta –y resistiendo el impulso de querer cerrársela en la cara- antes de aventurarse en su departamento, recogiendo rápidamente las cosas del moreno antes de volver a la puerta, sin querer tenerlo ahí por más tiempo— Toma, y espero no volver a verte aquí nunca más— informó Baek tendiéndole las cosas al tiempo que se disponía a huir hacia su sillón, antes de que terminase llorando de nuevo.

 

—Lo mismo digo— replicó Sehun rodando los ojos mientras acomodaba sus cosas recién devueltas en su mochila, empezando a andar hacia el ascensor— Espero que…—

 

Pero Baekhyun nunca pudo saber qué era lo que esperaba porque en ese momento un grito interrumpió la conversación:

 

—¡Ven acá maldita sea! — se escuchó por el cubo de las escaleras, junto con unos pasos pesados que Baek pudo reconocer, en conjunto con la voz, como del portero del edificio. El lugar era casi siempre tranquilo, por lo que realmente se sorprendió con la actitud del hombre.  Antes de poder preguntar qué era lo que estaba pasando, vio fugazmente como <i> algo </i> se metía a su departamento, no pudo distinguir qué era por lo rápido que pasó pero estaba seguro de que no era una buena señal.  Se sobresaltó al instante, pensando en que podría ser un ladrón, un asesino o algo peor, y su alarma se acrecentó cuando vio al hombre que por fin llegaba a su piso con un bate, empuñándolo con furia.

 

—¿Qué pasa? — preguntó el castaño empezando a entrar en pánico, mirando a su portero con los ojos completamente abiertos.

 

—¡Oh, señor Byun! — exclamó el hombre soltando un suspiro aliviado, sin embargo, su expresión y sus músculos aún seguían rígidos— ¿Vio pasar un animal por aquí? — preguntó ansioso, mirando a su alrededor como un psicópata. Baek frunció suavemente el ceño, extrañado por la pregunta.

 

— ¿Un animal? ¿De qué clase? — devolvió la pregunta ahora interesado por el tema; al menos quería saber qué demonios estaba en ese momento dentro de su casa.

 

—No lo sé, entró corriendo por la puerta principal y se dirigió directo a las escaleras— informó el hombre recuperando su respiración, mientras acomodaba mejor el bate en su mano— Le perdí la pista cuando llegó a este piso, pero no debe ir muy lejos— replicó esbozando una sonrisa macabra que hizo que el castaño diera un paso hacia atrás.

 

—Eso… ¿Es para sacarlo de aquí? — preguntó el menor ladeando la cabeza hacia el objeto de madera con algo de desconfianza. Siempre había defendido a los animales y en definitiva no iba a dejar que ese hombre le hiciera daño, aún cuando fuese una mascota de la calle o lo que sea.

 

—¡Claro que sí! No queremos que ese animal traiga una infección o algo al edificio— replicó el portero con expresión seria, haciendo que Baekhyun asintiera lentamente con la cabeza, como si en verdad estuviese de acuerdo con él.

 

—Entiendo… Pero en cualquier caso no lo he visto pasar, tal vez se ocultó en algún lado— respondió el castaño encogiéndose de hombros, haciendo que el contrario resoplara frustrado— De todos modos, manténgame informado si es que lo encuentra— concluyó con una pequeña sonrisa, ganándose un asentimiento de cabeza de parte del mayor, quien sin perder más tiempo se dirigió por el pasillo, maldiciendo mientras buscaba al <i> animal </i>.

