-Te quiero…-
Susurre el viento derramando las últimas lágrimas al verte marchar, sé que siendo la mayor tienes que ser fuerte por las dos pero me duele tanto ver esa sonrisa vacía pegada en tu rostro y con una voz quebrada te despides agitando sin ganas la mano. Padre se aleja contigo y no mira hacia atrás, conduce dejándome atrás y reparándote de mí, mi corazón se rompe al ver desaparecer el coche rojo a lo lejos y quizás nunca te vuelva a ver; Esa mañana dormidas en tu cama despertamos por los gritos de mama y el de papa, otra vez discutían, aun no entiendo la razón pero tú siempre me tapas los oídos y me apegas a ti, amo despertar siempre a tu lado hermana.
Mama está en su cuarto encerrada hace días, no sale y no dice nada cada vez que lloro por ella. Tengo miedo, estoy sola y no tengo a mi hermana para contarme cuentos de princesas y príncipes.
Ya han pasado dos años y aún no sé nada de ti. Ahora vivo con los abuelos después de que mama se fuera con una maleta a medianoche dejándome , la espere por semanas y al fin cuando empezaba a desfallecer los abuelos llegaron ya sabiendo lo ocurrido. Ya estoy cursando la secundaria, sé que sacando buenas notas podre tener dinero y buscarte; Los días son pesados con la escuela y el ayudar a los abuelos con la tienda, dicen que soy buena en matemáticas.
Hoy cumplo quince años y mi único deseo desde siempre ha sido volverte a ver, voy comprendiendo cosas, se la razón por que papa nos abandonó y por qué anhelo sentirte cerca mío, la abuela me explico que es el amor y pensé en ti, hermana te amo.
Hace un mes el abuelo enfermo, deprimido se siente en el jardín viendo las calles llenándose y oscureciéndose, come poco y preocupa a la abuela, aún falta dos años para terminar la secundaria y prácticamente me encargo de la tienda. La abuela me explico por qué el abuelo decayó, llego una carta anunciando la muerte de mama de una sobredosis de droga, siempre fue la hija favorita y consentida del abuelo.
Ya tengo dieciocho años y mis planes eran dejar el pueblo y buscarte, tomar mis cosas e irme a tu búsqueda pero ahora comprendo muchas cosas, deje de ser una niña y las responsabilidades crecieron, quizás deba esperar un poco más. Desde la muerte del abuelo solo quedamos la abuela y yo, a su edad ella no está para atender la ahora cafetería y menos esforzarse después de diagnosticarle pulmonía.
Como pasan los años ayer éramos niños, mami y papi luchaban por nuestro porvenir
tu cuidabas de mi hoy yo velo por ti
hermanita te adoro sé que no eres feliz
-Ya voy, espérame…-
Apenas tenía once años cuando fue la última vez que te vi.
Llegue a la ciudad con una única dirección que padre le brindo a la abuela luego de dos años de la muerte de mama, el nunca regreso por mí, llore junto a la abuela cuando me conto por qué la separación de nuestros padres. No soy tu verdadera hermana, mama le fue infiel a papa luego de tres años de matrimonio, ella era una alcohólica, él se hizo cargo de mí pero no aguanto más las humillaciones y se fue con su amante llevándote con él, dejándome atrás por ser la viva copia de mama.
Tu vida fue diferente a la mía hermana, creciste llena de amor, lo veo por lo amable que es tu madrastra, es una mujer hermosa y tan llena de cariño para dar, por un momento te envidie. Me entere que ya no vives con ellos hace tres años y que no saben nada de ti, solo tienen tu número y una dirección obtenido por un amigo tuyo. Padre fue indiferente conmigo al llegar, me aconsejo que no me acercara a ti, supongo que los adultos se dan cuenta de todos, ellos también alguna vez amaron.
Hermosa pensé al verte salir de tu trabajo, estabas mal alta y traías el cabello hasta tu cintura de color rojo, estaban tan delgadas y llevabas ropa que no dejaba nada en la imaginación. Mi corazón dolía y llore en todo momento al saber de tu vida, eras una prostituta y tenías un niño de un año.
Pensaste que era un clienta cuando me acerque a ti, solo te abrace sin decirte nada y moje tu vestido de esa noche, estas tan rota hermana mía y maldecía el día en que nos separamos.
