Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un frágil corazón ha sido lastimado por chibibeast

[Reviews - 104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.

Disculpen tantos errores ortográficos, lo terminé apenas hoy y si no lo subía hoy, no lo subía hasta la otra semana… no quiero atrasarlo más ni dejarlas colgadas.

La parte de Reita es pequeña, en el próximo capítulo me centraré en él para compensarlo.

Pasen a leer un one shot que subi la semana pasada, es un KaixReita.

[Editado a partir de aquí]

Lo de arriba lo escribí cuando estaba en la U y andaba rápido ggg

Perdón!!!!!! No tengo excusa ;A; en realidad Sí :v No tengo computadora, un tío me hace el favor de prestarmela, pero a us esposa no le agrado, así que se la lleva ;-; No me odien por retrasarme!!!! TcT

Junji~ te dedico este capítulo, no estaba segura se hacerlo pero me sigues hasta en Wattpad y me dieron ganas de dedicarte algo n.n

Bueno, eso C:

¡A leer!

─ ¡Tú!─ grita de igual modo al percatarse de mi aparición─ ¿Qué haces aquí?─

 

─ ¿Tú eres el famoso “Gatito”?─ cuestionamos al unísono.

 

El hijo del señor Amano es pelinegro con el cabello atado en una moña, trae puesta una camisa negra de manga corta que deja apreciar una variedad de tatuajes a lo largo de su brazo izquierdo y antebrazo derecho, su estatura me sobrepasa por 3 o 4 centímetros, su complexión física casi se marca sobre sus prendas ajustadas, su rostro posee rasgos muy masculinos, sus ojos pardos son grandes y no tan rasgados como los típicos de un japonés; me analiza con la mirada, igual a como lo hago yo.  Sus facciones me parecen haberlas visto antes, pero no estoy seguro.

 

─ Espera un momento.─ murmura─ ¡¿Le mencionaste ese absurdo e infantil apodo?!─ grita al señor Amano, un aura oscura casi puede percibirse─ ¡¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?! ¡Es vergonzoso!─ el mayor de los tres ríe a todo pulmón por el tenue rubor que ha tomado las mejillas de su hijo, yo evito reír.

 

─ Oh, vamos.─ se acerca a “Gatito”, pone una mano bajo la barbilla y la otra sobre la cabeza, da caricias mientras ríe─ Maúlla como cuando eras niño y decías que eras un gatito roñoso para recibir mimos. Has “Nya~”─ no puedo seguir reprimiendo la risa al ver la expresión de Shinji, es tan graciosa que no tiene descripción.

 

Mis risotadas se combinan con las del señor Amano, me duelen las mejillas. Dejo de reír paulatinamente, la mirada pesada del otro pelinegro está sobre mí, me hace sentir incómodo y no me gusta, para nada, su expresión.

 

─ ¡Ya basta!─ de un manotazo aleja la mano de su padre, se incorpora, quedando de pie frente a mí. Como pensé, es más alto que yo.─ ¡Tú!─ apunta al señor Amano─ ¡Deja de ponerme en ridículo frente a personas desconocidas!─ le hace un gesto de burla y “Gatito” gruñe, yo río bajito, me imaginé a un gato encorvado con los pelos erizados y en posición de ataque─ ¡Y tú!─ ahora apunta hacia mí, con postura y tono amenazante─ ¿De qué mierda te ríes? ¿Acaso no te enseñaron a guardar respeto en casa ajena?

 

He ahí lo que me temía, empezamos con el pie izquierdo, me ve como un intruso; no debí reírme, si hubiese aguantado, tal vez…

 

─ ¿Qué a ti no te enseñé a mostrar respeto frente a los demás?─ regañó a su hijo, se irguió para posicionarse a mi lado y elevar mi mentón, no me di cuenta cuándo incliné la cabeza.─ Mira lo que has causado. Calma, Kouyou, no hagas caso de las palabras de este idiota.─ con los pulgares limpia un par de gotitas que luchaban por salir de mis ojos, chista mientras acuna mi rostro entre sus manos─ Te lo dije el día que te traje acá y lo volveré a decir enfrente de este necio.─ le lanza una mirada enojada, vuelve a verme─ Está es mi casa y la comparto con quién yo quiera, por lo tanto es tu casa también. Es mía, tuya y esos pequeñines.─ lo dice con una sonrisa, que me contagia, besa mi frente en un acto paterno.

 

─ Esperen, esperen, esperen.─ Shinji se acerca y nos da un leve empujón para separarnos pero, debido a mi gran barriga, trastabillo hacia atrás perdiendo el equilibrio; gracias al cielo, el señor Amano actúa rápido y logra atraparme antes de caer de bruces al piso, salvándome del daño que pudo causar.

