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Una nueva vida por aiakafuri

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Notas del capitulo:

Espero les guste.

 

Disfrutenlo....

Kagami Ryuuji estaba muy enojado.

Ordeno a seguridad a cerrar las puertas del edificio  y no dar acceso a la prensa.  Tomó el teléfono y llamó a su  su padre —¿Dónde estás?

 

—Aun en la cama casa hijo, apenas me voy a levantar para ir a la empresa.

 

—La conversación de hace unas horas fue grabada y salió al aire. Ya saben quién soy y que Seijūrō es papá de Kōtaishi— miró a través de la ventana, reporteros estaba estacionados en la acera.

 

—¿Qué?— grito despertando de un salto a su pareja.

 

—Si... Aquí dijeron que van a preguntarle por qué me ocultó y me hizo pasar por su hijo.

 

—¿Tanto así?— preguntó pasando la mano por su cabello.

 

—Sí. Dígales que yo te lo pedí. Del embarazo no podemos  decirles que me entere estando en New York, te aseguro que los Furihata dirán que ya lo sabían y no podemos contradecir eso. Avíseles a todos para que den esa versión, también a Taiga. Yo le diré a Seijūrō.

 

—Bien. Trataré de disminuir el impacto a aquí— dijo Ryunosuke y hizo señas a Takumi.

 

—Gracias. Más tarde hablamos—  colgó, y  marco a Seijūrō.

 

—Sei… — fue interrumpido por la voz del pelirrojo.

 

—Oh extrañaba eso,  Kōki— dijo en tono seductor.

 

—No es el momento Akashi Seijūrō ¿Vio las noticias de hace unos minutos?— preguntó mientras le hacía señas a su secretaría.

 

—No, acabó de salir de una junta— respondió extrañado.

 

—La situación está así: nos grabaron en el restaurante; mientras ustedes jugaban, yo hablaba  con papá sobre los Furihata, el hecho de soy Furihata Kōki y tú, el padre de Kōtaishi. Todo el país lo sabe, aquí ya están los reporteros esperando a que salga— dijo frustrado.

 

—Tranquilo, por ahora no digas nada cuando salgas— dijo Seijūrō molesto.

 

—Ese no es el problema, de hecho eso pienso hacer. El problema es que metieron a papá de esconderme ante la autoridad, y tengo miedo de la reacción de Kōtaishi cuando salgamos— dijo al borde de las lágrimas.

 

—No llores, lo de tú papá, él puede solucionar lo. No hizo nada malo— dijo enojado.

 

—pero.... Sei... Le dije a papá que diga que yo le pedí que me adoptara. Así el saldrá libre de todo esto — dijo Kōki limpiándose las lágrimas.

 

—Eso estuvo bien, Kōki— dijo Seijūrō tratando de tranquilizarlo.

 

—Sei....¿Recuerdas mis ataques de pánico?— preguntó esperando que Seijūrō recordará.

 

—Sí. Terminabas temblando peor que una gelatina y luego te desmayabas— dijo con una pequeña sonrisa al recordar su primer besó.

 

—Lo mismo le pasa a Kōtaishi bajo estrés y miedo. Él ha tenido pocos episodio— dijo llorando —Tengo miedo de que tenga alguno.

 

—Joder... voy para ya a recoger los e iremos a la mansión. Di a Yamamoto que empaque ropa tuya y de Kōtaishi... Alguien de mi confianza pasará a recogerla. Es mejor que se queden conmigo hasta que todo se calme.

 

—Pero....no crees que ellos...—murmuró dudoso.

 

—Desde que me entere de la verdad, ya estuviéramos viviendo juntos y dándole hermanos a Kōtaishi, Kōki— dijo de forma lasciva.

 

—Akashi Seijūrō— grito completamente sonrojado.

 

—Es la verdad, pero decidí esperar hasta que estés listo— dijo sonriendo imaginando la cara de tendría en ese momento Kōki.

 

—.....Ahora llamó a Yamamoto-san, te esperamos— dijo nervioso y colgó.

 

Seijūrō solo rió por la situación. El que vivieran juntos serían un gran progreso para la relación.

 

Kōki preparó la mochila de Kōtaishi y esperó a que Seijūrō llegará. Por las cámaras de seguridad podía apreciar que los reporteros estaban a la espera de que abandonara las instalaciones.