 

Una vez que se aseguró de que el hombre hubiese desaparecido, entró en su departamento, algo temeroso de lo que podía encontrarse; no creía que fuese un animal salvaje o algo por el estilo, pero de todos modos su <i> invitado </i> podía ser agresivo. Soltó un largo suspiro cerrando la puerta a sus espaldas, tratando de escuchar el mínimo ruido para ubicar al intruso; se desplazó con calma por su sala, mirando superficialmente, hasta que descubrió la punta de un par de orejas asomándose por el recarga brazos de uno de sus sillones, al parecer, el pequeño se había ocultado entre el mueble y la pared, haciéndole inaccesible el paso a Baek.  Sintiéndose completamente curioso, el castaño se acercó al mueble, poniéndose de rodillas lo más cerca que pudo de ese par de orejitas grises:

 

—¿Hola? — llamó el chico con voz dulce, mirando cómo las orejas se encogían suavemente, escuchando también un pequeño gemido- probablemente de miedo- de parte de su invitado—¡Oh, no te asustes! No voy a hacerte daño— informó con una pequeña sonrisa, extendiendo la mano hacia la mascota. Le tomó un par de minutos, pero finalmente, escuchó cómo el intruso empezaba a moverse, sacando una mano de su escondite para poder apoyarse en el piso.

A Baekhyun casi le da un infarto. ¡Eso era una mano! ¡Una mano humana! Estaba seguro de que no estaba teniendo alucinaciones, eso <i> realmente </i> era una articulación de un hombre. El castaño no pudo apartar la mirada de ese extraño ser, quien para entonces ya había sacado parte de su cabeza del sillón, dejándole ver a Baek una cabeza de cabellera plateada y desordenada y un par de ojos negros que le miraban fijamente.

 

Baekhyun casi se olvida de cómo respirar; estaba siendo juzgado por una mirada tan profunda como penetrante y que provenía de un ser con aspecto humano pero coronado con un par de orejas semejantes a las de un cachorro. Poco a poco fue haciéndose hacia atrás, incapaz de producir sonido hasta que cayó sentado en el suelo, mirando a su acompañante como si fuese un alien o algo parecido.

Mientras tanto, el híbrido estaba viendo al humano con sumo interés, incluso hasta algo divertido ahora que ya había decidido que él no significaba peligro alguno. Se sentía bien observándolo, como si cerca de ese castaño todo lo malo se hubiese alejado, y le hacía sentir así de protegido, eso sólo podía significar una cosa ¡Ese humano era su amo!. Con energías renovadas, el híbrido se decidió a salir de su escondite por completo, irguiendo su par de orejas y agitando su cola animadamente:

 

—¡Amo! —chilló con un voz ronca que hizo que Baek se estremeciera en su lugar, sin superar aún el shock inicial de poder ver la figura completa de ese ser de una belleza innegable. Tras unos segundos de reparar en sus palabras, Baekhyun negó frenéticamente con la cabeza, poniendo las manos en frente para evitar que se acercase más a él.

 

—No, no, yo no soy tu amo— negó con la cabeza de nuevo, tratando de pensar razonablemente a pesar de que todo eso era una locura— Yo sólo te salve del portero y… ¡¿Sabes hablar?! — preguntó al borde de un ataque de histerismo, mirando al híbrido con los ojos bien abiertos, sin saber qué demonios debía hacer en ese momento. Mientras tanto, el aludido le miraba con la cabeza ladeada, sin entender por qué el humano estaba tan sorprendido.

 

—Sí— asintió animadamente con la cabeza, haciendo que sus orejitas se balancearan suavemente, algo que no pasó desapercibido por Baek, quien para entonces ya estaba más embelesado que asustado con el extraño ser— Tú ser amo de Yeol— señaló sonriendo encantado con la idea, acercándose un poco más al humano a pesar de su seña de que esperara en su lugar. Baek se rascó la cabeza tratando de comprender, sentándose correctamente en el suelo, permitiendo que el híbrido se le acercase tanto como quisiese.

 

—¿Tu nombre es Yeol? — preguntó curioso, resistiendo el impulso de querer tocar esas orejas esponjosas en la cima de la cabeza del contrario, mordiéndose el labio inferior.

 

—Chan…Yeol— informó el desconocido con algo de esfuerzo, sonriéndole avergonzado al castaño, quien encontró ese gesto adorable.

