Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Donde Las Flores No Crecen por TeruNishimura

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este es el principio del fin, quedan unos 5 capitulos mas (creo, si es que no se alarga mas)

 

No era muy buena idea andar deambulando a esas horas en un barrio poco conocido para él, aunque pareciese mucho más seguro que en el que antiguamente vivía siempre podría encontrarse con alguna ingrata sorpresa por ahí, el destino se había encargado de hacerle creer que siempre le ocurriesen cosas malas.

 Y esa noche no podía ser la excepción.

 

 

Sabía que estaba ceca del departamento de Yuu, había estado ahí un par de veces antes y las calles se le hacían cada vez más familiares, había un centro comercial al otro lado de la calle, eso le hizo estar seguro de que iba por el camino correcto.

 

En ningún momento se dio cuenta que tres tipos venían siguiéndolo desde hacía mucho tiempo, Kouyou estaba perdido en sus pensamientos esperando volver a la realidad en algún momento, pero ese momento parecía lejano y desvanecerse cada vez mas.

 

 

Un tipo se puso frente a él, se asusto bastante, no parecía que estuviese en busca de amigos.

 

            -¿Qué hace una chica como tú sola en un lugar como este? – Por dios, le habían confundido de nuevo con una chica, retrocedió un paso intentando alejarse del peculiar sujeto, pero choco con otros dos que estaban a sus espaldas.

 

            -Yo… voy a la casa de mi novio.

            -Eso no suena para nada divertido – hablo uno de los que estaba a sus espaldas. - ¿Por qué no mejor nos acompañas? Vamos a ir a un bar, beberemos, cantaremos karaoke, será mucho mejor que ir a ver al aburrido de tu novio.

            -No puedo, el me está esperando.

            -Vamos, no seas aguafiestas, se bonita y acompáñanos, se que te va a gustar.

 

Uno de los hombres se propaso con él, en plena calle le agarro uno de sus glúteos sobre la ropa, Kouyou se sobresalto, estaba indefenso, solo, contra tres hombres que eran mucho más grandes y fuertes que él.

            -Vamos pequeña, se que te va a gustar.

 

 

No supo quién de ellos lo tomo por uno de sus brazos y lo mantuvo quieto, pero después de unos segundos le obligaron a tomar un rumbo no deseado, forzándolo a caminar hacia un lugar desconocido.

Estaba nervioso, nadie le ayudaba, nadie le miraba, no tenía ni idea que le harían esos tipos, ¿Le robarían? No traía nada de dinero ¿Le asesinarían? Quizás ¿Le violarían? Era lo más probable. Intentó resistirse, pero no logro nada con eso, solo que le apretaran el brazo con más fuerza.

 

            -Tranquila guapa, estarás festejando con nosotros en un santiamén.

 

 

Perdió todas las esperanzas, se resigno a su destino, jamás podría ser feliz, no había nadie que le pudiera ayudar.

 

            -¿Shima? ¿Qué haces aquí?

Para su sorpresa estaba Yuu ante sus ojos, tenía en su mano una bolsa con sus compras y estaba vestido de una forma mucho más casual. Le soltaron el brazo a Shima al verse descubiertos por alguien, y el menor corrió llorando a los brazos de Yuu. Los tres desconocidos se esfumaron al igual que como aparecieron.

 

            -¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras Kou?

            -Llévame a tu casa por favor Yuu… te lo suplico.

No le dijo nada, sus ojos hablaron por sus labios, le dijeron que podía darle todo lo que quisiese.

 

 

 

 

 

 

 

 

            -Ahora ¿me puede explicar que ocurrió allá afuera?

            -Me fui de mi casa Yuu… y vine aquí para ver si podía quedarme contigo… y esos tipos me abordaron, me dijeron que fuéramos a un bar pero era mentira, me querian violar Yuu, uno de ellos me manoseo y… y… - no pudo seguir hablando, pero su llanto no se detuvo y tomo más fuerza, escondió el rostro en el pecho del otro, intentando encontrar cobijo en su piel.

            -Ya, tranquilo, ahora estas aquí, yo te voy a cuidar… sabes que jamás te voy a dejar Shima… lo sabes ¿cierto? – lo tomo del mentón y le hizo mirarle a los ojos, pero eso duro solo unos segundos, ambos cerraron los ojos y eliminaron de a poco el espacio que separaba a sus bocas. –No sabes cuánto te quiero Shima.

