CAPITULO QUINTO
Y a veces KyungSoo se preguntaba qué habría pasado si él no hubiera contestado la llamada de JongIn en esa fatídica madrugada del sábado, a las 3 am. O si se hubiera negado a abrir la puerta cuando ChanYeol vino a disculparse.
O si ChanYeol no hubiera vomitado en su coche.
¿Habrían pasado todas estas cosas, entonces?
Pero en este momento, KyungSoo se niega a creer que un universo alternativo puede existir, donde no se hubieran encontrado el uno al otro.
En este momento, KyungSoo esta con ChanYeol, y eso es todo lo que importa.
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ChanYeol y KyungSoo empezaron a compartirse más cosas, como sus canciones, sus secretos más profundos. Sus pensamientos.
ChanYeol no presiona a KyungSoo con la intención de compartir algo más que eso –no si KyungSoo no está listo– pero, a pesar de que ChanYeol es cauteloso, el menor es quien los empuja a los límites. KyungSoo es quien le roba un beso en la cocina cuando los otros están en la sala, y ChanYeol recuerda con humor lo que BaekHyun les dijo de que si los llegará a atrapar, los iba a matar personalmente, pero KyungSoo simplemente se encoge de hombros y sonríe felizmente. Besa a ChanYeol de nuevo, poniendo sus brazos alrededor del cuello de este mientras ChanYeol desliza su brazo alrededor de la espalda de KyungSoo y tal vez acaricia el trasero de KyungSoo de una manera descarada antes de separarse rápidamente en el momento que escucharon voces fuera de la cocina, y efectivamente es así ya que JongIn y SeHun aparecen en la puerta.
Eso estuvo cerca.
Besando a ChanYeol, KyungSoo ha aprendido muchas cosas, como por ejemplo, el sabor del bálsamo para labios que usa y él por qué prefiere el sabor durazno sobre el de cereza. Inicialmente, eran besos torpes pero él sabe que aprender es parte del proceso, y KyungSoo disfruta aprender. Ha aprendido sobre las suaves grietas que hay en los labios de ChanYeol y las afiladas mordidas hechas por sus dientes contra su lengua, el cómo se combinan el sabor del frío frappucino de galleta de ChanYeol con su propio latte de caramelo caliente. Ha descubierto la calidez de la piel de ChanYeol bajo sus dedos, y cómo se quema debajo de su toque; la forma de las cicatrices de ChanYeol sin siquiera mirarlas.
KyungSoo aprende y memoriza.
ChanYeol lo lleva a la casa de su familia, en dónde él creció, cuando su madre está fuera por cuestiones de trabajo, con la única intención de mostrarle a KyungSoo quién era y lo mucho que ha cambiado desde que lo conoció. KyungSoo ríe cuando ve fotos enmarcadas de la infancia de ChanYeol donde está sentado encima del piano y le dice a ChanYeol que debió de haberle comprado un hurón de juguete en su cumpleaños.
KyungSoo le pregunta a ChanYeol si ha tomado clases de formación para aprender a tocar el piano, y ChanYeol le responde que sólo logró llegar al cuarto grado porque le gusta hacer las cosas por su propia cuenta; desafiar lo convencional.
¿Por qué no me sorprende?
KyungSoo observa el proceso de transformación del niño gordito con gafas en sus años de adolescencia, y se ríe en voz baja mientras ChanYeol le muestra las fotos cuando comenzó con la pubertad.
—Oh, eso fue solo una fase, con granos y cuestionables opciones de moda—dice ChanYeol a KyungSoo. Es un momento demasiado profundo para no mostrarle a KyungSoo su vieja colección de cuadernos donde tiene canciones y letras de rap que ha escrito a lo largo de sus años de adolescencia, de su arrogancia y la ingenuidad, de sus amores y amigos con los que ha perdido contacto.
Se sientan durante horas en el piano; recordando cosas del pasado pero entusiasmados con lo que el futuro les pude deparar. KyungSoo le pide a ChanYeol que le toque algo "bonito". ChanYeol frunce sus labios pensando, después empieza a tocar los acordes de la canción Nothing Better y detiene sus movimientos justo antes de la primera línea, donde alguien se supone que debería de cantar, esperando que KyungSoo lo haga.
Pero KyungSoo está paralizado. Se queda mirando a ChanYeol, y le golpea la realidad pues sabe que nunca había estado enamorado, no hasta que conoció a ChanYeol. Y es en este momento, donde se percata que sus sentimientos se han triplicado, cuadruplicado probablemente, cuando los dedos de ChanYeol se deslizan sobre las teclas marfil en un movimiento hermoso. KyungSoo admira la concentración de ChanYeol mientras toca, pero ChanYeol pierde una nota, tocándola mal y es ahí donde KyungSoo despierta de su aturdimiento.
