Dos meses habían pasado desde esa inolvidable luna de miel, cada vez que lo recordaba sus mejillas se tornaban en un potente color rojizos. Pues prácticamente no salían de esa hermosa suite, y las veces que lo hicieron fue para recorrer la ciudad de París durante el día.
Aún le avergonzaba recordar lo que había pasado la primera noche de bodas, se había vestido una diminuta lencería. En cuanto regresaron de la luna de miel, Midorima Kazunari y Kuroko Tetsuya lo bombardearon de preguntas demasiadas íntimas.
—¿Tiene fiebre, Akashi-san? — preguntó su secretaria, sacándolo de sus pensamientos.
—No...— dijo apenado —¿Qué paso con el informe?
—Aún no llega. Asami-san dijo que lo enviaría dentro de una hora.
—Lo traes en cuanto llegue— ordenó y regreso al manuscrito que trataba de leer desde hace un buen tiempo.
Unas horas después llegó a la mansión Yue, fue recibido por Kōtaishi —mami.
—¿Cómo te fue hoy, cariño?— preguntó tomándolo de la mano y besando sus mejillas.
—Bien.... Jugué mucho con Kiyoshi-kun— dijo sonriente.
—ahhhh me alegró— dijo bostezando.
—¿Vas a dormir?— preguntó al ver que su mami bostezo y frotó su cara.
—Si.... Tengo sueño. Obedece a Tanaka-san— dijo besándolo y se fue a su habitación. Se bañó, se vistió sólo con una playera grande y unos bóxer, y se acostó a dormir.
—ji...uuji.. Ryuuji— abrió sus ojos —mm ¿Qué pasa?
—Es hora de cenar— dijo besándolo.
—Esta bien— dijo y bajaron a cenar. De verdad que tenía hambre, comió doble ración —¿Qué? No había almorzado— se justificó al ver las miradas de Seijūrō y Kōtaishi. Regresaron a dormir directamente, cerró sus ojos y calló en los brazos de Morfeo.
—mami... Mami— le sacudía Kōtaishi. Abrió sus ojos y era de día —Es hora de desayunar— le dijo y salió corriendo de la habitación. Se levantó, baño y bajo a desayunar —Buen día— dijo a Seijūrō y lo besó.
—¿Dormisteis bien?— preguntó Seijūrō, Ryujii se vea pálido.
—Si... Pero tengo sueño— dijo tomando jugó —¿Qué vamos a desayunar?— preguntó.
— Panqueques para Kōtaishi y para ti. Para mi, huevos revueltos con tocino.
Ryuuji asintió y cuando llegaron con el desayunó comió tranquilo —Esta delicioso~— dijo sonriendo —Nee Tanaka-san me regalaría helado de galletas— pidió con ojos de cachorro.
—Ahora lo traigo— dijo sonriendo y fue a buscarlo. Seijūrō y Kōtaishi veían el comportamiento extraño de Ryuuji.
—Aquí está, Ryuuji-sama— dijo colocándole un tazón de helado, y comenzó a comer lo con los panqueques. La puerta se abrió y llevaban el desayunó de Seijūrō, el aroma de tocino frito invadió el comedor, le revolvió el estómago y salió corriendo al baño cubriéndose la boca.
Seijūrō lo siguió asustado, fuera del baño cerca de la sala se escuchaban las arcadas de Ryuuji. Esperó hasta que éste salió pálido —¿Estas bien?— preguntó ayudándolo a sentarse en la sala.
Ryuuji negó —Pídele a Tanaka-san que traiga un poco de café— dijo. Tenía una leve sospecha de los síntomas, pero el café lo sacaría de dudas.
Tanaka-san llegó con el café, no llegó ni a colocar lo cerca de Ryuuji, y éste ya había salido corriendo de nuevo al bañó al percibir el aroma.
Volvió a salir del baño completamente pálido y se sentó. Tomó el teléfono inalámbrico, marco el número y dijo viendo directamente a Seijūrō —Podría traer dos pruebas de embarazó— Seijūrō abrió ampliamente sus ojos —Si de diferentes fabricantes... Con uno de 500, la dirección es...
—Ryuuji…
—No estoy seguro. Los síntomas con Kōtaishi fueron en el 4to mes.
—Ryuuji...— dijo al borde las lágrimas y lo abrazo.
—No te emociones aún, Sei— dijo besándole la mejilla.
—¿Qué pasa, mami?— preguntó Kōtaishi.
—Vas a tener un hermanito— dijo Seijūrō feliz.
—No le digas eso. Aún no sabemos— dijo regañándolo.
