Kagami Ryunosuke caminaba de un lado al otro en la sala de la mansión Yue. La noticia lo agarró de golpe, no podía creer lo que Seijūrō le decía —¿Estás totalmente seguro?
—Eso fue lo que me dijo— respondió bebiendo una copa de vino blanco.
—¿Sabes lo que va a causar todo esto?— preguntó Ryunosuke pasándose la mano por el cabello.
—Sí, lo sé— dijo frustrado.
— ¿Cuando llega?— preguntó.
—Dentro de dos días— respondió sirviéndose otra copa.
—Es muy pronto…
—Lo sé, pero quiere aclarar todo cuanto antes— respondió.
—Tal vez sea lo mejor— dijo sentándose.
—Lo sé— respondió —Tengo mie…
—papá— entró corriendo Kōtaishi interrumpiéndolos.
—Hola cariño— dijo sentándolo en sus piernas.
—¿Cuándo podré ver a mami?— preguntó abrazando a Sei.
—Mañana llega mami. Pero no podrá jugar un tiempo contigo— dijo acariciándole la cabeza.
—¿Por qué?— preguntó.
—Porqué mami aún no se siente bien— respondió Ryunosuke —Así que se paciente hasta que esté completamente sano.
—Está bien— dijo con un lindo puchero.
———————— Al siguiente día ————————
Eran cerca de la 6 de la tarde cuando:
—Oficialmente esta dado de alta, Kagami-san— anunció Shintarō.
—Gracias, Midorima-san— respondió contento.
—Siga las instrucciones. Conociendo a Akashi las hará cumplir al pie de la letra por lo que no me preocupó. En 15 días lo esperó para una evaluación médica— respondió desconectado los aparatos —Su padre fue a firmar y ahora sube con su ropa. Ya se podrá marchar una vez que se vista.
—Gracias— respondió con una sonrisa.
Shintarō se retiró y Kōki se perdió en sus pensamientos. Había pasado de todo, fue herido por su suegro, sus padres habían sido sus cómplices y los mejor de todo, aceptó casarse con Seijūrō. Sus mejillas se sonrojaron y mordisqueo sus labios.
—¿Recordando?— preguntó Ryunosuke.
—Si...— dijo aún con las mejillas sonrojadas.
—Akashi me dijo que se van a casar— dijo sonriendo.
—Si— dijo aún más sonrojado.
—Felicidades— dijo acariciándole la cabeza.
—Gracias Papá— dijo sonriente.
—Bien.... Ahora a vestirse— dijo dándole la ropa.
Después de media hora salieron del hospital en una de las camionetas de seguridad de Akashi. La seguridad impidió que Kōki respondiera a las preguntas de la prensa, él no quería derrumbarse frente a ellos y demostrar cuanto le dolía lo que sus padres le hicieron.
Llegaron a la casa seguidos por los reporteros que grababan desde las reja principal de la mansión. Kōki entro a la casa y de pronto escuchó un —Sorpresa.
Quedó atónito, todos sus antiguos compañeros. Asi como, los amigos de Akashi estaban presentes. —Gracias— dijo una hermosa sonrisa.
—mami— grito Kōtaishi desde los brazos de su padre.
—Mi niño— dijo abrazándolo con cuidado y comenzó a besarlo —Creí que no te volvería a ver.
Los demás veían cálidamente esa hermosa escena.
—No llores, mami— dijo Kōtaishi abrazándolo.
—Está bien, Kō. Es que estoy feliz de verte— dijo sonriendo y limpiándose las lágrimas.
—Bueno.....¡Qué comience la fiesta!— gritó Ryōta.
La fiesta comenzó, todos celebraron con muchos ánimos. Kōki platicaba con sus ex compañeros de Seirin, le hicieron bastantes preguntas sobre lo que estuvo haciendo y el gustosamente respondió con calma. Cerca de las 10 de la noche, Seijūrō llamó la atención de todos los presentes —Muchas gracias por asistir este día. Como saben, luego de muchos años logre recuperar a Kōki y más ahora que aceptado algo muy importante para ambos. Kōki aproxímate.
Kōki se aproximó a Seijūrō, éste por su parte lo tomó de la mano y se arrodilló —¿Aceptas casarte conmigo, Kagami Ryuuji?— preguntó con una hermosa sonrisa.
Kōki comenzó a llorar —Acepto— dijo sonriendo.
Seijūrō colocó calmadamente un anillo de diamante corte oval y argolla de platino. Kōki se lanzó a los brazos de Seijūrō y lo besó.
Los invitados aplaudían emocionados, Taiga, Tetsuya y Ryunosuke sonrieron felizmente. La felicitaciones no se hicieron esperar, la noche se alargó hasta altas horas de la noche.
———— Al siguiente día ————
—Buen día Amor— dijo Seijūrō abrazándolo cuando se despertó.
—Buen día, Seiii— trato de decir pero el llanto comenzó a surgir.
—No llores— dijo calmandolo.
—Es que... Nos vamos a casar— dijo llorando de la emoción.
—Lo sé, al fin podremos estar juntos— dijo besándolo.
La puerta fue tocada —Adelante— dijo Seijūrō levándose de la cama al igual que Kōki.
—Seijūrō-sama su invitado llegó. Dijo que lamentaba llegar temprano pero no aguantaba más— dijo confuso.
—¿Trajo maletas?— preguntó, Tanaka-san asintió —Instálalo en una habitación de invitados y sirve el desayuno en media hora ¿y Kōtaishi?.
—Entendido. Salió hace 2 horas de compras con Kagami-sama— dijo Tanaka-san. —Ellos ya desayunaron, son las 11:00 am— dijo sonriendo y se retiró.
—Creó que nos quedamos dormidos— dijo Kōki buscando ropa.
—Eso es raro— dijo con una mediana sonrisa.
Ambos se bañaron, vistieron y bajaron a la sala donde su invitado estaba, Kōki llegó detrás de Seijūrō. El hombre estaba de espaldas, era bastante alto y su cabello negro, peinado hacia atrás.
—Buen día— dijo Seijūrō.
El hombre volteó, tendría aproximadamente unos 35 años: cabello negro, alto, ojos negros. El hombre le sonrió cálidamente y Kōki sintió una extraña sensación —Buen día.