—He estado repitiendo el inicio de la canción tres veces, KyungSoo. Estoy tocando esta canción para ti—dice suavemente. —Canta para mí, no digas que no. Di que sí, ¿Por Favor?
Y KyungSoo lo hace.
ChanYeol repite el intro de la canción de nuevo, y KyungSoo no pudo reprimir una pequeña risa porque ve como ChanYeol de vez en cuando voltea a verlo, incluso mientras toca. KyungSoo cierra los ojos para sumergirse en la música, y toma una respiración profunda antes de empezar a cantar.
“Siempre apareció ante mí
Tu rostro, lo recuerdo
Mi corazón en poco tiempo se detuvo
Y tomaste mi corazón disfuncional
Y con tu sonrisa brillante
Es como fácilmente abriste mi corazón.”
Y es verdad. Cada palabra de la canción es verdad, y a juzgar por los repentinos actos que el mayor destila, KyungSoo sabe que ChanYeol siente lo mismo.
“Es verdad, así es como me convertí en tu hombre
Todos mis recuerdos desagradables, ya no los recuerdo más
Porque la mano que me sostiene fuerte
Es tan cálida como la primavera.”
ChanYeol no deja de tocar pero ha apartado por completo la mirada de las teclas del piano y solo ve a KyungSoo, como si él fuera el centro de su universo; como si todo lo que hiciera a partir de ahora fuera por y para KyungSoo.
“Y ahora como respirando
Si fueras a descansar siempre a mi lado
Si fueras a permanecer siempre de esta manera
Nada mejor, nada mejor que tú.”
ChanYeol pierde otra nota y deja de tocar por completo.
— ¿Por qué me miras así? — pregunta curioso KyungSoo, pero ChanYeol no contesta. —Esa es la segunda vez que te equivocas, ChanYeol— señala pero ChanYeol niega con la cabeza y deja escapar un suspiro débil. KyungSoo se aleja para darle a ChanYeol un poco de espacio, y trata de ponerse de pie cuando siente como una cálida mano agarra fuertemente su muñeca, pero no lo suficiente para lastimarla.
—ChanYeol—KyungSoo advierte, mientras su profunda voz se quiebra.
Pero inclusive, puede ver destellos de anticipación flotando en el aire, zumbando en sus venas. KyungSoo espera que el mayor le diga algo pero ChanYeol solo tira de él por su cadera, y desliza su mano por debajo de la camisa de KyungSoo, descendiendo suavemente por la parte baja de la espalda de KyungSoo.
—Yo quiero-, —dice ChanYeol, respirando con dificultad, mientras que su otra mano se apretaba en forma de un puño. —Yo quiero-, — comienza de nuevo, pero se acobarda un poco, su mirada no es capaz de poder ver a KyungSoo. —Te quiero a ti…—, dice finalmente. —Ahora,pero no estoy dispuesto a tomar algo que no sé si estás listo para dar— exhala.
—No hay nadie en casa—susurra KyungSoo, colocando una mano sobre la rodilla de ChanYeol acariciando con sus dedos la parte interna del muslo de este, dándose cuenta que el mayor está semi-excitado en sus pantalones vaqueros. —Todo lo que tienes que hacer es preguntar.
— ¿Puedo?
—Sí.
Todo sucede demasiado rápido, KyungSoo siente como es besado; como si tuviera un inexplicable vacío en su corazón, pero el beso de ChanYeol lo haría todo de nuevo, llenado cada espacio a su paso. ChanYeol lo levanta en sus brazos, sólo para sentarlo en el piano, haciendo un estridente ruido en toda la casa por las teclas que han sido aplastadas por el trasero de KyungSoo. ChanYeol besa su mandíbula, los tendones de su cuello, su clavícula. Sus dedos se deslizan en cada botón de la camisa de KyungSoo intentando violentamente desabrocharlos uno a uno, desesperadamente abre el cinturón y los pantalones vaqueros que usa el menor, cuando finalmente ChanYeol logra deslizar una mano por la cintura de este y KyungSoo da un fuerte suspiro pero de pura satisfacción.
