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15 días para pecar.- KaiSoo-. por PantiCornio

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Notas del capitulo:

Holaaaaaa ¿Como estan?. aqui les traje la act, espero no haber tardado tanto <3 los quiero :3

Pov`s KyungSoo.

 

Me había llevado el reto de mi vida, y todo por aquel chico moreno con estilo Playboy. Bufe cuando me deje caer en la cama, mirando el techo. Esa irritante sonrisa de burla se repetía en mi mente. Ese chico sin lugar a dudas se había posesionado en el número uno de mi lista negra. Es solo que, ¿Quién se creía?

Bufe y me arrope para intentar dormir. Mordía mi labio molesto, revolvía mi cabello, me daba vueltas en la cama, boca arriba, abajo, de lado, de espaldas, al revés, me enderece y di un grito ahogado en una almohada para evitar se preocuparan, liberando un poco el estrés, no podía dormir.

- Condenado chico...- bufe removiendo el cabello de mi rostro- De seguro esta de lo mejor.

Mire el techo y me deje caer en la cama totalmente rendido. A la mañana siguiente no podía creer lo que estaba sentado a la mesa tomando desayuno como si nada hubiera pasado. Esto no podía ser cierto.

- Buenos días~.- saludo mi cuñada con una sonrisa tierna.

- B-buenos días...- no pude evitar sonrojarme leve, ella era muy bonita y agradable.- ¿Qué haces tú aquí?

Mire a JongIn de mala forma, y lo vi ignorarme. Comía tostadas y bebía de su café americano mientras leía un artículo. Suspire indignado, tome asiento para comenzar a desayunar, aunque sinceramente, nada me sabía bien.

- Innie...- una voz adormilada y dulce me hizo voltear, encontrándome con la menor de los Kim, traía su uniforme perfectamente colocado y traía dos coletas altas, se veía realmente mona, además de tener sueño.

- Hola mi niña.- el chico la tomo en brazos y la sentó en sus piernas para arrullarla en estos. Eso fue suficiente. Me estaba ignorando.

Me levante de la mesa, me disculpe diciendo se me estaba haciendo tarde y simplemente con una tostada en mis labios salí de casa. Camine lejos de ahí, despidiéndome de mi hermano que llegaba de trotar, doble la esquina para así poder tomar el autobús.

Me quede de pie mirando el camino en busca de un bus amarillo. Pero lo que encontré fue un hermoso y lujoso deportivo negro delante de mí. Abrí mis ojos sorprendido, el vidrio del copiloto se bajó y pude ver aquellos ojos marrón que no podía soportar.

- ¿Piensas te dejare irte en autobús?-  me hablo con voz divertida.

Rodé mis ojos.

- Si, ahora vete.- aleje mi vista de ese auto.

Las personas que llegaban a la parada miraban a JongIn con brillo en los ojos, este sonrió de medio lado y se bajó del vehículo. Ahora podía apreciarlo mejor, vestía un traje a la medida negro con una camisa blanca, una corbata roja y sus zapatos lustrados y relucientes, suspire. Se acercó a mí y con delicadeza abrió la puerta del auto.

- ¿Podrías hacerme el favor de subirte?- me hablo con amabilidad pero irritación.

- No.

Alzo una ceja notoriamente sorprendido y confundido.

- ¿Qué?

- No, no iré contigo a ningún lado y no puedes obli...

De un solo jalón me tenía contra su cuerpo fuertemente, sentía como sus músculos se tensaban al sentirme tan cerca, me sorprendí y sonroje a la vez. Maldije mentalmente por aquella reacción al estar tan pegado a él. Mire sus ojos marrones y el miro los míos con intensidad, me sentí desnudo. JongIn tenía esa capacidad, no entendía como.

- Sube al auto, ahora.

Su voz era demandante, autoritaria, sentí un escalofrió recorrer toda mi espina dorsal, y no supe porque pero obedecí a su orden. Mordí mi labio y simplemente entre en el auto, dejando sorprendido a las personas que nos veían. Se subio y coloco el cinturón. Lo imite y mire por la ventana. Paso las manos por su rostro notoriamente frustrado para encender el motor del auto y arrancar. Lo miraba de reojo, su perfil era increíblemente hermoso. Este hombre era demasiado bello, aunque fuera hombre, sabía que él sabía muy bien lo bello que era y por eso trataba a las personas de aquella forma. Suspire

- ¿Porque estas tan irritado?- me atreví a preguntar.

Me miro de reojo y una sonrisa torcida apareció en sus rosados y carnosos labios.

