Llevo un mes trabajando en el cine, pero hace una semana pase de estar en taquillas a tomar órdenes y llevarla a los asientos de las personas que van; trabajo en un cine V.I.P. Al principio si me fue difícil por el tiempo en que debía tomar la orden y algunas veces, casi muero por no ver bien el escalón pero aquí estoy aún vivo.
- ¿A qué hora es la siguiente función? –pregunta Baek Hyun, un amigo muy bueno, demasiado bueno (tengo algunos secretillos con el: como cuando nos encerramos en el cuarto de aseo a comernos a besos; pero esa es otra historia).
- A las 8:40 p.m. –le contesta Se Hun, otro buen compañero pero fuera de mala onda; sin que yo me le insinuara o algo, de un día acá me nalguea o me aprieta una nalga mientras estamos en la oscuridad de la sala. Sinceramente, no me atrevo a preguntarle nada y menos porque él hace como si nada.
Lo se soy una puta barata, no lo niego. Soy una pasiva, muy sumisa por cierto; me gusta el peligro y que me la metan duro hasta casi partirme por la mitad. Suspiro. Soy un completo cínico.
- Son las 8:30, es hora –dice Baek y me mira- vamos Hannie –asiento mientras me coloco el cinturón que trae pegado la Tablet para hacer pedidos, al mandil negro lleno de dinero (en billetes y monedas) y la terminal para las poderosas tarjetas de crédito.
Jun Myeon, nuestro jefe de área, nos indica que atenderemos la sala 6; la película que se proyectara es de acción. Caminamos en silencio hasta el lugar. Esta casi vacío. La sala tiene filas de la A – G y solo 8 asientos acomodados en pares; entre ellas hay por lo menos casi 2 metros de separación. En medio de los asientos esta una lámpara que ilumina hasta que comience el filme, con una carta del menú y los botones para indicar que se quiere hacer un pedido. Los asientos, la verdad no sé si son de cuero o no, pero es café y suave material, tiene una tabla de vidrio del lado derecho como mesa y del izquierdo la porta vasos, además de que tienen botones para reclinarse y cuando lo hace de la parte inferior sale otro pedazo y sube tus piernas para que descansen. Jodida comodidad. Hay unos chiquillos en la fila A, una pareja en la C y hasta arriba, en la G y justo en los asientos que están en la mitad de la sala, un chico. Solo él.
- Justo para los tres –dice Baek; Se Hun solo emite un gruñido y yo asiento- pido a los niños –no quiere caminar mucho.
- Pido a la pareja, tampoco quiero subir y bajar mucho, ya me canse –suspira y le miro feo.
- ¿Y crees que yo no? –me mira pidiendo disculpas- está bien, solo porque me ejercitare –me acerco a su oído y le susurro- y ya no podrás tocarme –me separo y su reacción es divertida. Le sonrió y comienzo a subir los escalones hasta el hombre solitario. Mientras me voy acercando lo miro: su cabello castaño oscuro esta levantado de la frente y cae de lado, contrasta con su piel… ¿canela?, si su piel es trigueña y muy llamativa, lleva una camisa blanca, unos pantalones de vestir negros y unos zapatos casuales del mismo color, pero es ropa informal. Llego a él.
- Buenas noches señor –le sonrió de mi forma más linda que tengo- ¿desea ordenar algo? –coloco la Tablet en el espacio de su asiento y el compañero (donde está la lámpara) y me hinco para estar a la altura. Gira su rostro, que había estado observando hacia el frente, lentamente para observarme, sus ojos son negros y penetrantes, siento como si me desnudara con ellos. Paso saliva.
- Quiero palomitas y un refresco grandes –su voz es un tanto sensual, como explicarles que sentí un escalofrió de placer atravesar desde mi nuca hasta los pies de solo escucharla. Me ubico y en la Tablet empiezo a marca el pedido.
