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Un frágil corazón ha sido lastimado por chibibeast

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Notas del capitulo:

Hey yo!~
3/11 fue la ultima vez que actualicé, que rápido pasa el tiempo D:
¡Casi un mes! ¡No me maten! ><


Avisé en mi FB, algunas supieron encontrarme y vieron todas las locuras que publiqué xD Si quieren que las agregue vayan a mi Bio, allí pueden ver dónde contactarme o acosarme como cierta personita U77 avisen que vienen de aquí ¿sí?


Se llevaron la pc u.u esa es la razón de que venga tan tarde ; ; ya tenía 5 páginas y el resto lo tuve que escribir en un cuaderno, la prueba está en mi fb .
Disculpen por ilusionarnas con una actu tal día y después no complir TnT hice lo que pude por traerles este cap, que a decir verdad no me convence mucho.
Aquí el cap de Reita, aunque empieza Kai xD


Oh, sí. El look de los chicos ahora es el de Last Heaven ** Se menciona a Reita castaño, saben que Kai era castaño más oscuro, no menciono para no confundirla. El corte de Uruha es el del mismo look, pero en negro, quería que fuese ese x3


Todavía no respondo rw, en un segundo voy.


Errores ortográficos as always~
¡A leer!

KAI’S POV


 7 meses han transcurrido a partir de aquel día.


 Es difícil no contar los meses si la partida de esa persona afecta tu vida y la de las personas allegadas, es difícil olvidar si tu mente se encarga de recordarte a cada intervalo lo ocurrido… más fácil es arrepentirse y llamar a sí mismo cobarde al saber que lastimaste a un ser querido por miedo al qué dirán, al saber que le diste la espalda y negaste tu ayuda aún sin haber escuchado antes el llamado, dejando a dos criaturas indefensas a merced de la sociedad hostigadora y desdeñosa que no se mide en acciones injustas y prejuicios irracionales hacia aquellos que son “diferentes”, hacia aquellos que a la sociedad no parece importarle que sean seres humanos y que aunque tengan una capacidad distinta no quiere decir que dejen de serlo ni que deban ser tratados o despreciados como el peor error que puede tener la genética… aquellos con una mente tan podrida y cerrada son las verdaderas abominaciones.


 Soy una abominación, un asco de persona, un cobarde y un mal amigo, para empeorarlo: formo parte de esta sociedad absurda y contradictoria. Me siento mal conmigo y se me oprime el pecho al imaginar las privaciones por las que Kouyou seguramente ha pasado, sus padres no le tenderían la mano en una situación normal menos en el estado en que se encuentra, no sabemos si el dinero que llevó consigo todavía le basta o si se terminó; no sabemos nada de él, hemos intentado conseguir alguna pista de su paradero pero ha sido una búsqueda infructuosa.


 Takanori y yo contratamos a alguien para que lo buscase, ya que nosotros dos no tenemos los medios para buscarlo por todo Tokio, pero ha sido en vano; al parecer salió de la capital, podría encontrarse en cualquier parte del país, lo que disminuye las posibilidades de topárnoslo por casualidad o hallarlo de otra manera.


 No se nos ocurre qué más hacer, no podemos salir a buscarlo por el primer zona que se nos cruce en la mente, sería una locura, las probabilidades de encontrarlo son mínimas; la desesperación y preocupación por no saber nada de él, aunado a la culpa y remordimiento por haber actuado pésimo nos consumen. Nos dimos cuenta del error que cometimos, queremos enmendarlo pero pareciera que Kouyou fue tragado por la tierra.


 Yuu también se ha sumado a nuestro intento de búsqueda, estuvimos hablando los tres y llegamos a un acuerdo: Haremos lo que esté al alcance de nuestras manos para encontrar a Kouyou y su hijo, no sólo para recuperar la amistad que destruimos por estúpidos, sino también porque Akira lo necesita. Akira necesita de Kouyou más de lo que él mismo estaría dispuesto a aceptar, lo ama demasiado, lo demostró en el pasado y en el presente aclama por volver a demostrarlo; él fue quien reaccionó de peor manera, se lamenta por lo que dijo, pero no está afrontando su error de la mejor manera.