—¿Un hermano?— preguntó ilusionado.
—Aún no sabemos cariño— dijo abrazándolo.
—Ya llegó el pedido— dijo Tanaka-san, entregándole la bolsa de la farmacia.
—Voy contigo— dijo Seijūrō dirigiéndose al baño.
—¡Ni se te ocurra!— dijo completamente sonrojado.
Todos en la casa ya se habían enterado del posible embarazó. Así que, se encontraba a la espera junto con Seijūrō y Kōtaishi. La puerta del baño se abrió mostrando aun castaño con la mirada en sus manos.
—Ryuuji…— susurró Seijūrō.
—yo......— tembló de forma visible para los presentes —Sei... estoy embarazado— dijo con una hermosa sonrisa y mostrando el positivo de ambas pruebas. Las lágrimas habían estado deslizándose desde que vio el resultado en la primera prueba.
—Oh Ryuuji— dijo cargándolo y besándolo —Gracias amor— le dijo llorando.
Todos en la casa los felicitaban y Kōtaishi gritaba de la emoción —Tendré un hermanito.
—No llores, Sei— dijo al notar que su esposo no paraba de llorar.
—Es que siempre soñé con este momento. Con Kōtaishi no pude recibir la noticia de que iba a ser padre, sólo hasta hace unos meses yo...— dijo llorando.
—Lo siento— dijo llorando —Pero no llores. Vamos a tener un bebé.
—Bien....Viste te, iremos al médico.— ordenó.
—Es muy pronto— dijo con un puchero.
—No, vamos a ir a confirmarlo con un análisis y que te agendan tus citas. Quiero saber todo lo que hay que hacer— dijo cruzado de brazos.
—Está bien— dijo y regreso a su habitación por sus tenis y celular.
—Yo voy con ustedes— dijo Kōtaishi.
—No, cariño. No nos puedes acompañar. Te prometo traer pastel— dijo abrazándolo.
—Está bien— dijo con un puchero.
Ellos salieron de la casa rumbo al hospital, al llegar fueron recibidos por Midorima Shitarō.
—Akashi ya me informó, Felicidades— dijo sonriendo.
—Gracias— dijo con una bella sonrisa.
—Bien.... El baño está allí —señaló la puerta— ya sabe que hacer— dijo entregándole una tablilla blanca.
Ryuuji asintió y entró al bañó, a los pocos minutos regresó e introdujo la tablilla al líquido transparente y el palillo se volvió azul.
—El resultado es positivo— dijo Midorima guió a la báscula y luego a le chequeo la presión arterial —Todo estable, síganme— y los llevó a la parte trasera de la habitación —Siéntase y levante su playera, Akashi-san.
—¿Qué piensas hacer, Shintarō?— cuestionó al ver que su esposo se acostó en la cama y levantó su playera.
—Se paciente— dijo y le aplicó el líquido frío en el vientre de Ryuuji, éste se estremeció. Tomó el aparato entre sus manos y comenzó a buscar.
—Veamos ¿Dónde está?— murmuro buscando en la pantalla sepia.
Ryuuji tomó la mano se Seijūrō y le sonrió. Regreso su vista a la pantalla y esperó con ansias a que apareciera ese punto blanco.
—Aquí está— dijo seleccionado el área.
—Ese es...— trató de decir pero un nudo en la garganta se lo impidió.
—Es nuestro bebé, Sei— le dijo con lágrimas.
—Ryuuji— dijo y le besó la frente.
—Por las medidas, diría que hicieron bien su trabajo en la luna de miel— dijo riendo. Ryuuji se sonrojó. — Creó que está entre las 8 o 10 semanas. En un mes los esperaré nuevamente, y podremos saber cuántas semanas tiene— dijo imprimiendo dos ecografías y limpiándole el vientre a Ryuuji.
Después regresaron a sus asientos en el consultorio —Bien... Ya leí su informe médico—dijo Shintarō revisando los papeles que había imprimido.
Ryuuji se tensó, aún no le había dicho a Seijūrō ciertas cosas.
—Me puede explicar la depresión y la amenaza de abortó— pidió tensó.
—¿Qué?— gritó Seijūrō.
—Calma, Seijūrō— dijo nervioso.
—¿Cómo quieres que me calme?—dijo frustrado.