KyungSoo nunca se ha tocado a sí mismo pero en este punto, no importa que ChanYeol lo esté tocando. Quiere esto. Lo desea tanto como lo desea ChanYeol, y quiere devolverle el favor al mismo tiempo. ChanYeol se quita su pantalón y KyungSoo llega a trazar las venas del miembro de ChanYeol, casi con fascinación. Nublado por el deseo, siente que su vista esta borrosa cuando ChanYeol comienza a mover su mano arriba y abajo sobre la virilidad de KyungSoo y este se deja hacer por completo, sus manos están caídas a sus costados, tira su cabeza hacia atrás, antes de apoyarla en el hombro de ChanYeol.
—Eso se siente tan bien—dice KyungSoo casi sin aliento.
—Dime que me detenga y me detendré— dice ChanYeol entre movimientos, pero KyungSoo niega con la cabeza y pasa un brazo alrededor del cuello de ChanYeol, mientras que con la otra agarra los bordes del piano como si su vida dependiera de ello. Y con cada pequeño movimiento que él hace, las teclas del piano hacen un pequeño ruido cada que las golpea accidentalmente. KyungSoo se aleja de ChanYeol por un momento y el mayor parece confundirse, pero KyungSoo muerde sus labios y empuja su pantalón y ropa interior hacia abajo. Primero hasta sus rodillas, para luego dejarlos caer por completo hasta los tobillos, y finalmente salir de ellos, usando ahora sólo su camisa y calcetines. Se da la vuelta sólo para poner la tapa del piano abajo, antes de inclinarse sobre la madera pulida y barnizada, justo en el centro. Su rostro lleno de deseo, su miembro chocando contra su estómago y mira la manera en que ChanYeol observa todo lo que hace.
ChanYeol da un paso para acercarse con el rostro enrojecido por el deseo, desliza sus manos sobre los muslos de KyungSoo, antes de apretar su trasero. Se pone de pie justo en medio de las rodillas de KyungSoo y mantiene sus erecciones juntas, mientras KyungSoo levanta las piernas para atraer a ChanYeol más cerca, haciendo que sus talones se claven en los muslos de ChanYeol, por debajo de la curva de su trasero. Sus frentes se presionan juntas para después besarse de nuevo mientras ChanYeol comienza a acariciar hacia arriba; hacia abajo, a la vez que KyungSoo susurra frases entrecortadas en los oídos de ChanYeol. Sus gruñidos y gemidos hacen eco en la otra habitación, intercalados con los sonidos de los sobrios movimientos de ChanYeol.
—Maldición, KyungSoo, Maldición—dice ChanYeol mientras se aleja en busca de aliento, con los ojos bien cerrados a causa del éxtasis que siente, pero a la vez tratando de abrirlos para mirar a KyungSoo. —No puedo…me vengo—, le espeta a medias frases, y KyungSoo siente como él también está en su límite. ChanYeol muerde el lóbulo de la oreja del menor, y KyungSoo tantea la camisa del mayor sólo para sentir el palpitar salvaje del corazón de ChanYeol golpeando contra su mano. KyungSoo siente sus propios latidos golpeando dentro de su garganta, y su pulso derrapando en busca de alcanzar el clímax y deja escapar una sonrisa cuando se da cuenta de que se han llegado al clímax juntos.
Terminan prácticamente uno contra el otro, la mano de ChanYeol esta pegajosa y brillante, está a punto de limpiarse en su propia camisa pero antes KyungSoo toma su mano y le lame algunos de los residuos que estaban en sus dedos. El sabor es salado en la lengua del menor pero no es particularmente desagradable, lo ha hecho por curiosidad.
—Eso fue-, — comienza ChanYeol antes de que sus labios se formen en una sonrisa.
— ¿No es lo que pensaste que podría ser?— pregunta KyungSoo, antes de lamer sus labios con mesura. Está consciente de que todavía está medio desnudo de la parte inferior hacia abajo, pero también lo está ChanYeol y KyungSoo se siente extrañamente bien con eso.
—No fue lo que pensé que sería, sí, — ChanYeol concuerda. —Fue mejor de lo que pensé que sería. Podría renunciar al porno siempre y cuando pudiera hacerlo de nuevo contigo—, dice ChanYeol provocando una enorme risa en KyungSoo.
—Qué romántico, ChanYeol— dice KyungSoo en cuanto se las arregla para recuperar el aliento.
—No estoy siendo gracioso ahora, KyungSoo, digo esto porque yo nunca he hecho esto con alguien más, solo contigo.
La ceja de KyungSoo se alza con incredulidad. — Pero que dices, ¿Con todo tu estilo? ¿Ni con tus anteriores relaciones?
