Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No fue mi culpa por Liyis

[Reviews - 144]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mazapanes!!

Traigo actualizacion, muchas gracias a todos los que me felicitaron por mi cumpleaños. Los amo.

Bueno anuncio que este capitulo es continuo al anterior. 

Disfrutenlo :D

No me había dado cuenta… de lo mucho que cambie, sigo dejando que el miedo que me provoca me consuma y me atrape, yo no busco un modo de salir, y en menos de lo que me di cuenta me cambio, tanto… que ahora ya no puedo defenderme de otras personas.

 

El reloj marcaba alrededor de la 1 de la tarde, el sol brillaba pero era tapado por las nubes debido al viento.

Eliot recién había despertado y ahora se estaba dando un baño para salir a su trabajo. Dejando que el agua recorriera su cuerpo y lo limpiara, salió de la regadera con la toalla en la cintura y se acercó al espejo, noto el inicio del bello en su barbilla mientras el agua goteaba desde su cabello.

Abrió una de los cajones donde guardaba su rasuradora y entonces vio que faltaba uno de sus rastrillos, enojado azoto el cajón recordando la idiotez que había hecho el menor.

Decidió dejarlo como estaba, solo se cambió vistiendo de traje como normalmente lo hacía para ir a trabajar y tomo todas sus cosas.

Se retiró de la casa sin desayunar, no tenía muchas cosas en la nevera, prefería comer en un restaurante y dejaba que Adra averiguara que comer por su cuenta pues no lo alimentaba muy a menudo. Tampoco paso por el cuarto del menor, no le veía caso, a fin de cuantas Adri ya sabía que cuando el regresara tendría que estar toda la casa limpia y bien arreglada.

Se subió a su auto y arranco, iba con calma pues entraba ese día a las 2, a una simple revisión, pero antes quería realizar una pequeña visita.

 

 

Adri estaba caminando por la ciudad. Ir a pie hasta el cementerio era muy lento, no iba con todas las ganas del mundo, quería ver a sus padres y llorarles pero tenía miedo de que Eliot se enterara, se supone que iba a trabajar desde las 2 así que tenía todo ese tiempo para verlos.

La ciudad era grande y ese día la gente abundaba bastante, sabía dónde estaba el cementerio pero aun así trataba de no perderse. Era ignorado por todos, cada quien en sus propios asuntos sin prestarle atención a nadie, y a él le gustaba que así fuera.

Iba a mitad de camino cuando se encontró con una tienda de arreglos florales que se veía distinguida y de buena calidad, reviso su mochila y saco su chaqueta, se la puso poniéndose también la capucha y reviso el dinero que llevaba, no era mucho pero podría llegar a un acuerdo con el encargado, así que con todo el valor del mundo entro al puesto para comprar las flores y llevarlas a sus tumbas.

Reviso con la vista cada una de ellas, eran arreglos grandes y lujosos con flores de miles de diseños y también había pequeñas docenas de rosas o violetas. No había nadie en la tienda y no veía al encargado por ningún lado.

Vio un arreglo de flores, eran 20 flores, 12 rosas y las otras 6 eran tulipanes blancos que decoraban y combinaban con las rosas rojas, ese le encanto, era perfecto, se acercó un poco a verlo y reviso el precio. Era una gran cantidad pero le alcanzaba el dinero.

Tomo el ramo de flores y lo dejo en el mostrador esperando que alguien llegara a atenderlo. En lo que esperaba la campana de que un cliente nuevo llegaba sonó, ese sonido lo asusto un poco.

Entro cuidadosamente una linda niña de unos 7 años, de cabellos rubios algo sucios y  cargaba con ella una canasta de dulces, había entrado debido a que no veía al encargado y solo a ese chico de cabello castaño.  Adri desvió la mirada pero alguien jalando su chaqueta le llamo la atención.

-Disculpe- hablo la niña con toda la inocencia que podía -¿le gustaría comprar uno?- la ropa algo gastada de la niña y su cabello despeinado demostraban que era de la calle o al menos alguien con padres con suficiente mala suerte.