 

 


 *

 

 


 Me encuentro en una repostería con Takanori, eligiendo algún dulce para él mientras esperamos a Yuu, hoy quedamos en reunirnos los tres para discutir cómo podríamos hacer para que Akira salga de ese encierro en su apartamento; de una manera u otra impedimos que siguiera frecuentando bares y dejara de largarse por allí con alguna mujer o hombre.


 ─ ¡Hey! Disculpen la tardanza.─ Taka y yo despegamos la vista de un colorido panque que pensábamos comprar, volteamos hacia quien nos ha hablado.


 ─ No fue para tanto.─ respondo y doy un par de palmadas en la espalda de Yuu.


 ─ ¡Zuo!─ Taka arrebata a Toshizuo de los brazos de Yuu para cargarlo él y hacerle carantoñas que le sacan risas al niño, es una escena muy linda.


 Que Yuu haya traído consigo a su hijo sólo quiere decir una cosa.


 ─ Peleaste con Naomi.─ afirmo.


 ─ Así es.─ una mueca se forma en sus labios y cruza los brazos sobre su pecho. ─ No es sobre eso que nos reunimos, hay un tema más importante.


 ─ ¿Ya nos vamos?─ un puchero se forma en los labios de Taka.


 ─ ¿Qué pasa?─ doy un piquito en sus rosados labios, luego de preguntar.


 ─ Fresas.─ es su única respuesta.


 ─ Oh, bien. Entonces, llevemos chocolate y asunto resuelto.


 Takanori elige un trozo de pastel y salimos de la repostería, subimos a mi auto, ya que Yuu no trajo el suyo. Ya en el camino, iniciamos la conversación.


 ─ ¿Qué haremos?─


 ─ No estoy seguro. Akira no se encuentra muy cuerdo, últimamente; podría reaccionar de cualquier manera.─ respondo, mientras mantengo la vista fija en el camino.


 ─ ¿No crees que es mejor estemos sólo nosotros dos? Digo, Akira podría ponerse agresivo al vernos a los tres; además, recuerden lo que sucedió la última vez que Takanori y Akira estuvieron en el mismo espacio.─ ve el reflejo de Taka en el espejo retrovisor, que va sentado en el asiento trasero compartiendo el pastel con Toshizuo.


 Punto a favor de Yuu. Hace dos semanas, vimos a Akira tomando licor y besándose con una tipa de turno, Takanori se lanzó a él, reclamándole por Kouyou; le echó en cara lo desvergonzado e infiel que es, junto a otros insultos más que hicieron enojar a Akira. Se dijeron tanto que casi terminan a los golpes, si no ha sido porque Yuu y yo los separamos, mi novio tuviese la cara desfigurada; luego de eso ambos quedaron en muy malos términos.


 ─ Yo sólo dije la verdad. Si tan arrepentido dice estar, debería buscar a Kou, en vez de estarse montando a cualquier mujerzuela o ¿hombrezuelo? que se cruce en frente y le sacuda el culo.


 Silencio. No podemos refutar eso, ese rubio está haciendo lo equivocado; no sabemos lo que pasa por su cabeza, pero no hace ni el menor intento de buscar al que fue su pareja y es el padre de su hijo o hija.


 A los minutos parqueo el auto frente a un juguetería, hay columpios, resbaladeros y demás típicos juegos para niños.


 ─ ¿Qué hacemos aquí? Creí que nos dirigíamos donde el idiota aquel.─ volteo hacia mi pareja al escuchar el tono de confusión.


 ─ Queremos que Akira nos escuche y tu presencia hará que se altere.─ frunce el ceño, está empezando a molestarse─ Además, no hay quien cuide de Toshizuo y no podemos arriesgarlo. Necesito a Yuu para retener a Akira, cuida del bebé, ¿sí? Por favor, tampoco quiero que vuelva a lastimarte.─
Suelta un suspiro, resignado.


 ─ Bien, me quedaré en la juguetería con Zuo. Pero antes, dame un beso.─ extiende los labios y entrecierra los ojos a la espera de que yo le dé lo que pide.

Me estiro sobre el asiento hasta alcanzar esos labios gorditos que me vuelven loco con sólo un roce, apoyo una mano en el respaldar del asiento del copiloto y con la otra tomo su barbillas para profundizar el ósculo, olvidando que no estamos solos. Apenas dos meses llevamos como pareja, tenemos la suficiente confianza para hacer este tipo de pedido o hacerlo sin pedirlo, ya nos acostumbramos a una mayor cercanía; sin embargo, considero que ha pasado muy poco tiempo como para intimar.


