Despertar.
JongHyun se enredo al costado de JinKi, apretandose con fuerza, restregando su nariz en el brazo de su novio esperando que con esto fuera suficiente para que el chico mayor se despertara, pero no fue así, JinKi solo se removio en su puesto, girando sobre la cama y alargando su brazo, terminando por atrapar al menor en un fuerte agarre.
El moreno refunfuño por unos segundos, pero era difícil resistirse a ese calor que brotaba del cuerpo ajeno, ese dulce y suave aroma propio de su novio y así fue como terminó con su nariz hundida en el cuello del chico, aspirando todo lo que podía de ese olor, estremeciendose de vez en cuando al sentir el brazo alrededor de su cuerpo tensarse.
Cuando JinKi abrió sus ojos se encontró con el cabello alborotado de su novio, cuerpo apretado contra su cuerpo, rostro escondido en la curvatura de su cuello; una sonrisa curvo sus labios y alzo perezosamente su mano para peinar esos cabellos enredados en un gesto dulce y cariñoso.
—JongHyun, amor...
Llamó dulcemente y su contestación fue un suave y adorable gemido de pereza, el pequeño cuerpo apretandose más contra el suyo, nariz ajena frotandose en su cuello.
Esta era una de sus cosas favoritas en toda su vida: despertar y encontrar a su chico dormido, su respiración calmada y expresión serena.
Sus dedos se enredaron en las suaves hebras, sabiendo como esto le gustaba a su chico, estuviera dormido o no hasta que minutos después los ronroneos ajenos se volvieron más intensos y agudos, medio balbuceos donde su chico le llamaba.
—Aquí estoy ¿uh? ¿Estas despierto?
—Hgm... N-no...
JinKi soltó una carcajada y apretujo el pequeño cuerpo, hasta que el chico alzó su rostro y fofamente presiono un beso en los labios del mayor, quien aún seguía riendo por su adormilado novio.
—Callate... Traté de despertarte y... Y... Hueles tan bien... Mgh... Idiota.
—Que mala excusa Jjongie, muy mala excusa pero haré que despiertes.
Los ojitos de cachorro apenas se abrieron confundidos y los labios ajenos se apretaron de pronto, cuerpo saltando en su puesto, manos aferradas a su playera de dormir.
—¡Jin-JinKi no!
—Sht.
JongHyun se removio lo mayor posible, escapando de esa mano que estaba prodigando caricias a su miembro semi duro, terminando como siempre rendido a esos dedos gorditos alrededor de su falo, tan calientes y expertos que ya se encontraba moviendo sus caderas en busca de más.
—Aa-ah~ Nhm...
—Vamos bebé, estás tan duro, tan caliente, mmhm...
JinKi soltó una risita en su fuero interno al sentir como su chico le daba pequeños golpes en su pecho, como respuesta a esas palabras, bien sabia cuanto le gustaba al menor que él hablará sucio y cuanto esto le ponia.
Solo fueron unos minutos más, pulgar frotandose insistente en el glande húmedo e hinchado, dedos apretando la rígida carne, subiendo y bajando a un veloz ritmo hasta que su novio soltó un agudo grito, cuerpo agitandose y manos tensandose en su playera, semen caliente cubriendo la mano de JinKi y parte del vientre ajeno.
JongHyun jadeo por aire, mientras JinKi seguía masajeando vagamente su sensible miembro y el menor se alzó para presionar un ansioso beso en los labios contrarios, dientes afilados sobre el labio inferior, succionando luego y apartandose, tan brusco y torpe que luego se avergonzaria por ese beso.
—Bue... Buenos Días, gordito.
—Hgm~ Buenos días, mi bebé.
Los siguientes minutos fueron besos suaves, lánguidos, sus lenguas enredandose perezosas entre ellas, JongHyun gruñendo porque se sentía sucio y pegajoso, JinKi distrayendole con nuevos besos y mordidas.
—Quiero cereal con leche achocolatada.
—Lo que tu quieras.
Y JongHyun sonrió ante esa promesa, volviendo a apretarse contra su novio, su nariz frotandose en el cuello pálido de su chico, aspirando ese dulce aroma suyo.
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