 

─ ¡¿Qué te pasa, Shinji?!─ mi corazón late frenético por el susto─ ¡Está embarazado, maldita sea!─ me levanta, atrayéndome a su cuerpo─ ¡¿Cómo se te ocurre hacer eso?!─ el señor Amano está realmente enojado, soy consciente del daño que pudo haber, sin embargo no quiero que discutan ni peleen por mi culpa.

 

─ ¡Oh, dime que no es cierto! ¿Eso es obra tuya?─ apunta mi abdomen─ ¿Cómo pudiste papá? Incluso es menor que yo. No puedo creerlo.─ luce algo alterado.

 

─ ¿De qué estás hablando?─ no puede ser que esté malinterpretando la actual situación.

 

─ Es obvio. Ahora lo recuerdo, su cara se me hacía conocida y ahora sé de dónde. La primera vez que lo vi fue en el tren que tomé hace 6 meses de Tokyo a Kanagawa, yo venía escuchando música y el reconoció a la banda, hablamos hasta que el tren se detuvo en la estación.─ explicó a su padre─ El mareo que tuviste antes de bajar no fue porque no estabas acostumbrado al movimiento del tren, fue porque estabas en los primeros meses de gestación.─ así que es él, no lo reconocí porque aquel día su cabello no lo llevaba atado y los tatuajes los cubría la chaqueta que portaba.    

 

─ Ajá se habían visto antes, hasta ahí bien. ¿Por qué dices que esto es obra mía? ¿Qué insinúas?─ al parecer no lo ha captado o sólo quiere una buena explicación.

 

─ Tú viajas tanto o más que yo.─ eso basta para que entienda.

 

─ Estás juzgando mal.─ lo está haciendo, no puedo creer que piense tan mal. Va por un camino chueco, que no diga más, por favor.

 

─ Jamás pensé que serías un viejo rabo verde ni que te atreverías a acostarte con alguien que podría ser tu hijo y para colmo dejarlo embarazado, tienes 50 años, me sorprende que todavía puedas.─ eso lo dijo malintencionado.─ Y tú siendo tan joven te metiste con éste vejestorio, aprovechas ser mantenido por él  para después irte y dejarlo con esa carga…

 

El señor Amano adelanta unos pasos hacia Shinji, eleva una mano con propósito de abofetearlo, quiero impedirlo, pero me quedo estancado en mi lugar. Ha sido cruel, muy cruel, no sabe nada de mí, no conoce mi historia, me ha juzgado de la peor manera; no es cómo el señor Amano lo describió, es totalmente lo contrario. El sonido de la mano al chocar contra piel, hace que voltee hacia ellos. Shinji tiene el rostro girado a la derecha y una marca rojiza se expande lentamente en su mejilla izquierda, el señor Amano tiene el ceño profundamente fruncido y vuelve sus manos puños, que tiemblan por la furia.

 

No, esto es lo que quería evitar. En mi mente planteé los posibles escenarios para cuando el día de conocerlo llegara, éste fue uno de ellos. No es mi intención que discutan por mi culpa, no quiero que su buena comunicación y confianza sea truncada por mi presencia, pero no tengo adonde ir ni a quién recurrir; Shinji no sabe la razón de mi estancia aquí, aun así especula e insulta a ambos.

 

Los gritos aumentan el volumen cada vez más, yo agacho la cabeza, muerdo mi labio inferior para no llorar. Lo que se dicen ya es inentendible para mí, Shinji reclama, mientras el señor Amano trata de explicarle.

 

Ya no quiero escuchar sus gritos ni cómo me insulta… simplemente, no quiero escucharlos más.

 

─ ¡Ya cállense!─ exclamo captado su atención, ambos voltean a verme, Shinji más que enojado intenta decir algo pero me adelanto─ No puedo creer que estén discutiendo por algo que desde un principio pudo haber sido explicado.─ las lágrimas bajan sin darme cuenta─ Tú, no conoces nada de mí y aun así te atreves a proferir improperios contra mí. Eres especulador e respetuoso, no escuchas razones de tu propio padre, estás llevando nuestra relación por aguas turbias. No eres nada de lo que dijo el señor Amano sobre ti, eres todo lo contrario… Eres un imbécil, en todo el sentido de la palabra.─ escupo mi pensar, le lanzo una mirada que combina la tristeza con el enojo y camino lo más rápido que mi estado me permite hacia mi habitación;  cierro la puerta sin hacer ruido y me recuesto suavemente en la cama, mis angelito se mueven, al parecer intentan consolarme─ Lo siento tanto, mis amores. Perdónenme por hacerlas pasar por esto.─ abrazo mi barriga, lloro sin soportar más, lloro por lo pasado en estos 6 meses… lloro porque el padre mis hijas no está conmigo.─ Akira.  