ChanYeol se encoge con timidez. —Puede parecer que sé cosas, sé hacer cosas. Es sólo que…yo nunca las había hecho, pero apareciste y cambiaste… todo. Quiero ser, quiero ser bueno para ti, por eso pensé que deberías saber.
— ¿Saber qué?
—Yo no he… soy virgen— dice ChanYeol. —No sólo con los chicos. Con…chicas, también.
—Entonces, ¿Cómo aprendiste a besar? —KyungSoo hace una pausa, — ¿A hacer eso?
—Ambos somos chicos, KyungSoo. Sólo pensé que haría lo que me suele gustar y trate de hacértelo esperando que te gustará también—ChanYeol se avergüenza, sintiendo como sus mejillas se tornan de un color carmesí al decir aquello, jugueteando con el cuello de su camisa de cuadros.
KyungSoo tapa su cara, tratando de ocultar una sonrisa antes de decidirse a pasar su mano por el cabello de ChanYeol y tirar de sus orejas. Se inclina para darle un beso suave, antes de alejarse y decirle —Entonces vamos a tener que aprender juntos, ¿no? Tal vez las cosas que vimos tienen alguna utilidad después de todo—dice con un guiño, y toma a ChanYeol de la mano, tocando con el pulgar la cabeza de su pene haciendo que el mayor empiece a respirar fuertemente.
La mirada en el rostro de ChanYeol cuando KyungSoo se arrodilla no tiene precio. Tentativamente, KyungSoo lame la punta del miembro de ChanYeol, que gradualmente se vuelve más fuerte a medida que bombea con su puño por debajo de este. ChanYeol deja escapar un gemido cuando la lengua de KyungSoo gira alrededor de la cabeza, poniendo su mano detrás de la nuca de KyungSoo indicándole que se mueva más rápido, pero tratando de no empujarlo demasiado para no hacerlo sentir incómodo.
—Tu boca, KyungSoo, joder, me gustaría que supieras lo hermoso que eres, — ChanYeol jadea aún más cuando KyungSoo empieza a lamer en serio. KyungSoo casi se ahoga cuando la punta del pene de ChanYeol golpea la parte posterior de su garganta, pero ChanYeol trata de ser amable.
—No tienes que hacerlo tan profundo, KyungSoo—dice, medio riendo y medio gimiendo pero se queda en silencio cuando KyungSoo comienza a lamer toda la longitud de su miembro, a la vez que utiliza su puño para bombear desde la base del pene.
KyungSoo siente el conocido sabor salado del pre-semen sobre su lengua, pero es justo ahí cuando ChanYeol lo levanta y lo besa, compartiendo el sabor entre ellos mismos.
—No tengo un condón—dice, pero estoy seguro de que podemos seguir con esto en la cama, ya se nos ocurrirá algo—, añade ChanYeol.
Corren al piso de arriba de la habitación de ChanYeol, que rara vez ha ocupado desde que se mudó a su propio apartamento. Una vez ahí se encuentran frente a frente, de repente en silencio. Los únicos sonidos son los de su respiración y los ruidos de los pájaros cantando afuera alegremente. ChanYeol comienza por desabrocharse su propia camisa de cuadros, botón por botón, poco a poco, antes de dejarla caer en el suelo.
—Tu turno—dice, —Quiero verte.
KyungSoo hace lo que le indica; sacándose la camisa por la cabeza y la tira de una manera juguetona a los pies de ChanYeol como diciéndole «He aceptado tu reto», pero KyungSoo por ningún motivo pierde la oportunidad de admirar por fin la totalidad del cuerpo de ChanYeol. Los músculos bien tonificados, las extremidades largas, sus masculinas curvas. ChanYeol tira a KyungSoo en su cama, donde le pide ponerse en cuatro.
—Quiero verte— repite, temblando. —No voy a hacerte daño. Yo no voy a – No usar protección, no voy a, —tartamudea, pero KyungSoo se mueve, haciendo lo que el mayor le pidió, suavemente diciéndole —Confío en ti.
—Te amo, KyungSoo. Incluso si no lo hacemos ahora, incluso si…me dijeras que no, lo juro por dios que es verdad que te amo.
—Y yo podría golpearte con un bate de béisbol si sigues usando esa boca para hablar y no para usarla donde quiere que este en este momento.
