Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

CHOCOLATE por Gabu

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaa mundo!! –la patean-

 

Disculpen la demora, se suponía que actualizaría el domingo -el que ya  pasó- pero por cosas de la vida no pude. Luego quise actualizar miércoles y de nuevo pasó que no tuve la compu a mi disposición por motivos equis. Ayer iba a hacerlo, pero al parecer el universo confabuló para que no fuera así, ya que cuando estuve por subirlo, era al página la que ahora no me permitía entrar y cuando lo hice, no me dejaba subir nada... si, seguro Jonghyun me pegó su mala suerte <|3

 

En fin,  se los traigo y advierto, esta cap está tan o más deforme que Choi Minho, y lo digo en serio, MUY DEFORME. Lo escribí mientras andaba aturdida por saber que mis padres se habían terminado la torta de chocolate. Es pecado hacer eso y no haberme convidado...

 

Otra cosa que me preguntaron, este fic es netamente 2MIN ♥ nada de Minkey o JongTae o no sé, las parejas están establecidas y son las originales. No tengo nada en contra del Minkey, pero no sé dará el caso. Si les tranquiliza, habrá JongKey, Joonew & un toque de Kaisoo.

 

Sin más, disculpen las faltar ortográficas y errores que encuentren por ahí :B

-          Minho, Minho… - alguien me hablaba, pero no sabía quién.

-          Échale un poco de esto a ver si se despierta – escuché otra voz y me removí en mi lugar buscando una mejor posición para seguir durmiendo.

De nuevo silencio y aferré más mi almohada a mi cuerpo, sintiendo una especie de tranquilidad al regresar a mi mundo de los sueños.

-          ¡Hyung! ¡Despierta hyung! - ¿Kibum?

¡PLAF! – (imagínense que es agua cayendo)

Sentí mi cuerpo totalmente mojado y abrí los ojos de golpe, buscando al, en este caso los responsables de despertarme de esta manera.

-          ¡Yah! ¿Qué creen que hacen? – me senté furioso en la cama mientras me secaba el rostro con mis manos

-          Es que no despertaba Minhu… - habló Jonghyun.

-          Y creímos que estabas en la otra, así que decidimos traerte de nuevo con nosotros – habló Joon, guiñándome un ojo – ni nos agradezcas hermano – me dio unas palmaditas en mi hombro sobre la pijama mojada.

Los miré furiosos, por poco y se creería que echaba fuego por los ojos, ya que al verme así, se vieron entre ellos para luego salir corriendo despavoridos de mi habitación.

Kim Jonghyun y Lee Chang Seon, o Joon como prefería ser llamado, eran mis mejores amigos desde hace casi cinco años, de hecho, los conocí poco después de que alejaran a Kibum de mi lado. Mi vida se había vuelto monótona otra vez,  y, fue en ese momento que mi padre decidió inscribirme a un club de futbol para que socializara y despejara mi mente de todo lo que pasaba y bueno, ahí conocí a este par de energúmenos que, a pesar de ser totalmente diferentes a mí, ahora quería como mis hermanos.

A pesar de eso, nadie ocuparía el lugar de mi pequeño Kibum. Nadie.

Salí de la cama con fastidio y me dirigí al baño de mi habitación para poder ducharme y cambiarme. Ese día no había mucho en la escuela, de hecho no tendríamos la primera hora ya que el profesor estaba de licencia. Aun así este par ya me había estropeado el sueño y deberían hacerse cargo de ello. Salí con el cabello aun chorreando y me dirigí al closet para buscar mi uniforme, unos minutos después salía de mi habitación rumbo a la cocina en el primer piso.

-          ¿Nana me invitas de la torta de chocolate? ¡Se ve deliciosa! – pedía Jong a mi nana, quien amablemente asentía para ir servirle una tajada.

-          ¡Y a mí también, por favor nana! – hablaba ahora Joon, recibiendo la misma respuesta por parte de la mujer.

-          Están en mi casa, ¡no se quieran pasar! – entré a la cocina y los fulminé con la mirada, escondiéndose ellos detrás de nana – nana no los atiendas, ¡Solo puedes consentirme a mí! – hablé ahora con un puchero en el rostro. Bueno, debía reclamar por atención también ¿Qué no?

Victoria había sido mi nana desde… desde siempre. Debido a que mi madre siempre mostró rechazo ante mí, mi padre la contrató y era casi como la madre que tuve, y que a la vez no, ya ni sé pero estaba claro que ella era más maternal conmigo que mi progenitora. La señora Choi, como prefería llamarla, la había despedido infinidad de veces cuando mi padre no se encontraba en casa, pero, siempre regresaba ante mis insistencias, ya que las niñeras que luego llegaban no solían durar más de dos días. Nadie era capaz de soportarme como nana. Ella fue la única que lograba sacarme sonrisas cuando alejaron a mi hermano, la que dormía conmigo cuando pasaba noches llorando.

La mujer de cabellos cenizos, me sonreía mientras se alejaba de ese par y llegaba hasta mí para abrazarme y depositar un beso en mi frente, teniendo que ponerse de puntas para llegar a mi altura. Lo bueno de los años, te permiten crecer, aunque bueno, con Jong no fue tan generoso.

