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A Lesson Never Learned (VHOPE) por Megalomaniac

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Notas del capitulo:

¡¡Hola a todos de nuevo!! :3

Bueno quería agredecer otra vez a la gente que me ha dejado reviews, me hace mucha ilusión ;_;

Aunque hayan sido pocos reviews estoy contenta por el número de visitas así que voy a actualizar

A LEER <3333

Me removía con toda la fuerza que podía pero no podía soltarme, la verdad es que reconocí aquella voz en seguida pero no podía creerlo. -¿C-Choi…? ¿Dónde estoy? ¿Qué pasa, por qué estoy atado?- Decía entre sollozos. – Yo de ti no me movería, solo conseguirás hacerte heridas pequeño- Dijo Choi mientras me sonreía con sorna. –P-por favor.. ¿Qué hago aquí? Suelta m-me te lo ss-suplico.  Pedí mientras me caían lágrimas de los ojos, estaba muy asustado en ese momento, solo quería ir al hotel a dormir y el dolor que sentía no estaba ayudando para nada.

 

Choi tenía razón ya que después de un buen rato forcejeando empecé a sentir un quemazón en las muñecas y los tobillos. – Oye, ¿Eres idiota? Deberías parar ya de hacer eso, va a venir el cliente dentro de un rato y le vas a dar una imagen horrible. ¡Estate quieto te digo!- Gritó el mayor mientras ponía sus manos alrededor de mi cuello, no llegó a apretar pero me quedé callado y paralizado por el miedo.

 

Estuvo un rato en esa posición hasta que logré tranquilizarme y regular mi respiración, entonces fue cuando abrí la boca y pregunté: ¿Qué cliente? ¿De qué hablas?. Choi se llevó una mano a su rostro, parecía cansado o frustrado, soltó un suspiro y después me contestó: Mira niñito no tengo por qué darte explicaciones de ningún tipo, es más, creo que es mejor que no sepas lo que está pasando porque de verdad si vuelves a ponerte como hace unos minutos voy a tener que partirte la cara.

 

En ese momento Choi se dirigió hacia la puerta y se marchó cerrándola tras él. Volvía a estar a oscuras, pero no quería perder el control otra vez, tenía que pensar cómo salir de allí. No entendía por qué mi supuesto amigo había dado ese cambio radical ni de que estaba hablando con aquello del cliente, pero algo me decía que tenía que escapar como fuera antes de que llegara. Empecé a observar más detenidamente por la habitación pero no había nada excepto la cama en la que estaba amarrado.

 

No sé cuánto tiempo pasó ya que no había apenas luz en la sala, pero supongo que varias horas porque empezaba a tener hambre y muchísima sed. Aun así no diría nada ya que temía que Choi o alguien más volviera a aparecer. No pude evitar pensar en mi familia, los echaba de menos, me sentía completamente solo y abandonado en un lugar desconocido, había prometido aprender todo lo posible para convertirme en un profesional y volver con más dinero para ellos y ahora estaba ahí atrapado sin poder salir y  sin saber que me depararían las siguientes horas.

 

Mis reflexiones no duraron mucho ya que la puerta volvió a abrirse entrando Choi otra vez con una bandeja que contenía algo de comida y una botella de agua. Se sentó en la cama a mi lado y me desató las manos de los postes del cabecero para ponerme unas esposas detrás de la espalda. – Ahora vas a comerte esto tranquilamente y después me iré- dijo con una voz dulce mientras me sonreía. De verdad que no había quien entendiera a este hombre, antes entraba hecho una furia y ahora parecía ser el mismo que había conocido en las calles de Seúl.

 

Cuando dirigió su mano con una cuchara para meterla en mi boca eché la cabeza a un lado, no quería nada que proviniera de él. Estaba claro que si me encontraba en esa situación era por su culpa y lo último que quería era hacer nada por él aunque me estuviera muriendo de hambre. Este me cogió la barbilla e hizo que le mirara. – Taehyung, estoy intentando hacer esto por las buenas de verdad, no juegues con mi paciencia.- Me advirtió con un brillo de ira en sus ojos.

