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¿puedo pensar que es amor? por Marty

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Notas del fanfic:

Este es un fic de Yamamoto x Gokudera. 

Los personajes no son míos pertenecen a la creadora de Katekyo Hirtman Reborn!, Akira Amano.

 

Notas del capitulo:

Yamamoto x Gokudera, espero que les guste, lo actualizaré muy pronto y espero que no sea muy largo.

Gracias por leer.

Eres lindo.

Era invierno y las vacaciones de temporada se acercaban, estaba todo bien, hasta que el idiota del beisbol me pidió ayuda para pasar sus exámenes. Tuve que aceptar porque el décimo se encontraba cerca, realmente a ese tipo lo odio, sabía que no lo rechazaría porque el décimo estaba ahí.

-¡Ah…! Ese idiota. Se está retrasando.- Se supone que nos veríamos en la plaza para ir a comprar unos libros de referencia y ¡ya me hizo esperar 7 minutos! Bueno eso me pasa por llegar antes.

-¡Gokudera! Hey, lamento hacerte esperar.

-Vaya… ya era hora.

-Lo siento, lo siento, ¿vamos?

Empecé a caminar delante de él y llegamos a la librería, le preguntamos a la chica del mostrador acerca de los libros de referencia y nos dijo que en el pasillo cuatro. ¡Por alguna razón no dejaba de mirarnos! Incluso estaba roja. Que raros son los japoneses.

-¿Cuáles tenemos que llevar? Gokudera.

-¿Ni siquiera sabes eso?

-Jaja lo siento, creí que era algo fácil.

-… -Este idiota, no tengo ganas de seguir con esto.

-Bueno, solo llevemos los que dijo el profesor.

-¿Los recuerdas?

-No, pensé que tú sí.

-Por supuesto que sí. Eran: este, este y… este.

-Eres un genio Gokudera.

-Cla-claro. - La verdad es que apenas si los recordaba pero tener que decirle a un idiota que no lo recordaba sería demasiado humillante.

-Bueno, vayamos a mi casa ahora.

-¿Qué? ¿No se supone que iríamos a la biblioteca?

-Pero estoy hambriento, además hace mucho frío. Si vamos a mi casa podríamos poner el futón y ponernos calientes.

-Idiota del beisbol también necesitas estudiar idioma, quisiste decir que nos calentaremos ¿no?

-Sí, si algo así…

Caminamos hasta su casa, su padre estaba atendiendo la tienda de sushi, “Takesushi”, y dijo que dentro de poco nos llamaría para ir a comer.  Pasamos a su sala y de pronto todo se escuchaba muy tranquilo, definitivamente podremos estudiar muy bien aquí. Decidí sentarme junto a él para que fuera más cómodo enseñarle.

-Bien, empecemos.

-Si.

Pasaron algunos minutos y noté que el idiota del beisbol se estaba quedando dormido y me moleste mucho, yo esforzándome y este idiota sólo desperdicia mi tiempo.

-¡Idiota! No te quedes dormido, apenas empezamos.

-¿Eh? Ah sí, Gokudera tienes algo en el cabello.- se acercó a mí y toco algo de mi cabeza.

-Rayos, quítalo rápido.

-Sí, ya está.- y boto algo hacia el bote de basura. De inmediato me di cuenta que estábamos demasiado cerca y no pude evitar sonrojarme.- En verdad tienes una piel muy blanca Gokudera.

-¡!.. No es eso… es que tú eres algo moreno. Ahora ¿podrías moverte?

-¿Eh? Quiero verte un poco más… no siempre tengo esta oportunidad.

-Aléjate, idiota.- Y de pronto en un segundo los labios del idiota estaban sobre mí.- ¿Qué demonios haces? –Dije en un grito y con la cara súper roja.

-Gokudera, no me pude contener.

-¿Es eso una excusa?

-¿Si?

-Idiota, y ¿qué si tu padre hubiera entrado?

-No lo creo…

-Demonios… me voy.

-¡No puedes!.. eh, tenemos que estudiar.

-No me importa.

-Vamos ¿Qué le dirás a Tsuna?

-Pues la verdad.

-¿Enserio la verdad? –Su tono desafiante comenzaba a irritarme aún más.

-…No puedo manchar la pura mente del décimo con cosas como estas, por eso sólo diré que me canse de enseñarte.