—Calma...— soltó un largo suspiro —Midorima-san ya sabe lo que pasó hace 5 años— éste asintió —Eso me deprimió mucho, no tener al padre de mi hijo y más el hecho de que me había engañado y se casaría. Cuando llegue a Manhattan trate de tener una vida 'normal' por mi hijo. Pero aun así sufrí mucho y fui cayendo en depresión —soltó unas lágrimas por los recuerdos— Una semana antes de la boda, yo estaba en KC con papá, cuando su secretario entró he informó que Akashi-san estaba en la línea y que quería confirmar su asistencia a la boda— limpió sus lágrimas— Eso me dejó muy mal y deje de comer una semana, el lunes después de la boda regresé a KC por mi trabajó. No vi el letrero de pisó mojado en la entrada de la oficina y me caí, el golpe fue horrible. Cuando trate levantarme, noté la sangre —Comenzó a llorar más— entre en pánico por mi bebé. Después de gritar por ayuda fui llevado al hospital. Gracias a Dios y que Kōtaishi quiso aferrarse a la vida, no aborte. Después de eso, deje de trabajar por el reposó que me mando el doctor— dijo llorando y aferrándose a la mano de Seijūrō.
—¿Por qué no me dijiste?— dijo con la voz ronca.
—No quería preocuparte.
—No llores— le limpió las lágrimas.
—Bueno... Entiendo... Ahora les daré las indicaciones— dijo tratando de distraerlos.
———————— Dos horas después —————
Se encontraban en el estudio esperando.
—Calma... Ya está— dijo llamando la atención de su esposo y éste se acercó a la pc donde se estaba iniciada la videollamada.
—Hola ¿cómo va el matrimonio?— dijo Ryunosuke desde la pc.
—Bien— respondieron.
—¿ A que debemos está reunión?— dijo Ryuusaki.
—¿Ustedes también están aquí?— dijo Taiga y a su lado estaba Tetsuya cargando a Tsubasa.
—Si...al parecer tienen algo que decirnos— dijo Ryunosuke.
—¿Qué pasa?— preguntó Ryuusaki.
—De verdad queríamos ver los en persona, pero, en estos momentos no podemos vernos y queremos decirles algo urgente— dijo Seijūrō tratando de preocupar los.
—¿Sucedió algo?¿Están bien? ¿Qué le paso a Kōtaishi?— comenzaron a preguntar.
—En realidad....— comenzó Seijūrō.
—¡Estamos esperando un bebé!— dijo emocionado Ryujii.
Los gritos de emoción y felicitaciones no se hicieron esperar por parte de su familia y sus amigos, gracias a que Midorima Shitarō le dijo la noticia a Kazunari, y éste le informó a los demás, se hizo una gran reunión por la noche.
—————————— Dos meses después ————————
Shintarō trataba de encontrar al bebé —Es muy escurridizo— dijo frustrado. De pronto el sonido de su corazón comenzó a resonar a través del audio.
—Es hermoso— dijo Seijūrō al borde de las lágrimas al escuchar por primera vez los latidos de su hijo. Ryuuji por su parte estaba llorando y observando la pantalla.
—Al fin— dijo cuándo lo encontró. Se observaba como el pequeño se movía tratando de ocultarse —esta boca arriba , por eso no se puede apreciar bien. Además parece que tiene miedo.
—No tengas miedo, mi bebé— dijo Ryuuji frotándose un poco el vientre y llorando de la emoción.
—Se está moviendo— dijo Shitarō asombrado. El bebé se había colocado de frente, pero no se podía apreciar completó —No deja ver su sexo. Esperó que en el siguiente mes ya se dejé— dijo imprimiendo las ecografías y el DVD.
————————Un mes después ——————
Ryuuji cumplía 5 meses y dos semanas de embarazó, había ido al hospital con Seijūrō y Kōtaishi pero el bebé no se dejó ver.
—Te ves hermoso— dijo Seijūrō, al observar Ryuuji con su vientre expuesto mientras se desvestía para entrar al baño.
—No digas eso, Sei— dijo apenado.
—Es la verdad— dijo arrodillándose a su lado y besando su vientre.
—Sei....— dijo sonriendo, ayudó a levantarse y besó a Seijūrō —¿Me ayudarías a entrar a la bañera?— preguntó quitándose el pantalón chándal.
—Si…— dijo comenzado a buscar su ropa.
Ryuuji entró al baño y término de desnudarse, con cuidado llenó la bañera, vertió fragancias de jazmín y lavanda.
—Toma mi mano— ordenó Seijūrō detrás de Ryuuji. Éste la tomo y entró con cuidado, pues no quería caerse —Gracias Sei— dijo una vez sentado.
—De nada..— dijo y se devistió.
—¿Q-Qué haces?— preguntó sonrojado al ver el cuerpo desnudo de su esposo.
