- YiFan levántate, tenemos que ir a misa- Cuando su madre lo dijo ayer parecía broma, ahora todavía lo parece. Es decir ¿quién en su sano juicio se levanta a las seis de la mañana para ir a que le cuenten mentiras?
-Voy- No quería siquiera girar en la cama, mucho menos levantarse, bañarse, desayunar e ir a pasar toda la mañana encerrado con tanta gente y sólo para nada.
De todos modos Dios lo iba a perdonar. A eso se dedica.
Pero esto es por Sehun ¿si? Su pequeño hermano, el que todavía se pica la nariz de vez en cuando, el que solía meterle el tenedor a la tostadora, el que se hizo pipí en la cama hasta los ocho, el que solía inventar palabras (aun lo hace) Ese mismo se gradúa.
Se sienta en la cama mientras se acostumbra a la luz y a que el día estará de verdad cansado.
Hace apenas dos días que volvió. Él también acaba de graduarse, terminó la carrera de Diseño en una Universidad de Nueva York. Y está de vuelta en casa, porque definitivamente no era lo mismo vivir sin el caldo de pollo de su madre, y por qué había conseguido un pequeño trabajo en una pequeña empresa en el centro de Seúl.
*
La cosa no fue tan aburrida como él creía, hasta se rió con algunos chistes del sacerdote. Lo aburrido es ahora, que está sentado en esas incomodas sillas de plástico, viendo cómo pasan uno por uno de los alumnos a recoger su diploma. Ojalá alguno se caiga o que ya le toque a su hermano. Y que él se caiga.
-Zhang Yi Xing- Dice la directora y ve sentada un poco más enfrente a una señora que aplaude como si en eso se le fuera la vida. Entonces lo ve y no, no puede ser él. Es decir ya pasaron muchos años desde la última vez que lo vio.
Se acomoda en la silla a ver si así lo ve mejor, el corazón está que se le sale. En verdad nunca creyó volverlo a ver, ni aunque fuera en la misma escuela de su hermano, ni aunque sabía que eran mejores amigos.
El chico regresa a su lugar y desde ahí ya no lo alcanza a ver. ¿Es o no es? ¿Es o no es? ¿Es o no es? Tiene que ser él. Y tienen que terminar lo que alguna vez empezaron. Si es que algo quedo pendiente.
Sacó su celular y se puso a jugar. De alguna manera tiene que distraerse, se conoce y definitivamente tiene que ser Lay. Ahora sus padres están aplaudiendo porque ya nombraron a Sehun, y no, no se cayó.
Y sus pensamientos vuelan a la única vez que vio a Lay en su casa. Tal vez después le dio vergüenza ir, o ya no son amigos y... y nada.
Kris no necesita nada de nadie. Y al decir nada se refiere a una buena cogida y de nadie se refiere a Lay. Sí al Lay que hace años le robo la inocencia. Sí es que tenía una porque esa boca la sabe usar como un Dios. Y le da gusto traer los pantalones del pijama. Están un poco más holgados al frente y puede disimular un poco más la erección que empieza a nacer.
Sí, su “amiguito” despertó solo de acordarse del niñito. Patético.
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El evento terminó y era la hora en que todos iban y felicitaban a los recién graduados. Recién aunque tuvieran más de mes y medio de vacaciones.
- Madre, ¿Para qué dos ramos de flores? En primera dudo que a Sehun le gusten- Dijo Kris siguiendo a su madre, para felicitar a su hermano.
- Son para Lay, es como mi segundo hijo-
- Hey! ¿Y Sehun qué?- Lay hijo de su madre, entonces vendría siendo incesto, y él aparte pederasta, si no termina en un hospital psiquiátrico, terminará en la cárcel.
- Tú eres el que no cuenta querido- Le pellizco una mejilla y le dio un ramo a Kris - Mira ahí viene Sehun, busca a Lay y se las das- refiriéndose a las flores OBVIAMENTE. - Te acuerdas de él ¿no?-
Pfff, obvio que lo recuerda, y más que recordarlo a él recuerda sus labios alrededor de su pene, y los soniditos que salían de su boca y... Y sí, sí que lo recuerda. No muy nítidamente, pero sí.