ChanYeol hace una cara ridículamente atractiva antes de agacharse y besar a KyungSoo. Agarra una loción hidratante de uno de los cajones. KyungSoo es consciente de que ChanYeol está de pie detrás de él, y trata de estirar el cuello para ver lo que ChanYeol está a punto de hacer. KyungSoo deja escapar una sonrisa cuando siente que ChanYeol traza su espalda con un dedo dejando a su paso un rastro de besos. El mayor comienza a acariciar la parte inferior de su trasero con ambas manos. KyungSoo nunca se ha sentido tan expuesto en su vida, y después de la confesión de ChanYeol no sabe en realidad lo que está haciendo, KyungSoo debería haberse echado para atrás, debería haber sentido miedo, debería de haber sido prudente acerca de esto. Por lo general, su mente hubiera entrado en pánico y hubiera buscado distintas formas para decirle un millón de razones del por qué esto no debería funcionar.
Pero él confía en ChanYeol.
ChanYeol separa las nalgas de KyungSoo, soplando un aliento cálido a su entrada, haciendo que los dedos de KyungSoo se retuerzan. Agarra las sábanas apretándolas y oye el sonido de ChanYeol abriendo la botella de lubricante.
—KyungSoo, voy meter un dedo, dime si duele, ¿de acuerdo?
—Probablemente voy a gritar— contesta KyungSoo dejando escapar una risa nerviosa. Cierra los ojos y aprieta los dientes cuando ChanYeol frota suavemente su entrada, la loción se siente fría contra su piel, ChanYeol aumenta la presión e inserta un dedo.
— ¿Estás bien?—oye a ChanYeol preguntar con preocupación detrás de su espalda.
—No es tan malo como pensé que sería, —dice KyungSoo con un espasmo. ChanYeol flexiona su dedo para encontrar la próstata de KyungSoo, curvando el dedo para encontrar el lugar, sacándolo de inmediato cuando KyungSoo grita.
— ¿Te lastimé?
La respuesta es no. De hecho, KyungSoo siente como si pudiera ver las estrellas —Hazlo eso de nuevo— suplica, —ChanYeol, por favor.
ChanYeol inserta su dedo de nuevo y empieza a frotar en el mismo lugar, cambiando la presión cada vez, causando que KyungSoo se sienta agobiado por miles de emociones. Las lágrimas empiezan a querer salir de sus ojos pero no a causa del dolor, sino por placer. Ni siquiera se da cuenta de que está haciendo ruidos parecidos a un maullido, que sólo se intensifican cuando ChanYeol añade otro dedo. KyungSoo puede oírle vagamente murmurar—Oh Dios, estás tan apretado—, comenzando a repetir los mismos movimientos.
Los gemidos de KyungSoo son apagados por la almohada, al momento en que ChanYeol alterna la velocidad a la que sus dedos se mueven. KyungSoo está excitado, y ChanYeol utiliza su otra mano para acariciar a KyungSoo, presionando besos en la parte inferior de su espalda mientras lo hace.
Y cuando KyungSoo alcanza su liberación, su miembro se siente como gelatina pero ChanYeol está allí para sostenerlo mientras se desploma en la cama. Se quedan así, en los brazos del otro por minutos, a la vez que ChanYeol acaricia cansado su pesada erección mientras KyungSoo observa con una mirada cansada debido al agotamiento y se deja caer en la deriva del sueño.
Él ni siquiera sabe si ChanYeol ha podido liberarse.
…….
KyungSoo despierta y descubre que ChanYeol se ha ido. No está en el dormitorio, pero se encuentra a sí mismo metido en la cama, con una sábana cubriéndolo. Atontado, encuentra una nota al lado de la cama escrita en la ridícula letra de ChanYeol diciendo que ha salido a conseguir comida. KyungSoo se siente y frota sus ojos, antes de darse cuenta que está completamente desnudo bajo el edredón. Examina el suelo tratando de encontrar cualquier prenda que pueda usar, y toma la camisa a cuadros de ChanYeol para ponérsela.
Es tarde, ahora. Aún puede sentir los dedos de ChanYeol dentro de él, y como lo hicieron sentir y se da cuenta de que tal vez, podría vivir de esta forma. Arremanga las mangas de la camisa hasta la muñeca y recuerda que es la misma camisa arrugada que uso ChanYeol, el día en que lo invitó a la fiesta de cumpleaños del niño. Inhala el olor de la tela y ríe. A pesar de que ChanYeol usa el mismo detergente que el usa, sigue oliendo a ChanYeol y es extraño que KyungSoo lo note. Lo mismo sucede con el edredón, con las almohadas.
El largo de la camisa es justo suficiente para cubrirle la entrepierna y KyungSoo ríe para sí mismo. ¿Cuándo se volvió tan excéntrico? Si se sienta derecho, será suficiente para cubrirle la ingle, por ejemplo, si se sienta sobre las rodillas con las piernas hacia atrás. Mira su reflejo en el espejo, los marcas de besos y mordidas en su hombro, su cabello desarreglado, sus labios hinchados. Los toca con sus dedos e intenta recordar cómo se sintieron contra los labios de ChanYeol, y sonríe suavemente.
