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Donde Las Flores No Crecen por TeruNishimura

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Notas del capitulo:

Nada de especial, solo tiene lemmon...

Le había mentido a Akira, sin embargo no se sintió culpable, lo único que le daba vueltas en la cabeza era que en un par de horas más le debía abrir las piernas a un narcotraficante por un puñado de dinero que necesitaba. No era que se lo iba a gastar en cualquier estupidez que vendan en cualquier lugar y que estaba de moda, era algo totalmente distinto, lo necesitaba para irse de casa, dejar solo a Akira, igual como su madre lo había hecho hace varios años atrás. Sonaba bastante feo pero estaba cansado del trato que le tenía Akira hacia él, aunque le guardaba algo de cariño.  Tenía un sentimiento ambivalente hacia el mayor, le agradecía mucho que en su infancia haya sido tan bueno y demostrarle que le quería mucho, pero después de que se fue su madre, Akira se volvió un tirano con leves interludios de cordura y tranquilidad que al principio le daban una extrañeza enorme, luego se acostumbró a ello, cuando se volvía agresivo solo agachaba la cabeza y rogaba que no le hiciera nada.
Tenia que juntarse  con Ishihara a las afueras de Tokyo, en un barrio repleto de moteles y lujosos departamentos, sentía que se le apretaba el estómago por los nervios y las ansias que le provocaba el saber que tenía que acostarse con alguien más que no era Akira. 
El autobús en el que iba se estaba demorando mucho, lo más probable era que no llegaría a tiempo. Ishihara le había   dado el nombre de una calle y el número anotado torpemente en una servilleta de papel y le dijo que le esperara afuera, pero parece que Ishihara le iba a esperar a él.
Cuando se bajó del autobús se puso a buscar con la mirada el número que le habían dado, pero no fue necesario, un poco más allá estaba Ishihara fumando afuera de un sospechoso edificio. Llevaba puesto un traje negro, camisa blanca sin corbata, se veía mucho más decente que como acostumbraba a verlo con ropa más descubierta que exhibían con orgullo los tatuajes que adornaban su dermis.
Las ansias le borboteaban por el cuerpo, quería salir corriendo de ahí, pero no podía, necesitaba el dinero con urgencia.

Entraron al edificio ambos tomados de la mano, lo cual a Kouyou le incomodó bastante, no se lo esperaba en lo absoluto. Sabía que tenían que hacerse pasar por una feliz pareja, pero no creía que eso fuera necesario.

  

 

 

 