 Un carraspeo y unos deditos colándose entre nuestros labios hacen que nos separemos.


 ─ No te lo comas frente a mi hijo.─ Yuu limpia la manito de su primogénito con una toallita con diseños infantiles, esa manito llena de nuestras salivas entremezcladas.


 ─ Que travieso eres, pequeño.─ río y alboroto la mata de cabellos azabaches. Taka limpia los restos de saliva con la manga de su camisa y yo hago lo mismo.
─ Ajá. Ya váyanse.─ mi novio baja del auto con bebé en brazos, yo regreso a mi posición en el asiento del piloto.


 Pongo en marcha el vehículo, por el espejo lateral veo la imagen de Taka alejarse. La idea de Takanori cargando a un bebé con nuestra sangre, un hijo biológico, cruza mi mente; sería hermoso, mi corazón acelera los pálpitos, pero al instante desecho tal pensamiento, no creo que él pueda engendrar y es demasiado pronto para pensar en eso.


 


 *

 


 
Dentro del apartamento de es un desastre, aunque fijándose bien, esa palabra le queda corta. Hay botellas de distintos licores esparcidas por el piso de la sala de estar, vino, vodka y quién sabe qué más; cajetillas de cigarros vacías y colillas por donde veas. Las luces están apagadas, la luz que se cola por el ventanal sin cortinas es lo que nos permite ver esta asquerosidad de desorden, al ver manchas en la pared y botellas de vidrio quebradas en el piso, mi preocupación aumenta; ese rubio falto de lucidez puede estar levemente herido o peor, desangrándose en cualquier parte del apartamento.


 Yuu y yo inspeccionamos el lugar, asegurándonos que aquel no hubiese cometido alguna estupidez grave. Caminando por el pasillo hacia la habitación principal escuchamos ciertos ruidos amortiguados que escapan por la puerta semi abierta, apenas una rendija. Identificamos los sonidos: gemidos; son de Akira, los reconocemos porque lo que se escucha es…


 ─ Kou… sí…─ jadea─ más… no presiones… tanto…


 Abro los párpados al máximo del asombro, cubro con mi mano la boca de Yuu, antes de que diga algo que delate nuestra inesperada presencia. Lo jalo de un brazo, volvemos a la sala de estar, aparto los desperdicios tirados en uno de los sofás y me siento junto con mi pelinegro amigo.


 ─ ¿Kouyou… regresó?─ es lo que ronda muestras mente, mi amigo exterioriza la duda.


 ─ Tal vez.─ trato de pensar con la cabeza fría y no sacar conclusiones apresuradas─ En el caso de que Kouyou haya vuelto, les resultaría imposible tener sexo; son 7 meses y medio, aproximadamente, de embarazo, en este tiempo no es recomendable tal “actividad”.


 ─ ¿Entonces, está teniendo sexo con la o el de turno?


 ─ Puede ser.

 


 
**********

 


 
 
REITA’S POV

Mis gemidos, jadeos y gruñidos retumban en la soledad de mi habitación. Mi mano derecha viaja desde la base a la punta de mi miembro erguido, con el pulgar presiono el glande y con el índice jugueteo en el agujetiro del que sale líquido preseminal; ejecuto la masturbación a cierta velocidad que me hace estremecer y mover mis caderas al ritmo de los bombeos. Mi mano izquierda se pierde entre piernas, toco mis testículos, los estrujo suavemente y pellizco la piel que los reviste, sin causarme daño.


 Toquetearme yo mismo fue la solución adecuada que encontré para dejar de andar acostándome con desconocidos, los cuales fueron unos completos inútiles porque ninguno logró borrar el recuerdo de aquel al que desprecié. Las veces anteriores que compartí cama, antes de tomar esta decisión, tuve problemas, no se formaba una erección, no se elevaba por más que yo o mi acompañante lo intentara; felaciones, meterla para sentir el calor y así se alzara… nada sirvió, nada sirve, excepto acariciar yo mismo mi pene pensando en el cuerpo de Kouyou… traer los recuerdos de las noches en que nos derretimos entre nuestros brazos.


