Pero si te dejo ahora ….
Siento que ya te habré perdido para cuando regrese.
Una gruesa lagrima surco el rostro del moreno, es que de por si su vida siempre seria una tragedia y una tortura.
“Tu nombre desde ahora es Milo Antares Verseau”
Miro sus manos llenas de cayos y cortes, su piel estaba algo descuidada al igual que su cabello rubio que permanecía alborotado, seguía siendo en el fondo aquel niño temerario que vivió por 3 años solo en las calles.
Flash Back.
-Que es esto-pregunto el pequeño Milo mirando un delicado dige de plata en forma de un cristal de nieve, Menelao sonrió ante la pregunta.
-Es de tus padres, un regalo de ellos, ya sabes tus nuevos padres tampoco ya están pero hubieran estado encantados contigo-Milo tomo el collar entre sus manos y lo miro fascinado.
-Te gusta, es una reliquia-Milo sonrió era el primer regalo que le daban en su vida.
-Quienes eran-pregunto el pequeño milo aun mirando su nuevo regalo.
-Eran Santos Dorados, y como ahora eres su hijo debes de llevar con orgullo sus apellidos, así que no hagas tonterías si no los enojarías mas a uno que al otro pero se enojaran-Milo hizo un puchero no le gustaba que lo regañaran el era libre y Menelao lo sabia por algo vio en el a Degel y Kardia.
-Seré fuerte como ellos-Menelao asintió dándole pequeñas palmadas en el hombro.
FFB
“Eres especial Milo no lo olvides, tu eres el principio y el fin”
Milo apretó con fuerza el dige que colgaba de su cuello, cuando era pequeño jamás pensó en el peso de esas palabras pero ahora que era un adulto si y lamentablemente Menelao ya no estaba para decirle el porque.
-Athena permíteme cumplir mi misión-susurro Milo posando su mano sobre su fría armadura justamente encima de su corazón.
-Pensativo-Milo se giro hacia donde provenía la voz de su compañero de guardia, Mu de Aries que le miraba fijamente.
-Algo, vienes por lo de hace un rato verdad-dijo apoyándose relajadamente en un pilar de su casa.
-Si, esto es malo hay que informarle al patriarca-Milo miro hacia las casas superiores y suspiro no quería ver a Camus si lo veía de seguro lo terminaría golpeando.
-Anda tu yo me quedo-Mu sonrió de lado y siguió su camino hacia la los aposentos del patriarca.
Milo miro hacia el horizonte una niebla espesa se acerca, eso no era bueno.
En Acuario.
-Joven Camus el Patriarca requiere de su presencia en el templo-dijo una chica que trabajaba en la cocina del santuario.
-Voy enseguida gracias-Camus miro a Saga que le sonrió levemente.
-Se de que se trata me imagine que una conversación así se daría pronto-Camus suspiro cansado, estaban mejor sin Milo.
-No lo soporto es un idiota-Saga rio ante las palabras de su amante.
-Lo se pero el deber llama, recuerda que hay que proteger a los débiles-Camus sonrió afirmando en silencio con la cabeza.
Cruzo Piscis sin ningún contratiempo el guardián solo se limito a mirarle y asentir a su petición de paso.
Camus se sorprendió de ver al patriarca afuera esperándolo, se notaba lo ansioso que estaba por tener aquella conversación.
-Camus te esperaba ven pasa-el mencionado siguió a Shion el cual se sentó en su trono, mientras que Camus se arrodillaba frente a el.
-Camus se que no te llevas bien con Milo, solo un estúpido pensaría que si lo hacen, por eso te llame, quiero que al menos finjas que el te cae bien no enseguida pero deja que el piense que todo esta resuelto, que lo perdonaste, Athena no quiere perderlo y teme que por su orgullo se niegue a recibir tu ayuda, por eso en nombre de ella y mío te pedimos que al menos finjas tolerarlo y pasar un tiempo con el como si fueran amigos, solo hasta que el peligro pase en el templo.-Camus alzo la mirada confuso clavando sus ojos azules sobre el patriarca.
-Me esta diciendo que mienta-el patriarca suspiro.
-Si, Camus, se que esta mal pero quizás cuando se conozcan mejor se vuelvan mejores amigos-Camus suspiro ante la petición.
-Acepto ayudar a Milo, pero por que me lo pidió Athena y por que me da algo de lastima pero no pretendan mas de ahí- Mu se quedo impresionado, el conocía lo orgulloso que podía ser Milo y si el hubiera escuchado aquellas palabras seguro hubiera sido algo muy duro para el, se alejo de la puerta con cuidado y decidió dejar el aviso para después, no se atrevía ahora hablar con el patriarca luego de espiar una conversación privada.
