Me ha llegado un mensaje de texto con una invitación a la “mejor fiesta del año”, digamos que no soy de los que salen normalmente, pero necesito despejarme por lo que acepte ir.
Uno de los pocos compañeros de curso con los que me llevo bien, estuvo toda la semana hablando de la dichosa fiesta, que iba a haber barra libre, que se iban a unir todas las universidades de la ciudad, que era para recaudar fondos, muchos beneficios según él.
JongWoon hyung a las 11pm estoy en tu casa – solo pude sonreír, era tan desconfiado que hasta iría a buscarme a mi nuevo apartamento. Olvide decirte, me he mudado. Talvez se podría decir cerca de ti, sé que no debería pero solo estamos a tres cuadras, tengo la esperanza aun, que me perdones, volvamos a ser amigos.
Claro Siwon, te espero entonces – estaba por comenzar a caminar al salón de clase, pero su brazo me detuvo.
Hyung, la fiesta es a las 12, pero iré a las 11 para que cenemos y veré que ropa usaras – odio que me moleste con mi atuendo – debes vestirte bien para que tu ex te vea y quiera morir –
Te dije que yo la deje, no me interesa más –
Si, como tú digas – me pregunto porque demonios todo el mundo piensa que ella me dejo y que encima estoy triste por eso, acaso no puede estarme pasando otra cosa, como tu ausencia.
El día se fue dando normalmente en mis clases, almorcé en la universidad, tuve una entrevista de trabajo, es uno de medio tiempo pero me ayudara a aminorar los gastos. No debería hacer eso, pero camine por la cuadra de tu departamento, pensé que talvez el destino quería que nos crucemos, pero mi suerte no es de las mejores, a ti ni te vi, pero lo que si vi fue a Donghae “tu amigo”.
Me miro, más bien clavo sus ojos en mí, yo le devolví la mirada tratando de parecer lo más normal, como cualquier persona que camina por las calles del centro de la ciudad, cuando casi estábamos de frente, yo no soporte la mirada asesina de tu amigo y desvié la vista.
Ambos seguimos nuestros caminos, él al apartamento que comparte contigo y yo al mío. Abrí la puerta, además de mi soledad interna mi pobre nuevo hogar no ayudaba en mucho con solo una cama, un escritorio con la computadora más una mesa con dos sillas.
Sentí que en ese momento yo era el reflejo de mi apartamento, tome una ducha y luego me acosté para descansar un poco antes que venga mi amigo.
A duras penas me levante y comencé a buscar la ropa que usaría esa noche, pedí una pizza al delivery y espere que se hagan las 11.
Al escuchar los golpes de la puerta fui a abrir – woahhh Jong Woon no sabía que podías arreglarte -
Estúpido, pasa pedí pizza –no era extravagante mi atuendo pero me quedaba bien – cuando necesites consejos de moda avísame –
Tampoco para tanto, fuiste a lo seguro, ropa negra – sin preverlo comencé a reírme tenía toda la razón, siempre supe que ese color me sienta bien.
Comamos que a las 12 buscaremos a un amigo -
Luego de la cena pasamos a buscar a su amigo, ya lo conocía pero nunca habíamos hablado – JongWoon él es Heechul –
Hola un gusto – el sujeto me miro altanero – que estudias? – pregunte para aliviar la tensión.
Arte, solo arte – me respondió seco.
Yo solo asentí, le pregunte por compromiso, solo para entablar una conversación, el sujeto era bastante arrogante, egocéntrico pero se notaba que en el fondo era una buena persona o al menos eso sentí.
Sin preverlo, al pisar la cuadra del club, sentí una mirada sobre nosotros, vi a Donghae de la mano con un chico, que de hecho se me hacía conocido, pero aún no sé dónde.
Mientras en mi cabeza formulaba preguntas, el amigo de Siwon paso delante mío - Kyu-ah… pensé que no vendrías – Kyu, solo eso escuche, gire mi cuerpo con rapidez y ahí estabas.
Cambiaste mucho, debo reconocerlo, donde quedo ese niño que siempre cuidaba y protegía… ahora es un hombre… pero y el color castaño claro que antes tenías en el pelo? Tantos cambios, por un momento desviaste la mirada para saludar a Heechul y me viste de frente.
Debo decir que esperaba esa reacción tuya de fingir que no existo, está bien… te comprendo… creo que ni yo logro mirarme luego de lo que te hice.
No me importo que me ignores, yo seguí mirándote analíticamente, siempre blanco, casi pálido y ahora tu piel se vuelve contraste con tu cabello obscuro, te veo delgado y tal vez más alto… paso mucho tiempo verdad? Muero por ponerme a lado tuyo y abrazarte, pero te veo tan animado hablando con Heechul, que ni me atrevo a interrumpir.
Mientras mis ojos solo te veían, siento una leve presión en mi brazo a la altura de mi codo, bajo la mirada y luego asiendo hacia el dueño de la mano – aléjate de él - ciertamente el tono serio de Donghae no es una advertencia, se puede apreciar directamente como una amenaza. Pero yo solo lo miro sin expresión alguna, la mano de este es retirada por su acompañante.