- ¿Sus palomitas de mantequilla? –le miro y el asiente- ¿de qué sabor su bebida? –este hombre es muy guapo, he pasado mi vista y las facciones de su rostro están bien marcada y en armonía, sus cejas pobladas enmarcan bien su rostro, ya había mencionado sus ojos oscuros, su nariz no es pequeña pero encaja bien y sus labios son extremadamente regordetes, se me antojan. Diablos Lu Han, concéntrate en tu trabajo.
- Coca –otra vez su voz, y otra vez el pequeño gran escalofrío.
- En seguida le traigo su pedido –me levanto y me mira, le sonrió; me doy la vuelta y comienzo a bajar los escalones, siento su mirada hasta que salgo de la sala para ir por el pedido. Cuando llego por mi pedido Baek y Se Hun ya llevan sus pedidos. Les sonrió y Se Hun me envía un beso con sus labios. Se lo regreso y llego a la barra, como cambian las cosas, me refiero a Hun.
- De la fila G, aquí tienes Hannie –me dice una alegre Seul Gi y me guiñe un ojo; sé que le gusto o le gustamos más bien dicho todos los hombres que trabajamos aquí, pero por mí ya no podrá ir. ¿Seul amor, como te explico que a mí también me gustan los penes grandes para comer y meterme?
- Gracias linda, nos vemos –me despido con la mano y camino con mi charola; de camino veo a Se Hun y a Baek Hyun de regreso- ¿les pidieron más? –pregunto.
- No bebé, los chicos dijeron que ya no necesitaran de mis servicios –sonríe mi amigo.
- A mi igual, pero porque quieren darle allí en la sala –nos reímos los tres ante el comentario- te esperamos en la barra, con cuidado –asiento y empiezo a caminar, pero siento una mano grande que se pasea por entre mis nalgas descaradamente y luego apretarme una, miro por encima de mi hombro y veo a Se Hun lamer su mano- estás bien bueno –niego con la cabeza y reanudo mi camino.
Ese toque me ha excitado un poco, tengo ganas de terminar y decirle a Se Hun que ya de una buena vez me la meta. Urgido. No sirve de mucho que Tao me espere todas las noches en el departamento que rentamos, para darle duro y tupido; si yo soy una perra que siempre anda en celo. Han empezado los cortos, subo hasta que llego con el hombre, este me mira y yo comienzo a colocar las cosas en su mesa y los compartimientos; me pongo en cuclillas para mejor comodidad.
- En el menú debería venir “mamada al gusto” –abro los ojos peor que cuando una pestaña se me mete dentro, alzo la vista para mirarle y es que su comentario me saco de onda- y más con esa boquita que tienes, me gustaría saber hasta dónde mi pene cabra –los calores se me suben al rostro y siento mis mejillas arder, me he imaginado la escena, yo engullendo su pene gigante color canela (al menos así lo idealizo) y eso también hace que hasta mi pene de un indicio de que comienza a despertar.
- ¿Disculpe? –regla uno: hazte el desentendido para comenzar el juego. Intento sonar inocente para provocarle. Y lo logro, porque él se relame los labios.
- Lo que escuchaste, abre esa boca para mí –obedezco, es la segunda regla. No puedo negarme y más cuando ya estoy excitado. Separo mis labios y abro lentamente mi boca, hasta donde más puedo; el inmediatamente chupa tres de sus dedos, los cuales son largos y son los mismos que mete dentro de mi boca. Su saliva tiene un ligero sabor amargo, para mayor precisión a tabaco; juguetea con sus dedos moviéndolos en todas direcciones, separados y juntos. Me los imagino así en mi entrada inferior, de solo hacer eso mí esfínter comienza a contraerse y eso manda sensaciones a mi pene, el cual seguro ya hace bulto pero está tapado por mi mandil. Saca sus dedos después de unos minutos, en todo el rato no nos hemos dejado de ver a los ojos, los suyos están un poco dilatados y deseosos. Apagan las luces finalmente- tienes una hermosa boquita y también puedo saber que ya estas caliente -¿Y luego que harás al respecto?- tu nombre –me pide autoritario y yo me derrito.