 

Tontas hormonas que me ponen sensible, si no fuera por ellas creo que podría afrontar mejor todo lo que pasa.

 

Una o dos horas pasan, no se ha vuelto a producir sonido alguno después de mi encierro, estoy a punto de caer dormido cuando unos golpecitos a la puerta se dejan oír.

 

─ Kouyou, ¿estás bien?─ es el señor Amano, su tono de voz se nota preocupado─ ¿Puedo pasar?

 

─ Adelante.─ digo apenas, adormilado.

 

La puerta es abierta, dando paso al dueño de casa, que la cierra de nuevo.

 

─ Disculpa, por la escena anterior, se suponía que no sería así la reacción de Shinji.─ su expresión abatida da entender que en verdad esperaba algo diferente de su hijo─ Pensé que primero preguntaría cómo nos conocimos, luego le explicaría y ustedes dos se llevarían de maravilla… Qué equivocado estaba.─ suspira, se sienta en el borde de la cama, yo sigo acostado, y posa una mano en mi barriga─ ¿Están bien, los tres?

 

─ No sé qué decirle respecto a su hijo, su actitud causó una mala impresión, sus palabras me hirieron mucho.─ mi voz se quiebra─ Yo… no…─ mi respiración se agita por el llanto que se avecina.

 

Chista con la boca.

 

─ Es un imprudente, yo hablo tan bien de él y él lo arruina con sólo abrir la boca.─ tuerce el gesto y entrecierra los ojos─ Ya hablé con él, le di un par de bofetadas más para que entendiera. Le aclaré que nuestra relación es como la de un padre e hijo, así como la que tengo con él, excepto que tú eres bonito y él no.─ ríe, yo suelto una corta risita─ ¿Vamos a ver la nieve caer? En el ventanal de la sala de estar se pueden ver perfectamente los copos.

 

─ ¿Está nevando? Pero ésta mañana oí trinar de las aves.

 

─ Sí, estamos en Noviembre, debió nevar antes pero por la no-sé-qué-cosa del clima, se atrasó.─ encogió sus hombros en muestra de desinterés─ Seguro eran las aves que faltaban por migrar.

 

─ Me gustaría verlos, pero no quiero encontrarme con su hijo.─ desvío la mirada del hombre de cabello semi cano, juego con el borde de la funda de la almohada.

 

─ Comprendo.─ vuelve a suspirar─ Qué problema. Tendrán que acostumbrarse a convivir porque Shinji también vive aquí.─ se levanta de la cama, camina hacia la puerta y antes de salir voltea─ Pronto será hora de almorzar…

 

─ Comeré aquí, si no le molesta.

 

─ De acuerdo.─ sale de mi habitación, de nuevo quedo solo.

 

Me acomodo en la cama, pensando en todo y nada a la vez. No me doy cuenta del paso del tiempo hasta que el señor Amano aparece otra vez, trae consigo una banda repleta de comida; nos sentamos en la cama, comemos y platicamos. En mí interior me pregunto dónde estará aquel pelinegro antipático, la respuesta a esa muda pregunta es respondida por mi acompañante: Shinji está comiendo sólo viendo televisión. Ah, esto no me parece justo, debería compartir tiempo con él, tienen meses de no verse; en cambio, no digo nada porque al parecer no están totalmente arreglados.

 

Luego de almorzar, el señor Amano se va. No he hecho nada, me siento cansado. Mis ojos se cierran por sí solos, paso la tarde durmiendo.

 

La hora de la cena fue igual, el señor me acompaña, platicamos y se va, para dejarme descansar de no haber nada en todo el día.

 

*****

 

─ Kouyou…─ alguien llama mi nombre.─ Kouyou…─ la oscuridad me rodea, no permite ver en ninguna dirección.─ ¿Dónde estás?─ la voz distorsionada continua llamando─ Te extraño…─ reconozco esa voz, “¿Akira?” tanteo a preguntar pero no sale de mi boca─ Regresa…─ poco a poco la luz va abarcando el espacio, mostrando a Akira frente mío con rostro lloroso y ropas desacomodadas, ve directo a mí dirección; de repente su expresión se endurece y levanta una mano para golpearme, mientras grita: ─ ¡Eres un fenómeno, un monstruo!