Casi salta de la sorpresa cuando la puerta de la habitación se abre, pero solo es ChanYeol.
—Pensé que aún dormías, —masculla quitándose la gorra y despeinándose el cabello, antes de sonreír nerviosamente. El silencio envuelve la habitación cuando ninguno se atreve a hablar, al contrario, ChanYeol solamente mira a KyungSoo en su camisa a cuadros y se recuesta sobre la puerta, su respiración se vuelve errática.
— ¿Qué? —pregunta KyungSoo, pero con una sonrisa grabada en las esquinas de su boca.
—No sé—contesta ChanYeol, su voz un nivel más profunda que, en la opinión de KyungSoo, no debería ni siquiera ser legal. —No sé qué decir—termina la oración con un suspiro incrédulo. —Es solo que tú–ahora–qué– ¿cómo?
—Park ChanYeol sin nada que decir, —sonríe. —Eso es algo nuevo, ¿no es así?
—Solo tú puedes quitarme las palabras, KyungSoo.
—Ven aquí, ChanYeol—comanda KyungSoo, antes de morderse el labio inferior y cerrar los ojos porque no puede creer que el mismo acaba de hacer algo así. Un rubor le sube hasta el cuello, hasta su rostro, pero no puede evitar reír y trata de mirar hacia otro lado cuando ChanYeol le desabotona la camisa con una mano, botón por botón, tomándose su tiempo, mientras su otra mano se desliza más abajo hasta llegar a su miembro, que ya está medianamente erecto.
— ¿No tienes hambre? ¿Pensé que habías salido por comida? —pregunta KyungSoo.
—Aún bajo el riesgo de que me golpees, —dice ChanYeol, —en este momento solo quiero comerte a ti.
ChanYeol gime cuando KyungSoo le agarra el miembro por sobre sus jeans y deja salir un suspiro tembloroso.
—Podría perdonarte, porque también quiero… comerte—dice KyungSoo, antes de que ChanYeol se agache para besarle
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Ambos siguen escondiendo la verdad a todos, porque temen a las consecuencias. ¿Sus amistades se destruirán, o van a quedarse tan fuertes como siempre? En la realidad, su relación no ha cambiado a pesar de que KyungSoo y ChanYeol admitieron sus sentimientos el uno por el otro, porque aún pelean como gatos y perros solo para reconciliarse dos minutos después y KyungSoo aún amenaza a ChanYeol con ahorcarle con una llave. ChanYeol aún llama a KyungSoo sin parar cuando tienen pijamadas en casa de BaekHyun.
Aún son ChanYeol y KyungSoo, almas gemelas, según BaekHyun.
Almas gemelas.
Incluso si lo saben, aún no han dicho nada.
A pesar del riesgo de ser atrapados, KyungSoo aún acorrala a ChanYeol solo para tentarle, porque a pesar de que ChanYeol sea extrovertido, KyungSoo es el maestro de las conspiraciones y citas clandestinas. Solo porque se le conoce como el pináculo de la decencia y la dulzura, no significa que no puede volverse salvaje de vez en cuando. Como represalia, ChanYeol termina haciéndole una felación en silencio en la cocina cuando los demás están viendo una película en la sala, y KyungSoo responde haciendo lo mismo cuando ChanYeol está al teléfono hablando con BaekHyun.
Pero la diversión y los juegos no pueden durar para siempre.
KyungSoo ha pensado mucho en ello y ChanYeol accede hasta cierto punto que tienen que decirles a los demás sobre el estado reciente de su relación. Lo han estado posponiendo por tanto tiempo debido a sus preocupaciones, solo para darse cuenta de que estas eran completamente infundadas.
—Y aquí estábamos preguntándonos cuando iban a anunciar que oficialmente están saliendo— dice BaekHyun intentando parecer enojado, cruzándose de brazos y golpeando el suelo con el pie cuando ChanYeol finalmente reúne el valor para contarle. — ¿Pensé que éramos mejores amigos? ¿Por cuánto tiempo han estado saliendo?
—Un mes—responde KyungSoo, solo para sorprenderse cuando SeHun aparece de la nada.
— ¿En serio? — Pregunta sorprendido — ¡Todos pensábamos que habían estado saliendo por mucho más tiempo!