- Porque de seguro más de alguna de esas personas comenzara a hacer chismes.

- ¿Chismes?- alce una ceja para mirarlo.

- Si, pues veras- humedeció sus labios con su lengua y paso una de sus manos por su cabello con simpleza, sentí mi corazón latir con fuerza.- No soy de las personas que lleva a otros.- se estaciono fuera de mi lugar de estudios, lo mire sorprendido.

- ¿Eso quiere decir que ahora comenzaran a decir cosas de los dos?- lo mire con algo de molestia.

- No tienes que preocuparte de eso, negare todo.- me dedico una cálida sonrisa.

- Oh ya veo, sería una molestia ser relacionado con alguien como tu.- me quite el cinturón.

- ¿Alguien como yo?- me miro divertido.

- Si, eres alguien que no teme dañar a los demás con una palabra, haces lo que quieres cuando quieres, no te interesa cuantos...

- No me conoces, KyungSoo.- su voz sonó demasiado profunda y cerca de mi rostro, me coloque nervioso- No puedes hablar así de las personas si aún no las conoces.

- Yo...

- Llegaras tarde.- me corto para mirar por el parabrisas.- Que tengas un buen día, y por favor. Haz amigos para que no tenga que venir a dejarte- me guiño.

Me sonroje de golpe.

- Ha, ni que fuera un solitario como tú- le dedique una molesta sonrisa.

- Con ese genio me imagino que no.- se rio de mí.

- Eres un idiota, JongIn.

- Eso va en según quien sea la persona.- me dedico un coqueto guiño. Deje de respirar.

Me baje del vehículo con las mejillas sonrojadas, mi corazón amenazando con salir corriendo por mi garganta, y miles de pensamientos contra lo que me estaba pasado. Me había colocado nervioso, aquel chico era una molestia.

Lo vi alejarse cuando comencé a subir los escalones. Suspire aliviado, sentí un leve jalón por la cintura, como alguien me acercaba a su cuerpo, iba a protestar pero al ver el rostro de mi novio sonreí con ternura. Coloque mis manos en el cuello blanco de este para besar sus labios finos y rosados con lentitud. Lo había extrañado.

- Hey hermoso, ¿Estas solo?- me sonrió.

- Lamento decirle que no, estoy esperando a mi novio- le sonreí con dulzura.

- Te extrañe amor- beso mi frente delicadamente.

- Y yo a ti...- susurre algo ido.

JunMyeon, mi novio desde hacía ya tres meses. Era una relación algo extraña, pero no mala. Bueno, no hasta hacía poco. BaekHyun, uno de mis mejores amigos, me había dicho que no podía seguir soportando más la lejanía de Jun, si bien, no era de las personas más amorosas del mundo. Me gustaba tomarme mi tiempo para estar con él y así poder estar...juntos.

Pero con el pasar del tercer mes, me fui dando cuenta que el interés de parte de él había cambiado, si bien, me besaba delante de las personas, no me molestaba, muy por el contrario, me hacía notar y se preocupaba de demostrar que estaba conmigo. Aunque, cuando de tiempos para vernos fuera de este lugar no era el apropiado. Peleábamos por los celos de él, y por algunos celos de mi parte.

Podía ser algo muy tonto que por aquello me colocara de aquella forma, pero...No lo sé.

- ¿Pasa algo?- me miro con curiosidad.

- No, solo pensaba.- le dedique una cálida sonrisa.

Caminamos a nuestro salón. El saludaba a sus compañeros y amigos y yo solo miraba por el pasillo. Este sería un año sin problemas.

 

Fin Pov`s KyungSoo.

 

Había llegado aquella mañana con un dolor de cabeza insoportable, y todo porque mi padre anoche me llamo molesto diciendo que no podía faltarle el respeto así a mi futuro cuñado. Como haya sido, no iba a rebajarme a pedirle perdón por algo que yo no había cometido. Pero por más que intentara concentrarme en los futuros proyectos y planes de la empresa, sus ojos y su molesta sonrisa se me hacían presentes.

- Voy a volverme loco...- susurre suspirando con pesadez.

Negué para obligarme a concentrar en lo que realmente era importante. No voy a negar que la simple idea de tenerlo tan sumiso en mi cama, mirándome con sus hermosos ojos llenos de brillo de lujuria, diciendo que quisiera más, me parecía sumamente atrayente y encantadora. KyungSoo era realmente adorable, aun con aquella estúpida personalidad que tenía. Tan altanero y presuntuoso. Mordí mi labio al imaginar sus largas y delgadas piernas enrolladas en mi cintura, mientras nuestras pieles chocaban y gemía mi nombre.