 

*****

 

Despierto con el corazón acelerado, el oxígeno escasea, estoy sudando, quiero levantarme pero el bulto en mi abdomen me lo impide, regresándome de nuevo a la almohada; paso mis manos por mi rostro apartando el sudor en mi frente, advierto los senderos mojados que deja el líquido al salir de mis ojos.

 

Ha sido una pesadilla, he tenido pesadillas similares a partir del día que llegue a Kanagawa, no me gusta mencionarlas porque una sensación angustiante me embarga, prefiero mencionar los sueños en los que aparecen mis angelitos.

 

Ya con la respiración y el pulso normal, mi estómago emite ruiditos, tengo hambre; aunque, en realidad son los antojos que hacen presencia a medianoche.

 

Salgo de mi habitación con dirección a la cocina, enciendo la luz, abro el frigorífico buscando un potecito de yogurt de uva, lo agarro, destapo y comienzo a comer con la cucharita que viene adherida; está tan delicioso que  no me importa si mancho mis labios o mentón. 

 

─ Vaya, entonces es cierto de que en el embarazo se come por dos.─ doy un brinquito del susto al oír de repente la voz de cierto hombre en la cocina─ Hey, no exageres, tan feo no soy.─ sonríe con lo que parece diversión.

 

─ Eso es sólo un “mito”. Durante el embarazo, la o el gestante necesita consumir cantidades de alimentos porque el feto absorbe muchos nutrientes, dejando al gestante con los nutrientes apenas necesarios.─ digo, dando el último bocado al yogurt.─ En cuanto a lo otro, no eres feo, pero que alguien se parezca de la nada en la madrugada, da miedo.─ miro la tasita vacía con pesar.

 

─ Toma.─ me ofrece otro potecito, pero declino su ofrecimiento.

 

─ No me gusta el tutifruti.─ boto el recipiente vacío en el cesto de la basura, que está cerca de mí.

 

─ Oh, otro punto negativo para mí.─ guarda el yogurt de vuelta en el frigorífico, antes de que lo cierre yo hablo.

 

─ No es así, la intención es lo que cuenta.─ sonrío un poco─ Si me pasas el de uva, puede que ganes un punto positivo.

 

─ Aquí tienes.─ ahora, sí acepto su ofrecimiento, destapo el potecito, degustando el sabor. Un silencio se instala entre los dos, él se encarga de romperlo─ Lamento haber dicho cosas tan horribles sin saber el porqué de tu permanencia aquí.─ realiza una corta reverencia─ Papá detalló lo  necesario, sin profundizar en tu historia. Realmente, eres alguien de admirar, no cualquiera que pase por lo mismo que tú seguiría en pie a estas alturas, tal vez hubiesen abortado o cometido una locura peor. Sin embargo, tú luchas por un futuro incierto; a pesar de que pones tu vida en riesgo continuas hacia adelante, posees una fuerza de voluntad increíble.─ su sonrisa es idéntica a la de su progenitor, al contrario de la otra, ésta provoca que mis pómulos se tiñan de rosa y mis nervios se alteren levemente.

 

─ Gracias.─ desvío la vista al piso, ingreso a mi boca una cucharada de la espesura saborizada─ Por cierto, son dos.─ murmuro.

 

─ ¿Disculpa?─ parece que no me oyó.

 

─ Son gemelas.─ elevo la voz, que no sea un murmuro─ Son dos niñas.─ observa mi barriga con asombro, yo me encorvo tratando de cubrirla, obviamente, sin éxito.

 

─ Por eso se ve tan grande, creí que sólo quedaban semanas para que nacieran.

 

─ No, quedan tres meses todavía.─ termino el yogurt y lo tiro al cesto de basura.

 

─ Debes estar ansioso.

 

─ Lo estoy.   

 

Ahora que me fijo, trae puesto un suéter negro manga larga y un buzo azul, su cabello lo lleva suelto, alborotado, hay cierto aire que lo hace lucir… atractivo.

 

Conversamos sobre distintos temas, tiene un lado antipático, al igual que tiene un lado simpático; ha viajado bastante, así que tiene conocimiento general acerca varios lugares. Me contó que viajó a Estados Unidos por ciertos negocios que debía arreglar en la sucursal de allá. A veces olvido que el señor Amano es dueño de un establecimiento de música y eso que en ocasiones le ayudo en la sucursal de acá, en Kanagawa; es más que una tienda donde se venden instrumentos: hay salas de grabaciones en las que los novatos pueden crear melodías que en sus hogares no pueden, a un precio accesible; organiza actividades o concursos junto a empresas musicales de grandes rasgos o de algunas que buscan sobresalir, por lo tanto han ganado mucha clientela y decidieron expandirlo en sucursales en parte del territorio japonés, hace poco más de un año llegaron a Norteamérica.