—Ambos son unos cabeza de chorlito, eso es lo que son—dice BaekHyun, —Pero estoy feliz. No estoy molesto, solo estoy…Wow —dice, antes de empezarse a reírse histéricamente.
KyungSoo y ChanYeol le miran como si se hubiera vuelto loco. —Estoy—comienza cuando al fin para de reír—uff, entonces, ¿Cuándo van a casarse?
— ¿Qué? —ChanYeol y KyungSoo preguntan al mismo tiempo.
—Oh bueno. Solo asegúrense de que sea invitando a su boda. No, — BaekHyun retira lo dicho. —Asegúrate de que yo sea tu padrino, ChanYeol. Y de que JongIn sea el de KyungSoo.
SeHun parece confundido. — ¿Y qué hay de mí, hyung?
…….
Es JongIn quien le aclara mente, al final.
—Sí, ChanYeol está en su propio mundo cuando está con BaekHyun, cuando está con SeHun. Inclusive, tú estás en el tuyo cuando estás conmigo— le dice JongIn a KyungSoo. —Pero cuando ChanYeol y tú están juntos, es un mundo completamente nuevo. Todos sabíamos que algo iba a pasar. No el día que lo conociste, claro. Pensamos que ibas a estrangularlo hasta la muerte. Pero cambiaste, KyungSoo. Estás mucho más feliz. Mucho más saludable también.
—Él tiene ese efecto en las personas, —KyungSoo sonríe con ironía. —Después de todo, él es el virus de la felicidad.
JongIn niega con la cabeza. —Crees que eres el único que cambio de tantas maneras. Lo que no sabes es cuánto tú has cambiado también, la vida de ChanYeol. Le ayudaste a encontrar un propósito.
La mirada de KyungSoo se alerta. — ¿Qué quieres decir?
JongIn sonríe. — ¿Por qué no le preguntas a él?
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Tres meses.
Tres meses es el tiempo que le toma a ChanYeol para producir canciones y grabarlas con un músico profesional. Tres meses es el tiempo que les toma a KyungSoo y ChanYeol para empezar a buscar un apartamento, ya que han decidido mudarse juntos.
Tres meses es el tiempo que le toma a KyungSoo entender lo que JongIn quiso decir.
Casualmente, es el mismo día en que por primera vez la canción de ChanYeol sale al aire. Ha sido una mañana estresante, con ChanYeol caminando arriba y abajo en el apartamento preguntando cómo recibirán la canción, y qué comentaran al respecto. En la tarde, ChanYeol recibe cientos y miles de mensajes de texto y llamadas diciendo que la canción será un gran éxito.
Por la noche, ChanYeol descubre que la canción ha arrasado los charts coreanos.
No grita, ni ríe o abraza a nadie en el cuarto por el entusiasmo como KyungSoo pensó que lo haría. En su lugar, en el momento en que ChanYeol recibe las buenas nuevas, meramente voltea a verle a la cara, y le abraza, antes de besarle de lleno en los labios.
—Gracias, —dice con sus mejillas empapadas de lágrimas de felicidad, y nuevamente le besa. —No podría haberlo hecho sin ti.
KyungSoo jamás va a olvidar la expresión en el rostro de ChanYeol cuando le dice esas palabras.
Como si tuviera muchas más cosas para decir — pero no pudiera decirlas.
…….
Más tarde esa noche, lejos de las ruidosas multitudes, le confiesa a KyungSoo que era un perdedor. Que no tenía metas, que la vida no tenía un propósito para él.
—Como una hoja en el viento voy a donde la vida me lleva, pero luego apareciste tú. Cuando te presentaste en el hospital a las tres de la mañana por tu amigo, incluso si les dijiste a todos que no querías. Nunca pediste nada a cambio. A excepción de cuando pediste la mitad de la factura del carwash y el estacionamiento, lo que era bastante razonable, —ríe para después continuar, —Cuando tarareaste y golpeabas tu pie al ritmo de la música sin notarlo, y yo disfrutaba de verte disfrutar. Me sentía feliz cuando eras feliz, porque dios, juro que esa sonrisa es hermosa. Te pierdes en tus pensamientos, cuando miras a tus vasijas y te emocionas hablando sobre ello y me pregunto si alguna vez sentiste algo así por alguien, por una persona.
KyungSoo arruga la nariz, porque intenta pensar y no puede imaginar a nadie. Niega con la cabeza, avergonzado.