Humedezco mis labios con mi lengua, y pase las manos por mi cabello. La puerta de mi oficina fue abierta, dejándome ver a YiFan el cual traía un traje negro con una corbata de lazo. Su típica sonrisa de medio lado formada en sus labios, y me miraba con algo de burla. Traía además algo en sus manos.

- ¿Qué?- alce una ceja.

- Hola querido amigo, ¿Cómo estás?, estoy muy bien gracias por preguntar- hablo con sarcasmo y algo de burla, bufe.- Venga chico, ¿Cuándo pensabas decirme?

- ¿El qué?- lo mire confuso.

- Esto.- me dejo sobre el escritorio una revista donde se leía en grande lo siguiente.

 

"El hombre más codiciado de toda Corea tiene un nuevo amor, ¿Cual será el nombre del misterioso chico que le ha robado el corazón al bombón Kim?".

 

Justo bajo eso salía una fotografía con KyungSoo, alce una ceja para verlo con burla.

- ¿En serio de has creído esto?- me reí.

- Venga, eso no parece ser algo manipulado.- se sentó en el sofá- Esa fotografía es real.

- ¿Y eso que?- ataque.

- Amigo mío, te conozco lo suficiente como para decir que no planeaste que te tomaran una fotografía con un chico, pero aquí la pregunta es, ¿Quién rayos es ese chico de Preparatoria?- me miro algo asombrado- Amigo, eres un depravado.- se rio burlón.

Una sonrisa sincera surco mis labios. Este chico me conocía demasiado bien.

- Su nombre es Do KyungSoo, es el hermano del hombre que se casara con Eun, y me pidieron lo llevara a su preparatoria porque su padre no podía.- me encogí de hombros- Además el condenado chiquillo se me hizo el difícil, por eso la maldita foto.

- Waoh, es solo que, espera un momento JongIn.- me miro divertido, haciendo señas con sus manos para acercarse y sentarse frente a mi.- ¿Ese "chiquillo", te dijo NO?- me miro incrédulo.

Solté un suspiro y negué.

- En ningún momento dije que me...

- ¡Te dijo que no!- soltó una carcajada mirándome divertido.

- Pero que seriedad amigo mío- me burle.

- Es que amigo...- me miro con una sonrisa- Ese chico vale oro y quiero conocerlo.

- ¿Te volviste loco?- alce una ceja- Una cosa es que ese chamaco me haya negado y otra muy distinta es que te metas en su vida. Fan, él no es pertenece a este mundo y por más que yo quiera así sea, no lo dejare entrar en él.

YiFan alzo una ceja.

- ¿Razón?

- Es demasiado inocente para esto.- lo mire serio.

- ¿Desde cuándo eso te ha importado mi querido JongIn?- se rio de mí.

- Me importa porque ese chico no es una diversión, ese chico será mío, cueste lo que me cueste.

- ¿Le obligaras a que se acueste contigo?

- No, él lo hará porque quiere.- le sonreí de medio lado- KyungSoo es adorable y las ganas de romper aquella pureza me tiene los nervios de punta.

- ¿Qué me dices de Krystal?- alzo una ceja.

- Sabes muy bien que ella nunca me ha interesado.

- Estas jugando con fuego mi querido.- negó mirándome, para luego sonreír- Hoy llega mercancía nueva, ¿Te gustaría verla?

- ¿Nuevas mascotas?- alce una ceja.

- Mucho mejor que eso mi amigo, estos aún son puros.

- Entonces estaré ahí.- le sonreí.

- Pasare por ti a las ocho, recuerda ir deslumbrante, aunque...Bastara tu presencia para que el que te tengo reservado se caiga de espaldas.- se levantó- Ah, por cierto- me miro con una sonrisa- Claudia me dijo te avisara que tienes una reunión en una hora.- asentí- Nos vemos en la noche JongIn.

- Hasta entonces, Fan.

 

La tarde trascurrió sin mayores problemas. Llego el momento de terminar mi día en la oficina e irme a mi departamento. Me di una ducha, lento. Necesitaba alejar a KyungSoo de mi mente, la forma en la cual me estaba volviendo adicto a pensarlo. Esto era una locura.

Deje que el agua tibia cayera por mi piel, relajando mis músculos. Lave mi cabello con lentitud al igual que mi cuerpo. Luego de unos quince minutos salí de la ducha, una toalla blanca envuelta en mi cintura, y una más pequeña en mis manos secando mi torso y mi cuello, las pequeñas gotas caían por este y hacían que tardara en vestirme.

