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Expulsados (BaekhyunxChanyeol) por kray21

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Notas del fanfic:

Este fanfic es una adaptación del fanfic homónimo de DeidRocks a quien le pedí permiso para adaptarlo y me lo consedió.

Notas del capitulo:

Espero les guste esta nueva adaptación, el Baekyeol es una de mis parejas favoritas.

No olviden dejar un review ya sea si les gusta o no, quiero saber sus opiniones y estoy segura que a la autora del original le gustaría saberlas.

Mis días en la escuela eran siempre eran los mejores.  ¿A quién no le gustan las burlas continúas y bromas a diario?. Amaba como me abucheaban cuando pasaba al frente a recoger las notas más altas de la clase, me llenaba de ánimos mirar los dedos que me señalaban a cada segundo.

 

¿Me creíste?

 

¡Odiaba cada segundo que tenía que pasar en ese colegio! A todos aquellos estúpidos cabezas huecas con los que tenía que pasar 6 horas diarias. La superficialidad de cada uno de ellos mantenía mi cabeza en un análisis continuo de su comportamiento irracional.

La preparatoria era nueva para mí; la preparatoria parecía una jungla, un terreno de supervivencia, un campo de batalla. Mi estrategia hasta aquél día había sido pasar desapercibido; sin embargo es increíble cómo tan pronto aquellas bestias aprenden a identificar y etiquetar a las personas.

 

-¡Baekhyun, baja ya, tu desayuno está listo! – Gritó mi madre al tiempo que yo abrí mis ojos.

 

¿El desayuno estaba listo? Entonces… ¿Qué hora era?

 

Tomé mi celular al tiempo que estiraba mi cuerpo en la cama. Di un brinco de sorpresa en cuanto pude percatarme de lo tarde que era. ¿Qué clase de broma era aquella?, tenía que convencer a mi cerebro de que no era más que una broma cruel de mis padres sincronizados con mi celular, pero era una idea tan ridícula que ni siquiera el hemisferio izquierdo de mi cerebro se atrevería a considerar.

 

Salté a prisa y corrí a prender mi ordenador mientras entraba a la ducha, cuando aquél molesto golpeteo en mi puerta comenzó por primera vez en ese día.

 

- Baekhyun – dijo mi padre al tiempo que se adentraba a la habitación – Hijo… ¿Te has quedado dormido? – Dijo incrédulo al verme apenas salir de la regadera.

 

-Lo sé… mi alarma no sonó – Dije a mi defensa.

 

-Tendrás que irte en autobús – me informó, entonces se esfumó una parte de la esperanza que conservaba por llegar a tiempo a las clases – Mi vuelo sale en media hora y a  tu madre se le hace tarde para el trabajo.

 

-De acuerdo padre – Dije decepcionado, pero aún sin dejar de darme prisa.

 

-Suerte Baek, te veré mañana campeón – Me animó mi padre al salir de mi habitación.

 

Corrí hacia el ordenador mientras continuaba vistiéndome.

 

“¿Alguien tiene las respuestas del examen de economía?”

 

De nuevo tenía que ser una broma, pero para mí mala suerte tampoco lo era. Aquél estúpido mensaje alteró mis nervios; era cierto, tenía que presentar un examen de economía a la primera hora. Apagué el monitor y corrí hacia la cocina. No tenía tiempo para desayunar, así que tomé un jugo de naranja del refrigerador y corrí hacia la parada de autobús.

 

Ya iba diez minutos tarde, jamás lograría entrar a la escuela a menos que el autobús se diera prisa o que me atreviera a saltar la barda; irónico, yo la saltaría para entrar, no para salir.

 

Bajé a prisa de mi transporte improvisado y corrí a la puerta. Eran las 7: 15 de la mañana. Solo 5 faltaban minutos para romper la tolerancia oficial.

 

-Buen día – Dije dirigiéndome al guardián de la entrada sagrada hacia la jungla; al prefecto.

 

Echó un vistazo al reloj que portaba en uno de sus lánguidos brazos y después dirigió su furibunda mirada hacia mí, pero no me detuve a esperar su respuesta.

 

Después de aquél corto saludo corrí por el pasillo una vez que pudo dejar de verme. Sin embargo; para mi mala suerte estaba justo frente a mí el chico más desordenado del colegio, todos lo conocían como un “rompecorazones”, pero él era el rey de los estúpidos. Park Chanyeol.

