Acabada de comenzar diciembre y el primer cumpleaños de Kōtaishi se acercaba. Ryuuji estaba teniendo un agitado final de semestre, llegó a la casa algo cansando.
Se dispuso a subir para tomar una ducha y jugar con su hijo cuando escuchó un —¿Ryuuji eres tú?
Se dirigió hacia el estudio —¿Qué pasa, Papá?
—Ven, Taiga quiere decirnos algo.
—Taiga— dijo al ver lo en videollamada.
—Kōki.
—¿Qué es eso tan importante?— preguntó Ryunosuke, aunque él ya se lo imaginaba.
—Yo....quiero decirle la verdad a Kuroko y llevarlo a casa— dijo esperando la reacción de ambos.
—Claro, hijo. Yo no tengo problemas....mientras en las noches nos dejen dormir— dijo Ryunosuke.
Taiga se sonrojó hasta las orejas.
Kōki rió al ver la reacción del pelirrojo —Taiga ....yo estaré feliz de volver a ver lo, pero...
—¿Pero?— preguntaron.
Kōki respiro profundo — Si le dice a Akashi donde estoy, me marchó y no nos volverán a ver,
—Kōki— Taiga ya estaba hartó, lo diría quisiera o no Kōki —Akashi no…
—No me interesa saber de él. Los esperó, lleguen a tiempo para la fiesta de Kōtaishi — dijo antes de marcharse del estudio.
—No quiere escuchar, Taiga. Yo he intentado y nada. Lo sigue amando pero está dolido— dijo Ryunosuke.
—Lo sé. Espero se arregle esto— dijo Taiga rascando su nuca.
—Yo también... No soportó ver lo llorar por los rincones— dijo Ryunosuke.
—¿Aún no está con alguien?— preguntó con curiosidad.
—No...Kōki lo ama tanto, que jamás buscará a otra persona— dijo Ryunosuke decaído. Había visto los intentos de Kazehay, y Kōki sólo lo toma como su guardaespaldas y amigo.
—Es de suponer....pero si le decimos a Akashi, Kōki se marchará. De eso no tengo dudas, realmente su actitud cambio y ahora es más decidido y algo mando.— dijo Taiga.
———————
Kōki corrió a su habitación, cerró la puerta y se dejó caer pegando su espalda en está. Lagrimas se deslizaban a través de sus mejillas, las palabras dichas resonaban en su cabeza; recuerdos le invadieron la mente.
—Kōki, te amo— dijo Seijūrō mientras lo besaba dulcemente.
—nngh Sei— murmuró sonrojado. Kōki yacía desnudo debajo de Seijūrō, éste se movió y Kōki gimió por la embestida. —aghhh....—
—Tú eres mi corazón, Kōki. Eres la luz de mi vida.— Seijūrō le murmuró cerca de su oído.
—aghh.. Seiii te..mghh ... Te amo— gimió aferrándose a la espalda de Seijūrō conforme las penetraciones se hacían más profundas.
Kōki cubrió sus oídos y las lágrimas se intensificaron. —¿Por qué...por qué jugaste conmigo?
—Mami— dijeron sacándolo de los recuerdos.
—Kōtaishi... No llores, todo está bien— dijo limpiándose las lágrimas y acercándose a su hermoso príncipe.
—————————En Japón ————————
Taiga caminaba con Kuroko hacia la casa del mayor. Habían pasado a cenar a un pequeño restaurante familiar que estaba cerca de la universidad. Estaba nervioso, pues no sabía cómo reaccionaría su novio al saber las cosas que le ocultaba.
Faltaba una cuadra para llegar a la casa de Kuroko. Taiga se detuvo y Kuroko volteó al no sentir a su novio —¿Qué sucede, Kagami-kun?— preguntó al ver la cara que tenía.
—Kuroko... Yo....—Taiga frunció el ceño, le había mantenido algunos secretos —Kuroko ¿Tú me guardas...secretos o casos que no me dices, verdad?
Kuroko abrió ampliamente sus ojos. Pues aquello lo tomó por sorpresa, si mantenía uno que otro secreto y no siempre le ocultaba cosas. Por la mirada que mantenía Kagami era mejor decir la verdad. —Si…
Taiga sonrió, se acercó y lo tomó del mentó, levantando su cabeza para que sus miradas se encotraran —No digo esto porque quiero que me los digas— Kuroko asintió —Kuroko...yo también tengo secretos que no te he dicho— Kuroko lo miró sorprendido —. Yo nunca te presionaré para que me lo digas. Cuando te dije que no me gustaba hablar de mi familia, tú jamás me volviste a preguntar. Yo guardó algunos secretos sobre mi familia, y otros que tal vez cuando te enteres me dejes— dijo serio y le acarició la mejilla.
—Yo te amo, Kagami-kun. No te dejaría— No le gustaba el rumbo de la conversación.
—Lo sé. Por eso quiero proponerte que viajes conmigo en el 19 a EEUU para conocer a mi familia— Kuroko abrió los ojos— pero....tienes que saber... De lo que te enteres allí, no podrás decirle nada a nadie (familia, amigos y conocidos) Yo hice la promesa para ayudar a alguien, pero si vas tú tendrás que mantener esa promesa y jamás decirle a nadie— dijo serio y tomando la mano de Kuroko.