Camus se puso de pie para marcharse pero la mano del patriarca en su hombro se lo impidió.
-Si vas a verte con Saga que no sea frente a Milo sabes como es el-Camus suspiro, ahora resultaba que debía sacrificarse por el , por el chico que casi lo mata.
-Lo hare- Shion sonrió de lado sabia que estaba mal y mas cuando afrodita se empeñaba en unirlos y en este caso quizás ella se divertiría haciendo sufrir a uno.
-Camus dale una oportunidad-camus detuvo su andar y se giro con su típica cara inexpresiva, Shion sonrio era igual que la de Degel.
-Se lo que piensa pero esta ves no será así estoy enamorado de Saga, lo que era del pasado quedo en el pasado, Acuario y Escorpio en esta era no serán iguales, todos ese rollo murió con Degel y Kardia.-Shion abrió sus ojos al máximo al escuchar el nombre de sus compañeros.
-Leí en mi templo el diario de Degel, era muy íntimos el y escorpio por eso entiendo que pretendan que será lo mismo con nosotros, enamorarse no es una estúpida regla, Saga y yo nos amamos, fuimos bendecidos por afrodita esta vez acuario y escorpio no seran nada.
"Esta vez ya no estaremos juntos, ya no seremos la luna y el sol, el hielo y el fuego"
-Entiendo, y agradezco que lo ayudes aun así-Camus asintió levemente con una reverencia y emprendió su camino hacia su templo donde los esperaba Saga.
“Llévame contigo tal como soy
Conecta el puente entre tu corazón y las piezas restantes.
Atrápame y apóyame
Incluso solo un poco”
Siberia.
Kalte observaba el templo de Athena desde su espejo, en especial a Milo, sonrió al ver el brillo en uno de sus ojos.
-Como lograremos que vengan aquí-Kalte miro de soslayo a un caballero de armadura de cristal que estaba arrodillado detrás de ella.
-Ve a Bluegraad y trae a 15 jovenes y si alguien se interpone mátalo-el caballero alzo el rostro, el cual estaba oculto bajo una mascara blanca, la cual solo dejaba a la vista sus ojos de un azul intenso.
-Como diga mi señora-el hombre se puso de pie y se marcho desapareciendo en una ráfaga de viento helado en las puertas del salón.
-Que pretendes Kalte-la reina se giro para encarar a su fiel compañero el oso polar Alcor .
-Athena es tan buena que enviara a alguno de sus guerreros a investigar y que mejor para aplacar el maligno frio que azota Siberia si no con el fuego de escorpio y quizás a acuario sabe del lugar pero su inteligencia es tan superficial que yo no estoy estre las mayores amenazas solo soy una simple leyenda vieja de ancianos , sabes Alcor creo que los humanos tienen dos caras, luz y oscuridad... y esta que mostrare es la oscuridad que anhelan, está será la justicia que tanto espera esta porquería de mundo.
-No puedes perdonar estas viva, la gente del pueblo cercano te ama-
-Lo que hicieron los humanos y los dioses no tiene perdón alguno-dijo saliendo al balcón que daba vista al mar, sus cabellos platinados se empezaron a ondear por el frio viento pero ella no sentía nada, a pesar de estar cubierta con una ligero traje de cristales.
-He aprendido algo, cuando esperas algo a cambio, tu buena obra fracasa ,no importa cuanto trabajes para ellos, terminarán traicionándote.-Alcor suspiro con fuerza por las palabras de su reina.
-Si no vas a obedecerme mejor márchate-el oso camino a paso lento como si fuese un humano hasta donde estaba ella y la abrazo con sus peludas patas.
-¡Aunque el mundo no te acepte, yo siempre estaré a tu lado!-susurro el oso al oído de Kalte.
-Entonces déjame que los guie a mi, la era de Athena en la tierra acabo-sonrió viendo los pergaminos firmados con sangre de los diferentes dioses.-A veces pienso que los dioses tienen mucho en común con los humanos tan egoístas, envidiosos y INGENUOS JAJAJAJAJJAAJAJ-rio con fuerza alzando su cetro el cual lanzo un rayo potente a la Tierra. –Congelare la tierra desde su núcleo y nadie podrá impedirlo.
-Yo soy... la que destruirá al mundo. Es imposible que nadie me detenga.-susurro mirando el blanco paisaje de Siberia.
¡Pero...! He oído que en el mundo hay personas desafortunadas como tú que no pueden amar- dijo Alcor echándose al lado de la reina.
-Lo siento, pero pronto pasaremos de ser víctimas a ser agresores.-dijo apretando con fuerza el cetro. –Athena no sabes lo ansiosa que estoy por recibirte, esta es la muerte, esto es la guerra... ¡Maravilloso!-Grito con una gran sonrisa en su rostro.