Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No fue mi culpa por Liyis

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!

Vengo a actualizar, recuerden que este capitulo es consecutivo al anterior.

Espero les guste. =>.<=

¿Cómo puedes pensar que eres alguien que vale la pena? ¿Qué es lo que tienes de especial? Nadie tiene nada de especial, todos son iguales. Todos lastiman a otros y tú no puedes hacer nada para defenderte porque todos te van a atacar. ¿A quién le pides ayuda cuando eso pasa? si estas solo... Yo estoy solo.

 

La luz del sol que entraba por las ventanas alumbraba aquella casa, una casa grande de tres pisos con todas las comodidades de una familia, una familia que fue destruida hace 2 meses y que la noche pasada termino de romperse.

El sol alumbraba en la cara de un joven, que dormía cómodamente en un sillón acostado. Su cabello castaño estaba desordenado, tenía una barba de unos 5 días y su vestimenta estaba desacomodada.

Con el sol estorbándole abrió sus ojos verdes de un tono oscuro. Al abrir sus ojos un dolor de cabeza inmenso lo ataco, debido a todo el alcohol que había consumido la noche pasada. Puso su mano en su cabeza para detener su punzada cuando noto un color peculiar en ella, tenía las manos manchadas de sangre.

Todos los recuerdos de lo que había pasado la noche anterior llegaron a su mente.

¿Cómo podía reaccionar ante eso? no lo sabía y no le interesaba. Se puso de pie tranquilamente y subió las escaleras, no sentía un poco de preocupación o algo de intranquilidad, camino por los pasillos hasta su cuarto.

Ahí, en el piso, estaba su hermanito, estaba inconsciente y con un muy mal aspecto. Pues el mayor lo había golpeado de manera salvaje hasta que el niño dejo de moverse por perder el conocimiento, después lo dejo ahí y se quedó dormido en el sillón.

Por algún motivo no le importaba, no le importaba que el menor apenas y podía respirar, que las heridas provocadas con el cinturón que le causo hayan sangrado tanto, que su cuerpo temblara ligeramente pero no se moviera ni un poco por el dolor. No sentía empatía por él, ni un poco de lastima.

Camino hasta él y lo cargo, se había creado un charco de sangre, ahora seca, en el cuerpo del menor. Lo llevo a su cuarto y lo aventó en su cama. No lo quería en su pieza, ni que luego lo molestara.

Salió del cuarto y se fue a darse un baño debido a que estaba manchado, después el niño se curaría sus heridas y limpiaría la habitación no lo quería manchado de sangre.

 

Unos minutos después el niño despertó. Sus ojos rojizos se abrieron, estaba confundido y su cuerpo le ardía, entonces el recuerdo de su hermano atacándolo lo hiso llorar. No se quería mover, le dolía mucho. Su cuerpo no le respondía bien de todas maneras y su respiración era irregular.

Todavía no entendía muy bien que había pasado. ¿Ahora su hermano también lo odiaba? ¿Por qué estaba en su contra? ¿Por qué tuvo que esperar hasta ese momento para lastimarlo? ¿Porque ahora?

¿Ahora qué pasaría? Era otra de sus preguntas ¿Ahora cómo podía resolver eso? talvez era necesario, se lo merecía ¿no? De algún modo él lo pedía a gritos. Pero no esperaba que su hermano y la única persona que quiere en el mundo lo hicieran pagar.

Se quedó en sus pensamientos un rato más, luego intento levantarse, con esfuerzo se pudo sentar en la cama. Se observó un poco y vio su ropa con sangre suya. Eso lo asusto mucho. Se bajó rápido de la cama pero al tocar el piso con sus pies se cayó. Estaba débil. Pero no tenía nadie que lo ayudara.

Se sostuvo de lo que pudo para ponerse de pie. Camino hasta el baño de su cuarto con cuidado. No sabía cómo había llegado a su pieza. Abrió la puerta y volvió a caer contra el piso. Respirando pesadamente gateo hasta la tina y giro la llave donde empezó a caer agua fría que poco a poco se hacía caliente.

