Yifan tiene un novio; uno alto y bonito, a pesar de tener una cara que da miedo pero que en realidad sólo es tímido y dulce como la azúcar. Huang Zitao es el nombre del chico panda, como le habían puesto los amigos de Yifan la primera vez que lo conocieron.
Yifan mantenía una relación con Tao desde la secundaria, hace ya muchos años. Tao es menor que Yifan pero desde el momento que los ojos del mayor se posaron en el delgado cuerpo del menor no lo dejó ir. Hoy día llevaban diez años de relación.
Tao es joven y se cohíbe fácilmente. Yifan tomó en cuenta que tenía un novio con inhibición social después de que lo presentó con sus padres y casi se echa a llorar sin razón. Creyó que habían sido los nervios, que en parte era cierto, pero después de que le presentó a sus amigos entendió que Tao era tímido. Demasiado en realidad.
Por ello decidió apartar especialmente los sábados para pasar todo el día junto a Tao. Hablando acerca de su timidez para luego, por decisión de Tao por supuesto, mirar películas. Eso sin contar los días en los que Yifan no le daba opciones y simplemente lo cogía de la cintura para llevarlo a la habitación y no salir de ahí por lo menos unas cinco horas.
Ese sábado por la noche Tao había decidido colocar en el DVD Romeo y Julieta. Su novio era una romántico empedernido, aunque la realidad de esa novela en su versión original era un tanto demasiado cruda. Pero eso, por supuesto, Tao no lo sabía.
Durante el curso de la película el mayor decidió simplemente ignorar la pantalla y jugar con el cabello sedoso de su pequeño novio. La realidad era que, muy a pesar de que Yifan se burlara de su novio la mayor parte del tiempo, lo cuidaba, protegía y cumplía sus caprichos por la única razón de que lo ama más que a su propia vida. Sí, incluso él podría ser romántico tanto como quisiese.
No sabe cuánto tiempo pasó antes de que Tao alzara su cabeza y lo mirara con esos bonitos ojos que Yifan amaba con locura. La cosa es que él pierde la noción del tiempo todas las veces que tiene a Tao a su lado porque podría vivir así mientras su pequeño novio se mantuviera a su lado. Casi puede reírse al imaginar a Sehun, su pequeño mini mi, susurrarle eres tan cursi que me enfermas.
—Yifan.-Murmuró Tao.
—Hum.-Tarareó el mayor aún inmerso en los ojos de Tao.
—Quiero una historia como la de Romeo y Julieta.-Soltó el menor provocando que una burlona sonrisa apareciera en los labios de Yifan.
— ¿Llena de muertos?-Preguntó burlón.
—No, románti…-
— ¿Qué sólo dure siete días?-Yifan preguntó sin darle oportunidad al menor en terminar de responder. Incluso estaba a nada de romper a reír porque le encantaba molestar y burlarse de su inocente novio.
—No, es que…-
—Mejor léela, bebé.-Finalizó mientras reía sin poder evitarlo. Tao le golpeó el pecho después de eso y él disfrutó de burlarse de ello.
—Eres un estúpido.-Bufó Tao.
—No, simplemente que yo prefiero leer los libros y no verla en su versión cinematográfica.-se excusó.
—Vete al infierno, Yifan.-Gimoteó lindamente Tao haciendo que Yifan riera pero esta vez por una diferente razón.
— ¿Y sí nos vamos juntos?-Cuestionó —Sería algo así como Romeo y Julieta pero en versión renovada y mejor, ¿no?
—Eres un tonto.-Se mofó Tao.
—Pero te amo.-Sonrió ampliamente el mayor — ¿Me amas?-jugueteó con los dedos del menor.
—Te amo demasiado, Romeo.-Se burló el menor.
—Detente con eso.-Se rió el mayor.
—Está bien pero te amo.
—También te amo, Julieta.