Llegamos a tu apartamento y me presentaste a tu hijo, Daniel, era hermoso igual que tú, era una copia tuya con los ojos color azul. Dormí junto a ti como hace diez años y por fin me sentí llena, me faltaba tu calor.
Tu vida aunque fue llena de amor en algún momento te quebraste, dejaste la secundaria apenas faltando dos años y empezaste a frecuentar locales, dijiste que te sentías vacía y buscabas perderte entre la bebida. Papa se rindió contigo al cumplir tú la mayoría de edad, ya no eras su responsabilidad, el también de abandono pronunciaste entre el llanto esa noche.
Otro golpe en la cara esto es cada semana
y como siempre una excusa
que tu ganas al fin que el se burle de ti
pero que hago yo aquí
aunque quiera ayudarte tú lo aceptas así
Al día siguiente conocí al padre de Daniel, al verlo supe que era un bastardo y vago, llego borracho y gritando, te vi temblar y escuche llorar a mi sobrino, me sentí impotente al saber la razón. Me entregaste al niño y me pediste que me fuera, lo hice cuando supe que no podía convencerte que te fuera conmigo y me dolía saber que era porque lo amabas, lo amabas a pesar de sus constantes maltratos.
Las marcas en tu rostro y la sangre entre tus piernas fueron las mismas imágenes que obtenía al ayudarte cuando ese maldito se iba tras violarte, te bañaba y te curaba, siempre cuidabas de mí y ahora veía como el amor de mi vida se iba muriendo.
Tras dos semanas de ruego de convencí que te mudaras conmigo el pueblo, Daniel, tu y yo comenzando una nueva vida.
Tu eres mi sangre y mi meta es salvarte
y rezo por ti
hermanita él no te quiere quiere
tiene como veinte mujeres y tú lo ves
te maltrata luego tú lo defiendes
realmente no te conviene
¿que no lo ves?
Cada día veía como te ibas recuperando tu sonrisa y volvías a ser tan risueña como te recordaba. Remodelamos la casa como siempre soñaste tener, las risas de Daniel y los momentos de alegría volvieron de esta enorme casa a un hogar. Al llegar a casa siempre corrías a la entrada a recibirme con un abrazo y un beso en la frente, detrás de ti venia Daniel a quien cargaba dirigiéndonos a cenar. Tenía una familia.
Fui egoísta y ahora lo veo.
Era una felicidad aparente la que te entregue por esos cinco meses.
(Lloras) cada vez que te pega
(lloras) me da rabia pena
(lloras) luego siento tu temor
Tus salidas en las noches pasaron a ser frecuentes, dejabas durmiendo a Daniel y salías con un vestido y toda arreglada, llegabas al amanecer a preparar el desayuno y me levantabas con un beso en la mejilla pensando que no sabía de tus escapadas.
(Lloras) en sus manos puedes morir
(lloras) ese hombre te hace sufrir
(lloras) él te hizo ese moretón
-El cambio…-
Me contaste sobre la nueva oportunidad que le diste al padre de tu hijo, Enrique, el cómo te busco todos estos meses, que recibía tratamientos sobre su alcoholismo y las promesas de una vida nueva fuera de la infidelidad y los golpes.
Te ponías a la defensiva cada vez que te aconsejaba que lo dejases, que no cambiaría y te aria más daño pero siempre me ignorabas hasta llegaste a amenazarme con irte con Daniel y no volver.
Llore en tu regazo con desespero, no deseaba perderte otra vez.
No dije nada más.
(Lloras) cuando escupe en tu cara
(lloras) y con malas palabras
(lloras) él se siente superior
Lo trajiste a vivir a casa de los abuelos, le conseguiste un trabajo y dormía contigo en la misma cama, te vías más alegre junto a él, le atendías en todo y nunca le contradecías.
-Sé que crees que esto es incorrecto, no quiero lo mismo para Daniel, sufrí mucho cuando mis papas se separaron y aunque su esposa me quería no era lo mismo. El cambio, Marta, lo sé y seremos una familia, empezaremos de nuevo contigo también…-
Solo me mantuve al margen, sabes podría decirte cuanto te amo y solo me quedaba rezar porque así sea, que al final obtengas de final feliz.