 

No obstante, uno de mis secretos hacia mí mismo era que yo estaba perdidamente enamorado de él, que observaba su hermoso cabello negro cada vez que se giraba. Que miraba la perfecta complexión de su cuerpo (alto, muy alto, pero bien trabajado) todo el tiempo, su blanca piel que contrastaba perfectamente con su cabello y sus ojos cafés que me atrapaban. Pero para empeorar la situación, él no estaba solo; mantenía una pelea con un chico a tan tempranas horas de la mañana. Abrí mis ojos y traté de detenerme, pero estaba corriendo demasiado rápido.

 

Visualicé aquella escena en cámara lenta: yo tratando de parar, mi rostro de espanto para después estrellarme con Park Chanyeol y el chico al que le pegaba. Su rostro se giró hacia mí aun sin soltar el cuerpo de su oponente.

 

-¡¿Qué está sucediendo ahí?! – Gritó el prefecto caminando hacia nosotros.

 

Problemas. Fue la única palabra en la que pude pensar, jamás había estado involucrado en una pelea hasta ahora; recalcando que no fue más que un estúpido accidente.

 

Solo pude visualizar las puertas de la escuela cerrándose frente a mi cara, no debía aceptarlo; no podía.

 

-Escuche, ya le dije que no fue mi culpa – Dije por enésima vez, tratando de que el prefecto se compadeciera de mí.

 

-Lo siento joven – Dijo con voz firme – Ambos tienen este día de expulsión por mala conducta.

 

Su rostro aparentaba tristeza; no le creía ni una sola palabra, sé que lo estaba disfrutando, no era más que un viejo amargado y sediento de poder.

 

-Pero…

 

-Ni siquiera lo intentes – Dijo Park – Por más veces que se lo digas él no te escuchará – Me informó.

 

Era la primera vez que Park Chanyeol me hablaba directamente a mí; pero no estaba decidido a otorgarle la importancia que los latidos de mi corazón le estaban asignando.

 

-Gracias por la información de sobra – Contesté a la defensiva.

 

-Tranquilízate Byun – Dijo sonriendo mientras caminaba por la acera para alejarse de la escuela.

 

El hecho de que supiera mi apellido me sorprendió por un instante, pero después traté de dejar de tomarle importancia. Él era algo similar al típico “chico rudo de la escuela” sin mencionar que todas las chicas y algunos chicos morían por él. A pesar de cursar el tercer grado se veía aun mayor de 17; no sería una sorpresa para mí enterarme de que hubiera tenido que recursar algún año.

 

-¿Cómo puedes estar tan despreocupado? ¡Todo esto es tú culpa! – Le grité acercándome a él como si fuese a golpearlo.

 

-¿Es mi culpa que llegaras tarde? – Preguntó retórico – Mejor relájate un poco pequeño, no se acabará el mundo – Dijo sin borrar esa irritante sonrisa de sus labios al tiempo que comenzaba a caminar en dirección contraria de la escuela.

 

Lo seguí instintivamente porque no sabía que debía hacer y él parecía tener un plan o al menos se lo estaba tomando bastante bien.

Más que bien; parecían buenas noticias para él. Desfajó su camisa blanca del uniforme y aflojó su corbata, después volteó a verme a mí  y se dispuso a seguir caminando.

 

-¿Qué es lo que haremos… conoces otra entrada… o algo así? – Pregunté dudoso.

 

Chanyeol comenzó a reír a carcajadas sin dejar de mirarme, cosa que me molestó bastante.

 

-¿Para qué demonios quieres entrar? – Dijo divertido – Velo de este modo: la escuela nos ha otorgado un día libre – Sonrió y siguió alejándose del edificio escolar – Relájate… diviértete.

 

-¡No! No puedo verlo de esa forma… ¡tenía que presentar un examen en este preciso momento en lugar de estar contigo! – Dije molesto.

 

-No te dije que vinieras conmigo – Dijo justo cuando terminé mi queja.

 

-Es que… creí que… podrías…

 

-Si conozco otra entrada – Me interrumpió, deteniéndose en seco, mi rostro casi chocaba con el suyo hasta que me detuve yo también.

 

-Pues… dímela!!! – Exigí.

 

-¿Qué te hace pensar que quiero ayudarte? – Dijo mientras cruzaba la calle.