 Imagino sus gruesos labios recorriendo desde mi cuello hasta mi virilidad, la humedad de su boca envolviéndome, su lengua dando traviesos lametazos, sus dientes presionando levemente la piel de mis testículos, sus manos paseándose por mi torso y muslos mientras me engulle hasta donde le es posible. Después de sacar mi pene de su boca, acomoda una pierna a cada lado de mi cadera, lentamente desciende, atrapándome entre sus estrechas, prietas y calientes paredes; me hace delirar, repetir su nombre, mientras lo penetro descontroladamente y el rebota encima de mi pelvis gritando mi nombre, tirando de su largo cabello castaño dejándome ver esa expresión de éxtasis total que se me contagia.


 ─ Kou… sí…─ jadeo─ más… ─ agarro su cintura, lo empujo hacia abajo─ no presiones… tanto…


 ─ Ya no puedo… Aki… ra…─ su voz se agudiza al llegar al final, alarga la última sílaba de mi nombre.


 Cierro los párpados, disfrutando tal opresión en mi hombría, un par de estocadas más y mi semen sale disparado, escurriendo entre mis dedos; ensucia mis manos y parte de abdomen bajo.


 Yazco en mi cama, sobre las sábanas revueltas, con la respiración agitada, desnudo, sudado y la agradable sensación del reciente orgasmo. Mis comisuras se estiran de satisfacción, satisfacción que se desvanece debido al golpe de la realidad; mi penosa y patética realidad.


 Lágrimas se anegan en mis ojos, mi pecho parece estrujarse. Esto es ridículo, yo soy ridículo, soy el único culpable de no tenerlo a mi lado en este momento.


 Me levanto de la cama, camino hacia en baño para darme una ducha, abro el grifo y dejo que el agua fría se encargue de despejar mi cuerpo del sudor y los restos que evidencian lo hecho anteriormente; enjuago cada rincón recordando las veces que ambos nos duchamos juntos y restregabamos en cuerpo contrario. No mido el tiempo que tardo aquí adentro, salgo envuelto en una toalla grande secando mi torso; me acerco al armario, del que saco un bóxer negro, un pants gris y una camiseta blanca con letras negras que recitan la frase "An Evil Spell My Life".


 'Seco' mi cabello castaño con la misma toalla, regreso al baño para guardar lo utilizado. Ya en mi habitación, me posiciono frente al espejo de cuerpo completo y observo el reflejo de lo que hace unos meses es la imagen que más detesto ver. Una semana atrás teñí mi cabello de castaño unos tonos más oscuros que el rubio que tenía, se ve opaco al igual que mis ojos, sin brillo... Sin vida. Ya no me ejercito cada mañana o cuando tengo tiempo libre, siento que ya no vale la pena hacerlo, ¿Por qué? La respuesta es sencilla: No hay quien me dé ánimos ni me regañe por despreocuparme respecto a mi imagen.


 Mis sonrisas son escasas y la mayoría son falsas, las expresiones parecen haber desaparecido de mi rostro, no se muestran más que gestos gélidos e inmutables; no tengo una razón para que mis facciones formen gestos de alegría.


 Un amago de estirar mis comisuras intenta ejecutarse cuando momentos felices a su lado acuden a mi mente, pero queda inconcluso al recordar sus lágrimas, sus suplicas y el dolor en sus iris almendras; el tiritar de sus peculiares labios pidiendo, rogándome que aceptase a aquella criatura inocente, sin culpa alguna de existir, que amase a ese pequeño que pudo haber sido mi mayor orgullo y por cobarde, por negarme a enfrentar a una responsabilidad que nunca pedí ni deseé, me comporté como la peor escoria viviente y nos lastime a ambos... No, nos lastimé a los tres.


 Kouyou y nuestro bebé –sacudo na cabeza y tuerzo mis labios– me atrevo a llamarlo 'nuestro' luego de todo aquello que escupí, se me corta la respiración al ponerme en sus zapatos.


 Tantas preguntas atacan mi mente, recriminandome por lo que -creo- Kouyou debe estar pasando sin el apoyo de alguien y haciéndose cargo él solo de lo que yo también fui partícipe.


 Nuevas lágrimas luchan por surgir.