            -¿Y a Yuuki?

            -¿Qué?

            -Yuuki… Creí que aun sigues con él.

            -No Shima, te equivocas, termine con él hace mucho… no sé de dónde sacó que me estaba involucrando con su primo.

            -¿Primo? ¿Quién?

            -Eso no importa ahora Shima, ahora disfrutemos que estamos juntos y que estas bien ¿De acuerdo?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Eso parecía déjà vu, nuevamente estaba sobre la cama de Yuu, y no se sentía culpable, solo despechado, como la otra vez… sería maravilloso si disfrutara de ese encuentro de nuevo.

 

 

Yuu recorrió su piel desnuda y tibia con la yema de sus dedos, estaba sobre el menor, con su miembro expectante entre sus piernas y la cabeza llena de ideas, no sabía cómo empezar, quizás poniendo la pierna derecha del chico contra su pecho para tener mayor accesibilidad a su pequeña flor de Sodoma, o dejándolo con el pecho contra el colchón haciéndole levantar las caderas con suavidad exponiendo su cavidad previamente profanada, quizás todas las formas de unir sus cuerpos jamás serian lo suficientemente satisfactorias y lo único que provocasen serian más ganas de volver a unirse, perpetuar esa forma, volverse uno eternamente.

 

Se decidió por disfrutar su cuerpo, que la posición fuera al azar, tenía mucho más tiempo por delante para probarlo todo y hacerlo todo, sujetó las caderas del chico, se hizo de un espacio entre sus suaves piernas y observo atento la anatomía del adolescente, estaba sonrojado, tenía la respiración entrecortada y las manos aferradas a las sabanas de la cama matrimonial.

Esto no sería sexo matrimonial, y jamás será eso.

 

 

 

 

La primera embestida no fue tan dura como se lo esperaba Shima, y Yuu descubrió que no había que ser rudo para disfrutar con este chico, de todas las formas posibles se podía disfrutar con él, se deslizo adentro y afuera en varias ocasiones de forma arrítmica, a veces suave, a veces más rápido, a veces demasiado dulce como para hostigarse. Shima se mantuvo quieto como siempre, no quería hacer nada, se dejo hacer por el mayor, eso disfrutaba, le gustaba ver que el otro se satisficiera  sin límites con su cuerpo, eso le hacía sentir bien, saber que gracias a sus cualidades el que lo poseía alcanzaba el éxtasis, y sentirse así era ególatra.

 

 

Sus paredes internas respondían a cada movimiento que hacia Yuu en su cavidad, sus fuertes gemidos eran los compañeros ideales, perfectos para los jadeos del mayor, y era aun más maravilloso cuando el miembro agitado del otro pasara acariciando su punto erógeno como si fuese con malicia, enloquecedora malicia.

El placer, las caricias, las embestidas, todo se prolongo por un buen tiempo con el objetivo de alcanzar el orgasmo, el primero en ser bendecido con ese colosalmente delicioso logro fue Shima, no entendía por qué pero siempre fue demasiado fácil para el llegar a eso, obscenamente maravilloso, exquisito.

Un par de minutos después esa sensación golpeo de improviso a Yuu, corriendo desde la punta de su pene hasta lo que quedaba de su cuerpo, esparciéndose, le hicieron transportarse a un universo alterno en donde no existía otro sentimiento que no fuera el del placer.

Totalmente sublime, el cuerpo de Shima era totalmente sublime.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los días pasaron y se acumularon de tal forma que se convirtieron en semanas, unas bastante monótonas y alejadas del mundo externo.

¿Cómo estaría Akira?

Estará viviendo con…

Es lo más probable.

Durante el día pasaba completamente solo en el departamento, había noches en las que Yuu no se quedaba a dormir, y eso le preocupaba, creía que lo estaba evitando o peor, que estaba ocultando algo.

 

Esa tarde tuvo otra vez esa extraña sensación en el cuerpo de querer saltar por la ventana y acabar con su existencia, pero antes de poner las manos en el borde del balcón de la habitación que compartía con Yuu escucho la puerta abrirse, quiso apresurarse en su intento por quitarse la vida y cuando se asomo a ver la caída de doce pisos que tendría si se lanzaba en ese momento le hizo sentir mucho miedo.