 

No sabía hacia donde se dirigía, pero tenía que continuar siguiéndolo, y no porque deseara estar a su lado, todo era muy fuera de mis crecientes deseos de permanecer a su lado; mantenía ese sentimiento bloqueado en mi interior.

 

-Velo de este modo – Comencé a hablar como él – Si me dices como entrar, dejaras de estar escuchando mi molesta voz seguirte hacia donde sea que vayas.

 

-¿Así que vas a seguirme? – Preguntó mirando mis ojos. Un brillo se apodero de su mirada, lo cual hizo que me paralizara.

 

-… Si – Contesté un tanto inseguro, después de unos segundos de silencio.

 

-Te informó Byun, que no voy a decírtelo sin recibir nada a cambio – Dijo sugerente, adueñándose de mi vista con su fulminante mirada.

 

Perfecto, ¿qué iba a pedirme? ¿dinero? No tenía. De acuerdo seamos realistas; Chanyeol no es del tipo que necesita quitarle el dinero a los chicos mediocres de la escuela; así que esperaría que se conformara con que hiciera sus tareas por una semana o algo por el estilo.

 

-Bien… ¿Qué es lo que quieres? – Dije colocándome a su lado, tratando de llevar mi paso a su ritmo y no detrás de él.

 

-¿Qúe estas dispuesto a darme? – Dijo mientras levantaba un cerco que estaba un poco caído para pasar por debajo. Parecía ser la entrada a un jardín y él tenía todas las intenciones de irrumpir en él.

 

-¿Vas a entrar a ese lugar? – Pregunté alarmado.

 

-Así es – Dijo al tiempo que se agachaba para pasar por el hueco que había quedado –¿Vienes? – Preguntó sosteniendo el cerco para que entrara.

 

Lo pensé por un segundo pero me arrepentí antes de tomar mi idea en serio.

 

-No – Contesté – No sabes quién pueda estar ahí, estas loco…

 

-De acuerdo – Me interrumpió y caminó hacia adentro.

 

Me quedé ahí afuera mirando los alrededores, había árboles por todos lados pero no parecía un parque, el lugar estaba completamente solo y no veía nada que me pareciera familiar ¿En donde demonios estábamos? No presté atención durante el camino, solo seguía los pasos del que se suponía era mi medio de escape, o mas bien de entrada al colegio. No sabía como regresar solo a casa o a la escuela así que levanté la gruesa tela de alambre y me dispuse a entrar.

 

Caminé varios pasos hasta que miré a Chanyeol  con los audífonos puestos y escuchando música tan fuerte, que hasta yo podía escucharla. Sonrió al verme y me lanzó una profunda y seductora mirada. Sentí escalofríos cuando lo noté, no obstante; no iba a dejar que me confundiera, prácticamente él se dedicaba a eso.

 

-Me alegra que decidieras venir – Dijo cuando me paré frente a él.

 

-Deja los juegos estúpidos y… dime de una vez que es lo que quieres – Dije un tanto angustiado.

 

-Si vienes para hacerme saber que estás molesto yo mejor me largo de aquí – Dijo mientras se acostaba en el césped y se perdía nuevamente en su música. 

 

-No te estas yendo… te acabas de acostar – Dije extrañado.

 

Chanyeol cerró sus ojos y colocó su mano en su pecho mientras metía dos de sus dedos entre los espacios de los botones de la camisa para acariciar su piel. Tragué saliva y me acerqué a él.

 

-Park… dime en donde está la entrada –Dije en voz baja.

 

Esperé algunos segundos pero no contestaba. Ahora entendía el significado de “me largo de aquí”.

 

-¡Park, jamás tendrás paz si estoy aquí… jamás te dejaré dormir hasta que me lleves a la escuela! – Grité cerca de su oído; él apenas se movió – ¡Park! – Grité de nuevo.

 

-¿Por qué no te vas tu solo? – Dijo molesto al tiempo que abría sus ojos.

 

-No sé en donde… – Me interrumpí a mi mismo con mi silencio. No debía hacerle saber a Chanyeol que desconocía nuestra ubicación, pero ya era demasiado tarde; su risa comenzó a surgir.

 

-¿Estás perdido Byun? – Dijo burlón mientras se sentaba en el pasto para disfrutar su burla mirando mi rostro.

 

-Eres un estúpido Chan… Park – Dije molesto.

 

Me lanzó una mirada de desconfianza y se colocó de pie.