 

Tal y como Seijūrō había dicho, llamó a Yamamoto-san y le dio la orden de preparar las maletas e informarle que tendrían unos días libres hasta que todo se calmará.

 

La espera fue corta, Seijūrō había llegado a la oficina  por ellos y bajaron directo al estacionamiento subterráneo. El chofer se había estacionado cerca del elevador para hacer el acceso fácil y no dejar se ver por la prensa.

 

Obviamente la prensa no se dio  cuenta de que Akashi había llegado por Kagami, ya que el coche era diferente. Mejor dicho era de su vicepresidente y así la prensa no los siguió.

 

Llegaron a la mansión  de Tokyo —¡Qué bonita casa!— exclamó Kōtaishi.

 

—Si. Era de mi madre. Descubrí su existencia hace 5 años— dijo bajando del auto.

 

Kōki admiraba la mansión. Era un poco más pequeña que la de Kyoto, pero era más hermosa.

 

—Bienvenidos a la mansión Yue— dijo un hombre con voz familiar para Kōki. Lo observó y noto que era el mismo mayordomo de hace 5 años.

 

—Kōki, él es Tanaka Kei. Mayordomo de la mansión— presentó  Seijūrō.

 

—Mucho gusto, Tanaka-san. soy Kagami Ryuuji y él Kagami Kōtaishi— dijo Kōki con una leve reverencia y señalando a Kōtaishi.

 

Tanaka-san observó al joven, sin duda era el mismo que hace 5 años había salido de la mansión Akashi llorando, y por quién Seijūrō-sama había llorado y sufrido esos mismos años —El gusto es mío, Kagami-sama.

 

Kōki asintió, Seijūrō sonrió —Tanaka ¿Hiciste lo que te pedí?— preguntó.

 

—Si Seijūrō-sama. También ya llegó el equipaje— respondió.

 

—Bien, llévanos a la habitación— ordenó. Tanaka los guió a la habitación y  abrió la puerta  —Kōtaishi a partir de hoy esta será tú habitación— dijo bajando a su hijo. Los tres se quedaron al límite de la puerta admirando la habitación.

 

—¡Sólo será temporal!— exclamó Kōki.

 

—Eso si yo dejó que te marches de mi lado— dijo Seijūrō sonriendo.

 

—Akashi....— murmuró Kōki sonrojado.

 

—Me gusta que me llames Sei... Además, tú habitación es la mía— dijo en tono lascivo.

 

Kōki sólo se sonrojó, Kōtaishi rió y dijo —Papá y mami dormirán juntos.

 

—¡No! Dormiré contigo, Kōtaishi— dijo sonrojado hasta las orejas.

 

—No lo creó— dijo entrando y  cerrando la puerta con seguro dejándolo fuera.

 

—¡Kōtaishi, abre la puerta!— ordenó molesto.

 

—¡No quiero! Yo dormiré con Sei; y mami con papá— grito desde el otro lado de la puerta.

 

—Kōtaishi, abre la puerta— volvió a decir.

 

—No quiero— volvió a repetir.

 

—¡Seijūrō abre la maldita puerta!— dijo al pelirrojo.

 

—Lo siento. Las puertas sólo se abren por dentro— dijo sonriendo.

 

—¡Esto no es gracioso!— exclamó enojado.

 

—Vamos calma, no hará nada malo. Así nosotros podemos pasar la noche juntos....durmiendo en la misma cama— dijo rodeándolo de la cintura.

 

—Ese no es el problema. Kōtaishi se mete a bañar solo y se puede caer— dijo tratando de zafarse del agarre.

 

—Oh.... Kōtaishi abre la puerta— ordenó Seijūrō.

 

—No quiero— volvió a gritar.

 

—Kōtaishi ni se te ocurra bañarte solo— ordenó Kōki.

 

—No mami. Tú me bañas mañana, buena noche papis— fue lo último que emitió.

 

—Maldición— dijo Kōki pasándose una mano por el cabello.

 

—Ven vamos a nuestra habitación— dijo tomándolo de la mano.

 

—En esta casa hay muchas habitaciones. Quiero una de ellas o el sillón de la sala— sentenció el castaño.

