Siendo profanado su cuerpo y sus labios por una salvaje Jasper, habían pasado minutos en el que estaba siendo besada, mordida, lamida y rasguñada por ella, quien la sujetaba con fuerza e imponía su fuerza con su boca para que Lapis mantuviese los labios abiertos ante el descarado beso. Jasper parecía disfrutar aquel contacto especial con Lapis. Sin embargo en algún momento rasguño con tanta fuerza la piel de Lapis dejándole una notoria marca y produciendo aun mayor dolor que antes, lo cual hizo que Lapis en un intento de alerta se apartase con todas sus fuerzas de los labios de Jasper.
-Agh...- Lapis soltó un gruñido de dolor, girando su cabeza para apartarse de la boca ajena, sellando sus labios hinchados y a doloridos para no ser otra vez besada- ¡Basta!...-se quejo, cerrando sus ojos para no sentir la mirada cruel de Jasper. Podía sentir la humedad que había por sus mejillas, por sus labios y por su barbilla, la mezcla de la fresca saliva compuesta de agua de Lapis y el fluido cálido de Jasper que había dejado como rastro de su reciente y duro beso.-No puedes hacer conmigo lo que quieras...-Soltó un suspiro- ¿Que es lo que pretendes?-Pregunto con un hilillo de voz.
Jasper se quedo en silencio, dubitativa ante las palabras de Lapis. No sabia exactamente que responder en ese momento, pero tampoco podía aceptar que sentía algo por Lapis, eso era para las gemas débiles y ella no era una gema débil que necesitaba de alguien. Pero las palabras de Lapis Lazuli hizo que Jasper se alejara para pensar mejor, camino frente a ella, dándole la espalda; estaba a varios metros donde se hallaba una mesa tecnológica con algunas armas de tortura.
-¿Quien te crees para quejarte?-Sentencio ahora con un tono malhumorado, Jasper, estando aun de espaldas para Lapis- Bah...Pues que importa quéjate todo lo que quieras...-Bufo.
''Tu eres mía, mi prisionera. Tu eres.. mi Lapis Lazuli, yo soy tu dueña y tu mi pertenencia'' Pensó Jasper para si misma, apretando sus puños para contener la ira que en ese momento sentía.
Lapis Lazuli abrió sus ojos cuando se percato que Jasper se había alejado de ella, con sus sonoros pasos pesados.
-Ah...-Soltó un suspiro- Puede que no te importen los demás, pero aun así, no siempre podrás tener lo que quieres, Jasper...Yo soy libre de alguna manera...-Dijo en un tono serio, mirando con una mirada afilada a la fornida espalda de Jasper. Pero sin tan solo pudiese encontrar alguna forma por liberarse de aquellas cadenas que la tenían suspendida del suelo, seria una oportunidad para ella de escapar, sin embargo las probabilidades eran escasas.
-Tonterías, son puras tonterías. Que puede decir una patética gema como tu que esta encadenada totalmente.-Dijo Jasper, dándose vuelta bruscamente para dirigirle una mirada de burla a Lapis- A nadie le importa, Lapis, solo las gemas fuertes ganan la batalla. Y yo he ganado esta batalla.
Lapis Lazuli, miro hacia otra dirección para no seguir viendo la mueca burlona de Jasper. Ella sabia que no eso no era así, quizás en el planeta madre la mayoría de las gemas se habían vuelto demasiado malvadas, egoístas y crueles que antes, pero sabia que al menos tenia un amigo a quien le importaba, Steven.
-Quizás...Pero...¿Que se supone que quieres lograr con lo que acabas de hacer? Es decir, yo...-Lapis se ruboriza al recordar aquellos besos feroces y autoritarios- Porque me besas de esa forma, me muerdes, me rasguñas y haces todo eso a tu gusto, haces conmigo lo que quieres por ser una gema fuerte. Pero ¿con que fin, Jasper? Si quisieras hacerme un daño mas grave ya lo hubieses hecho. He visto lo que le has hecho a otros gemas...-Bajo la mirada lamentándose al destino cruel que había visto perecer a algunas gemas en manos de Jasper.
Jasper en respuesta gruño. Guardando disimuladamente un arma detrás de su espalda, escondiéndolo de la vista de Lapis. Con pasos lentos y calmados se acerco ante su prisionera, mientras pensaba sus siguientes palabras.
-Uhmp, veamos porque quiero, porque me gusta dominar a las gemas mas débiles e indefensas, esa eres tu,Lapis Lazuli. Y puede que he sido menos cruel contigo que con otras gemas, pero quien sabe tu destino podría ser como el de aquellas gemas que viste morir de forma horrible.-Dijo seriamente Jasper, ahora estando frente a Lapis a unos pocos centímetros de distancia- Solo estoy esperando el momento indicado.-Dijo en un tono de malicia con aquel brillo de crueldad en su mirada felina.
-Aun no lo entiendo...Se que eres arrogante, egoísta, orgullosa....-Dijo Lapis Lazuli sin importarle si recibiría o no un inesperado golpe de Jasper- Pero...
-Me halagas, se que soy lo mejor.-Dijo Jasper interrumpiendo a la otra, mientras se miraba sus garras y alzaba su barbilla en un gesto de orgullo.