 

-Relájate Byun, te indicaré el camino a casa antes del anochecer – Dijo sonriendo con desdén.

 

-Eres un animal – Dije enojado – No se como puedo estar en…

 

Su rostro se giró hacia el mío y la realidad obligó mi voz a permanecer encerrada dentro de mi garganta. No sé qué me pasaba esa mañana que había dicho ya bastantes estupideces. Jamás en mi vida había pasado más de 5 segundos junto a Park Chanyeol. Caminó hacia mí y se acercó hasta invadir mi espacio personal.

 

-Continúa – Me ordenó.

 

-No iba a decir nada – Dije un tanto nervioso.

 

-No sabes como puedes estar en… ¿qué más? – Dijo peligrosamente cerca de mí, obligándome a caminar hacia atrás.

 

-¡Déjame en paz! – Le ordené alejándome de su cuerpo pero él caminó hacia mí una vez más, colocó sus manos en mi cadera y haló la camisa de mi uniforme para desfajarme.

 

- No sé como puedes llevar la camisa fajada aun fuera de la escuela – Comentó – Aprende a ser un poco más… despreocupado Byun – Concluyó cerca de mi rostro.

 

Su cercanía me había puesto nervioso, no sé que pretendía hacer o decir si sabía la verdadera palabra que me había obligado a callar.

 

-Me gusta así… es decir, no me molesta – Expliqué mientras sus manos se paseaban por mi cadera hasta llegar a mi entrepierna.

 

-¡¿Qué estás haciendo Park?! – Pregunté nervioso tomando su mano para que no fuese a llegar más lejos.

 

-¿No es obvio? – Dijo acercándose a mi rostro – Quiero sentirte – Susurró al tiempo que quitaba mi mano para colocar la suya de nuevo.

 

- Chanyeol yo…

 

-¿Por qué no aflojas un poco tu corbata? – Me interrumpió tomándose la libertad de rodear mi cuello para hacerlo por él mismo.

 

Comencé a sentir su respiración y su aliento chocar con mi rostro, pero no me molestaba en absoluto. Chanyeol mantenía su frente pegada a la mía, sin embargo nuestras bocas se mantenían alejadas, ya que él era muchísimo más alto que yo.

 

-Am… Gracias – Dije nervioso dando un paso hacia atrás una vez que terminó de hacerlo.

 

-¿Por qué te alejas? ¿Acaso me temes Baekhyun? – Dijo tomándome por detrás de la cintura para evitar que me alejara de nuevo, al tiempo que con su otra mano recorría mi cuello para resbalarla por mi torso y apretar mi cintura.

 

-No… yo… no creo que sea necesario estar tan… cerca – Concluí.

 

Sus ojos se cerraron y después se abrieron para dirigir su penetrante a la mía.

 

-¿Qué ibas a decirme Baekhyun? – Susurró mientras su brazo me arrastraba hacia su cuerpo.

 

-Iba a decir que…

 

¿Qué demonios estaba haciendo? No debía dejarme llevar por él, a pesar de que era tentador, sabía que me arrepentiría de decirlo, aquello no podía traerme nada bueno.

 

Giré mi rostro para evitar la cercanía y traté de alejarlo con mis brazos, pero él se aferró a mí con más fuerza.

 

-Déjame ayudarte – Dijo tomando mi rostro para que lo mirara de nuevo – No puedes creer como puedes estar ena… continúa tú, ya te regalé una letra – Dijo con una sonrisa en su rostro.

 

-No… estás loco no estoy…

 

-Enamorado de mí – Dijo acariciando mis labios con su dedo índice.

 

Sentí mi cuerpo entero colocarse nervioso, ya lo sabía… lo había dicho y yo no sabía que responder a eso. No era su confesión de amor salir de sus labios; era la mía.

 

Colocó ambos brazos alrededor de mi cintura y se acercó demasiado a mi rostro; nuestros labios chocaron pero no fue un simple roce; era un beso. Sus labios se movían sobre los míos, su lengua trataba de entrar pero temía dejar que lo hiciera.

 

-¿No quieres que te bese? – Preguntó al no ver respuesta por mi parte. Lo miré a los ojos por un segundo pero no pude decir nada –

Siempre creí que eras hermoso Baek – Comentó con sus labios sobre los míos.

