Kōki seguía caminado sin rumbo alguno bajo la lluvia. No tenía ningún otro familiar y tampoco quería llevarle problemas a sus amigos
—¿Qué hice para merecer esto?— se preguntó Furihata Kōki viendo a la nada, parado en medio de la lluvia,
Un auto se detuvo antes de golpear al castaño.
—¿Estas bie...Furihata— dijo la persona —¿Qué pasa Furihata?— preguntó preocupado —Te llevó a tu casa o con Akashi.
—Ellos me corrieron, él me uso. Sólo era un juguete... Todos me abandonaron— dijo con la mirada vacía.
—Furihata— el castaño se veía en una especie de trance.
—No tengo a nadie— se desmayó, pero antes de perder completamente la conciencia vio una figura familia —Kagami…
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Estaba desesperado, su padre apenas había llegado a Japón lo arrastró a una cena de negocios. Odiaba asistir a esos lugares, siempre se sentía incómodo y la lluvia le impedía salir a disfrutar del jardín de ese lujoso hotel.
Eran casi más dos de la mañana cuando abandonaron la cena y salieron rumbo al departamento. Su padre iba conduciendo, estaban a unas cuadras cuando una figura se detuvo frente a ellos y su padre tuvo que frenar. Tocó la bocina del auto para que la persona se moviera y nada.
—Voy a ver— dijo Taiga sin escuchar las protestas de su padre. Se aproximó a la persona —¿Estas bie...Furihata— dijo cuándo reconoció a su compañero.
Este tenía la mirada pérdida y vacía, le preocupó su estado y más lo que dijo sobre Akashi. Lo zarandeó para sacarlo del trance pero Furihata se desmayó. Escuchó como murmuro su nombre.
Lo cargo y se fue a la parte trasera del auto.
—¿Qué haces?— preguntó Kagami Ryunosuke.
—Es una amigo. Vamos a la casa—dijo y su padre arrancó. Taiga internamente no sabía qué hacer, había dicho que sus padres lo corrieron y Akashi lo usó.
—¿Dijo algo antes de desmayarse?— pregunto al ver la cara de su hijo.
—Que sus padres lo corriendo y Akashi lo engaño— dijo exasperado.
—¿Seijūrō-kun?
—Sí. Ellos son novios— respondió viendo que el castaño tenía algo de fiebre.
—Pero Seijūrō se va a casar en dos meses. Akashi Masaomi me lo acaba de informar— dijo Ryunosuke.
—¡Qué demonios! Por eso, lo de que Akashi lo usó — grito Taiga enfadado y lleno de coraje.
—Sea lo que sea, es gravé para que este así— dijo estacionado el auto. Ryunosuke llamó a su amigo de confianza para que atendiera el castaño. Llegaron al departamento y lo llevaron a la habitación de invitados. A los 10 minutos llegó el doctor.
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Ryunosuke y Taiga estaban en la sala dando vueltas, llevaba más de media hora dentro. El doctor al fin apareció —¿Cómo está?
—Ya despertó. Es posible que contraiga gripe, pero en su estado no puedo darle medicamentos. Está estresado, tiene que ayudarlo a mantenerse relajado ya que en su estado puede afectarlo — explicó mientras guardaba su estetoscopio.
—¿Estado?— preguntaron ambos.
—Furihata-kun tiene dos meses de gestación.
Taiga se desmayó al escuchar la noticia.
Ryunosuke despido al doctor, ahora entendía todo. Furihata estaba embarazado de Akashi Seijūrō, de alguna manera se enteró de la boda y le ha de haber dicho a sus padres que está esperando un hijo y lo corrieron. —Pobre chico — Taiga se estaba despertando —Será mejor que hables con él.
Taiga se levantó y se dirigió a la habitación de invitados. Ryunosuke marcó a su secretaria —Investiga todos los datos de Furihata Kōki. Estudia en Seirin con Taiga.
Taiga abrió la puerta y vio a Furihata llorando, se aproximó a él y lo abrazo. —El doctor nos dijo...lo de tú bebé.
—yo...me enteré hoy.¿Recuerdas que me desmaye? —Taiga asintió— Después corrí a Kioto a darle la noticia. Fue... —comenzó a llorar—, llegue y al entrar a la sala estaba Seijūrō con una chica pelinegra. Su padre... Nos presentó, es su prometida. —lloro más fuerte— ¡Se va a casar en dos meses! ¿Qué hice para que me usara así? No es que haya estado ocupado, simplemente obtuvo lo que quería ¡Sólo me quería en la cama y desecharme!— Kōki comenzó a temblar y el llanto se hizo más fuerte —Les dije a mis padre y me echaron de la casa. Llamaron engendró a mi bebé.