No sabía si comprarlo, la pequeña le daba ternura y sentía algo de lastima por ella, pero necesitaba el dinero, estaba a punto de contestarle cuando el sonido de alguien bajando unas escalera lo alerto, la niña se agacho lo más rápido que pudo debajo del mostrador para que no la vieran.

-Buenos días ¿Que se te ofrece?- hablo un hombre de unos 50 años de edad.

Adri estaba confundido por la reacción de la niña pero lo dejo así -Bu-bueno días, vengo a comprar este arreglo de flores- se lo mostro.

-¡Oh! Lo siento mucho niño pero este arreglo no está en venta-

-¿Pe-perdón?- pregunto incrédulo.

-El arreglo está reservado-

-¿Para quién?-

-Para una joven, la hija del empresario de autos de la familia Miller- hablo el hombre con total superioridad. Adri solo vio al señor con algo de molestia, él era parte de la familia Miller y si hablaba de una chica era su prima, la cual no le caía muy bien.

La familia Miller era dueña de una empresa de manufactura de autos, su hermano era ahora el líder de la compañía quien antes era su padre.

-¿Se te ofrece algo más?-

-Pero... Tengo suficiente dinero para comprarlo-

-Lo siento niño pero aquí solo vendemos flores para gente con... ¿cómo te lo explico?... clase-

-¿Clase? o ¿gente con dinero?-

-Escucha- dijo el hombre decidido a acabar la conversación -no tengo tiempo si no vas a comprar nada más...!Oye!- exclamo con enojo, esta vez no se dirigía a él, se dirigía a la niña que en un movimiento en falso el hombre la vio.

Ella empezó a correr -¡Oye mocosa vuelve aquí!- el hombre salió del mostrador pero en cuanto había avanzado hacia la niña esta llego a la puerta y siguió corriendo olvidando la canasta de dulces que llevaba con sigo. El hombre tomo la canasta y salió un poco del establecimiento molesto

-¡Oye mocosa vuelve aquí!… me quedare con esto, a ver si así aprendes a no entrar a mi negocio-

El hombre entro de nuevo hecho una furia. Dejo la canasta en el mostrador y miro a Adri con odio.

-¡¡Y tu niño lárgate!!- exclamo más que enfadado, Adri se asustó un poco por el tono de voz que uso, pero no dejo que lo intimidara, tomo con rapidez el ramo de flores y la canasta de dulces del mostrador y salió corriendo aprovechando su velocidad mientras el viejo le gritaba.

 

Ya que se había alejado lo suficiente se detuvo en una esquina, cerca de un callejón, respirando agitadamente, tomaba con fuerza las flores y la canasta, tenía la cabeza recostada en el muro, nunca había hecho eso, robar, pero al menos su conciencia lo reconfortaba diciéndole que ese hombre no perdería nada.

Seguía descansando cuando vio a la niña, la pequeña estaba oculta en detrás de un bote de basura observándolo.

-Ven- la llamo de manera dulce y ella se fue acercando con timidez. Cuando estuvo lo suficiente cerca Adri le extendió la canasta.

-Gracias- dijo la pequeña.

-No hay de que- la niña solo se abrazó a la canasta mientras lo miraba, Adri tomo el ramo de flores y saco uno de los tulipanes y se lo extendió.

-Gracias- volvió a repetir mientras tomaba la flor con sus mejillas sonrojada, se dio la vuelta de manera tímida y luego empezó a correr volteándolo a ver un poco. Él se despidió de ella con un movimiento de mano.

 

Mantuvo esa pequeñita sonrisa en su rostro unos segundos, luego volvió a recordar que estaba solo y la sonrisa desapareció. Se enderezo para seguir su camino, abrió su mochila y se sacó la chaqueta, la volvió a meter en esta y  tomo el ramo de flores para hacer lo mismo, no era muy buena idea pero no quería llevarlas en la mano, entonces escucho que lo llamaban.