 

No pude contenerme más y lo besé, esta vez fui yo quien despertó el movimiento de su lengua con la mía. Sus labios eran suaves, su aroma era delicioso, sus manos se paseaban por mi cuerpo hasta que encontraron la entrada debajo de mi camisa para acariciar mi abdomen y lograr erizar mi piel.

 

-Dilo Baek – Pidió al separarse de mis labios.

 

-¿Qué quieres que diga? – Pregunté haciéndome el desentendido.

 

-Lo que ibas a decir… di que estás…

 

-Estoy enamorado de Park Chanyeol – Lo interrumpí.

 

-¿Qué tengo que hacer para que lo olvides y vengas conmigo? – Bromeó.

 

-Estoy enamorado de ti – Dije por fin lo que él quería escuchar.

 

-Me encantas Baekkie – Dijo apretando mi cuerpo de nuevo.

 

-Nunca creí que supieras de mi existencia – Dije mirando sus ojos; Chanyeol sonrió.

 

-Te sientas en el tercer asiento de la fila izquierda en las clases de álgebra, te puedo observar claramente una hora diaria, con solo girar mí vista hacia la ventana; eres tú la razón de mi distracción en clase Byun Baekhyun – Afirmó.

 

No podía creer nada de lo que estaba ocurriendo. Imposible que fuera una broma, Park Chanyeol me tenía más que registrado en la rutina diaria de su vida. Aquella había sido sin duda una de las noticias más excitantes y reveladoras para mi rutinaria supervivencia en el colegio. Sin embargo lo único que me importaba en aquél momento eran sus labios. Jamás imaginé que el sabor de la persona que yo había catalogado como un animal pudiera ser el mas dulce que había probado en mi vida.

 

-¡No me culpes por tus malas notas! – Me quejé.

 

-Lo es – Afirmó y me dio un beso en los labios – Si hay algo que quiero pedirte a cambio de decirte la entrada al colegio – Dijo en voz baja.

 

-¿Qué? – Pregunté un tanto nervioso.

-Te quiero a ti – Susurró mirando mis ojos.

 

En un instante me coloqué más nervioso de lo que estaba; pero no quería que él lo notara así que trate de controlar mi voz y los movimientos de mi cuerpo.

 

-No… no habrá tiempo para volver a la escuela entonces – Pretexté.

 

-Te deseo Baekkie… ¿Tu no me deseas? – Preguntó en voz baja mientras deslizaba su mano por mi abdomen hasta meter parte de ella entre mis jeans.

 

-Si… pero…

 

-Quiero hacerte el amor – Susurró en mi oído.

 

Mi cuerpo se estremeció, jamás en mi vida lo había hecho, sentí una mezcla de miedo y emoción al mismo tiempo, pero no sabía que debía responder.

 

-No… - Fueron las primeras palabras que salieron de mi boca.

 

-¿Me tienes miedo? – Preguntó extrañado.

 

-No a ti… Chanyeol es que…

 

-¿Eres virgen? – Preguntó mientras colocaba su mano en mi miembro sobre mi bóxer.

 

-Si – Contesté en voz baja, lleno de terror.

 

-Tienes diecisiete años ¿cierto?…

 

-Tengo dieciséis – Lo corregí.

 

-¿Y no quieres perder tu virginidad conmigo pequeño? – Dijo rozando sus labios con los míos, su proximidad comenzaba a excitarme – Te prometo que seré cuidadoso – Susurró.

 

-De acuerdo – Dije sobre sus labios.

 

-¿Sientes que te estoy presionando? – Susurró una vez más.

 

-No… estoy seguro.

 

-Entonces no lo haremos – Dijo soltando mi cuerpo y retrocediendo despacio.

 

Caminé hacia él y lo tomé con fuerza de la cintura.

 

-No te alejes de mí – Le dije parándome de puntitas y buscando sus labios con los míos.

 

Chanyeol me besó de nuevo, amaba sentir el movimiento de su lengua dentro de mi boca, era salvaje; era perfecto.

 

-No quiero que lo hagas por compromiso – Dijo con su respiración agitada.

 

-No es por compromiso… te deseo – Dije tímidamente.

 

Sus manos me tomaron con fuerza por detrás de la cintura, aquél simple movimiento bastó para excitarme. Me tomó de la mano y caminamos hasta atravesar aquél jardín. Para mi sorpresa, no era cualquier jardín.

 

-Este es… ¿Tu patio? – Pregunté sorprendido al ver la entrada trasera de la que debería ser su casa.