 -Siéntate si quieres... Relájate.
Kouyou le hizo caso al mayor, pero no se podía sentir relajado en esa situación. Encorvó la espalda y miró sus pies. Era extraña la petición que le hizo el mayor, le iba a pagar el doble si usaba ropa de mujer además de lencería femenina. No sabía por qué le pidió vestirse así si se iba a desvestir casi de inmediato. Una mano escurridiza se estaba colando bajo la falda negra que llevaba puesta, no se dio cuenta cuando se sentó Ishihara a su lado, compartiendo la orilla de la cama. 
Sintió escalofríos cuando le comió el cuello a besos y subió aún más su mano bajo su falda, acariciando parte de su muslo descubierto. La otra mano se deslizó por su espalda invitándole a recostarse sobre el colchón, pero a pesar de todos los mimos que recibía, no podía sacar de su mente la reacción de Akira si se llegaba a enterar de todo esto.
   - ¿Que ocurre Kou? 
   - Nada...- le miró directo a los ojos - es que no me siento bien...
Ishihara no le tomó en cuenta, le besó la boca con hambre intentando convencerle de seguir. Kouyou solo cerró los ojos y se dejo llevar por el momento. Su mano tímida se aferró a su hombro mientras se besaban, solo se concentró en sentirse bien en ese momento. El mayor le tomó de la muñeca y la deslizó hasta su entrepierna que necesitaba atención, Kouyou le acarició con torpeza, nunca había hecho algo así, Akira solo le pedía sexo oral y nada más, jamás tocarlo sobre la ropa.
Se separaron para que Ishihara se quitara el saco y desabotonar su camisa, se miraron mutuamente, Kouyou se dio cuenta que lo deseaba, tenía esa misma mirada que le había dedicado la primera vez que se vieron, él solo era un escuálido chico de catorce años que recién había perdido su virginidad sin darse cuenta de ello, Akira le había llevado como de costumbre a una de las juntas que tenía con los demás distribuidores de droga del distrito, Ishihara había ingresado hacía poco tiempo a la organización y era su primera reunión, estaba mucho más que nervioso. Cuando le vio aferrado al brazo de Akira creyó que era una chica muy delgada, pero además de eso sintió que en su interior  algo se removía con ímpetu, y un increíble deseo por tocarle por completo y sin límites. 
Volvió hacia los labios de Kouyou mientras le desabrochaba la blusa entallada que traía, dejándole los pezones al descubierto. De a poco fue bajando dejando la boca libre al castaño, dio un paso efímero por el cuello para atacar directamente su pecho y sus pequeños botones de carne que resaltaban en su piel. Se estremeció al sentir la lengua juguetear en una de sus tantas zonas erógenas. Su mano libre apretó las sábanas blancas y acompañó el gesto con un delicado gemido que se esparció por la habitación hasta llegar a los oídos de Ishihara el cual recibió a gusto el sonido que aseguraba que el menor lo disfrutaba todo. Empezó a subir con dificultad la falda del castaño, ya necesitaba terminar con los juegos previos y comenzar con lo bueno ya. Cuando vio que el mayor se estaba desvistiendo por completo se tensó de inmediato, quería dilatar lo más que podía el momento previo al acto, sin embargo, tenía que ocurrir de todas formas.
Al quedar totalmente desnudo frente a Kouyou se dio cuenta de lo que iba a hacer en realidad, iba a pagar para  follarse a un menor de edad, pero aún así no sentía remordimiento de nada.
También se dio cuenta de otro detalle, el castaño llevaba ropa interior femenina además... ¿Acaso le gustaba andar así?
   - ¿Y esto Kou? - puso uno de sus dedos sobre el borde de encaje de la prenda íntima - ¿Te gusta usar  este tipo de cosas? - sonrió de manera perversa.
   - Estoy acostumbrado a llevarla... Puesta - se sintió intimidado al verse bajo la mirada atenta de Ishihara.
No le dio importancia lo que dijo, se la quitó de inmediato sin tener la resistencia del otro, se comportaba de forma pasiva y complaciente. Le tomó ambas piernas y las separó para poder acomodarse entre ellas, no quería tener mucha compasión con él, pero tampoco comportarse como un animal, así que solo lubricó un poco sus dedos con su propia saliva, los alineó a la pequeña entrada del castaño y los ingresó dos a la vez, el receptor de sus atenciones solo se quejo y soltó un par de lágrimas, no se esperaba nada así, volteo la mirada hacia una pared para intentar ignorar lo que hacían con su cuerpo.
Las paredes estaban cediendo poco a poco, pero aún así Kouyou se quejaba del dolor, o eso creía. Decidió explorar más sus esfínteres y metió aun más sus dedos casi hasta los nudillos y los curvó con dificultad, buscando su punto erógeno. El castaño se quejó aún más, no por el dolor de su interior dilatándose, sino más bien porque se sentía mal con sigo mismo, sentía que le estaba mintiendo a Akira, que le estaba engañando... Se retractó mentalmente, Akira era su padre, no su pareja.
   - Date vuelta Kou.
Salió de los líos que armaban su mente y fijó su mirada en los ojos de Ishihara, arrastró los ojos por su cuerpo  tatuado y cayó en cuenta que estaba medio desnudo ante casi un total desconocido, con suerte habían cruzado un par de palabras algunas pocas veces en el club, pero nunca lograron conocerse más porque siempre estaba ahí Akira junto con sus celos. Se volteo con algo de dificultad, tenía más que claro la posición que tenía en mente el otro, así que se apoyo las rodillas y el pecho en colchón y levanto las caderas quedando totalmente expuesto. Cerró los ojos mentalizando todo el dolor que iba a sentir en cualquier momento, y de pronto, sintió el glande del moreno sumergiéndose en sus esfínteres, ahogó un gemido mordiendo las sabanas de la cama, le apretó las caderas para aumentar su empuje y poder ingresar por completo, no quiso esperar y balanceó sus caderas hacia adelante y atrás, en un principio le fue dificultoso, pero a medida que se iba relajando el castaño, poco a poco pudo aumentar la velocidad de sus penetraciones. Cambio la posición de sus manos y las puso sobre los hombros del pasivo, fue descendiendo su pecho hasta apegarlo con la tersa espalda del otro sin detener en ningún momento sus embestidas. Hundió la nariz en sus cabellos castaños y aspiro el delicioso aroma que tenían, pero además de sentir eso, pudo captar que no lo estaba disfrutando, sus gemidos sonaban de forma totalmente distinta que como cuando le había acariciado en un principio, pero tampoco hizo nada para cambiar ello, el pagó por sexo, no por complacerle, iba a ser egoísta, iba a pensar solo en su placer.

Su mano izquierda se fue hacia una de las nalgas de Kouyou y la separó lo mas que pudo para enterrarse más profundo en él, se sintió mucho mejor que antes… de los labios del mejor se dejaron escapar varios gemidos de dolor, prefirió ignorar lo que sentía y pensar que esta sería la última vez que tendría que hacer algo así, luego seria libre de todo, de los malos tratos, del sufrimiento, de Akira…

Ishihara jadeaba cerca de la oreja de Kouyou, pronto iba a alcanzar el ansiado orgasmo, no podía creer que ese chico podía hacerle llegar al clímax tan rápido, debía tener algo especial en su interior, o era más bien que había ansiado tanto este momento que no fue capaz de aguantar mucho. Apresuró el ritmo de sus estocadas, quería sentir pronto uno de los orgasmos más esperados de este último tiempo, lo deseaba con todas sus fuerzas. De pronto, un exquisito cosquilleo se expandió por su entrepierna casi llegando a rozar su vientre, procuró sumergirse lo más que pudo en las entrañas de Kouyou  y llenarlo con su semilla, curvó su espalda mientras la deliciosa sensación le embargaba por completo, y sin pensarlo dos veces jaló del cabello del menor solo por el placer de escuchar algún sonido que acompañase su orgasmo, el grito que salió de su garganta con ímpetu quizás se habrá escuchado en varios cuartos que estaban cerca.

Se dejo caer totalmente agotado, y casi de inmediato se durmió, pero antes de ello se acomodo bien en la cama junto el menor, quien le dio la espalda, no le interesaba dormir frente a frente con Ishihara como si fueran una pareja de enamorados que acababan de hacer el amor.

Le estaba abrazando por la espalda, no le incomodaba para nada, es más, sentía como si estuviera durmiendo con Akira otra vez…

Notas finales:

No esperaba avanzar el fanfic tan rapido, llevo hasta ahora el capitulo 6 y no quiero subirlo aun.

 

 

 

Si encuentran algun error me encantaria que me lo hiciesen saber...


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