-Pero tu...me demuestras lo contrario. ¿No sera que te importo o sientes algo por mi, Jasper?-Dijo seriamente Lapis, mirando fijamente la expresión de Jasper- Si no te importo como dices entonces...¡Mátame y acaba con mi miseria, Jasper!-Vocifero Lapis, retandola. Ahora era su momento de desafiarla- Vamos que esperas, ya no soporto ser una prisionera, no poder hacer lo que quiera sin que estés merodeando. Si no soy mas que una gema débil entonces yo no quiero ser tu prisionera, prefiero morir antes de que quieras quitarme mi libertad...-Bajo la mirada manteniéndose cabizbaja, Lapis empezó a derramar unas leves lágrimas por sus ojos.
Jasper escuchaba atentamente las palabras desafiantes de Lapis, sin embargo el terror y la ansiedad le invadieron, sabia que destruir a una gema en combate le causaba placer o sublimar a otra gema. Pero Lapis tenia algo de especial, le gustaba torturarla pero no quería destruirla, aun no se cansaba de Lapis Lazuli, era su Lapis Lazuli, suya y no quería matarla.
-Tsk...Eres una tonta, Lapis Lazuli. !Tu eres mía, mi prisionera y estarás conmigo hasta que yo quiera¡ Haré contigo lo que me plazca y cuando quiera. ¡Eres mía, Lapis!-Vocifero malhumorada, Jasper, tomando bruscamente la barbilla de Lapis haciendo que alzara la cabeza, obligándola a mirarla a los ojos.
-¡No soy tuya! No soy tuya, no soy tuya. Me niego a ser tu propiedad. ¡No quiero ser lo! ¡Mejor destrúyeme, odio estar contigo, odio estar cerca de ti, odio que me toques con tu fuerza, lo que has sembrado en mi es solo odio y asco por ti Jasper! -Gritaba negando cada una de las palabras de Jasper; expresando todo sus sentimientos guardados por tanto tiempo, ahora lo estaba liberando sin importa las consecuencias. Con el único fin de provocar la ira de Jasper y que esta la destruyera acabando así con su esclavitud. Quizás la muerte seria su libertad. Ansiaba ser libre.
Jasper al oír aquellas palabras, frunció el ceño ante el fuerte rechazo que decía sentir Lapis por ella. Sabía muy bien que todo lo que le había hecho, no podía generar otro sentimiento que rencor u odio en la pequeña Lapis Lazuli. Sin embargo en el fondo del duro y cruel corazón de Jasper, sabia que deseaba y quería ser amada por Lapis, amar a Lapis, pero su duro orgullo se negaba amar. Amar era para los seres débiles como siempre se decía. Aunque estaba siendo desafiada para matar no dejaría que la ira le dominase y cediera a la petición de su prisionera.
-¡Basta! Sera mejor que calles, porque no voy a permitir que sigas desafiandome de esa forma. ¡No desafíes a la autoridad, pequeña mocosa! Se que me odias y prefiero que lo sigas haciendo. Pero no te dejare, ¿Sabes porque?Yo soy tu dueña y tu eres mi propiedad -Mientras decía aquellas palabras en un tono autoritario, hincaba uno de sus dedos en el pecho de Lapis, señalándola para darle enfasis a sus palabras- Te guste o no, este es tu destino...-Murmuro acercando su boca a la barbilla de Lapis, para luego morder con fuerza sus labios y procediendo a lamer descaradamente su rostro tal cual felina. En unos instantes cuando lamió por segunda vez los labios de Lapis, la prisionera chupo su lengua para luego morderla enfurecida. Ante la respuesta de Jasper, soltó un gruñido iracundo, alejándose de la boca ajena por el dolor provocado, mirando ahora muy enfurecida a Lapis.
Lapis miraba con el evidente odio que le tenia a Jasper.
-Digas lo que digas no quiero estar contigo...prefiero morir. Ojala que tengas tu merecido, Jasper, alguien que te haga pagar tu cruel tiranía.-Dijo Lapis en un tono desafiante. Luego de aquellas palabras lanzo un fuerte escupido hacia la cara de Jasper.
Jasper, se limpio rápidamente el escupitajo que tenia en el rostro. Ahora estaba enojada de verdad.
-¡Maldita mocosa!- Jasper grito enojada dándole una fuerte bofetada en la cara de Lapis Lazuli, debido al fuerte golpe hizo que su rostro por la fuerza del impacto se voltease de lado, dejando una gran marca de la mano de Jasper dibujada en la mitad del rostro de la chica azulada.
Jasper dejo mostrar el arma que tenia escondida, era el arma desestabilizador de gemas con el poder de que cualquier gema perdieran su forma corpórea regresando así su estado original y debilitándola. Dicha arma lo uso a continuación contra Lapis, apuntando hacia el abdomen de la gema, provocando una fuerte corriente que fue recorriendo cada parte de su cuerpo y generando una sensación de dolor y desequilibrio. Lapis Lazuli, chillo por el dolor, viendo por ultima vez la expresión enojada de Jasper, antes de sucumbir totalmente a la oscuridad que invadían sus ojos, perdiendo así la forma de su cuerpo, regresando a su gema, ahora cayendo en esos instantes en el suelo como una simple gema indefensa.