Estocada tras estocada daba el mayor mientras el menor gemía con locura hasta que el semen salió de su entrada resbalando por sus blancas piernas. El mayor río un poco y le dio el dinero escudándose del lugar, el chico sacó de su bolso un poco de papel higiénico y loción, limpió su trasero y su pierna untando después la loción, se quitó la mascara que traía pasando otro poco de papel por su rostro limpiando el maquillaje que traía puesto.
–Vendeme la droga–Insistía por enésima vez al tipo que vendía a todos los que venían.
–Que no, eres menor de edad –Repitió vendiéndole a un chico de doce.
–Dame la droga, el enmascarado vendrá más tarde–Dijo a su oído y solo le dio una bolsa llena de pastillas, la tomó y se fue, llegó a una pequeña casa humilde pintada de color verde y con rejas rotas, no se molestó en abrir y pasó por un espacio donde estaba la reja rota, abrió la puerta de la casa caminando hacia la cocina donde una mujer de aspecto flacucho corría hasta el quitándole La droga, La machucó toda y la puso en un vaso de agua, lo bebió de un trago caminando hasta un pasillo y perdiéndose en un cuarto, el chico se sentó a desayunar luego de poner sus cosas en una silla, abrió la boca hambriento devorando a la ardilla que salio de quien sabe donde. Se limpió la sangre en el baño y se desvistió poniendo la tina con agua caliente, se relajó un momento pero salió a ver porque no había ruido alguno, se enrolló en la toalla pequeña y salió al cuarto de en frente, se sostuvo de la puerta para no caer de lleno contra el suelo, pasó tembloroso hasta el inerte cuerpo de su madre zarandeándola. Las lágrimas calleron justo sobre su cuerpo y quedó dormido sobre este.
–Lo siento–Le dijo arrancando un brazo de la mujer engullendolo sin dejar rastro.
Salió de la casa saltando hasta el techo llegando al colegio que quedaba en la otra calle. Entró dirigiéndose al baño sin que lo notaran y sacó las cosas de su bolso, se maquilló pintando una lágrima azul y una rosa negra en sus mejillas y se ajustó la mascara, salió del baño siendo captado por las miradas de los chicos del colegio, caminó hasta el más cercano a paso lento y lo rodeó acariciando su pecho, pasó a otro haciendo lo mismo y a un último, a este le pasó la mano por la pierna haciéndolo temblar y regresó al baño, a los pocos minutos vinieron los tres chicos desvistiéndolo y besando con lujuria su cuerpo, uno de ellos bajó hasta su entrada e insertó dos dedos secos masajeando el area, metió su polla y otro lo obligó a lamer su entrepierna mientras el tercero también metía su polla jugando con sus pezones, estuvieron así unos minutos más y los tres acabaron dejándolo manchado por todos lados, pagaron lo que les correspondía y se fueron. El chico se metió en las duchas del baño y salio sin mascara o maquillaje.
–Joven Castellian llega tarde –Dijo una profesora mirándolo con repugnancia.
–Aja–Respondió poniéndole un poco de dinero en su bolsillo y caminando a un puesto vacío, la mujer guardo el dinero y continuó la clase.
–Nick, ¿donde estabas?–Preguntaba su amigo viéndolo de arriba abajo, Nick le enseñó por sobre el bolso la mascara y la devolvió a su lugar. El otro reprocho y le entregó una nota, esta decía:
"Para El Enmascarado.
Necesito que vengas a una fiesta, te tendremos por todo un día, si la nota te llega llama a este número, esperamos que no faltes".
Arrugó la nota haciéndola cenizas, guardó el numero que su amigo John le entregó.
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