En aquel cuarto se presenciaba los nervios de aquella mujer de cabello largo y negro, sus manos temblaban ligeramente y a causa de aquellos nervios mordía su labio inferior.
Esperaba a que la chica que se encontraba a fuera de aquel cuarto entrara y comenzaran a hacer a lo que iban.
Días atrás la joven Krystal planteo una pregunta en internet, una duda que tenía hace tiempo gracias a sus amigas. “¿Qué se siente estar con una mujer siendo yo una mujer?” Krystal veía a sus amigas besarse con mujeres; Que lo hicieran con un tipo que se les cruzara no había lio, sabía que sus amigas eran atrevidas y un tanto alocadas “para ser un poco decente”, decían que el sexo era lo mejor, pero ¿Tener sexo con otra mujer? Eso era lésbico y para ella le resultaba repugnante; Pero cada día había esa pequeña duda en su cabeza que fue creciendo poco a poco. Nunca les pregunto a sus amigas, pues ella les aclaro que jamás estaría con una chica. << La lengua castiga>> Se limitaban sus amigas a responder.
Un día transcurrió después de ella haber formulado su pregunta en aquella página de Yahoo!, una red social que serbia para eso, responder dudas. “Bueno, en su mayoría”. La respuesta de esa chica cuyo nombre era Amber la intrigo.
Por eso ella se encontraba en ese cuarto de uno de los moteles cerca del bar en donde antes ellas estaban bebiendo.
La chica llamada Amber entro al cuarto con una sonrisa en la cara.
- Ponte cómoda, nena – Le dijo al verla de pie sin hacer nada. Aún sosteniendo su bolso entre sus manos, Krystal solo asintió, camino hacia donde estaba la cama y allí se sentó, pero solo en el borde.
-Entonces ¿Has hecho esto… barias veces? – Pregunto tímida.
-¡¡Uff!! Incontable de veces, claro que con mi pareja, o bueno mi ex – novia
-Entiendo – Susurró. Amber se sentó a su lado y tomo una de sus manos, las cuales las tenía apoyadas en sus piernas, y las comenzó a acariciar.
- Si no tienes la confianza, lo podemos dejar para después - La pelinegra no dudo en lo que dijo. Si, no tenía confianza para hacer tal bestialidad “Para ella”. << Pero si la rubia tenía aspecto de hombre ¿Qué tan difícil puede ser?... Una chica con aspecto de hombre, voy a tener sexo con ella y seria igual ¿No? La diferencia es que ella no tiene… Pene >> - La voz de la rubia la sacó de sus pensamientos. – Entonces si quieres puedes irte.
-No… Llegué hasta aquí para saber que maravilloso es tener sexo con otra mujer y no me voy hasta saberlo - Sus mejillas tomaron un color rosado al ver la sonrisa ladina de la rubia a lado de ella
Hubo un silencio un poco incomodo para ambas chicas. Amber tomo la iniciativa.
Se levanto del lugar y se puso en frente de la chica nerviosa, delicadamente agarro su rostro con sus manos, y fue acabando con la distancia entre sus rostro, terminándolo en un par de labios unidos.
Krystal por instinto abrió ligeramente la boca, acción en la cual Amber no desaprovechó, con sus propios labios agarro el labio inferior de la delicada mujer para luego succionarlo. << Piensa que es un hombre >> Pensaba Krystal, para luego comenzar a corresponder el beso.
El beso cada vez era más profundo y en esas Amber aprovechó para arrebatarle su cartera y arrojarla en algún lugar del cuarto. Pasó sus manos entres las desnudas piernas de Krystal, acariciando lentamente sus rodillas, subiendo delicadamente sus manos, y con las yemas de sus dedos acariciaba la parte en donde habían avanzado… sus muslos. Sus manos se siguieron moviendo hasta llegar a la entre pierna.
Krystal gimió
La pelinegra detuvo la mano intrusa que se encontraba en su entrepierna, debajo de su falda… Muy cerca a su intimidad.
No dejaron de besarse. Una vez alejado aquella mano intrusa, enrollo sus brazos en el cuello de la rubia. Amber no se opuso en dejar de tocarla, puesto que después de eso sus manos llegaron al seno derecho de la contraria. Solo la mantuvo hay por unos minutos mientras por primera vez sus lenguas se encontraban y bailaban en sus bocas, compartiendo su saliva con gusto. La rubia que era tomboy “Dedujo Kristal por su aspecto de hombre” no aguanto las ganas de apretar con gusto el voluptuoso seno de quien se sabía era menor que ella.
Nuevamente Krystal gimió.
Por encima de la tela de la blusa blanca de la menor, Amber comenzó a buscar su pezón para estimularlo, sabía donde quedaba, pero no haría mucho si aún ella llevaba el estorboso sostén; Aún así comenzó a acariciárselo con su dedo pulgar, mientras aún mantenía su mano en su pecho.
Krystal sentía rico.
Los labios de Amber pasaron de sus labios a su cuello, apartando con una mano su cabello largo para que le dejara visibilidad a su suculenta piel blanca, en la cual no dudó ni un segundo en besar y lamer.
<< ¿Qué se siente tocar los senos de otra mujer? ¿Cómo reaccionaría al tocar su cuerpo? “Descubrámoslo” >> Se dijo para sus adentros la pelinegra para después tocar el pecho de Amber, arremedando sus movimientos torpemente. Casi prácticamente aplastando sus senos de la sensación de los nervios que sentía. Pero esta vez no estaba nerviosa porque iba a estar con una mujer, no, lo estaba por que no sabía si lo haría bien con la chica, no sabía si iba a poder satisfacerla. No sabía cómo hacerlo.
“Somos mujeres, y una mujer sabe lo que otra mujer quiere al momento de tener sexo, sabe dónde y cómo tocar”
Recordó parte de la respuesta que había obtenido en aquella página. Entonces dejo de actuar torpe y ella misma se quito la blusa.