Ese hombre es un animal
un cobarde sin dignidad por pegarle a una mujer
él no es digno de que tanto lo ames
piensa bien tu eres la culpable y tú lo ves
Un año y volvió a sus andadas, dejo el trabajo y se pasaba de vago en la sala con la cerveza en mano. Se creía con todo el derecho de meterse en las ganancias de la cafetería, iba de dueño y espantaba a los clientes, coqueteaba cada vez que no estabas cerca y de noche se iba hasta la madrugada. Te acompañaba a esperarlo, sentadas en el sofá me contabas esas historias de niñas, me moría de las ganas de besarte y de demostrarte que podía amarte pero la burbuja de ensueños se rompía cada vez que él llegaba a tropezones.
A mis veintitrés años presenciaba los gritos y golpes que recibías, en shock veía como te arrastraba a la habitación y te oía gritar de dolor. Quería detener a ese maldito bastardo pero sabía que lo defenderías como aquella vez los vecinos llamaron a la policía o aquella vez que fue detenido por agredirte en público y luego pagaste la fianza.
Solo podía calmar a Daniel y rezar por tenerte un día más a mi lado.
Mis sobrinos no deben ver su mami correr
en tu casa hay un monstruo y tu duermes con el
anda cuenta las horas que te ha hecho feliz
luego cuenta los años que te ha hecho sufrir
De repente él desapareció al igual que los golpes y la calma volvió otra vez, toda la noche por un mes lloraste su partida y te encerrabas en tu habitación desatendiendo a Daniel.
-Ten una cita conmigo-
Si podía salvarte, lo aria, ya no podía verte más en ese estado y si podía aria que olvidases ese amor enfermo que le profesabas.
Me miraste sorprendida y aceptaste sin comprender la razón.
Prepare una cena en el jardín con velas y música de fondo, compre el mejor vestido para ti y me maquille para verme hermosa a tus ojos. Al verte bajar por las escaleras las mariposas revoletearon salvajemente y perdí la noción del tiempo admirando tanta belleza, ¿Cómo podía lastimar a semejante criatura?
-Lo recuerdo, tenías miedo a los relámpagos y corrías a mi cama llorando…-
Relatabas nuestra niñez y travesuras que cometíamos, éramos tan inocentes y felices, eras una familia normal que desayunaban juntos y nos leían cuentos antes de dormir.
Al final de la velada te invite a bailar, ambas éramos dos pies izquierdos pero aun así lo hicimos, apoyaste tu cabeza en mi hombro y podía sentir tu corazón latir, te atraje a mí en un abrazo. Nos balanceábamos de un lado a otro escuchando nuestros corazones y respiraciones.
-Siempre cuidaste de mi…- me separe de ti para tomar tu rostro y juntar nuestras frente, estabas llorando y con los ojos fuertemente cerrados-…y te admiraba mucho, quería ser igual que tú, desde niña me imaginaba una vida junto a ti, eras mi princesa en mis sueños y me prometí hacerte feliz pero nos separaron, llore mucho y te llamaba cada noche, no comprendía mucho lo que pasaba pero quería encontrarte y la abuela me enseño que te amaba, que siempre de ame y no solo como mi hermana, sino como mujer…-te escuche hipar, apretabas tus manos en tu pecho y temblabas ligeramente, tome aire y fuerza, era ahora o nunca-…cuando te encontré reafirme mi amor por ti pero se rompió mi corazón al verte en esa situación, para mi eres tan valiosa y saber que te habían rota me dolía, quise agarrar a ese maldito y romperle la cara pero tú lo amabas, tu corazón era de él…perdóname, por decirte esto pero te amo, te amo y quiero ayudarte, arreglar tu corazón, no te pido que me ames pero si te pido una cosa, olvídalo y no repitas la historia de nuestra madre-
Rose tus labios delgados y rojos, te mire y ya no llorabas, me mirabas sorprendida pero no te alejaste, me acerque mas para profundizar ese beso lento y tierno, me correspondiste.
Fui dichosa.
y yo no soporto ver mi hermana llorando
ese hombre es una rata
no existe hombre que pueda obligarte a estar con el
¿puedes alejarte que no lo ves?
No es respeto lo que yo veo es miedo
tú le temes a ese perro
¿que no lo ves?