Baekhyun soltó un largo suspiro mientras observaba detenidamente al ser que tenía en frente; independientemente de lo extraño que era, por lo que podía observar era muy tierno y también algo torpe, y sobre todo, no tenía un lugar dónde vivir a juzgar por su ropa y la manera en que había llegado ahí, seguramente había estado vagando por las calles o algo parecido. Simplemente no podía sacarlo de ahí y menos sabiendo que si el portero lo encontraba seguramente lo molería a golpes con ese horrible bate.  Le tomó menos de cinco minutos decidir que se quedaría con él al menos hasta que le encontrara un buen hogar o algo parecido, después de todo, no creía que significara mucho problema.

Esbozó una pequeña sonrisa ante su decisión, estirando su mano derecha para tocar la mejilla del contrario, sorprendiendo al híbrido que hasta ese momento se había quedado sentado, quieto y sin quitarle la mirada de encima a su nuevo amo; era bonito y tenía unas manos suaves, ¡no podía pedir más!

 

—Yo me llamo Baekhyun y supongo que te quedarás un par de días a vivir aquí conmigo…— replicó el castaño, sonriendo al ver como la cola del contrario se balanceaba suavemente, como si el contacto con su mano le agradara.

 

—<i> Bacon </i>— pronunció Yeol con algo de esfuerzo, frunciendo los labios mientras se quedaba pensativo por unos segundos. Esa palabra la conocía de algún lado… ¡Oh, sí! Estaba seguro de que los empaques de tocino que tanto le gustaban tenían esa palabra escrita. De nuevo, el rostro del híbrido se iluminó y miró al humano con una radiante sonrisa— </i> ¡Bacon!</i>— llamó feliz, con sus orejitas de nuevo alzadas, emocionado.

 

—No Yeol, es Baek -Hyun — trató de razonar el mayor, sonriendo suavemente mientras intentaba explicarle amablemente lo mal que estaba su pronunciación. Sin embargo, Chanyeol seguía emocionado por su descubrimiento, repitiendo <i> bacon </i> una y otra vez. No había pensado que su amo fuese un pedazo de tocino, pero no estaba tan mal.

 

—¡Serás mi amo tocino! —informó el hibrido asintiendo con la cabeza sin dejar de sonreír ampliamente, agitando su cola de un lado a otro. Baekhyun no pudo mas que resoplar y rodar los ojos, esperaba que pudiese enseñarle a pronunciar mejor en los próximos días.

 

—Muy bien…— soltó un suspiro poniéndose en pie, aceptando la idea de tener nombre de alimento para el menor— Entonces, la primera regla en esta casa es no morder nada ¿de acuerdo? — le habló tratando de parecer firme, haciendo que Chanyeol se sentara con la espalda completamente recta, asintiendo con la cabeza— Puedes tomar lo que quieras, siempre y cuando lo regreses a su lugar ¿sí? — preguntó de nuevo, recibiendo un nuevo asentimiento de cabeza de parte del híbrido. — De acuerdo… entonces ¿Tienes hambre? — cuestionó de nueva cuenta, mirándole con la cabeza ladeada. Aunque luego le pareció una pregunta idiota considerando que seguramente Yeol no había comido nada en días.

 

—Yeol hambriento— informó el hibrido, siendo respaldado por un sonido de su estómago, que hizo que sus orejitas se aplastaran un poco contra su cabello, probablemente avergonzado. Baek rió suavemente, asintiendo con la cabeza.

 

—Está bien, prepararé algo de cenar, pero primero tienes que tomar una ducha— replicó convencido, ganándose un par de sonidos de queja del contrario, sin embargo, cuando Baek le dijo que si iba a ducharse le haría tocino para cenar las quejas se acabaron y Chanyeol obedientemente fue hacia el baño.