Camine a mi armario y saque uno de mis trajes, negro clásico, camisa blanca y zapatos de vestir. Me coloque unos boxes negros y enseguida comencé a vestirme. Revolví mi cabello mirándome en el espejo, deje los primeros botones de mi camisa abierta y mi saco abierto.

Los golpes a mi puerta llamaron mi atención, me acerque a esta y por la mirilla vi a YiFan, sonreí de medio lado para abrir la puerta y darle paso para que entrara, vestía un increíble traje blanco, una camisa gris grafito para dejar los primeros botones abiertos, su cabello negro estaba perfectamente peinado.

- Te ves realmente sexy- se rio mirándome.

- Puedo decir lo mismo de ti- le guiñe.

- ¿Estás listo?

Asentí, me sonrió para salir del lugar. Antes de subirnos a nuestros respectivos autos se acercó a mí y me dio la llave de un hotel, alce una ceja, me dio un guiño. No entendía, pero no le dije nada. Se acercó a mi auto y coloco en el GPS la ubicación de donde sería la fiesta.

- Nos vemos allá guapo.

Me dedico una última sonrisa de lado y se fue en su deportivo blanco. Me subí a mi deportivo negro azulado para emprender camino al lugar que me había indicado en el GPS.

Al llegar me di cuenta que no habían demasiados autos aun, algo se me hacía extraño, normalmente Fan sabía que llevaba a aquellas personas a mi departamento, mas nunca a mi casa pero no era necesidad de un Hotel, siendo también su extraña manía por irse solo, cuando siempre se va conmigo.

En fin, no le di más vueltas al asunto y entre en aquella mansión para ver los muebles y las paredes, todo era digno de uno de los mejores lugares de apuestas de la cuidad, aunque ahora claro está, se había convertido en una sección para el comercio de esclavos sexuales.

Tome asiento entre una de las mesas de la orilla para ver a miles de hombres más, algunos de más edad y otros más jóvenes. Los camareros que traían los tragos a las mesas vestían nada más que unos apretados short, una camisa holgada, dejando a la vista su blanco torso y piernas. Traía algunos un collar, otros nada.

- ¡Kai!- me voltee al oír aquel sobrenombre, me encontré con ChanYeol, le dedique una sonrisa de lado.

- Hey.- salude moviendo mi cabeza.

- ¿Vienes por lo nuevo?- asentí con algo de ánimos- Yo también.

- Lo supuse, Kris dijo que habría mucho de todo hoy- le di un guiño, mi amigo soltó una carcajada.

Park ChanYeol, mi mejor amigo desde que tenía memoria. Hijo y heredero de la empresa Park, mi socio y mi amigo de apuestas. Era un chico de cabello alborotado, ojos expresivos, un tanto pálido pero no en exceso, ojos marrones como su cabello. Su personalidad era única, era divertido, bromista, juguetón, burlesco, entre otras.

- ¿Dónde quedo tu última compra?- me miro de arriba abajo.

- Mm...- mire por el rodillo de mi ojo a uno de los camareros- Por ahí debe de andar, el contrato termino, no hay mucho que se pueda hacer.

- ¿Por qué no elijes a uno y ya?- me miro con curiosidad.

- No me interesa estar con una sola persona, eso lo saben muy bien y tu más de sobra- le sonreí- No pienso atarme a una persona.

- ¿Y si te enamoras?- me miro curioso.

- ¿Cómo le paso a MinSeok?- reí burlón- No mi amigo, no conozco aquello llamado amor, no podría enamorarme.

- No quieres enamorarte.- me corrigió con una sonrisa divertida.

- Exacto- mordí mi labio para pedir dos tragos y ver como las luces bajaban.

El anfitrión se hizo paso en el gran escenario, sonriendo de forma elegante y casi suave. Poco a poco fue presentando a los petos que serían los principales. Los vírgenes. Sonreí, era divertido ver como estos caballeros se peleaban por uno de ellos, aunque a decir verdad, me daba algo de lastima.

- Empezaremos con un joven estudiante de Medicina, su parte delantera es virgen...- en el centro del escenario había un chico de cabello castaño claro, ojos marrones, brillantes, mejillas sonrojadas, se encontraba jadeando, debía de ser por las drogas. Vestía únicamente unos boxes ceñidos, de color rojo, el cual hacia juego con el collar que tenía en su cuello- Y la trasera, ya se darán una idea. El comprador podrá comprobar que realmente lo es.- sonrió, mire a Yeol el cual miraba al chico con una sonrisa en los labios. Era primera vez que veía aquella sonrisa en los labios de mi amigo.- La oferta comenzara en 500 millones de Wons.