Sehun viene con él, se vienen riendo y tal vez Kris tenga un poco de celos de su hermano, pero es que, lo quiere solo para él y su satisfacción personal. Su madre abraza a Sehun y ellos se quedan ahí parados sin decir o hacer nada. Sólo se miran y se sonríen. Como, “Dios eres tú”
Y Kris nunca había estado tan nervioso, y es que Lay sí que cambio, estaba más alto que la última vez, su cabello estaba ligeramente más largo, su labio inferior ligeramente más grueso que el superior, él tenía que ser el único que poseyera esos labios, esos rosados, carnosos y malditos labios.
- Ten son para ti, de parte de mi madre- Dice por fin, entregándole las flores. O hacía eso o se lanzaba a comerle la boca, pero dar espectáculos no era lo suyo y definitivamente todos iban a voltear a verlos. Y no gracias. – Felicidades- Le sonrió grande, mostrándole sus dientecillos.
- Oh gracias- También sonríe y a Kris le da algo, ¿Siempre ha tenido esa sonrisa? Sísísísí y está que se muere por tenerla contra la piel. ¿De dónde6 saco esa pinche voz? Lo quiere matar ¿cierto?
El mega abrazo de su madre y Sehun terminó. -Hermanito, felicidades- le dijo Kris y lo abrazo. -Aún no te sabes limpiar la cola y ya vas a la universidad- Le susurró al oído y recibió como recompensa un doloroso zape. Maldito Sehun.
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- Mamá, exageras- Estaban en casa. Preparándose para el baile de graduación. Kris cambia los pantalones deportivos de la pijama por un traje sastre. Que sí, cualquiera voltearía a ver lo bien que se le ve el trasero con ese tipo de ropa.
- Que no vez que la madre de YiXing estará en nuestra mesa y ella siempre va muy arreglada- Dijo acomodándose el cabello.
- Tú también mamá- A veces le gustaría que la familia fuera más grande, así en eventos como este, no habría necesidad de compartir mesa. Pensándolo bien, esta vez no le molestaría compartir.
- Dile a Sehun y a tu padre que ya bajen-
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El lugar es grande, está decorado todo de negro y dorado. Colores de graduación. Ya hay mucha gente cuando llegan, las chicas modelan sus vestidos de noche y todas se ven hermosas, pero esta noche no es a ellas exactamente a quien quiere ver.
La familia Zhang ya está ocupando su lugar con la mesa y los reciben con grandes sonrisas, los señores Wu se sientan juntos, luego Kris, después Sehun que queda junto a Lay. Y junto a este está su padre.
Kris siente que sobra, todos tienen con quien hablar menos él, y ahora sí que es patético, sólo a él se le pudo ocurrir que estaría toda la noche con Lay y recordarían aquella vez en su habitación hace cinco años. Y se da golpes mentales por idiota.
*
La noche avanza y él sigue ahí cachando moscas. Sus padres y los de Lay están bailando, Sehun y su estúpido amiguito parecen que no lo ven. Y a la mejor es invisible y él ni siquiera se dio cuenta.
Golpea su frente contra la mesa, y se queda así esperando a que esto termine. Alguien le da unos golpecitos en el hombro, se levanta y es Lay que le está sonriendo. -¿Estas muy aburrido?- le pregunta y Kris sólo asiente. -Yo también- Dice y se recuesta un poco contra la silla. - Haré algo- Le dice y desaparece bajo la mesa. ¿Qué está pasando? Y Kris reacciona hasta que siente como le separa las piernas. Y lo único que puede hacer es abrir grande los ojos y dejar a ver qué pasa.
Siente como desabrocha su pantalón y baja el bóxer. Como lo acaricia suave. Desde la base hasta la punta. También siente un pulgar acariciándole el glande y una lengua que recorre TODO su pene.