—Bañarme— dijo y se metió a la bañera detrás de Ryuuji. Éste al sentir la cercanía se sonrojó y aun así acomodo su espalda en el pecho del pelirrojo.
—Amo poder tocar tú vientre— dijo mientras lo acariciaba y le besaba el cuello.
—mghhh— gimió al sentir la mordida. Llevó sus manos hacia su vientre y las colocó sobre las de Seijūrō —Esta pateando— dijo con una risita al sentir los golpecitos en su vientre.
—Es hermoso…
—No llores, Sei— dijo moviéndose un poco y quedar viéndolo fijamente. Se aproximó a su esposo y besó con mucho cuidado para no aplastar su vientre.
—Ryuu— gimió en sus labios, llevó sus manos a los glúteos del castaño y comenzó a frotarlos.
—Aghhh.... Tocame— pidió en un suspiró y bajo su mano al miembro del pelirrojo y comenzó a masturbarlo.
Seijūrō sintió las caricias de Ryuuji y enterró su rostro en el cuello del castaño. Su mano se deslizó a través del vientre y llegó al miembro semiduro y comenzó a frotarlo.
—Quiero que me tomes— le susurro en su oreja al pelirrojo.
—Ya escuchaste.... No podemos y no quiero que ambos estén en peligró.— dijo mordiéndole el cuello y dejando marcas profundas.
—Lo sémnggh—le dijo en un puchero cortado por un gemido.
Disfrutaron cada caricia y cada besó, trataron de alargar ese confort que ambos tenían.
—————————
—No te preocupes, ve a la junta. Cualquier cosas te avisó. Además aún faltan dos semanas— le dijo Ryuuji besándolo.
—Pero.....— no se quería ir.
—Es tú trabajo y es muy importante tienes que ir. Papá y Takumi-san están aquí. No tienes que preocuparte.— dijo apretando su mano.
—Esta bien, no intentes subir la escalera. No quiero que te caigas— dijo besándole la mejilla.
—No Sei. Por ello, te pedí que me cambiaras de habitación al 6to mes.— dijo respondiéndole el besó.
—Está bien, cualquier cosa me llamas— dijo dándole un beso y se marchó.
Habían pasado 6 horas de que Seijūrō se había marchado a Akashi Corp. Estaba platicando con Takumi-san y su recién embarazó, para sorpresa de todos y los mismos involucrados había sido una gran noticia. Pues hasta ahora Takumi-san no era docel, pero al parecer por un milagro de dios estaba gestado desde hacía dos meses.
—Ahora regresó. Voy al baño— le dijo a Takumi-san.
—Ten cuidado— dijo Takumi-san.
Ryuuji se levantó y se dirigió al baño cercano a la sala. Estaba por abrir la puerta cuando un dolor familiar lo invadió, se quedó parado. A los pocos minutos otra vez el dolor —Aghhhh Takumi-san — gritó para llamar la atención.
—¿Qué pasa?— preguntó desde la sala y comenzó a acercarse.
—Aghhh bebé ya viene— dijo aguantado el dolor.
Rápido llamó a la ambulancia y le gritó a Ryunosuke que estaba jugando con Kōtaishi en la alberca. Entre ambos lo ayudaron a llegar a la salidas de la casa. Takana buscaba la maleta preparada para el bebé y Ryuu.
Mientras eso sucedía. Kōtaishi llamaba su Papá.
—Buenoo...— respondió Seijūrō tras terminar la última junta del día.
—Papá, mi hermanito. Llevan a mami al hospital— le dijo llorando, pues veía el llanto de su mami y las muecas de dolor que hacía.
—No llores, cariño. Ahora llegó al hospital.— dijo colgando y tomó sus cosas.
Ryuuji llegó a los 20 minutos al hospital, el líquido viscoso se había derramado en la ambulancia.
—Ryuuji— escuchó a Seijūrō desde la sala de la recepción.
—Sei...— dijo tomando su mano.
—Todo va a estar bien, cariño— le dijo.
—¿Quién va entrar con él?— preguntó una enfermera.
—Yo, soy su esposo— dijo a la enfermera.
Seijūrō beso a Kōtaishi y se dirigió tras la enfermera, siguió las indicaciones y se vistió y desinfectó para poder entrar al quirófano.
Cuando entró, Ryuuji estaba acostado y una cortinilla le cubría la vista de su vientre —Ryuuji— dijo le besó la frente.
—Tengo miedo, Sei— dijo llorando.
