20 de septiembre de 2012
Han pasado ya dos meses y desde el hace cuatro semanas mis visitas al médico se volvieron frecuentes, así como los dolores de cabeza que se intensifican cada día, en ocasiones llego a tener visión doble, no importa donde este ya sea en casa, en la escuela o en la calle donde tengo que esperar a que se me pase, porque de lo contrario me expondría a demasiados peligros, también he llegado a presentar los malditos entumecimientos y la debilidad muscular, que me dificulta el movimiento de mis extremidades, tanto que el solo sostener un bolígrafo y tratar de escribir es toda una proeza cuando me asaltan los episodios.
Los viernes por la tarde después de mis clases asisto al hospital donde termino internada durante el fin de semana, siempre sola en una habitación de blancas paredes mientras espero que empiecen las pruebas para determinar el crecimiento de los aneurismas, matando el tiempo con algún libro, o estudiando si es que tengo algún examen.
Recuerdo la plática de ayer por la tarde con el doctor encargado de mi caso
-tu condición no ha mejorado, como te puedes dar cuenta tu condición se agrava cada día que pasa a una gran velocidad, actualmente tienes 8 aneurismas más, 4 de ellos son del tipo baya- su cara mostraba seriedad –el resto son del tipo sacular por el momento en tamaño no rebasan a los grandes y algunos apenas sobrepasan los 11mm de longitud-
-por qué los desarrolle?
-no lo sabemos, generalmente la debilidad en la pared celular de las arterias es genético, o por un consumo excesivo de drogas entre otras más pero tu historial no muestra nada de eso, ni lesiones, pensamos que fue por una infección en la pared arterial, pero para confirmar nuestras sospechas necesitamos hacerte más estudios en el futuro.
Después de la noticia no pude esconder mi preocupación al ver como mi vida se acorta tan rápidamente, el doctor me dejo sola en la habitación y yo… solo trate de consolarme y prepararme para enfrentar lo que se avecinaba.
Pienso ahora que es estúpida la forma en la que traté de encontrar la calma en esta habitación…, de la única manera en que podía, pensando, no más bien recordando el pasado, un día en particular aquel en el que ambas asistimos a una feria de libros a unas cuadras del palacio de las bellas artes, en el centro de la ciudad.
Recuerdo que llegamos al medio día después de transbordar varias veces en las diferentes líneas del metro, cruzamos un par de avenidas, compramos las entradas y nos unimos a la fila de espera.
Tardamos media hora antes de entrar, si algo teníamos en común era el gusto por los libros, y los mangas, talvez los géneros discrepaban un tanto pero eso no nos impedía tener buenas conversaciones, cuando entramos nos entregaron un programa con los diferentes eventos a lo largo de la semana en que la feria estaba activa, el lugar me dejo impresionada, era un edificio bastante amplio de dos niveles o posiblemente tres si cuento el pequeño desnivel en la planta alta, podría decir que era uno de esos edificios que se mantenían de pie desde el porfiriato y cuya estructura no había perdido su esplendor después de 100 años; a ella no parecía sorprenderle el lugar.
Lo primero que hicimos fue dar un “breve” recorrido entre las diferentes casas editoriales, mientras nos internábamos entre el mar de gente intentando no perdernos.
Ese sitio no lo recorrimos completo en medio día apenas y abarcamos la mitad, a complete la exposición sola dos días después, mientras buscaba su regalo para ella, un libro de Gabriel García Marques, creo que el titulo era Mis putas tristes; si no me falla la memoria.
En fin… subimos, bajamos y pasamos por múltiples escalones y pasillos todos abarrotados de libros y personas; Océano, Porrúa, Ediciones Larusse, editorial Mc Millan, editorial Limusa fueron algunas de las casa editoras que recorrimos juntas, en busca de un título que despertara nuestro interés. Ese día mis manos tocaron más libros de los que había sostenido en 16 años de mi vida.
El regreso a casa fue alrededor de las tres de la tarde, ambas con las manos vacías, pero satisfechas de cierto modo.
En cuanto a la escuela, las salidas de campo se están acercando y yo no puedo asistir, todos mis amigos irán, posiblemente tengan que caminar hasta el mirador de la reserva, reciban la explicación sobre la flora que habita el lugar, y, tomaran datos del tipo de suelo, tratarán de determinar el tipo de relieve y llegarán a la cascada donde más de uno entrará en ella o tengan que entrar al mar y recorrer los arrecifes de coral para recolectar muestras de agua, algunas muestras de la flora o simplemente por diversion; valla que me siento celosa! porque en cambio, yo pediré los trabajos equivalentes para realizar durante los días en el hospital, en lo que los doctores evalúan mi condición he intentan buscar un método con el cual curarme, mientras mi vela se sigue extinguiendo poco a poco.