No sabe dónde está Sehun, ni le importa, tampoco le importa que alguien venga. Solo quiere que Lay no deje lo que hace. Y, - No mames Lay, no mames- lo dice bajito, pero el mencionado lo logra escuchar. - ¿No quieres que mame?- dice Lay moviendo el mantel, para que lo pueda ver.
-No... Sí, sigue ¡por favor!- acaricia el cabello de Lay. Y este choca el pene de Kris contra su mejilla mientras le sonríe pensando “Te haré cosas que tal vez sean ilegales” y si este niño hace estas cosas ¿Cómo quieren que dure más tiempo sin correrse?. Vuelve a ocultarse con el mantel. Kris siente como entra y sale de la boca de Lay, las caricias deliciosas que le da con los dientes, como lo masturba, su lengua, pinche Lay.
-¡Ahh!- y no puede más, un escalofrío lo recorre desde las la espalda hasta los dedos de los pies, se estremece y se corre en la boca de su amante. Porque definitivamente ellos no son más que eso.
Kris estaba un poco mareado con la cabeza en el respaldo de la silla, esperando a que la respiración se le relajara. -Lay...mierda, tú... Santa Madre de Dios- Lay sale de debajo de la mesa y se sienta junto a él.
- Quería hacerte eso desde que te vi, pero Sehun no se iba- le dice y hace un puchero. Kris se ríe y voltea para verlo directo a los ojos. De sabrá Dios el color, pero hermosos y brillantes. - Yo también quería que lo hicieras- y le sonríe.
- Levántate vamos al baño- y Kris no se cree lo que escucha. Claro tenía que Lay no conoce la vergüenza. Pero el baño no le parece el lugar más sexy para coger. Ni que estuviera tan desesperado. Y no lo está, ni aunque su pito diga lo contrario. Por que sí, este nunca tiene sueño y también le trae ganas al culo Lay.
El baño está lleno de gente y Kris se alegra, no le gustan estos lugares, son muy antihigiénicos. -¿Y ahora?- Lay le sonríe y lo lleva de la mano a la salida. Afuera todo está oscuro, excepto por la luz del estacionamiento, - Vamos a mi casa- dice y Kris solo puede asentir. No sabe si es lejos o muy cerca o si comenzar ya mismo en el auto o qué.
-¿Sabes?- Lay llevaba la vista fija en el camino. Pero se giró para dedicarle una tierna mirada. -Fui muchas veces a tu casa, para verte, pero ninguna vez estuviste, Sehun dijo que te habías ido a la Universidad y me sentí triste porque yo quería hacer el amor contigo. Y ahora aquí estas-
Dijo hacer el amor, ahora es el momento donde Kris se baja del auto y se va corriendo gritando: “aléjate Satanás, aléjate”, pero no, se quedó. Tal vez porque iban a una velocidad muy alta, o tal vez porque después de todo Lay en el fondo es una persona extremadamente tierna.
Kris no dice nada, prende la radio para relajar la tensión. Que no es producto de las palabras de Lay, sino de lo que está a punto de pasar. Porque aunque sea solo sexo, ambos tienen una cosquillita, de algún no-se-qué.
Lay lo lleva de la mano hasta su recamara, es amplia con muchos pósters algunos dibujos muy buenos en las paredes. Al parecer la mitad de sus cosas están en el suelo, no es muy ordenado ¿okay? Pero bueno, no van a ver que encuentran en el cuarto.
Kris lo empuja contra la cama y se posiciona encima de él. Comienza a besar su cuello produciendo que los vellos de la nuca se le ericen y que libere un pequeño suspiro. Le quita la corbata, tal vez después pueda usarla para amarrarlo o algo así, desabrocha uno a uno los botones de la camisa, dejando pequeños besos en la piel que va quedando descubierta. -Diablos Lay, sigues hermoso- lo dice recorriendo con mucho cuidado su pecho y Lay suelta una pequeña risilla, se endereza, coloca su mano en la nuca de Kris y lo acerca para besarlo. –Igual- dice, y termina de desvestirse, sin darle tiempo a Kris de apreciar cada centímetro de su cuerpo.