 

Shinji, al ser su descendiente, es en quien más confianza deposita, lo que lo convierte en el segundo al mando.

 

El señor Amano, en el mes que llevo acá, me contó algunas anécdotas y ahora Shinji me cuenta anécdotas suyas fuera del país. Este hombre es cambiante, causo una primera mala impresión, luego se porta bien conmigo, me halaga y me hace sentir cómodo.

 

Definitivamente, soy demasiado blando… perdono muy rápido, cuando la persona que me provocó algún mal se demuestra verdadero arrepentimiento.

 

 

 

 

 

**********

 

REITA’S POV

 

Siete meses. Siete meses han transcurrido de la última vez que lo vi, de cuando le grité lo peor que pude pensar y dejar salir de mi garganta… de cuando dejé una enorme herida en su frágil corazón.

 

He pasado pensando, cuestionando mis decisiones, analizando mis acciones y he llegado a la conclusión de que… no hay una palabra tan acertada que describa lo que hice, sólo puedo decir que cometí el peor error de mi vida. Si hay alguien que sepa cuál es la palabra que me describe a la perfección por haber cometido tal equívoco que me la diga, para así poder utilizarla y tener un motivo más para odiar mi existencia, para estrellar mi cabeza contra la pared y salgan mis sesos, para arrancar mi corazón y entregarlo como sacrificio, para alejar esa opresión que aplasta mi pecho por no tener a mi lado al ser que amo por sobre todo en la faz de la tierra…

 

Una sola palabra podía hacer que me arrastre y me deshaga en arrepentimiento.

 

*

 

Estos meses han escurrido como agua entre los dedos.

 

Desde aquel día el estrés, las frustraciones y tormentos, los he desahogado bebiendo de distintas botellas de licor, alcohol… cómo sea que quieran decirles.

 

He andado de bar en bar, buscando a alguien que me haga olvidar a ese ser anclado a mis memorias; alguien que borre: el olor de su cuerpo, el sabor de su boca, la suavidad de sus labios, la sensación de las curvas de su cintura y caderas en mis manos, la tersura de piel, la firmeza del agarre de sus piernas en mis caderas, las caricias en mi espalda y cabellos, los gemidos extasiados que eran exclamados en mi oído y envueltos con mi nombre, el candente fuego de su interior… Alguien que elimine de mi mente la imagen tan delicada y a la vez excitante de poseerlo entre mis brazos. Más importante que olvidar nuestras noches y días de delirio, es desterrar aquellas memorias en las que él está sonriendo, riendo de cualquier cosas, caminando o corriendo, quejándose del hambre o comiendo como si no hubiera un mañana; desterrar el recuerdo de su voz, de sus ojos… de su rostro entero, de sus frases dichas al viento o susurradas para mí… Desterrar su amor y mi amor.

 

Mi amor por Kouyou, ese que me impide cumplir con lo que me propongo, ese que hace que me lamente una y otra vez, ese que… me pide a gritos con ímpetu que lo busque, que ruegue por su perdón. Ese amor que siento por Kouyou, me ha hecho ver que la falta de su presencia dejó un gran vacío y que perdí una oportunidad valiosa de formar una familia que no pedí; sin embargo, ¿Qué familia se pide? Nadie elige ese tipo de cosas. Kouyou tiene razón.

 

─ “Es tu hijo” “Nuestro bebé”─ repito las palabras que mi novio, en ese momento, me dijo─ “Un bebé no es algo que pides y te lo dan” Lo sé, maldición, lo sé.─ digo entre dientes, a lo que lágrimas amargas brotan de mis ojos y se derraman hasta llegar a humedecer la funda de la almohada, que se encuentra sobre la cama que, meses atrás, compartimos.            

Notas finales:

Sufre, Reita, sufre...

Me voy porque me estan apurando.

[Editado a partir de aquí]

Ya saben :v

Junji, hoy ando de ánimos. ¿Te gustaría que te escribiera un fanfic de algún Gazetto? Si tu respuesta es SI, dame especificaciones. Ya sabes, género, adevertencias, etc. Ah y la pareja.

Tora, me caíste mal, pero después te volví a amar (?)

Cada que termino de escribir la parte de Uruha y lo leo, me sorprendo de que yo pueda escribir algo así ._.

Sentí penita por Reita u.u se lo merece, por puto >:v al menos ya va reflexionando, si le dicen algo malo se mata seguro e.e

Si les gustó dejen review! Si no les gustó, dejen rw! C:

Nos leemos~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).