Con esfuerzos se sentó dentro de la tina tiritando de frio, se quedó ahí sentado hasta que esta se llenó estando el agua ya más tibia. Se fue quitando la ropa una vez que se había acostumbrado al calor. Sus heridas ardían mucho y le dolían sus brazos, no quería ver su cuerpo a través del agua porque esta se había tornado de color rojo y no se imaginaba como estaría.

El dolor era mucho y solo se abrazaba a sí mismo. Cerró fuertemente sus ojos y se sumergió, dejando que el agua también enjuagara la sangre de su rostro y sus lágrimas. Por un momento pensó ¿Qué pasaría si se quedaba debajo del agua? ¿Cómo sería ese momento en el que no estuviera? Si no hubiera existido sus padres seguirían vivos.

Saco su cabeza del agua, respirando agitadamente, su cabello mojado se pegaba a su rostro y de algún modo se dejaban ver una pequitas claras en sus mejillas y nariz. Se sujetó de la bañera para poder salir.

Se puso de pie tratando de mantener el equilibrio y tomando la cortina de la bañera saco uno de sus pies y luego el otro. Tomo con cuidado su toalla y se cubrió con ella. Seco su rostro y camino lentamente  a la salida pero en un descuido se tropezó y se calló, logró meter las manos así que solo sus rodillas pegaron con el azulejo. Volvió a pararse y salió con más cuidado.

Se sentó en su cama y se quitó la toalla observando sus heridas. Tenía marcas y moretones en sus piernas y su pecho. Sus brazos tenia cortadas que algunas sangraban todavía y otras no. Sentía el sabor metálico de la sangre en su labio y su ojo le ardía mucho.

Saco el botiquín de primeros auxilios que tenía en su cuarto y trato de curarse. No tenía mucha experiencia haciendo eso. Él nunca se había atendido solo, siempre lo ayudaba su mamá. Solo se unto una pomada y se vendo un poco.

Cuando acabo se vistió y se quedó sentado, recostado en la pared de su cama. Todo le dolía como para que se pudiera ayudarse el solo. Se metió dentro de las cobijas y para dormir un poco, para ya no pensar pero de algún modo sus ojos no se cerraban.

 

Eliot salió de ese corto baño con una toalla en su cintura dejando ver su piel morena y abdomen marcado. Su piso seguía manchado de sangre y eso lo molesto bastante, no se sentía cómodo. Ese día no tenía que trabajar y el simple hecho de pensar en su hermano lo hartaba.

Estaba algo afligido pero no sentía remordimiento de haber lastimado a su hermano menor de tal manera, se merecía ese maltrato y lo lastimaría todavía más.

Justo ahora planeaba hacerlo limpiar todo ese desastre, así que se vistió y camino al cuarto del menor, abrió la puerta bruscamente y lo vio entre las sabanas con sus ojos verdes bien abiertos. Ya se había despertado y por lo que veía también estaba aseado. Hasta que hacia algo por su propia cuanta. Camino y le arrebato las cobijas. Adrián había intentado protegerse con ellas, pero no le funciono.

-Levántate- le dijo con voz seria.

Lo tomo del antebrazo y lo hiso levantarse. El más pequeño se quejó. Apenas y podía mantenerse de pie sin tropezar. Pero a Eliot no le importo, lo jalo hasta que entraron a la habitación con el piso lleno de sangre seca, cuando lo soltó Adri cayo de rodillas.

-Quiero que limpies todo esto- dijo con voz de orden, o así lo entendió el menor. Miro el piso y se asustó mucho, toda esa sangre seca del piso era suya. Sus ojos se volvieron cristalinos y saco pequeños jadeos mientras intentaba no llorar. El mayor estaba de pie observándolo.

-No te pongas a llorar- le dijo cuándo lo noto, lo conocía y sabia como actuaba cuando quería llorar. –No quiero volver a escuchar tus lloriqueos por la casa ¿me escuchas? Ya estoy harto de todo esto y estoy harto de ti, todo el tiempo no haces más que lamentarte. Eres un asco-

Adri miro a su hermano dolido y confundido ¿Por qué ahora? Se volvió a repetir en su cabeza.