Taiga sólo se aferraba a Furihata, tenía una inmensa gana de golpear a Akashi y los Furihata. —Tranquilo.... todo estará bien. Tienes que calmarte por tú bebé
————En la sala—————
Ryunosuke estaba dando vueltas, hasta las que su celular vibró. Era lo que estaba esperando, lo abrió y marco a la casa Furihata.
—Bueno...— escuchó.
—Disculpe molestar a esta hora, pero es sobre su hijo Kōki-kun. Verá, él...
—Nosotros no tenemos hijo, él murió— dijo desde el otro lado y colgaron.
Ryunosuke estaba furioso, como pudieron negar a su propio hijo. Él no iba dejar solo a ese chico, más ahora que esperaba un bebé. Se aproximó a la habitación de invitados.
—No sé qué voy hacer, Kagami-kun— dijo en un mar de lágrimas que removió algo en Ryunosuke. —No tengo a nadie.
—Nos tienes a nosotros— dijo Ryunosuke.
Kōki se exaltó por la voz y vio a un hombre igual a Kagami. Era alto, fornido, de cabello idéntico a Kagami, ojos color chocolate como los suyos y bastante intimidante.
—Oh Furihata... Él es mi padre— dijo Taiga.
—Mucho gusto, Kagami-san— dijo nervioso.
—El gusto es mio, Kōki-kun. Mi nombre es Kagami Ryunosuke.— respondió con una sonrisa. —Repito.... Nos tienes a nosotros, yo te ayudaré. Puedes quedarte aquí.
—Gracias, pero....
—Nada de pero, te quedarás aquí. Pensare en cómo ayudarte...Taiga, tráele ropa para que se cambie; no se puede enfermar y prepárale algo de comer. Nada de que no tienes hambre, tienes que comer y más ahora por tú bebé— agregó al ver la cara de protesta de Kōki.
—G-Gracias— respondió.
—De nada, si me disculpa voy a dormir. Tengo una reunión en unas horas— dijo dando la vuelta y bostezando.
—Sin duda alguna le caíste bien— dijo Taiga.
—yo....Gracias por todo.— dijo Kōki.
—De nada...anda metete a bañar. Te dejaré ropa aquí en la cama— dijo parándose. Salió de la habitación y buscó la ropa más pequeña que tenía. Regreso a la habitación con un pijama gris y un bóxer cerrado.
Después de dejarlo en la cama, fue a la cocina y le preparó unos emparedados. Cuando entró Kōki se estaba terminando de vestir.
—Toma, come y nada de dejar la comida— dijo Taiga entregándole el plato y un vaso con leche.
—Gracias, Kagami-kun— dijo con una pequeñas sonrisa y conteniendo sus lágrimas.
Kōki comió despacio. Si no fuera por los Kagami quien sabe dónde estaría en ese momento. Término de comer y bebió su leche.
—Buen chico. Ahora descansa— dijo Taiga llevándose el plato y apago la luz principal de la habitación.
Kōki lloro las lágrimas que había estado conteniendo y se colocó en posición fetal. Estaba desbastado y esperando un bebé, tenía que ser fuerte por él.
Con esos pensamientos quedó profundamente dormido.
————al día siguiente —————
Taiga sirvió el desayuno a su padre, quien tomó su lugar en la mesa —¿Qué paso anoche con la familia de Furihata?
—No me los menciones. Dijeron que su hijo estaba muerto—dijo furioso.
El llanto se escuchó de tras de ellos y voltearon, Kōki había escuchado todo.
—Kōki-kun— dijo Ryunosuke llevándose y lo envolvió en un abrazo. —Lo siento…
Kōki no paraba de llorar, eso le había dolido más que lo hayan corrido.
—Kōki-kun tienes que calmarte, si sigues así le hará daño al bebé.
Kōki se calmó —Kagami-san tiene razón— murmuró.
—Bie, ahora desayuna— ordenó Ryunosuke.
Tomaron el desayuno con calma. En lo que Taiga y Kōki lavaban los platos, Ryunosuke se dirigió al cuarto de invitados y revisó las tallas de la ropa del castaño. Media hora después se marchó.