 ¿Cómo estará? ¿Él y el bebé no tienen complicaciones? ¿De verdad está solo? ¿A dónde está? ¿Tendrá el dinero suficiente para alimentarse y hospedarse en un sitio de buenas condiciones? ¿Habrá tenido problemas en los primeros meses? Leí que durante el embarazo masculino suelen presentarse graves inconvenientes y sólo cierto porcentaje es llevado a término con éxito.


 Siento como si una mano atravesara mi pecho y quisiera arrancar mi corazón al pensar que Kou pudo haber sufrido un aborto espontáneo –agito la cabeza repetidas veces con fuerza y apreito los puños– ¡No! Debo dejar de pensar ese tipo de cosas. Kouyou no es débil, menos nuestro hijo. Si de algo estoy seguro, es de que Kou es una persona llena de fortaleza y decisión; aquel día sus ojos demostraron tanta determinación en !mantenerlo en su interior hasta la fecha de su nacimiento y acunarlo entre sus brazos... Aunque tendría que hacerlo sin mí a su lado.


 Un ruido proveniente de mi estómago hace que corte el hilo de mis pensamientos, acomodo con los dedos algunos mechones de cabello, suspiro y encamino mis pasos hacia la cocina para preparar algo de comer.


 El silencio de la estancia fría y solitaria pesa sobre mis hombros, entro a la cocina, abro el refrigerador y sacó ingredientes para preparar un sándwich; antes de darle la primer mordida siento una mirada dura como si quiese atravesarme, levanto la vista.


 Yutaka me observa desde el marco de la puerta de la cocina, expresión endurecida y fulminante con los brazos cruzadps, depósito el sándwich sobre la encimera, ambos nos vemos fijamente; no le preguntarle como entró a mi apartamento porque el me obligó a darle la llave, lo que sí quiero saber es a qué vino, justo cuando abro la boca para preguntar, Yuu ingresa detrás suyo.


 – No hay nadie.– se recarga en la pared metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón– Revisé su habitación, el baño y las otras dos habitaciones, otra vez.


 Yutaka asiente, no despega la vista de mí.


 – ¿Por qué revisas mi apartamento? No te di permiso de nada y tampoco creo que halla algo aquí que sea de tu pertenencia.– me estoy enojando, no tienen derecho a husmear.


 – Creímos que estabas con alguien cuando venimos.– Yutaka se sienta en una silla cerca de donde estoy.


 – Eso no es justificación. A ustedes qué les importa si estoy acompañado o no.


 –Nos importa si el nombre que escuchamos salir de tu boca pertenece a la persona que pensamos estaba contigo.– Yuu habla viéndome fijo, también. Joder, no me gusta vean tanto.


 – ¿El nombre que dije?– el único fue...– Kou.– susurro, ellos asiente. ¡Maldición! Llegaron en el momento en que yo... Me cubrió la cara con las dos manos, al asimilarlo– Mierda.– gruño entre dientes.


 – Creímos habría vuelto, pero al escuchar gemidos lo descartamos. Aunque hubieses estado con Kou, no podrían tener sexo.


 – No. Él no ha regresado, tampoco tenía compañía.– apoyo la espalda contra el refrigerador. ¡Qué vergüenza! ¡Qué horrible que me hallan encontrado así!


 – ¿Ya te cansaste de meterla en cualquier hoyo, que ahora 'Manuela' es la que te toca?– el tono burlezco usado por Yuu me molesta y enerva los nervios.


 – Yuu, no conviertas esto en un jodido chiste.


 – Pero si...


 – No es eso.– interrumpo, aún sin descubrir mi rostro– Es algo más complicado y... No quiero hablar.– paso mis dedos por el cabello, me acerca a la encimera y agarro el sándwich, en tres mordidas lo termino, giro dejando el plato en el fregadero.


 – Por complicado te refieres a que... ¿no 'funciona' si no piensas en Kouyou?– maldita sea la observación, análisis y deducción de Yutaka.


 Mi espalda tensa y silencio aclaran su duda.


 – Entonces, lo que quieres decir es... ¡¿Prefieres jalartela imaginándote el cuerpo de tu pareja, en vez de acomodarte bien los huevos y salir en su busca para arreglar lo que arruinaste, traerlo de vuelta y después follartelo?!– grita, Yuu tiene una mueca de furia en su rostro y se acerca para golpearme, pero se detiene.