Eliot se acercó al menor con la intención de hacer que se moviera, pero cuando lo hiso Adri se arrastró hacia atrás asustado, alejándose del mayor.

-Lo…lo hare- dijo rápidamente, no quería que lo volvieran a golpear. Quería decirle a su hermano que no podía hacerlo, que le dolía siquiera respirar, pero lo más probable es que no le importara y aun así lo pondría a limpiar. Mientras quería mantenerse a salvo.

El mayor detuvo sus movimientos observándolo. Esa carita que tenía el menor, era como la de un cachorro asustado, cualquiera se lamentaría de él, pero a Eliot no le importo. Lo tomo de la camisa y lo volvió a acercar a él.

-Escúchame- le dijo con voz seria mientras el menor temblaba y respiraba agitadamente –A partir de ahora las cosas van a cambiar bastante, olvídate de todo lo que has vivido antes y de mis padres, ¡ni siquiera se te ocurra mencionarlos! no tienes el derecho. ¿Te sentías culpable? Pues adivina, recibirás el castigo que esperabas-

-P-pero- el menor no sabía que decir. Le dolía mucho su cuerpo y no pensaba con claridad, ¿A qué se refería con castigo? Aparte estaba muy asustado, solo cerro sus ojos y asintió rápidamente con la cabeza.

El mayor lo soltó y salió de la habitación. A partir de ese día las cosas cambiarían mucho, y su hermano recibiría lo que se merecía.

 

Adrián se quedó en la habitación observando la mancha de sangre en el piso y comenzó a hacer lo que le ordenaron. Cómo si supiera hacer ese tipo de cosas.

Se levantó del piso y abrió lentamente la puerta, no veía a su hermano y lo agradecía bastante, bajo las escaleras, podía ver como sus pies tenían moretones en sus dedos, eso era muy doloroso. Entro al cuarto de lavado y lleno una cubeta con agua, la cual pesaba bastante.

Sostenerla con sus manos llenas de cortes había sido una tortura, la cargo hasta que volvió a la habitación. ¿Ahora que debía hacer? No tenía idea, volvió a bajar las escaleras y tomo unas botellas con detergentes que la mujer que ayudaba con el aseo de la casa solía usar y regreso a la habitación.

Intento abrir una de las botellas pero estaba atorada y no tenía suficientes fuerzas, siguió intentando hasta que lo logro, pero casi todo el líquido salió volando, dejando embarrado el piso y sus manos empezaron a arderle. Soltó la botella por reflejo y miro sus manos, había caído detergente en sus heridas y ahora se estaba convirtiendo en un intenso dolor, como si se estuviera quemando, las  metió con prisa dentro de la cubeta para enjuagarlas y que dejara de doler.

Volvió a tomar la botella y hecho el detergente a la cubeta, luego saco un trapo para comenzar a limpiar, ahora venía lo peor. Metió sus manos al agua, el ardor que le provocaba era horrible, enjuago el trapo y comenzó a limpiar, pero no veía resultados. Por más que tallaba seguía de la misma manera y ya no soportaba el dolor de sus manos.

Se puso de pie y con una patada tiro toda el agua de la cubeta. Ya estaba desesperado y sabía que Eliot no estaba en la casa. Se mantuvo haciendo lo mismo por unas horas más hasta que logro disipar un poco la mancha, ya no se veía tan mal.

Recogió todas las cosas y las dejo en el cuarto de lavado, ahora se sentía cansado. Sus manos estaban sangrando pero hace poco se había acostumbrado al dolor. Una sonrisa apareció en su rostro, una sonrisa de burla hacia el mismo, mientras escuchaba las voces en su cabeza gritándole que si el mismo no podía ayudarse, nadie más lo haría y le parecía completamente irónica esa frase en su situación. Porque nadie iba a ayudarlo y él ya no podía hacerlo. 

Notas finales:

Bueno espero les haya gustado, esperaremos comentarios!!

Gracias a todos los que comentan.

Besos y abrazos digitales 

Liby y Yayis


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).