Baekhyun le indicó brevemente cómo funcionaba la ducha y le dejó sólo para que pudiera desvestirse y tomar ese baño que tanta falta le hacía; mientras tanto, buscó entre su ropa algo que pudiera quedarle a ese <i> cachorro gigante </i> que además de alto también era más fornido que Baek, por lo que era un grave problema. Al final y después de revolver todo su closet encontró un suéter rojo y gigante que su madre le había enviado dos navidades atrás junto con unos pantalones a juego de la misma talla, y en ese momento agradeció a todos los dioses del universo por decidir guardarlo. Se acercó al baño de nueva cuenta y tocó suavemente, escuchando que el agua seguía cayendo:

 

—¿Yeol? — llamó suavemente, entrando al baño para poder reemplazar los harapos que traía puestos por ropa de verdad y más abrigadora— Te dejaré ropa para que te cambies ¿de acuerdo? — preguntó mientras dejaba el conjunto en una de las repisas, tomando toda la ropa sucia del contrario.

 

—Sí— respondió el aludido aún dentro de la ducha, y Baek supo que se estaba divirtiendo con el agua caliente por las pequeñas exclamaciones de gusto de parte del híbrido, cosa que inevitablemente le hizo sonreír.

Se retiró del baño de nueva cuenta, tirando a la basura el intento de ropa que el menor traía puesto y se dispuso a hacer la cena; un poco de ramen para ambos y el tocino prometido para su invitado.

 

Tras un par de minutos, el <i> cachorro gigante </i> salió del baño vestido adorablemente con el conjunto rojo que el mayor le había dado; caminó hasta la cocina de donde venía un delicioso aroma y tuvo que reprimirse para no ladrar de gusto al sentir el efluvio del tocino. Baekhyun giró al escucharle y le sonrió cálidamente:

 

—Puedes ir al sillón si quieres mientras termino de cocinar— propuso encogiéndose de hombros, haciendo que Yeol asintiera con la cabeza encantado; mientras había estado oculto en ese lugar le había parecido muy cómodo y calientito. Sin demorar más tiempo, el híbrido corrió hacia el mueble, acomodando su largo cuerpo en él mientras esperaba a su amo; sin querer aplastó el control remoto, haciendo que la televisión se encendiera, sobresaltándole.

Se quedó embelesado mirando la pantalla hasta que el mayor llegó con la bandeja de comida. Y ese día Baekhyun aprendió que a Chanyeol <i> realmente </i> le gustaba mucho la televisión:

 

—Gracias amo tocino— susurró Yeol en cuanto el castaño le dio su bowl lleno de ramen y un plato pequeño lleno de tocino. Baek no pudo mas que sonreír, encogiéndose de hombros suavemente.

 

—No es nada, espero que te guste— replicó picando uno de los muslos del híbrido para que encogiera sus largas piernas y le dejara un poco de espacio en el sillón. Yeol al instante comprendió y dejó que su amo se sentara, acomodándose de nuevo en el mueble, poniendo su cabeza en el regazo del contrario, mientras comía desordenadamente su ramen.

 

Así pasaron la noche, mirando doramas en la televisión después de cenar hasta que Yeol se quedó dormido, sin su posición en las piernas de Baekhyun, quien para entonces ya estaba haciéndose a la idea de tener un pequeño <i> gran </i> cachorro como huésped en su departamento, después de todo, debía admitir que necesitaba algo de compañía.

 

Notas finales:

¡Hola!~ Primero que nada, sé que no tengo perdón por publicar un fic nuevo siendo que tengo otros sin actualizar ;; pero juro que ya estaré poniéndome al corriente, es sólo que no me pude resistir a escribir éste, que por cierto será muy cortito, a lo mucho dos o tres capítulos más :3 Así que pido disculpas por mi retraso :c Y bueno, respecto a este fic, espero que les haya gustado :3 díganme qué les pareció, dudas, sugerencias, comentarios, todo es bien recibido (?) ^^ Como siempre ¡Muchísimas gracias! Y estaré actualizando pronto~ ¡Nos leemos! XO. <3


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