 

-Siempre estoy solo – Dijo mientras me jalaba al interior de la casa – Mis padres trabajan todo el tiempo.

 

Igual que los mios. Ambos teníamos algo en común, tal vez teníamos más en común de lo que podría haber pensado.

Subimos a su habitación y Chanyeol cerró la puerta detrás de él.

 

-Disculpa el desorden… jamás imaginé que hoy sería un día especial – Dijo sonriendo.

 

Caminó hacia mí y colocó su mano en mi trasero mientras deshacía el nudo de mi corbata. Coloqué mis manos en su cadera pero tenía miedo de tocarlo, no estaba seguro si lo haría bien, no sabía como empezar, así que dejaría que él lo hiciera.

 

- ¿Está todo bien? – Preguntó sobre mis labios.

 

-Solo estoy un poco… nervioso – Dije mirando sus hermosos ojos cafés.

 

-Te prometo que voy a cuidarte – Dijo acariciando mi cuello con sus dedos para después deslizarlos hasta mi pecho y desabotonar mi camisa.

 

Chanyeol comenzó a besar mi cuello mientras desabrochaba mis jeans, metió su mano despacio hasta apretar mi miembro entre sus manos. Se escapó un gemido de mi boca, pero no quería que ocurriera de nuevo, al menos hasta que estuviera penetrándome.

-Hazlo de nuevo – Pidió Chanyeol – Me gusta oírte gemir.

 

-Lo haré mientras sigas tocándome – Sonreí.

 

Me apretó con fuerza de la cintura y me arrojó hacia la cama. Rodeó mi cuerpo con sus piernas y continuó desvistiéndome.

 

-Voy a tocarte hasta que no pueda más – Susurro – Tu cuerpo es hermoso Baekkie – Dijo antes de besar mis labios.

 

Yo no dije nada, solo sentí mi rostro sonrojarse. Todo aquello era nuevo para mí, jamás me acostumbraría tan pronto. Solo seguí el movimiento de sus labios que debo admitir me hacía perderme y concentrarme únicamente en el sabor de sus labios, olvidar que estaba lleno de miedo y que le temía a aquella inesperada situación.

 

Chanyeol nos desvestía a ambos ya que yo había decidido no hacer mucho por el momento. Sentía mi cuerpo tan caliente que necesitaba que me penetrara de una vez, a pesar de saber lo doloroso que eso sería, lo único que me interesaba era seguir sintiendo a Chanyeol.

 

-Házmelo… despacio ¿de acuerdo? – Pedí una vez que sentí su pene rozar mi trasero desnudo.

 

Lo miré a los ojos y tomé su pene con mi mano; sentí miedo, era más grande de lo que mis expectativas me llevaron a imaginar segundos atrás. Pero sentirlo entre mi mano me puso más caliente de lo que ya estaba. El sentir su textura, la humedad de su temperatura, estaba completamente engrosado y erecto. No me conformaría con sentirlo, quería mirarlo. Empujé a Chanyeol del pecho y me senté en la cama.

 

-¿Qué sucede? – Preguntó lleno de dudas.

 

-Nada… quería… es que…

-¿Tienes miedo pequeño? – Me interrumpió acariciando mi mejilla.

 

-No… estoy un poco nervioso eso es todo… – Chanyeol me interrumpió de nuevo pero esta vez besando mis labios.

 

-Podemos dejarlo hasta aquí – Susurró en el instante que finalizó aquél beso.

 

- No…quiero que entres en mí ahora – Le dije halándolo del cuello para besarlo una vez más.

 

Chanyeol metió dos de sus dedos en su boca para sacarlos completamente empapados con su saliva. Sus manos deslizaron por mi trasero hasta que sus húmedos dedos encontraron la entrada.

 

-¿Crees que estás listo ahora? – Preguntó mientras sus dedos entraban lentamente en mi.

 

-Chanyeol… ¿Qué… estás haciendo? – Pregunté dolorosamente.

 

-Estoy preparándote para que no sientas tantoto dolor, pero aun asi te dolerá un poco cuando te la meta – Susurró sobre mis labios.

 

-No quiero esto… sé que va a dolerme… por eso…

 

Chanyeol me interrumpió colocando su lengua sobre mis labios así que comencé a sentirla con la mía, tratando de concentrarme en eso y no en sus dedos que causaban estragos en mi interior con su frenético movimiento.