-          ¿Cómo amaneciste mi niño? – preguntó con una sonrisa

-          Por poco estos – señalé a Jong y a Joon – me ahogan nana –ahí iba de nuevo.

-          Es eso cierto ¿niños? – los miró esperando una respuesta

-          Ah este, bueno … - Jong tartamudeaba

-          Eh amm, es que … - y Joon también

-          Mis sábanas y mi pijama están mojadas nana – me quejé como niño pequeño y ellas los fulminó con la mirada – quizá el colchón también y seguro que la alfombra igual – sus rostros eran graciosos y yo solo les sacaba la lengua, disfrutado de ver a aquella pequeña mujer regañarlos por sus travesuras.

Luego de que nana los castigue sin torta de chocolate y en su lugar les diera un gran plato de avena para cada uno, nos dirigimos a la escuela y como aun teníamos tiempo, decidimos ir caminando.

-          Eres un mimado – me acusó Jong y solo sonreí.

-          Yo solo quería un poco de torta de chocolate hecha por nana – habló Joon con un puchero – ¡mi madre no lo prepara así! – me fulminó con la mirada

-          No sean exagerados – le resté importancia y seguí caminando con los audífonos puestos, no quería escuchar sus reclamos.

Cuando llegamos a nuestro centro de estudios, fue lo de siempre. Un gran grupo de personas nos esperaban en la entrada, con las hormonas alborotadas.

Solo pedía un día tranquilo. Uno solo en mi maldito último año.

Le subí a todo el volumen y pasé de ellos, ignorando a todos como siempre mientras mis amigos se quedaban ahí un rato platicando con sus “admiradores”, porque bueno, incluso había varones ahí.

De camino a mi salón sentí que alguien me observaba, pero le resté importancia dado que, había un gran número de personas que solían hacerlo.

-          Que molesto. – chasquee la lengua y seguí sin prestar atención a mi alrededor.

Llegué al salón y me senté en el lugar de siempre. Ultima carpeta junto a la ventana. Jong delante y Joon a lado. Así había sido siempre.

La presencia del profesor no se hizo esperar luego de que la campana sonara. Mis amigos aun no estaban ahí, pero eso no me preocupaba, de seguro y estaban por algún rincón teniendo algún encuentro con alguien. Solo espero que tuvieran condones, soy muy joven para ser tío.

La puerta del salón sonó, anunciando que había alguien detrás de ella y el profesor permitió el paso, dejando ver a mis “niños” junto a dos chicas de las que ni recordaba el nombre. El punto: los cuatro venían un tanto desarreglados, ganándose así la mirada desaprobatoria del maestro.

¿Así o más idiotas los debía pedir?

Negué con la cabeza y recosté mi cabeza sobre mi libro, que desde el primer día de clases seguía estando nuevo, o bueno, sin ninguna escritura en donde debería. Sentí las sillas removerse y luego el peso de Jong sobre mi carpeta. Lo empujé un poco y volteó para quejarse, logrando que de nuevo lo ignore.

La clase transcurrió tranquila hasta que tocaron la puerta,  al menos ya no eran más adolescentes calentones, si no que fue la secretaria del director que solicitaba la presencia del profesor en la dirección, disculpándose con nosotros por llevárselo de esa manera tan improvista, informándonos que tendríamos libre lo que quedaba de hora.

Seamos sinceros, ¿Quién se disculpaba por acortar nuestros minutos de sufrimiento? Quizá si fuésemos parte de la antigua escuela, nos quejaríamos y haríamos rabietas, pero bueno, en pleno siglo XXI, este tipo de cosas se agradecen.

-          Oppa, ¿podemos continuar con lo de hace rato? – preguntó una muchacha de piel ligeramente tostada a Joon, con un evidente sonrojo en su rostro.

-          Lo siento, pero no – contestó el aludido, firme y con una sonrisa en el rostro.

-          Yo tampoco – se apresuró a decir Jonghyun cuando notó a la otra chica que entró con ellos, acercársele para luego agachar el rostro.

-          ¿Siempre serán así? – les pregunté cuando vi como sonreían y se contaban de cosas

-          ¿Cómo así? – preguntaron ambos a la vez, logrando que solo rodara los ojos.

Aún quedaban unos 50 minutos antes de que comenzara la siguiente clase, el profesor se había retirado 20 minutos antes y junto al receso, teníamos tiempo de sobra para hacer otra cosa.

-          ¿Qué proponen ahora? Tenemos tiempo libre – pregunté esperando opciones

-          ¿Primero vamos a la cafetería? Muero de hambre – se quejó Joon.

-          ¿La de hace rato no te dejó satisfecho? – preguntó juguetón el más bajo de los tres, recibiendo un asentimiento por parte del otro.

-          Ni siquiera una décima parte – negó

-          Eso suena fatal – contestó Jong – aunque la que me tocó también besaba fatal, ¿te la imaginas haciendo un oral? – hizo una mueca de asco, sacudiendo el cuerpo.