- Xi Lu Han –suelto casi como jadeo, pero es que tengo mucho calor; el sonríe ante mi respuesta y toma mi rostro entre sus manos para acercarme a él. Quede de rodillas y sus dedos ensalivados tocan mi oreja, sus manos son grandes.
- Kim Jong In, para servirte –proceso su nombre y me gusta- Lu Han, quiero que me hagas tener la mejor mamada de mi estancia en el cine, con tus manos y por supuesto tu dulce boquita –asiento realmente quiero hacerlo. Me suelta y descansa sus brazos a los lados del sillón. No deja de mirarme y yo trago saliva. Alzo mis brazos y mis manos quieren tocar, pero lo planeo; el señor quiere la mejor mamada del mundo, le haré recordar hasta mi nombre.
Mis manos toman sus tobillos por encima del pantalón y comienzo a acariciar, comienzo a subir y noto que sus piernas están trabajadas son duras, como si hiciera mucho ejercicio (es muy raro ver un hombre así a menos de que se inyecte). Sigo mi camino pasando de la curvatura de sus rodillas a sus muslos, donde me detengo más y acerco mi rostro solo para fingir mordidas en esa zona. Miro hacia arriba y él está mirándome atentamente, pero tiene la boca entreabierta y supongo que está jadeando. Sonrió, estoy haciendo un buen trabajo. Mis manos se acercan rápidamente a la cremallera de su pantalón tal cual a un león a su presa y en unos cuantos segundos he bajado el cierre y mi mano acaricia sobre su ropa interior, esta duro y grande. Me apresuro para comprobarlo y bajo su ropa, saco su miembro y solo puedo decirles que se me antoja mucho: el pene de mis sueños, hinchado en su totalidad, con las venas marcadas, duro, de un hermoso color canela y con la punta un poco más clara, ha comenzado a mojarse y yo ya quiero tragarlo todo. Mi miembro también esta mojado y desea atención, pero yo quiero darle atención solo a uno y es el de Jong In. Mi mano acaricia toda la extensión, quiero recordar cada detalle y darle a su vez todo el placer posible. Muevo mi mano de arriba hacia abajo, Jong In ha empezado a entrecerrar los ojos y soltar leves gruñidos de placer.
- Aaah…. –jadeo porque me excita escucharlo y no aguanto más, acerco mi rostro a su miembro y le doy una lamida a su punta suave, degustando su sabor, un poco agrio pero me agrada aun así. Escucho que se le sale un gruñido aún más ronco y fuerte.
- Lu, mételo la ya –vuelvo a hacer caso, abro mi boca e introduzco su miembro en ella, solo entra la mitad; me vuelvo a imaginar que mi boca es mi ano y lo está metiendo, me excito y con una mano me toco por encima del mandil mi pene. Toma de mi cabello y marca un ritmo, yo me dejo hacer, cada vez más dentro y reitero que soy una puta, una de una garganta muy profunda- ahhh… Han… -sus gemidos son roncos, sigue su trabajo y a medida va aumentado el ritmo- voy a… y será, dentro… tu boca… -dice entrecortadamente, ya cuando es más veloz y yo solo muevo mi cabeza frenéticamente (el ritmo que él me pone), cuando nos vemos una última vez a los ojos, el hecha la cabeza hacia atrás, suelta un sonoro gemido que hace camuflaje con el sonido del motor de un avión de la película; siento un líquido caliente y espeso chocar contra la parte posterior de mi garganta. No me dio tiempo de saborear pero no importa.
- ¿Lo disfruto señor? –me gusta este trabajo, sonrió. El moreno me mira extasiado y con una gran sonrisa.
- Anota tu número y vete –me da su celular y tecleo mi número, le pongo mi nombre y se lo regreso.
- Buenas noches –al girarme Jong In palmea mi trasero, le miro y el sonríe enseñando su perfecta dentadura.
Salgo de la sala con una gran sonrisa, solo quiero irme a casa con Tao o encontrarme a Se Hun y que me empotre en los baños bien duro en los lavamanos.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español