—Todo estará bien— dijo tomando su mano. Dirigió su vista hacia el vientre de Ryuuji y vio la jeringa en mano de un doctor —¿Qué es eso Shintarō?¿Qué le vas hacer?
—Akashi te callas o te sacó. Me importa un comido que seas mi amigo. Ahora estamos en el parto de tú esposo, así que cállate y reconforta a Ryuuji-san— dijo molestó antes de que Akashi Seijūrō comenzará a preguntar por cada pasó.
Akashi fulminó con la mirada a Shintarō y Ryuuji río —Calma, Sei. Midorima sabe lo que hace.
—Vamos a comenzar— dijo Shintarō, el anestesista se acercó y pincho el vientre de Ryuuji, Seijūrō se puso pálido —¿Siente esto?— preguntó pinchándole el vientre.
—No— respondió aferrándose la mano de Seijūrō.
Seijūrō observaba todo y lo grababa, se puso pálido al ver lo que hacia Shintarō.
—Seijūrō. Mírame. No te desmayes— dijo tratando de distraerlo.
—No lo hare— le dijo con un nudo en la garganta.
A los minutos de la cesaría Shintarō logró apreciar al bebé y se preparó para extraerlo —Succión— grito a la enfermera.
Seijūrō observaba todo lo que Shintarō hacía, de pronto escuchó el succión. Su corazón latió muy rápido al ver a su bebé, quien no dejaba de llorar. Lágrimas de felicidad se deslizaban a través de sus mejillas —Es hermoso, Ryuuji. Gracias Amor— le dijo besándolo.
Ryuuji sentía ese familiar vacío en el —¿Qué es? Quiero verlo— dijo entre las lágrimas de felicidad.
—Esperen un momento— dijo la enfermera, quien le pesaba y limpiaba al bebé. Cubrió al bebé con una pequeña sabana y lo deposito en el pecho de su madre.
—Felicidades, es una hermosa niña— dijo Shintarō terminando la operación cuando le colocaron a la bebé.
—Hola, mi princesa— dijo en medio del llanto.
—Es hermosa. Gracias Ryuuji—dijo llorando. Besó a Ryuuji y tocó la manita de su hija.
Ryuuji revisó cada parte de su pequeña y le destapó su cabeza. Su escaso cabello era rojizo como su padre —Sei, es idéntica a ti— dijo besándole la frente a su pequeña.
Para Seijūrō no hubo mejor espectáculo que esa imagen. Su amado mirando con tanto amor y tanta ternura a su pequeña —Es hermosa— dijo besándolo.
—Cargala, Sei— dijo dándole a su pequeña.
Seijūrō dejó el teléfono en la camilla y cargó a su hija, era hermosa. —Hola princesa. Soy tú padre, Seijūrō— dijo con la voz ronca por la emoción y el llanto. Le tocó sus mejillas y sus manitas, no pudo evitar volver llorar.
Ryuuji estaba extasiado, era una emoción tan grande poder ver a su esposo cargar desde bebé a su pequeña, esas imágenes siempre estarían en sus pensamiento y en la cámara que había tomado de la cámara para grabar ese hermoso momento.
—¿Cómo se llamará la bebé?— pregunto la enfermera.
—Sei, su nombré— dijo Ryuuji, habían acordado que Seijūrō elegiría el nombre de su bebé.
—Shinnōhi.... Shinnōhi Akashi— dijo a Ryuuji, dirigió la mirada a su Princesa —Bienvenida, Shinnōhi— le dijo tomando su manita. La pequeña Princesa (Shinnōhi) abrió sus ojos —Ryuuji... Tus ojos.
————————— Dos meses después ————————
—No llores, Shinnōhi— dijo cargándola por 5ta vez en la noche.
—Sei...ya te dije que no la cargues así. Sólo haces que se despierte— dijo tomándola en sus brazos. Comenzó a arrullarla hasta que quedó dormida en sus brazos —Ve a dormir, mañana tienes una junta. Yo me encargó de Shinnōhi.
—peroo— trató de decir.
—Ve a dormir, te hace falta. Te amo— dijo besándolo.
—Te amo, Ryuuji— dijo Seijūrō respondiendo el besó, Ryuuji acostó a la pequeña Princesa en su cuna y se acostó al lado de su esposo.
—Te amo, Sei. Gracias por amarme y darme esta gran felicidad que estamos viviendo. También gracias por nuestros hijos. Kōtaishi y Shinnōhi son lo mejor que pudo pasarnos— dijo besando su frente para no despertarlo. —Estoy feliz de tener una nueva vida a tú lado, Seijūrō— dijo acurrucándose en el pecho de su esposo.