Los chicos estaban viendo la tv, cuando Taiga no resistió más. —¿Qué piensas hacer, Furi?
Kōki guardó silencio unos minutos —Dejaré la escuela, no quiero que él se enteré de mi bebé.....Me iré mañana a algún lado, donde no me encuentren.
—No puedes hacer eso— grito Taiga.
—Es lo único que puedo hacer, Kagami. Mis padres me echaron y Sei...él sólo jugó conmigo, no sé a dónde voy a ir, pero me iré. Y..... ¿Puedes hacerme dos favores?— preguntó. Taiga asintió. —El primero es que el lunes vayas con la doctora y le entregues una nota, le dirás que el viernes me encontraste cerca de la estación, que la escribí en ese momento y te la di.
—¿Por qué?— preguntó confundido.
—Ella sabe mi estado, es mejor decirle que no le diga a nadie— explicó, Taiga asintió.
—El otro es que no le digas nada de mi embarazo a los chicos, muchos menos a Kuroko. No me mires así, Kagami. Si Kuroko sabe, le reclamara a Se... a él y se enterara de mi embarazo y no quiero eso.
—Tienes razón, Furi— dijo Taiga. Sabía que era verdad, Kuroko no se quedaría callado.
—Iré a escribir la nota de una vez. — dijo Kōki levantándose.
Taiga escuchó la puerta cerrándose y llamó a su padre —Papá, Furi planea irse mañana... Entiendo... ¿Qué piensa hacer?.... ok esperaré hasta mañana— dijo y colgó llamada.
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Ryunosuke llegó con ropa para Kōki.
La noche continuó y los tres se sentaron a ver películas, cerca de la 1 am se durmieron.
Así pasaron hasta el domingo, eso de las 8 pm Ryunosuke recibió una llamada que esperaba —Yo te llamó, cuando acepte. Gracias, Imayoshi.
—Kōki-kun tengo algo que proponerte— dijo llamando la atención de ambos.
Ryunosuke explicó exactamente lo que quería hacer.
—Estás loco, padre. Eso sería imposible— dijo Taiga.
—Taiga para mí no hay imposible— dijo satisfecho.
—Pero... La prensa no lo creerá— dijo Taiga.
—Claro que si...Créeme, lo creerán— respondió satisfecho. —¿Y bien Kōki-kun?
—yo....— era una loca propuesta. Pero si eso iba ayudarlo a marcharse y dejar su pasado atrás lo haría. —Acepto. Un día le pagaré todo lo que está haciendo por mí, Kagami-san.
—Bien hecho, hijo. —Kōki se sonrojó— Ahora, esto tardará unos días. Mientras tanto no salgas de aquí, y no uses tu celular.
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Y así el lunes llegó, Taiga se dirigía a la enfermería —Doctora....— la doctora volteó —¿En qué te puedo ayudar, Kagami-kun?
—El viernes en la noche me encontré a Furihata cerca de la estación y me pidió que le diera esto— le dio la nota doblada en forma de una rosa (Origami).
La doctora notó las letras y la abrió, se quedó en shock —No puede ser…
—¿Pasa algo malo?— preguntó inocentemente.
—Nada, Kagami-kun. No pasa nada, ya puedes ir a tu salón—dijo la doctora. Cuando Taiga salió, la doctora destruyó la carta —Pobre chico—dijo limpiándose una lágrima.
Las clases pasaron y fue al gimnasio —¿Cómo que Furihata-kun no vino?
—No...ya le mande mensajes y no contesta. Las llamadas van directo al buzón.— dijo Fokuda.
—¿Alguien tiene el número de su familia?— preguntó hyugga.
—yo...ahora marco— dijo Fokuda.
—Ponlo en altavoz— ordenó riko.
—Familia Furihata— dijo la voz de una mujer.
—Disculpe, habla Aida Riko ¿Se encuentra, Furihata-kun?
—Ese ya no vive aquí. No es nuestro hijo, no vuelva a llamar— dijo la mujer y colgó.
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En Kioto un celular sonó, Seijūrō fue a contestarlo —¿Qué pasa, Kuroko?
—Furihata-kun no apareció en la escuela y sus padres negaron tener hijo. Dime que está contigo— la voz esperanzada de Kuroko escuchó.
El celular rebotó en el piso del gimnasio —Kōki…