 

 

Yuu lo detuvo antes de que cometiera una locura, luego vino el interrogatorio, por qué haces esto, por qué aquello, te hace falta algo, lo que sea, acaso no eres feliz conmigo.

 

 

            -No lo sé… últimamente no me he sentido bien, y tu tampoco estas ahí para apoyarme, apareces, desapareces… a veces pienso que no me quieres.

            -Shima, no digas tonterías, si no te quisiera, no te tendría acá conmigo. – Yuu se veía dolido por las palabras que le había soltado Kouyou, pero se sentía más dolido por sus acciones. – sé que he estado demasiado distante estos últimos días, pero tienes que entender que he estado demasiado ocupado y me he ido a quedar a la casa de mis padres por asuntos de negocios, pero sabes, quiero que salgamos ahora mismo a comer algo ¿Te parece?

 

 

 

 

 

 

 

 

Muestras de afecto en donde el dinero se coludía no era de sus preferidas, pero las aceptaba de todas formas, lo que más le gustaba en ese momento era caminar con Yuu aferrado a su mano, nunca había experimentado algo así. Tampoco había experimentado antes una situación como esa… se habían cruzados los caminos de ellos dos con el de Yuuki, y al verlos así, tomados de la mano, no pudo evitar ponerse a llorar.

Shima intento hablar con él, pero fue inútil, se echo a correr de inmediato, y Kouyou le siguió, más atrás venia Yuu siguiéndoles siendo carcomido por la vergüenza, nunca había terminado definitivamente con Yuuki, solo le ponían pausa a las cosas y después continuaban cuando el adolescente le buscaba y le hacia terminar enredado entre sus piernas y sus calurosas sabanas.

 

 

 

Por un momento Kouyou perdió de vista a Yuuki, pero lo encontró sentado en la baranda de un puente, y bajo este pasaban vehículos en ambas direcciones. Shima sintió demasiado miedo por su amigo, no creía que las cosas podían tomar ese rumbo tan torcido.

 

 

 

            -Yuuki… lo siento, no creí que te iba a afectar eso… pensé que habías terminado con Yuu hace mucho.

 

            -¿Creías que no me iba a afectar? Tenías más que claro que yo vivía por Yuu y tu… tu me traicionaste Shima… me quitaste lo que más amaba.

 

            -Lo siento Yuuki.

            -Tenias a un hombre Shima ¿Por qué me quitaste el mío? ¿No quedabas conforme? ¿O no puedes ver a los demás felices?

 

 

Tenía el maquillaje esparcido por el rostro  gracias a sus lagrimas que aun no se detenían, dejo de hablarle a Shima, miro hacia abajo, los automóviles pasaban bajo sus pies que estaban colgando y anunciando dejarse caer en cualquier momento. Sudaba frio, el estomago lo tenía demasiado apretado, sentía como la sangre caliente llegaba a los vasos sanguíneos de su cerebro.

 

 

Yuu por fin los encontró a ambos, pero mantuvo la distancia, Yuuki noto su presencia, lo miro a los ojos, dijo unas palabras que no alcanzo a escuchar pero Shima si las escucho.

 

            -Shima… ¿Qué se sentirá caer?

 

            -Yo…

 

 

 

Yuuki se inclino antes de que Shima terminara de decir algo y perdió el equilibrio, se dejo caer de cabeza ante los pocos ojos de los transeúntes que no pudieron ni hicieron nada, su cuerpo se azotó contra un automóvil de color negro que pasaba por ahí a esa hora y salió eyectado, el vehículo se detuvo en seco evitando así arroyar al chico que quedo boca arriba tendido en el suelo, la sangre que salía por su frente se confundía con su cabello enredado, no se movía,  sus ojos estaban gélidos y vacios, su pecho no se contraía para abastecerse de oxigeno.

 

 

 

A Shima le estaba fallando la respiración y las piernas, pero Yuu alcanzo a sostenerlo antes de caer al piso, acababa de ver morir a su mejor amigo.  

Notas finales:

espero que les haya gustado y no duden en dejarme sus comentarios, sean buenos o malos, sugerencias, etc.

L@s amo a tod@s, gracias por seguir leyendome, de verdad que me hace muy feliz esto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).