 – ¡¿Cómo podría buscarlo?! ¡No sé dónde está, no puedo pensar siquiera por dónde empezar! Además... ¡¿Cómo podría verlo a los ojos después de haber escupido tanta mierda?! ¡¿Cómo, después de haberlo, literalmente, mandado a la calle, echarlo a su suerte?! ¡¿Cómo podría aparecer frentena él si en estos momentos debe odiarme por negar a mi propia sangre?! ¡Lo dejé ir! ¡Los corrí de mi vida! ¡Los perdí!– exploto, todo lo que estuve reteniendo en mi interior explota; grito tan alto como mi vos puede alcanzar, lágrimas armagas emergen, mis piernas flaquean y pierdo el equilibrio. Yuu me envuelve entre sus brazos, me aferro a su camisa apoyando la cabeza cabezas en su pecho y ocultando mi rostro en su cuello. Sólo mi llanto desgarrador es lo que se escucha en la cocina.– Mi amor... Perdóname... Kouyou... Mi hijo... Quiero verlos, pero yo...– en medio de hipidos y lamentos lo que quiero decir es inteligible.


 Advierto una mano tibia recorrer mi espalda dando leves palmadas en un vano intento por reconfortarme, pero sólo logra aumentar mi aflicción. Kou solía abrazarme, acariciaba mi espalda con sus manos y rodeaba mi cintura con sus piernas, mientras me contaba su día en el trabajo o alguna idea loca que quería poner en práctica o decía en susurros cuan feliz le hacía vive conmigo y que me amaba más de lo que podría mencionar.


 –Respira hondo, Akira.– trato de seguir las indicaciones de Yutaka– Vamos a la sala, nos sentamos y conversamos a cerca de lo que Yuu y yo venimos a decirte, ¿sí?– usa su voz tranquilizadora, realizando su objetivo; separo mi cuerpo del de Yuu, asiento a lo dicho y los tres nos dirigimos a sentarnos en los sofás.– Seré claro y directo.– dice luego de un corto mutismo– Hemos estado buscando a Kouyou.


 Limpio rápidamente líquido que todavía moja mi rostro, sorprendido y con el corazón latiendo al mil me lanzo encima del otro castaño, más oscuro que el mío, que se encuentra sentado a mi lado, lo agarro de los brazos y lo agito desconsideramente.


 –¿Dónde? Dime, ¿Dónde se encuentra? ¿Tienes su dirección? ¡Dímelo! ¡Yutaka! ¡Habla, por un carajo!– un empujón me aleja del menor, mandándome de otra vez al puesto que yo ocupaba antes.


 – ¡Basta, Akira! ¡Joder! Un poco más y lo desnucas.– Yuu revisa que no tenga marca de los dedos en los brazos, mi amigo aún mareado sonríe, como queriendo decir 'Estoy bien', cuando no es así; yo no soy agresivo, no tengo idea de qué pasa.


 De nuevo, tiemblo. Aprieto la cabeza entre mis manos, subo las piernas al sofá doblándolas hasta quedar mis rodillas pegadas al pecho; jalo mis cabellos castaños y berreo peor que niño de Kinder.


 –Quiero verlo, aunque sea de lejos, aunque sus ojos me digan 'Te odio'. Solamente quiero tenrlo ante mí y pedirle perdón por herirlo, por el daño, por romper la promesa pactada.


 –Akira...– Yutaka posa una mano en una de mis rodillas.


 – Por más que lo digas, no se cumplirá. No, si no te esfuerzas por localizarlo. Takanori y Yutaka son los que han hecho más por conseguir alguna pista, lastimosamente no tuvieron suerte. Yo no quise entrometerme desde un principio, en vez de apoyarlos le envié un mensaje a Kou rompiendo cualquier esperanza que hubiese tenido puesta en sus amigos y , al igual que todos, me arrepiento. El observar a Toshi todos los días me hizo dar cuenta que quién sea de a luz a un niño, no importa, un ser humano no deja de serlo sólo por tener algo diferente; nadie es igual a nadie, sólo parecidos, nada más, pero no somos copias los unos de los otros.