-          Encontraremos buenas amigo, las encontraremos – lo animó Joon, pasando un brazo por sus hombros y mirando ¿al horizonte?

-          Y ¿si dejan de ser tan pendejos y utilizan el cerebro en lugar de su pene para pensar? – pregunté un poco exasperado. Esto era cosa de todos los días.

-          Amigo, se debe pensar con la cabeza más grande – contestó Jonghyun, mientras ambos me abrazaban por los hombros y pestañeaban seguidamente señalando cierta parte de su anatomía.

Al diablo, estos no tienen arreglo.

Llegamos a la cafetería y notamos un pequeño tumulto alrededor de una de las mesas, para ser más exactos, la mesa que nosotros siempre ocupamos. Nos acercamos mientras las personas seguían llegando, cosa que nos intrigó.

-          ¿Qué pasa? – preguntó Joon, jalando a uno de los alumnos que pasaba por ahí.

-          Dos chicos nuevos… – fue lo único que el pelirrojo lo dejó decir.

Las personas nos abrieron el paso en cuanto nos miraron. Debía admitir que algunas veces el ser “popular” solía ser de gran ayuda, pero luego descartaba la idea cuando recordaba mis mañanas al entrar aquí.

-          Disculpen, ¿ustedes son? – preguntó Jong a los dos que se encontraban en nuestro lugar.

Uno era delgado de piel muy blanca y cabello rubio cenizo, ojos color chocolate, labios delgados de un rosa pálido. El otro era una versión más ¿masculina? del primero, con la piel más tostada y los labios más gruesos, con el cabello castaño y con un poco más de masa en el cuerpo.

-          Kim JongIn – se presentó el moreno, observando como el tumulto los seguía mirando – Él es Taemin– presentó al otro, que no dejaba de mirarme hasta que recibió un codazo por parte de su amigo.

-          ¿Ah? sí, hola, Lee Taemin – hizo una pequeña reverencia.

El tiempo en la cafetería pasó normal, mis amigos estuvieron conociendo un poco a los nuevos, ambos eran de 2do año y… nuevos. JongIn, alias Kai,  había vivido gran parte de su vida en Japón y recientemente lo habían transferido debido al trabajo de su padre. Taemin vivía acá y asistía a otra escuela, pero, como Kai regresó decidió cambiarse para estar con él.

¿Mencioné ya que son “mejores amigos”?

Regresamos al salón a una muy entretenida y extremadamente provechosa… clase de Historia. Según el profesor esto sería de mucha ayuda para nuestro futuro, ya que así podremos afrontar los nuevos enigmas para ser gente de provecho para la sociedad, lo cual me resultaba gracioso ya que, todo de lo que hablamos sucedió cuando yo no nacía, ni mi papá, ni mi abuelo…

Luego de una muy extensa clase de como Napoleón Bonaparte llegaba al trono y escondía la mano en su chaqueta porque le falta un dedo, terminamos por salir de nuevo al intercambio de hora. Cinco gloriosos minutos que te servían para levantarte, estirar las piernas y asegurarte de que tu trasero no se vuelva plano, claro que esto se daba en caso de que tuvieras, y por eso es que mis amados amigos se quedaban durmiendo sin más.

Clase de biología con la profesora cegatona de más de… me rindo, no sé cuantas décadas tenga esa mujer. Clase de deportes con el profesor fortachón inyectado  ¿Qué cómo lo sé? Vino un lunes de lo más delgado y para el viernes ya parecía el doble de Rain. Para terminar con broche de oro, clase de Literatura. Nada que decir, el profe Park me cae muy bien.

-          Salgo antes, debo ver a alguien – avisó Jong y salió corriendo del salón.

-          Nos vemos mañana Minho – habló ahora Joon y salió del salón en dirección contraria a la de Jong.

-          Y ¿a estos que le pasa? – me pregunté y terminé por recoger mis cosas para salir.

Salí del salón y caminé por los pasillos, debía pasar primero por mi casillero para sacar unos apuntes que necesitaría para mi tarea. Al abrirlo encontré una nota, ni la miré y solo la cogí mientras sacaba mis cosas y cerraba mi casillero. Las notas eran algo de todos los días, al menos me llegaba una pero, todas tenían el mismo destino: el basurero.

Me colocaba de nuevo los audífonos para dirigirme a casa, elegí Stay with me de Sam Smith para que me acompañara durante mi recorrido. Cuando iba saliendo, noté que estaba ahí el coche de mi padre. Me pareció extraño y me acerqué algo dudoso, era imposible que el viejo viniera a recogerme.

-          Papá, no sabía … - intenté hablar mientras me acercaba al auto.

-          Hy… hyung – apenas pudo decir y salió del vehículo, corriendo hasta llegar a mí y empezar a llorar.

Notas finales:

Gracias por Leer & bueeno intentaré no demorar mucho en actualizar.


Por cierto, gracias a aquellas personas que dejaron su comentario en el capítulo anterior, no saben cuan feliz me hacen ♥

Nos leemos ~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).