QUERIDO CYBERNOVIO
Vegeta, te escribo estas palabras llenas de amor desde mi pc de escritorio de mi habitación. Todo en un Word.
Esto nunca lo vas a llegar a leer.
¿Por qué?
Terminamos. Hoy.
No sé si te afectó o ni lo mas mínimo, no estoy allá, contigo. Vivimos muy lejos de uno del otro. ¿Injusticia?
Yo sigo amándote después de todo, y eso que fui yo mismo en cortar la relación.
La edad.
10 años son demasiados, además, aun soy menor de edad. Tú no, de sobras.
Me duele, me fastidia.
Me siento un idiota.
¿Sentimiento cercano a la culpa?
Ahora escribiendo esto, mi mente no para de azotarme continuamente con recuerdos. Todos los recuerdos de nuestros chats y extensas video llamadas que superaban siempre las 3 horas de duración. A veces eran subiditas de tono. También me bombardean las malditas veces que me fastidiabas con tus bromitas y me hacías sentir un niño. Ay sí, me olvidaba... Los miles de mensajes que nos enviábamos mutuamente imaginando nuestro amor duradero a lo largo del tiempo, un futuro imaginado en extensos textos.
¿Palabras al aire?
Te amo.
Aun tuve la suerte de poder enviarte el emoticono de beso antes de que desconectaras, según me contaste, solo te conectabas para hablar conmigo y ahora que nuestra relación terminó disfrutarías tus vacaciones al máximo. Sé feliz, solo eso. Nunca podría desearte el mal.
¿Se cumplirá tu promesa? ¿Eres verdaderamente un hombre de palabra?
Creo que me cree demasiadas ilusiones, esas mismas tientan de ocultarme la verdad, una cosa inevitable. ¿De verdad esto perdurará por años? Tengo tan solo diecisiete.
¿De verdad vendrás a verme pese a que no tengas el dinero suficiente?
Seguro que solo era un niñato para él.
Nunca sabré a ciencia cierta si me llegó a amar o tristemente todo fue un pasatiempo para él. Un juguete. Inocente.
¿Qué hubiera pasado si fuese mucho más mayor y viviera cerca de él? Me hiere de tan solo imaginarlo.
Te deseo, ¿me deseaste?
No llevo ni un triste día de ruptura y me siento vacío.
De verdad eras el único el cual me hablaba, ahora de que me sirve estar pendiente del web chat. Ya no recibiré algún mensaje de tu parte deseándome los buenos días y diciéndome cuanto me amabas. Lo único que me permití fue robar una foto de tu perfil, de recuerdo.
Nunca pensé en enamorarme por internet.
Nunca pensé en encontrar a una persona tan interesante, llena de temas y ocurrencias a hablar.
Nunca me puse celoso de tu novio y ni de tu amigo celoso de nuestra relación.
Nunca sentí nada malo.
Te conté tantísimos secretos, de los más íntimos, al igual que tú.
Siempre quise darte un abrazo y no conformarme con verte a través de una fría máquina, el computador. Y aún sigo teniendo ese deseo.
¿El amor tiene edad?
De las 7 mil millones de personas a las que hubiese podido chatear fuiste tú, tu Vegeta.
Doy las gracias a Kamisama por haberme brindado la ocasión de poderte conocer, muchas gracias.
Mierda, se supone que este texto está lleno de amor. No de añoranza, tristeza.
¿Por qué diablos me siento a si de mal? ¿Estará el igual? No podré saberlo.
Sigo preguntándome, ¿La amor tiene edad?
Por siempre tuyo,
Kakarotto.