—En ese tiempo, pensé “si encuentras a ese alguien, ella tendrá tanta suerte, ¿sabes?” —menciona ChanYeol con una sonrisa torcida. —Y eres tan inteligente y tienes una carrera por delante, ¿y qué tenía yo?... Nada—confiesa amargamente. —Y nunca me sentí tan fuera de lugar como en tu graduación, cuando estabas usando esa majestuosa toga y yo usaba mi traje barato, y tú eras el centro de atención y yo pensaba que lo merecías. Mereces cada éxito que viene hacia ti, y amo cuando desechas tus preocupaciones y disfrutas cada momento de ello. Y ame ver lo feliz que eras. Desearía que vieras lo hermoso que eres, triste o feliz y probablemente esa sea la razón por la que quiero abrazarte, porque quiero consolarte. Porque a veces creo que podrías estar roto…cansado y casi quebrado por dentro, y yo solo quiero sostenerte.
—Lo hiciste, ChanYeol. Me mantuviste cuerdo— KyungSoo inhala.
ChanYeol le acaricia la punta de la oreja, suavizando las hebras de cabello que caen sobre la frente de KyungSoo. —Te miro y eres tan determinado cuando te entregas a algo y no lo dejas ir y desearía poder ser así. Así podría trabajar más duro. Me haces una mejor persona, KyungSoo. Abres mi mundo, profundizas mi pensamiento. Me haces pensar, me haces preocuparme sobre otras cosas aparte que solo por mí mismo. Sobre las cosas que pasan en el mundo y también sobre cualquier pequeña cosa que pueda hacer para mejorarlo.
—Me das mucho crédito—masculla KyungSoo y no sabe dónde esconderse, no cuando ChanYeol está observando el efecto de sus palabras en KyungSoo con cada segundo que pasa.
No parece que ChanYeol esté considerando lo que KyungSoo le dice, parece distante, preocupado con otro asunto, y eso le preocupa. Y aun así, ChanYeol continúa hablando y hablando, como una máquina, piensa KyungSoo, como cuando está nervioso y muy inquieto.
—KyungSoo—ChanYeol empieza, aclarándose la garganta mientras le sujeta ambas manos.
— ¿Si, ChanYeol? — responde KyungSoo, con cautela.
—Ame tu cara ese día, cuando te vi adecuadamente la primera vez en mi fiesta de cumpleaños, cuando estabas parado contra el refrigerador con los ojos bien abiertos y la cocina olía a una mezcla entre kimchi y pastel recién horneado, y había harina en tu cabello. Ame la expresión de tu rostro cuando te llame por tu nombre muchas veces, porque al principio parecías pequeño y fuera de lugar, y aun así sabía que si tú no estuvieras ahí…la noche no estaría completa. Cada que estoy contigo, estoy en paz.
ChanYeol sostiene sus manos más fuerte.
—Y estaba tan devastado cuando dejaste la fiesta sin decir adiós, cuando prepare esa canción para ti, cuando estaba tan emocionado por compartirla contigo. Cuando me enviaste un mensaje la mañana siguiente diciendo lo ocupado que estabas…sentí que me golpeaban en la cara y dolía más que cualquier de los múltiples golpes que me habías dado físicamente.
—Eso fue hace mucho tiempo, ChanYeol. Yo… lo siento.
ChanYeol niega con la cabeza y traga saliva pesadamente. —Dijiste que me resentías, KyungSoo. Bueno, una vez leí que la vida no siempre te presenta a las personas que quieres conocer. A veces la vida te presenta a las personas que necesitas conocer —para ayudarte, para herirte, para dejarte, para amarte, y luego, gradualmente fortalecerte en la persona en la que se supone deberías convertirte.
¿A dónde quieres llegar con todo esto, ChanYeol?
—Te amo, Do KyungSoo—ChanYeol suelta las manos de KyungSoo. Se arrodilla sobre una de sus rodillas, y KyungSoo empieza a entrar en pánico. Es un recuerdo de la primera sesión de lavado de auto cuando ChanYeol le había tomado de las manos y le había pedido cantar con él a dueto en el Epsilon. Esos días se fueron hace mucho. Esto, esto es algo completamente diferente. Y tal vez debió haberlo visto venir. Tal vez debió haberse preparado.
Tal vez, todas las experiencias que ha compartido con ChanYeol – desde la primera oferta, hasta los anillos, hasta las flores —todas lo llevaron hasta este punto. Y tal vez, sabe la respuesta a lo que ChanYeol está a punto de preguntar, incluso antes de que lo haga.
Y luego, ChanYeol saca un anillo.
—Do KyungSoo, mi mejor amigo, mi alma gemela, mi amor. ¿Me harías el honor de casarte conmigo?
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