Un minuto después Kris está en las mismas condiciones. Abre las piernas de Lay y se posiciona sobre él, restregándose, creando una deliciosa fricción entre sus erecciones –Ah!!!- gimen al unísono.
-Diablos Lay, sí que has crecido- dice viendo directamente su pene y comienza a masturbarlo, de arriba abajo, provocándole un leve siseo y uno que otro suspiro. Besa su cuello, lo lambe, bajando hasta llegar a uno de sus pezones. Lo succiona y lo acaricia con la lengua, haciendo espirales y Lay jadea, definitivamente le encanta. Sigue bajando dejando uno que otro beso, al llegar a su ombligo lo acaricia como si de un caramelo se tratara.
Su mano acelera el ritmo y Lay, ya no aguanta, así que lo pide -Si vas a entrar... hazlo ya!-Kris lleva tres de sus dedos hasta la boca de Lay, el cual los recibe gustoso y los comienza a succionar, luego con ayuda de su lengua los humedece y ya está.
Kris los dirige hasta su entrada, introduciendo solo dos. Lay se estremece un poco y gime de dolor. Kris le besa la frente -relájate, cariño- le dice y a Lay no le queda otra que hacerle caso. Kris comienza a mover sus dedos, de adentro hacia afuera, luego de que Lay ya estuviera más tranquilo. Mete el tercero y -¡Sí!, ¡Kris así!-
Lay mueve las caderas buscando más contacto, y es como la señal de que ya es tiempo. Kris saca los dedos y Lay suspira al sentirlos salir. Se estaba divirtiendo, pero la fiesta comienza cuando Kris con ayuda de su mano se posiciona en la entrada de Lay, y empuja poco a poco, sintiendo el calor que emana y se siente como estar en casa, luego de meses en guerra. Enviste suave, tranquilo, muy lento. Esperando que Lay se acostumbre a semejante cosa. –Ah- Y él se mueve, pidiéndole que vaya más rápido, ¡por favor! Y así lo hace, deja la ternura que quizá nunca hubo, y enviste rápido, fuerte, viendo como Lay cierra los ojos y se muerde el labio. Eso nunca se le va a olvidar.
-Kriiis..- gime -Ah…¡Ssssí! Más rápido- Y Kris tiene que hacerle caso. Y la cara que hace, ¡Santa Madre de Dios! Tiene que ser pecado. -Kris, me vengo- dice y Kris enviste más rápido, que parece de otro planeta y vuelve a masturbarlo, arriba abajo, al ritmo de las envestidas. Y Lay se arquea, se corre, manchando su abdomen y la mano de Kris de semen, apresando el pene de Kris con las contracciones haciendo que se corra enseguida de él.
-Diablos Lay- dice y sale de él, recostándose a su lado, quedando de frente, acercándolo con ayuda de su mano para que sus frentes se toquen. -Tienes que ser un Dios, o de otro planeta, tanta perfección no es normal- dice con la respiración un poco más tranquila. Y Lay solo puede sonreír.
-¿Sabes que me haría feliz?- dice Lay un poco más tranquilo haciendo círculos alrededor de uno de los pezones de Kris. -No, ¿qué?- le responde.
-Que cumplas tu palabra y seas mi novio- lo dice y se sonroja. Se siente todo estúpido diciendo eso, pero desde que se lo prometió, lo lleva esperando. Kris se ríe, acariciando la espalda, dándole un beso en la frente.
-Claro que sí, No sería tan idiota, como para dejar que cualquier otro este contigo-
Esto de las graduaciones a Lay le dan roña. Desde que su madre le dijo que irían al baile, se la paso de mal humor. Luego Sehun le comento que Kris, su hermano, había regresado y que él también iría a la graduación. Y mierda todo fue mejor de lo que pudo haber imaginado. Y se siente una quinceañera enamorada. Kris ya es suyo y no lo dejara ir.