 

Nuestros cuerpos estaban juntos, Chanyeol me obligó a recostarme en la cama una vez más mientras movía sus dedos  de manera más lenta en mi interior. Quería decirle que los sacara, que me dolía y que quería que terminara ya, pero pronto los retiró antes de que tuviera que hacerlo.

Tomó mi miembro con su mano y comenzó a masturbarme.

 

-¿Te gusta así o más rápido? – Preguntó jadeante.

 

-Más… rápido – Contesté de igual forma.

 

Sentí su pene de nuevo rozar mi entrada, acomodó mis piernas alrededor de su cintura para que le diera el espacio que necesitaba y esta vez comenzó a entrar con lentitud.

 

-¿Estás listo pequeño? – Preguntó Chanyeol acariciando mi rostro.

 

-Si… hazlo – Contesté jadeante ya que su mano seguía moviéndose alrededor de mi miembro.

 

Sentí su enorme pene abrir espacio  dentro de mí. El dolor fue profundo, pero los gemidos de Chanyeol  eran reconfortantes. Se movía despacio para no lastimarme, pero aquellos movimientos no dejaban de ser lastimeros. Cerré mis ojos con fuerza; quería evadir la profunda aflicción que me estaba causando. De pronto sentí la húmeda lengua de Chanyeol chocar insistente con mis labios, así que los separé un poco para dejarla entrar y permitir que se adueñara también del interior de mi boca.

 

-¿Está… todo bien Baek? – Preguntó entre gemidos mientras salía de mi interior para entrar de nuevo.

 

-Es bastante… doloroso – Contesté apretando sus brazos con fuerza.

 

-¿Quieres que pare? – Preguntó angustiado.

 

-No – Respondí decidido – Quiero que… aaaaaah…

Aquél sonido saliendo de mi boca fue totalmente involuntario. Los suaves movimientos de Chanyeol comenzaban a hacerme sentir placer.

 

-¿Qué es lo que quieres? – Preguntó sin detenerse, mientras apretaba mi pene con más fuerza.

 

Lo miré a los ojos y lo atraje hacia mi para besarlo.

 

-Quiero seguir sintiéndote dentro – Susurré jadeante.

 

Chanyeol comenzó a ir un poco más rápido, ahora mi cuerpo me obligaba a seguir sus movimientos. Me corrí entre su mano en poco tiempo, Chanyeol rodeó mi cintura con su brazo para mantenerme pegado a su cuerpo, ahora la sustancia viscosa que había salido de mi interior resbalaba entre el choque de mi abdomen con el de Chanyeol, mientras su miembro seguía entrando y saliendo de mi. En poco tiempo sentí su tibio semen esparcirse dentro de mí, aquella sensación fue excitante, algo que no podía describir tan solo con palabras, así que emití un profundo gemido en compañía de sus jadeos. Chanyeol salió de mi cuerpo con cuidado y beso mis labios de nuevo.

 

-¿Te he lastimado Baekkie? – Preguntó en voz baja.

 

-Me has cuidado bastante bien – Dije mientras sus manos recorrían mi cuerpo.

 

-Me alegra saberlo, así cuando te diga lo que te he ocultado no te enfadaras conmigo – Dijo con una sonrisa mientras acariciaba mi cabello.

 

-¿De que estás hablando? – Pregunte confundido.

 

-No conozco ninguna entrada al colegio – Dijo divertido.

 

Me molesté por medio segundo, pero luego pensé que aquello era mil veces mejor que el examen de economía que habría presentado de no haber llegado tarde; sonreí.

 

-No me importa la entrada al colegio… Aun cuando me ausenté de la escuela un día pude seguir mirándote – Dije acariciando sus labios con las yemas de mis dedos.

 

Chanyeol sonrió y me besó bruscamente hasta morder mis labios.

 

-Ya empiezo a amarte Byun Baekhyun – Dijo mirando mis ojos.

 

-Te estabas tardando – Dije en voz baja y lamí sus labios.

 

Aquél día no fue muy diferente a un día normal de colegio, había tenido lo indispensable; las sonrisas habituales de Park Chanyeol y el salvajismo completo de cualquier día de clases representado en tan solo un beso.

 

Estar expulsado había sido lo mejor que hubiera podido pasarme en un feroz día normal de colegio.

Notas finales:

Qué les pareció? Les gustó? Espero que si! No olviden dejar sus bellos reviews


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