 

Abrí la boca sin rechistar y engullí todo lo que ese hombre me daba, también bebí agua como un desesperado cuando me dio la botella. No tenía fuerzas para luchar contra él y si quería escapar de allí no podría ser si me dejaba medio muerto de una paliza así que opté por volverme obediente. Una vez hube terminado Choi se marchó otra vez, pero volvió al instante, llevaba una cámara de video con un trípode en las manos. ¿Qué era lo que pretendía hacer con eso? Empecé a gritarle que para qué era pero este se mantenía impasible, dejó la cámara ahí sin encenderla, se acercó a mí y me susurró al oído: Te dije que nada de explicaciones pequeño. A continuación, me quitó las esposas para volver a atarme a los barrotes y se largó dando un portazo.

 

Mierda, me estaba entrando sueño otra vez, ¿Qué me había dado Choi esta vez? Otra vez me habían drogado. Soy un idiota, no debía haberme comido todo eso, pero la verdad es que estaba muerto de hambre y si no lo hubiera hecho las consecuencias quizás habrían sido peores, entre esos pensamientos el sueño me venció y caí rendido en los brazos de Morfeo.

 

Desperté con un fuerte ruido en la puerta, era Choi pero esta vez no iba solo, un hombre le acompañaba. Llevaba una mascarilla que le cubría la cara, parecía más mayor ya que las canas le cubrían el pelo, era de complexión robusta y algo más bajo que Choi pero definitivamente parecía más fuerte y rudo. – Hmmm.. Veo que esta vez has conseguido uno bueno. Dijo el hombre desconocido mientras me observaba y cogía un mechón de pelo.

 

En esos momentos Choi estaba encendiendo la cámara y me miraba sonriente, su cara era de pura maldad, no sé cómo podía haber confiado en él tan ciegamente y ahora me ocurría esto. --Soy un completo idiota- pensé. – Muéstrame sus características y yo me quedaré fuera viéndolo todo por el monitor, no quiero ensuciarme las manos con este mocoso y a mi jefe no le gustaría que yo lo tocara antes que él. ¡Ah! Y desátalo anda, que da una imagen muy patética así y eso no le gusta a mi jefe.

 

Fue entonces cuando Choi, procedió a desatarme, aunque ya no estaba atado no podía moverme, mis extremidades no respondían a mis órdenes y fue entonces cuando empecé a asustarme de verdad, ¿Me había dejado inválido ese monstruo? ¿De verdad no podría volver a moverme? No quería creerlo, no podía ser verdad. Al parecer él leyó mi mente porque dijo: No intentes moverte, te he dado algo que te dejará así durante un rato para que dejes de ser un inconveniente. -Y no solo eso, también para que estés más receptivo a lo que va a suceder ahora. No puedo darle una mala imagen a este cliente ¿Sabes?- Dijo mientras empezaba a bajarme la ropa interior.

 

-Parece que a este cliente le gustan los disfraces, así que habrá que hacer lo que él quiera ¿No crees?, si te portas bien te quedarás con él y yo ganaré muchísimo dinero gracias a un estúpido niñato como tú.- Dijo mientras soltaba una carcajada. Entonces salió un momento y volvió con una especie de vestido con transparencias. Lo colocó en mi cuerpo adormecido y se quedó mirándome. – Qué gracioso, deberías verte criajo, llevas unas pintas buenísimas- Dijo este riendo de verdad. – Eres un jodido desalmado ¿Sabes? Púdrete.- Respondí mientras escupía dándole en la cara. – Maldita perra, te juro que si no estuviera esta cámara aquí ahora mismo te partiría la cara a hostias.- Dijo apretando mis brazos con fuerza. A pesar de no poder moverlos notaba el fuerte agarre y me dolía.