Escucho que le prometes a el amigo de Siwon que dentro del club van a tomar unos tragos, de paso yo sé que voy a hacer esa noche… no voy a separarme de Heechul hasta que tu vengas a buscarlo…
Con mi plan puesto en práctica me dirijo hacia el final de la fila, junto con Siwon y luego se une Heechul – disculpa que dijiste que estudias? – le pregunto con repentino interés.
Arte, digamos en general pero planeo actuar al estilo Hollywood – por su sonrisa, adivino que tiene muchos sueños.
Y él? – señalo con el dedo hacia el lugar donde estas – también estudia actuación? –
Kyuhyun? No, claro que no – sonríe, como si adivinara mi interés por ti – él toma clases de música, de hecho canta muy bien – demonios! Como no sabía eso? - puedo preguntar… porque tanto interés en mi amigo? Te gusta? –
Creo que sorpresa se reflejó en mi rostro de forma inmediata – claro que no, solo me intrigaba – dije tratando de esconder el rubor en mis mejillas.
El resto de la noche se dio tranquilamente en las primeras horas se podría decir que nadie noto que no me despegaba de Heechul hasta - oye emo también vas a seguirme al baño? -
Qué? – No podía creer que me descubrió – claro que no, no quiero que Siwon tenga que buscarnos a los dos… es más simple si estamos juntos –
La mirada de Heechul denotaba que no me creyó una palabra – si claro, espérame entonces afuera del baño – ambos nos dirigimos a los baños y espere paciente en la puerta de este.
A lo lejos pude distinguir una silueta conocida que se movía con mucho entusiasmo al compás de la música, sé que te gusta el alcohol pero no pensé verte en ese estado, demasiado ebrio para mi gusto. Una macabra idea se formuló en mi mente, me disculparía contigo en ese estado y seguramente me perdonarías más fácil.
Cuando Heechul salió del baño, tuve que sacrificar mis ahorros e invitarle unos tragos para que vayamos hacia la barra que estaba más cerca de ti, internamente rogaba para que te acerques.
Apoyados en la barra y ya con tres rondas de bebidas blancas, se puede decir que no podía armar una frase coherente y menos si tenía en cuenta que: no te nos acercabas y ya no me quedaba más dinero para saciar la sed de mi acompañante.
Heechul comenzó a hablar con otro joven y quede literalmente sentado en la barra totalmente solo e ignorado, vi que caminabas, no voy a mentir hacia la barra, tus intenciones jamás fueron acercarte a mí.
Casi a menos de medio metro de mí, te inclinaste sobre la barra sin prestarme atención, evidentemente ni notaste mi absurda presencia, mientras yo miraba la curva de tu espalda y como se marcaba tu columna debajo de la ropa ajustada. No sé en qué momento cuando levante la mirada me encontré con la tuya, me mirabas serio y de repente me sonreíste de lado, con picardía.
Aun no sé cómo describir lo que sentí, fue como un calor interno que emanaba de lo profundo de mi cuerpo.
Yo… - no pude sostenerte la mirada – quisiera hablar contigo - al terminar mis palabras volví mis ojos a tu rostro, sin querer mi propio cuerpo se iba acercando a esa sonrisa ladina que me miraba con diversión.
Necesito que te quede claro que no creo en la hipnosis o brujerías u otro tipo de forma de dominio mental, pero aun no logro entender que fue lo que sucedió.
Yo sin darme cuenta literalmente me fui sumiendo en un ensueño, que aún no sé cómo sucedió, te acercaste a mí, sentí el peso de tus brazos sobre mis hombros y tu rostro cerca, demasiado cerca y yo solo logro mirarte como queriendo grabar cada movimiento, cada gesto, cada sonrisa, cada caricia tuya en mi mente porque en mi corazón sé que no vas a perdonarme.
Kyu – susurro casi podría decirse sobre tus labios – te encuentras bien? – inclinaste tu cabeza, pensé que ibas a abrazarme pero solo te apoyaste sobre mi hombro y te sentí de nuevo conmigo. Fue como si nunca nos hubiéramos separado, como si nunca hubiera errado, jamás hubiera lastimado ese rostro de ángel.
Mis brazos que caían a cada lado de mi cuerpo, cobraron vida se aferraron a tu cintura, creo yo… temiendo que te apartes. Una parte de mí se desprendió cuando sin previo aviso tu cuerpo se impulsó hacia atrás, alejándonos, llevándote a salvo, para que no volviera tenerte al lado luego de la forma en la que te lastime.
– Kyuhyun vámonos! – lo odie, lo odie, lo aborrecí, se puede decir que le desee tantas cosas malas, incluso antes de este momento. Sus ojos me miraban con ira y yo lo miraba con odio, que era él? No era más que un simple intruso, siempre lo fue. Siempre alejándote, robándonos tiempo, claro está que aporte bastante también, pero no soporte verlo como te proclama suyo, decide si me hablas, si te acercas, él lo decide todo.
“Te odio Lee Donghae”.