Hace tres meses te confesé mis sentimientos y aunque no esperaba que me correspondieses lo hiciste, me diste una oportunidad y te trate como un tesoro del más valioso. Cada noche de invitaba a una cita y te llenaba de regalos como da cariño, procuraba hacerte reír y tratarte como la reinas que eras, aunque estuviese cansada después del trabajo me dedicaba a escucharte, me contaba tu día, de cómo Daniel empezaba a aprender el escribir y las reuniones de tus amigas.
Nuestras amistades sabían de nuestra relación y no nos discriminaban, nos apoyaban en lo que podían porque ellos también te apreciaban, amaban verte feliz y restaurada.
Y no fue más mi felicidad al llegar a casa y encontrarla vacía, te marchaste con tus cosas y Daniel.
(Lloras) cuando llega a la casa
(lloras) como un perro borracho
(lloras) y te pega sin razón
Dos años pasaron entre búsquedas y el dolor en mi pecho, era como si la tierra te hubiese tragado. Nadie sabía de ti ni ese maldito de Enrique, recorrí toda la ciudad y cada prostíbulo y bar.
Solo faltaban dos semanas para tu cumpleaños, cumplirías veintiocho años, prepararía un pastel y compraría un regalo por si acaso aparecieras de nuevo para quedarte a mi lado. Aun me quedaban esperanzas y no podía rendirme porque sabía que tu no lo arias, Daniel era tu fuerza para vivir y te esforzarías de alguna manera por él.
Tres días faltaban y tenía los ingredientes para el pastel y los globos estaban sobre la mesa. Mis amigos decían que me rindiese, que di todo lo que tenía y ella no supo valorarlo, sabía que no lo decían con malicia sino porque estaban preocupados.
Esa misma tarde después de salir del trabajo dos horas más antes tocaron la puerta.
-Buenas tarde ¿es usted la hermana de la Señora Montalván? –
-Si…-
Mi voz se quebró y llore en silencio.
Mi esperanza de amar murió ese día.
Mi vida perdió sentido.
Una mujer de mediana edad me hablaba pero no le prestaba atención, me toco el hombro pero no reaccione, solo podía ver a Daniel dormido en brazos de otra mujer más joven, estaba delgado y algo sucio, llevaba una mochila consigo y podía notar sus ojos hinchados y rojos, había estado llorando hasta dormirse.
Las mujeres se fueron dejándome a Daniel y una carta.
Bañe a Daniel y lo recosté en su cama, me quedo junto a él y lo abrase mientras leía la carta, era de mi querida hermana.
(Lloras) y los niños solo lo ven
(lloras) y le gritan daddy no
(lloras) no le pegues otra vez
“Supongo que si estás leyendo esta carta es porque ya no estoy viva, perdóname. Anote tu dirección en la carta para que cuidases a Daniel y no terminase en un orfanato, sé que lo cuidaras mucho y lo amaras. Perdóname.”
(Lloras) ese tipo te humilla
(lloras) y te habla mentiras
(lloras) él no tiene corazón
La habían encontrado muerta un martes en su apartamento, los vecinos habían llamado a la policía por el constante llanto de Daniel y porque temían lo peor, había estado discutiendo con su entonces novio. Había sido violada y golpeada hasta matarla, Daniel presencio la escena.
Dieron conmigo luego de hallar la carta.
-Ahora duerme cariño, cuidare de ti hoy y siempre, te daré todo el amor que tu madre te daba-
Debería mejor cambiar
que me venga a mí a pegar
yo lo pongo en su lugar
“Sé que no debí irme así y esos tres meses en que me amaste fui feliz, por primera vez alguien me amaba de una forma sana y me valoraba, pero tenía miedo, pensé que podía amarte de la misma manera que tú lo hacías pero solo puedo verte como mi hermanita menor, intente corresponder con la misma pasión cada vez que me besabas o tocabas pero el miedo era más fuerte, el creer que te dañaría me dolía y no podía imaginar el destruirte al igual que hicieron conmigo.
De niñas siempre cuide de ti y ahora tu cuidas de mí, solo quiero que recuerdes esos momentos alegres y olvides los demás, recuerda cuando mama nos llevaba a la escuela y papa al parque, recuérdame como tu hermana y no tu amante; Tienes que amar, tener un vida normal, formal una familia y darle todo el amor que me profesabas, hazlo por mí.
Perdoname.”