-Mmm... –dijó en un puchero. No tenía ni idea de que el idiota hiciera esa clase de caras.- Me gustaría que te quedaras Gokudera, además ¿no tienes frío? –se acercaba más a mí y de nuevo nuestros labios se unieron en un beso, esta vez siendo más apasionado, lamió mis labios e introdujo su lengua en mi boca, se movía de un lado a otro, involuntariamente yo también empecé a moverla. Nuestras lenguas empezaban a chocar y cuando no pude más me separé de él de un empujón, nuestras respiraciones estaban aceleradas y mi cara como un tomate, ah odio sonrojarme por algo así… además que sucede conmigo ¿me gusta Yamamoto? No, imposible… Pero cuando estoy con él me siento raro.

-Idiota, ya detente.

-Pero tú también lo disfrutaste ¿no? Mira.

¿Eh? A que se refiere… mire hacia donde señalaba y noté que estaba… duro.

-En que momento… imposible… no me di cuenta, no es lo que piensas, no estoy duro por ti ni nada, yo sólo… es que hace mucho que no lo hago y ese beso lo provocó.

-Mmm… Entonces ¿que provocara esto?- y el muy idiota me dio un beso en el cuello al tiempo que ponía una mano en mi miembro.

-De-de… tente.

-Gokudera, eres muy lindo, con tus mejillas rojas y todo.

-Cállate tonto. –De inmediato el continuo besando mi cuello, y masajeando mi miembro por encima de la ropa, ya empezaba a doler, pero este dolor era muy… satisfactorio. ¿Por qué simplemente no lo detengo?- Ngh… ah…

-Gokudera.- susurró en mi oído, sabía que no aguantaría mucho más. Pero de pronto se escucharon pisadas llegando a la sala y él paro enseguida, se acomodó en su lugar y yo estaba a punto de morir de vergüenza.

-Yamamoto, ya casi esta lista la comida. Vaya, esto se ve algo difícil… ah este libro lo he leído antes. –el padre del idiota no era una mala persona pero en este momento en verdad quería que se fuera cuanto antes. Mientras tanto, bajo el futon sentí una presión en mi pene, me di cuenta de que era Yamamoto, masajeándome con su pie.

-nhg…

-shh… ¿o quieres que se dé cuenta de lo que estamos haciendo? –dijo en un susurro inaudible para su padre.

-¡Por supuesto que no! –dije en el mismo tono.

Y mientras duro esa pequeña conversación y el padre de Yamamoto nos contaba lo mucho que disfruto aquel libro, Yamamoto no se detuvo y sentía que estaba a punto de explotar. No podía moverme ni hacer algún ruido, incluso trate de disimular mi sonrojado rostro. ¡Ese maldito idiota pervertido! lo haré pagar por esto…

-Bueno chicos, deje el puesto solo, pueden venir cuando quieran. ¿Mm? Gokudera, te ves un poco rojo, quizás es un resfriado, deberías quedarte por hoy.

-Jajaja… si papá tienes razón, quédate por favor Gokudera.

-O-ok.

-Ya está decidido, bueno papá en un momento vamos.

-De acuerdo. –su papá se fue y cuando salió por completo, Yamamoto me dió un beso al tiempo que desabrochaba mi pantalón y dejaba de lado mis boxers. Con eso al fin pude correrme y se sintió tan bien que no pude sino aferrar mis brazos  al cuello de Yamamoto y dejar que mis gemidos hicieran eco en la boca del idiota.

-Gokudera… eres realmente lindo.

-Cállate idiota.

-Bueno, vamos a comer. Después, quizás en mi cuarto podamos terminar esto. Ah pero antes debo limpiarte.

-¡De ninguna manera! Y lo hare yo mismo. –Al cabo de un momento ya estaba listo e impecable.-  Ahora vamos, que ya tengo hambre.

Este idiota ¿Qué se cree? Y yo, ¿Por qué me corrí? Puede que si… ¿sienta algo por él? ¿Pero qué piensa él de mí? Carajo, no sé cómo pasaré la noche aquí.

Notas finales:

Este es mi primer fic sobre Yamamoto y Gokudera, espero que les guste. Como ya mencione, espero actualizarlo pronto y que no sea muy largo. 

Gracias por leer. 

Atte: Marty.

 


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