-¡Valla!- hablo una voz socarrona –Hasta que te dejas ver- Adri observo a la persona de la voz sorprendiéndose. Era Marcus, el tipo con quien siempre peleaba en la escuela, no lo había visto desde que Eliot lo saco de ahí, realidad casi no había salido desde ese día.

Marcus era un chico problema al igual que Adri aparte de que ambos venían de una familia reconocida en la ciudad, Marcus era más alto y el color de su cabello era anaranjado, detrás de él estaba Javier, el otro imbécil, solo que él era más inteligente o al menos era prudente.

Adri no sabía que decir, estaba asustado de verlos. En otra ocasión simplemente los hubiera ignorado y estos seguirían insistiendo hasta comenzar una pelea. Pero ahora ya no podía hacer eso, la confianza que tenía sobre sí mismo se había acabado, solo abrazo su mochila.

-¿Por qué ya no vas a la escuela?- le pregunto Javier mientras lo analizaba.

-Yo…- seguía aferrado a la mochila –No es nada que les interese-

-Aja- dijo Marcus con burla –sabes, después de esa pelea en la escuela te estuve esperando para darte tu merecido los demás días cuando acabo tu suspensión- empezó a caminar acercándose –Pero ¿sabes que sucedió? Ya no regresaste y me entere de que saliste de la escuela ¿Por qué mierda fue? ¿Pánico?- empezó a reír.

-¿Para quién son esas flores?- volvió a preguntar Javier.

-Nadie- dijo Adri un poco más enojado.

-Que formas de contestar- hablo Marcus, al ver la mirada de Adri sin prestar mucho interés lo molesto –Oye, estas comenzando a desesperarme-

-Como si  me interesara…- Marcus lo empujo haciéndolo callar, en esos momentos empezó a temblar, se sentía asustado, Marcus le quito las flores – ¡Espera!- grito tratando de que no se las llevara.

-Dijiste que las flores no eran para nadie, así que, ¿para que las necesitas?- empezó a jugar con las flores, aventándolas y agitándolas, Adri solo las observaba, como los pétalos caían al piso, marchitándose de manera automática, acabando con su vida.

-Para…- dijo en susurro. Pero ellos no se detenían, Javier comenzó a caminar hacia Adri y lo tomo del mentón.

-Sabes, recuerdo que me debes un golpe en el rostro- Javier le lanzo un golpe en su mejilla, para luego seguir lanzando más, Adri empezó a gritar y a tratar de cubrirse, arrinconándose en la pared, no podía defenderse, ya no sabía cómo hacerlo, quería que lo ayudaran, quería que Eliot lo salvara.

 

La pequeña niña que había estado jugando se había dado una vuelta más por el lugar, esperanzada por volver a ver al chico de ojos verdes que le había gustado como su pequeño amor infantil. Cuando regreso al callejón, miro la escena pasmada, dos chicos que lo estaban golpeando, solo lo lastimaban.

La niña estaba aterrada, no sabía qué hacer, ni cómo ayudar, decidió salió corriendo por ayuda. Empezó a correr por los puestos gritando por algo te atención pero nadie la volteaba a ver. No sabía a donde ir.

Empezó a correr para cruzarse la calle cuando un auto apareció de la nada, la niña se quedó quieta esperando el impacto pero este nunca llego.

 

Eliot estaba en el auto, después de haber salido de casa empezó a conducir hasta la florería.

Iba pensando en la empresa y los deberes y luego llego a la mente sus padres, que de la nada lo llevaron a preguntarse por Adri, no lo había visto desde la noche y aunque no quería admitirlo estaba preocupado por el, de alguna manera rara, por los cortes de su muñeca.

Pudo matarse, ya se lo había advertido Héctor en el trabajo. Ese niño no resistirá mucho. En su distracción no noto a la niña que atravesaba la calle corriendo y con todo lo que pudo freno el auto antes de que la atropellara. 

Notas finales:

Ojala les guste.

Espero comentarios ;D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).