—Kagami-kun.... Yo— trató de decir, pero estaba confundido ¿Qué secreto era es? ¿Por qué tenía que mantenerlo oculto a tal extremo.
—Quiero que lo pienses... Esto es importante, quiero que mi familia conozca a la persona que amo— dijo dándole un beso en la frente —Más tardar en una semana quiero una respuesta. Hay que reservar los boletos y ver tú pasaporte si decides ir.—
—Lo pensaré— dijo.
—Bueno ahora lleguemos o tú mamá nos matará— dijo sonriendo.
Kuroko llegó y se encerró en su habitación. Respiro profundo y mando un mensaje a alguien que podía ayudarlo.
"Mañana a las 2 en la cafetería del centro comercial" fue la respuesta.
——————Al día siguiente ————————
—Tiene que estar en algún maldito lugar. Sigan buscando— grito llamando la atención de los presentes.
—No grites, Akashi-kun— dijo Kuroko inexpresivo.
—Lo siento... Es sólo qque..nada— dijo triste.
Se le partía el corazón ver así a su amigo.
—¿Qué tienes que consultarme?— dijo llamando al mesero.
Hicieron su pedido y Kuroko comenzó hablar —Kagami-kun quiere presentar me a su familia y que viaje con él a EEUU.
—Ya era hora— dijo Seijūrō con una pequeña sonrisa.
—Si— se sonrojó —pero....— dudaba que decir.
—¿Pero?— dijo Seijūrō cruzándose de brazos.
—Kagami-kun dijo que si quiero acompañarlo debo prometer no decirle a nadie lo que descubra.... también que son varios secretos y que lo piense— dijo frustrado.
Seijūrō sonrió, pues hace un año había descubierto el secreto de Kagami Taiga. —Te voy hacer sincero, Tetsuya— Kuroko lo miró fijamente —Yo sé uno de los secretos.
—¿Qué?— dijo algo en su corazón se partió.
—No pongas esa cara. Tetsuya.
Kuroko se sonrojó.
—Me enteré por casualidad hace un año, y mantuve el secreto porqué Taiga me lo pidió. No es que él no confíe en ti, simplemente tiene miedo a tú reacción y lo dejes.
—¿Tan malo es?— preguntó.
—No es nada malo. Los otros los desconozco, pero todos mantenemos secretos. Oh... A caso ya le dijiste el de Teiko.
—No…
—Vez. Todos los tenemos y apuesto a que temes como reaccione si se llega a enterar— dijo Seijūrō viéndolo fijamente.
—Si....— dijo nervioso.
—Es lo mismo para él.... ¿Entonces qué piensas hacer?— preguntó bebiendo su café.
—yo...... Voy a ir. Quiero saber más de él— dijo decidido.
Seijūrō sonrió y recordó algo importante —Bien, Vamos— dijo levantándose, pago la cuenta y salió rumbo a un local.
—¿Qué hacemos aquí?— preguntó Kuroko al ver la juguetería.
—Elegir un regalo para Kōtaishi.— dijo sonriendo.
—¿Lo conoces?— preguntó asombrado.
—Personalmente no. Cuando descubrí lo de Taiga yo traía mi lucky items por mi cumpleaños... Shintarō me envió un mensaje de que un pequeño milagro nacería y que le entregara el león a un leo. Así que me encontré con Taiga y se lo di para su sobrino (me enteré que acaba de nacer). Taiga en forma de agradecimiento me envía en ocasiones fotos o vídeos del pequeño Kōtaishi— dijo mientras recorrían los estantes.
—ya veo...— Sin duda alguna ese era un secreto que mantenía Kagami.
—¡Este es perfecto!— dijo tomándolo, era del tamaño ideal para un niño de uño.
—Akashi-kun.... No creo que dejen jugar al niño con eso...aún es pequeño— dijo dudoso.
—Tetsuya.... Apuesto que Kōtaishi no lo saltará, algo me lo dice....Además Kōtaishi ocasiona una emoción en mi....eso y el hecho de que se parece tanto a Kōki cuándo duerme— dijo con una hermosa sonrisa, dejando a Kuroko petrificado. Desde la desaparición de Furihata jamás volvió a sonreír así.
—Está bien....— dijo inexpresivo. Se dirigieron a la caja, pidió que lo envolvieran y de ll entregó a Tetsuya.
—Dárselo de mi parte....Bueno nos vemos— dijo y salió del centro comercial dejando al peliceleste asombrado.
La los días pasaron y Kuroko fue dormir a la casa de Kagami el 18. Pues el 19 saldrían por la mañana desde el departamento hasta el aeropuerto. Kagami se encontraba empacando lo poco que llevaría y vio a Kuroko con el regalo en la mano. —¿y eso?.
Kuroko miro su mano y sonrió —Es para tú sobrino.Akashi se lo manda.
Taig abrió los ojos, y soltó un suspiro largo. —Será mejor que le digas a Ryuuji que es de tú parte.
—¿Por qué?— preguntó curioso y con el ceño fruncido.
—Digamos que ellos son enemigos desde hace un tiempo.....Mañana sabrás— dijo dejando con la duda a Kuroko quien sólo se limitó a asentir.
Se fueron a dormir, en la mañana se levantaron temprano y salieron rumbo aeropuerto. Antes de abordar, Taiga escribió un mensaje a Kōki.
—Ya vamos a despegar, manda a Takumi o Kazehaya a recogernos.