 

—Ehhh por tú reacción me hace pensar que esperas algo más que dormir R-Y-U-U-J-I — dijo con una voz burlona.

 

—C-claro que no— murmuró sonrojado.

 

—Entonces no hay problema con que durmamos en la misma habitación y cama— dijo mientras lo guiaba a través de un pasillo.

 

Kōki  se sonrojó más de lo que ya lo estaba  pero no se resistió más. Seijūrō abrió una puerta doble y pudo admirar la bella habitación, detalles rojos y dorados la adornaban; y no sólo eso. Fotografías de ellos se encontraban en las repisas y cerca de la cama, al igual que de Kōtaishi.

 

—Esa foto— dijo viendo una que donde tenía a kōtaishi sobre su vientre.

 

—Me la envió Taiga hace tiempo. Sinceramente algo en Kōtaishi me causaba extrañas sensaciones y ahora sé por qué— dijo levantando la foto.

 

—Lo siento— dijo bajando la mirada.

 

—No.... No te disculpes, no fue tú culpa— levantó el mentón de Kōki para mirar esos precioso ojos.

 

—C-claro que sii.... Si hubiese escuchado a Taiga y papá. Estuviéramos juntos desde hace tiempo y podrías haber visto a Kōtaishi desde bebé— dijo con pequeñas lágrimas.

 

—No es tú culpa, no llores— dijo rozando suavemente los labios húmedos del castaño. Kōki respondió de inmediato, comenzado a jugar con los labios del pelirrojo. Éste por su parte lamió el labio superior del castaño, pidiendo permiso.

 

Kōki entre abrió sus labios y  sintió como Seijūrō comenzaba el vaivén entre sus lenguas.  —nghh... mgg— Llevó sus brazos al cuello de Seijūrō y lo jaló un poco hacia abajo y profundizó el besó. —Aghh. ... Sei...— gimoteo.

 

Seijūrō estaba por bajar sus manos cuando su puerta fue tocada —Seijūrō-sama la prensa está a fuera.

 

—Joder.. — dijo. Se acercó a los labios de Kōki y le dio una mordida al labio inferior hasta sangrarlo.

 

—ouchh...¿Qué te pasa?— dijo enojado limpiándose la sangre del dorso de la mano.

 

—Estoy excitado, Kōki.  Regreso en un rato— dijo antes de abandonar la habitación.

 

Esa declaración había dejado sonrojado a Kōki. Sacudió su cabeza, busco ropa y se metió a bañar.

 

Al desvestirse, en el espejo de cuerpo completo, se percató de que sus labios estaban  rojos e hinchados; y su parte inferior algo despierta —Idiota....—murmuró sonrojado mientras entraba a la ducha.

 

Salió del baño y se acostó a dormir, aún era temprano pero estaba cansado.

 

——————

 

Seijūrō salió a la reja de la mansión, los reporteros comenzaron con las preguntas hasta que  se hartó —Silenció...— ordenó y todos guardaron silencio —Sé que tienen muchas preguntas, pero de favor les pido que dejen a Ryuuji tranquilo. Hable por teléfono con él, cuando esté listo responderá sus preguntas, sean pacientes —  declaró antes de dar la vuelta y regresar al interior de la mansión

 

—¿Todo bien, Seijūrō-sama?— preguntó Tanaka. Se había quedado parado al margen de todo.

 

—Si, Tanaka. Lleva algo ligero de cenar a Kōtaishi y espera a que termine de comer. Si Kōki quiere algo, te aviso— ordenó dirigiéndose a la habitación.

 

Cuando entró en la habitación se encontró con que Kōki estaba dormido de lado izquierdo de la cama. Buscó entre su ropa un pantalón chándal y una camisa,  para luego dirigirse al baño. Al  salir, con cuidado apagó las luces y se metió en la cama. Al hacerlo Kōki se giró y colocó su rostro sobre el pecho de Seijūrō y una de sus piernas la subió sobre él.

 

 

Seijūrō sonrió, aquella vez también había hecho lo mismo —Te amo, Kōki— dijo besándole la cabeza.

 

—Sei— murmuró Kōki abrazándolo.

Notas finales:

Gracias por leer 

Espero sus comentarios.


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