 >> Kouyou no es el único capaz de dar vida como una mujer, hay más allá afuera que viven normalmente; quién sabe, posiblemente ustedes o yo también pueda pero no lo sabemos. Más que joderla, cagamos la unión... La amistad. No impedí la toma de tal decisión, di prioridad a mi familia porque pensé que era lo correcto, sin embargo olvidé que ustedes también conforma mi familia; se supone que soy el mayor, por lo tanto el más maduro, pero los problemas en mi matrimonio me cegaron, no me permitieron dicernir que lo que hicimos fue incorrecto. No sólo tú perdiste a quienes consideras importantes, nosotros también perdimos a un hermano y a un, seguramente, adorable sobrino o sobrina. Me desespera y desilusiona no formular ideas para ubicarlo, contratar alguien no dio resultados.


 Después de escuchar lo anterior no se dijo más. Yuu tiene razón, somos una familia y nos distanciados de la peor manera.


 Mentes dispersas, desenfocadas de un pinto concreto. Centrados en lo propio, cerrados en una burbuja que explotó desatando la venda obstruía percibir la realidad.

 


 
*****


 
 
Una semana falta para los 8 meses de embarazo.


 Estamos reunidos, esta vez en casa de Yuu, ya que Toshizuo enfermó y le toca cuidarlo. Naomi salió a la calle dejándonos con nuestros asuntos.


 Takanori y yo arreglamos la discusión pasada, ahora se sienta a mi lado cruzando su brazo debajo del mío derecho y da toquecitos en mi antebrazo; Yutaka, sentado enfrente, sonríe complacido porque nos comportamos como antes.


 Yuu anda revisando a Tosh. Unos minutos luego, pone una carpeta color manila en la mesita ubicada en medio de ambos sofás.


 – Abandona el misterio, ancestro. Expulsa lo que vas a contarnos.– Taka molestando a Yuu, éste lanza un cojín dando en pleno rostro del menor de los presentes, que no puede esquivarlo.


 – Los llamé hoy porque tengo noticias.– ansiosos esperamos prosiga– Un compañero del trabajo estuvo hablando acerca de un investigador con  buen historial, pregunté por él y me dijeron cómo contactarlo, lo hice. Hablé con él, facilité una fotografía de Kou, ese tipo es eficiente. Antes de que ustedes vinieran, se presento a entregarme esto.– apunta la carpeta, la abre y... ¡No puedo creerlo!


 Hay una fotografía actual de Kouyou, su cabello es corto y negro, sus mejillas rechonchas lo hacen lucir realmente lindo junto a sus labios peculiares, sus ojos destellan.


 – Su barriga es... Notable.– murmura Taka.


 Todos impresionados por el tamaño de su vientre. ¿Notable? ¡Es enorme! ¡Gigantesca! ¿En serio hay un niño allí? Vaya, duda. Es que... No importa del tamaño que sea, así rellenito es hermoso, sus rasgos faciales finos se han acentuado; el embarazo le ha sentado de maravillas, su belleza natural resalta. No creo que cualquier hombre podría presumir una imagen similar a la de Kou.


 Tan embelesados estamos viéndolo que damos un un brinquito cuando Yuu pronuncia la oración que incrementa la esperanza de un pronto reencuentro.


 – Permanece en Kanagawa..

Notas finales:

A que no se esperaban que la parte de Reita iniciara así xD

Sé que algunas quieren saber la historia de Aoi, no hay mucho que contar; son un matrimonio joven con un hijo, pelean por nimiedades, se quieren, sin embargo el amor no es la única razón para que las personas se aten... Narraré un poco en el futuro.


Hay escenas calientes 7u7 mas no habrá lemon.

La frase en la camisa de Reita: An Evil Spell My Life. Es la que viene en uno de los nuevos GOODS, me enamoré de esa camisa y de las hoodies ** <3


Kai y Ruki van por buen camino, no se adelantarán a nada.

Quedan dos o tres capítulos para el final, a continuación les diré la razón.

Planeo una segunda temporada. Esta "primer temporada" abarca solamente los sucesos de los 9 meses de embarazo de Uruha, nada más. Habrá un salto un gran de tiempo, que será de años, si lo pongo aquí sería muy abrupto; al menos para mí.


Diganme, ¿qué opinan?


Pues, obviamente cada personaje y pareja tiene su historia bien escondida.
Nos leemos~

 


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