- ¡550 millones!

- ¡600 millones!

- 600 millones a las una...- mira a los demás- 600 millones a las dos...

- ¡1.000 millones!- se levantó mi amigo sonriendo de lado. Lo mire sorprendido.

- ¿Alguien da más?- el anfitrión quedo algo sorprendido por la apuesta de mi amigo. Al ver que nadie decía nada- ¡Vendido por 1.000 millones!

Mire a Yeol con una ceja en alto.

- ¿Te das cuenta la cantidad de dinero que has perdido por él?

- Va más allá del dinero mi querido negro- sonrió de lado- Lo conozco.

- Oh...- asentí algo ido.

- ¿Qué tal les parece hasta ahora?- Kris llego de la nada y se sentó junto a nosotros.

- No va mal, Yeol ya compro.

El sonido del micrófono nos hizo mirar al escenario, lleve mi vaso a mis labios para beber de líquido.

- El siguiente joven es un chico de Secundaria.- el siguiente chico hizo que me levantara de golpe, eso debía de ser una broma.- Es por supuesto, virgen- sonrió, la mayoría de la sala miraba al chico con gula.- Comenzaremos con 500 millones de wons.

- ¡600 millones!

- ¡650 millones!

Esto debía de ser una broma. Su piel clara y deliciosa como la leche estaba cubierta por una sola tela de una camisa blanca, llevaba unos boxes negros ceñidos y de sus ojos se podía ver el brillo de las drogas. Mi corazón comenzó a latir con fuerza.

- ¡700 millones!- grito otro más.

Mi cuerpo temblaba, el último lugar donde esperaba verlo era aquí.

- ¡1.000 millones!- grite llamando la atención de Kris y de Yeol.

- ¡1.300 millones!- grito un sujeto.

No iba a dejarlo irse con él.

- ¡1.400 millones!

- ¡1.500 millones!- el chico me miro con una sonrisa de lado.

Mis amigos me miraban con sorpresa, era la primera vez en TODO el tiempo que había venido a estos lugares que luchaba contra los compradores por una persona. Eso les hacía algo de gracia pero no dejaban de estar impactados.

- ¡2.000 millones!- me levante para acercarme al escenario- En efectivo- susurre de manera sensual.

El anfitrión estaba impactado.

- 2.000 millones, ¿Alguien da más?- miro al chico que debatía conmigo y este negó- ¡Vendido por 2.000 millones de wons!

Sonreí de forma ladina para tomar la mano del chico y llevarlo atrás, donde me esperaba Kris y Yeol, pague lo que debía y lo mire para ver como sus mejillas estaban sonrojadas.

- ¿Por qué no me dijiste?- mire a Kris.

- Eh, momento yo no sabía nada- levanto las manos en señal de inocencia.

- ¿Quién es el?- Yeol miro al chico con curiosidad- No es nada pero, acabas de gastar 2.000 millones de wons en él.

Mordí mi labio para cubrirlo con mi saco.

- Lo conozco- mire a mi amigo- Es mi cuñado.

- ¿Él es Do KyungSoo?- me pregunto Kris cuando vio mi rostro- Oh ahora entiendo porque gastaste tanto dinero y porque además, discutías con ese chico de allá- rio- Parecían perros.

Esto debía de ser una broma o un mal sueño, no podíacreer que ese chiquillo estuviera en aquellos lugares, mas nunca pensé que fuera porque él quisiera. Firme el contrato para llevarlo a mi auto y dejarlo reposar en el asiento del copiloto. Mordí mi labio nervioso cuando lo acomode, se veía tan malditamente sensual. Oh dios...

- ¿Ya te lo llevas?- la voz de Kris me hizo verlo, asentí- Cuidado con violarlo.- reí sin humor- Venga, es una broma- me dio un suave empujón- No es el fin del mundo.

- ¿Tienes idea de las ganas que tenia de tenerlo en esta situación?- alce una ceja negando con diversión- Esto debe ser una prueba.

- ¿De quién?- me encogí de hombros- Amigo, no seas idiota.- se rio- Tienes dos semanas para ver si realmente es una prueba o no.

- Lo sé, tengo 15 días para pecar.- dije con burla.

  

Notas finales:

Espero les haya gustadooo laksjdlkajsd Cuidense mucho y espero inicien muy bien la semana <3 Los loveo :3 


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