 

Estuvo así durante un rato hasta que al parecer volvió a sus cabales. –Bueno vamos a enseñarle al cliente lo que quiere ver.- Levantó mi vestido mostrando a la cámara mi entrepierna completamente desnuda. Entonces posó su mano sobre mi erección, un momento.. ¿¡Tenía una erección!? ¡¿Por qué?! – ¿Qué me has hecho hijo de puta? Dije entre jadeos, notaba mi cuerpo más caliente de lo normal. Y puedo asegurar que la situación no era nada caliente para mí, solo quería irme de allí. – Respondes mejor de lo que pensaba, si que van a ser buenas esas pastillas después de todo, mírate estás todo mojado, al cliente le va a encantar- Dijo mientras sacudía mi erección cada vez más rápido.

 

Me negaba a emitir ningún sonido, mordía mis labios para acallar los sonidos que querían salir de mi boca, no estaba disfrutando esto para nada. Era sucio y horrible. Aunque fuera gay esto me resultaba asqueroso, me estaban dando verdaderas ganas de vomitar, mi cerebro se estaba nublando por esa maldita droga, pero no podía abandonarme. Tenía que hacer algo para escapar.

 

Tras unos minutos en aquella situación en la que estaba aguantando con todas mis fuerzas para no correrme empecé a notar como mis piernas recuperaban la movilidad, aunque no hice nada ya que debía aprovechar esa oportunidad para escapar en el momento idóneo. Choi expuso mi entrada ante la cámara, estaba muy concentrado y se disponía a introducir un dedo para abrirla. Aproveché la ocasión para propinarle una patada todo lo fuerte que pude en la cabeza. Con la suerte de que se dio contra el borde metálico de la cama y cayó al suelo inconsciente.

 

Mis manos aún no me respondían pero aun así debía de irme de allí lo más rápido posible, abrí la puerta y empecé a correr sin parar. Llevaba ese ridículo vestido pero me daba igual, solo quería salir a la calle y escapar de ese infierno. Al salir de la sala vi al hombre enmascarado sentado en una silla frente a un monitor que enfocaba el cuarto donde había estado encerrado.  El desconocido tenía una mano dentro de su pantalón y la sacó en cuanto me vio para mirarme con rabia. – Eh, vuelve aquí o tu y yo vamos a tener un problema- Dijo mientras se levantaba.

 

Vi otra puerta que esperaba que diera a la calle y salí por ella. Así fue, estaba en la calle, me puse a correr a toda velocidad durante horas. No sé de donde sacaba la resistencia ya que nunca había destacado por ser atlético precisamente, pero la adrenalina recorría mi organismo, no podía dejar que me volvieran a atrapar de ningún modo. Paré por fin en un callejón al lado de unos contenedores, no tenía ni idea de donde estaba. Mis piernas empezaban a temblar por el cansancio. Me senté en el suelo y observé el cielo, estaba nublado y llovía, ni siquiera me había dado cuenta hasta ese momento. Dejé que la lluvia cayera sobre mi limpiándome pues me sentía sucio.

 

Era de noche, al parecer había estado un día entero metido en aquel sitio. Mi vida de verdad era ridícula, estaba completamente perdido, sin dinero ni documentación encima, en una ciudad que no era la mía, alejado de todos mis seres queridos y por si no fuera suficiente iba vestido como una jodida prostituta barata. ¿Es que nunca me va a pasar nada bueno en la vida? Susurré mientras las lágrimas resbalaban por mi cara.

 

Levanté la cabeza al darme cuenta de que las gotas de lluvia habían parado de caer sobre mí. Habrá parado de llover pensé, pero en vez de la visión del cielo encontré un paraguas verde encima mía. - Oye, ¿Qué haces aquí bajo la lluvia? Te vas a resfriar ¿Sabes?- Dijo un chico pelinegro mientras me miraba con una sonrisa sincera y me tendía una mano para ayudarme a ponerme en pie.

Notas finales:

¿Quén será el pelinegro? e.e

Siento hacer sufrir tanto a Tae, de verdad que es mi ultimate bias pero es lo que le toca ahora, ya le irán mejor las cosas D:

Espero que os haya gustado este cap y el ritmo que va cogiendo la historia, nos vemos en el próximo *----*

 


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