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Il Fuoco è la Vita por SirPsychoSexy

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Notas del capitulo:

¡Hola, hola! Bueno, no voy a explayarme mucho... Solo les doy las gracias a todos los que me han dejado RVWS💜 Me sorprendí mucho que haya subido de pronto a los cuarenta. Jé.

En este capítulo hay algo que algunos de ustedes, espero, hayan esperado... Solo no me maten. [?]

¡Lean las notas finales!

Los ojos del rubio se habían abierto casi como dos platos. Y es que su impresión no cabía en su pecho a ver al demonio ahí, sentado en su ventana. Su cabello estaba un poco más desordenado, el cual danzaba levemente ante la fría brisa que corría a esas horas. Se había despojado de aquel traje con el que lo había visto todo el día, vistiendo netamente el pantalón y aquella camisa blanca que contrastaba con todo lo oscuro característico de él, haciéndole ver estúpidamente bien. Su mirada penetrante estaba fija en el joven que seguía ahí, como una estatua, observándole.

¿Qué pasa, JiYong? Luces como si hubieses visto un fantasma...

En verdad... Eras tú... — Susurró el humano, retrocediendo rendido hasta el borde de la cama en donde cayó sentado, mirando el suelo. — Todo este tiempo has sido tú... ¿Verdad? Me sigues a todas partes...

Una risa grave sonó, no muy lejos de él, lo cual le inquietó. Alzó su vista y se dio cuenta de que el pelinegro ya no estaba en la ventana, estaba sentado en la silla de su escritorio, cómodamente. ¿En qué momento fue hasta allá? ¿Cuándo desaparecieron sus alas?

Me declaro culpable... — Murmuró SeungHyun, mientras una de sus piernas cruzaba por encima de la otra, a la vez que su codo se apoyaba del brazo de la silla, para poder descansar parte de su mentón en su mano.

¿Por qué estás aquí? ¿Por qué siempre me sigues? ¿Cómo lo haces cuando estás en el hospital?... — Habló un poco rápido el rubio, mirándole confundido.

Tranquilo, pequeño... Una pregunta a la vez... Pero bueno, estoy aquí porque quise venir a verte. Siempre te sigo porque tengo una obsesión contigo... Y... ¿Cómo lo hago? Pues... Puedo separar mi sombra de mi cuerpo, gracias a esto puedo estar en dos partes a la vez. — Explicaba con tranquilidad el demonio, en lo que no dejaba de mirar al rubio. — ¿Algo más que quieras saber?

¿Por qué estás tan obsesionado conmigo? ¿Siempre eres así con los humanos a los que les quitas el alma? — Preguntó el humano, mientras mordía levemente su labio inferior inconsciente de su acto.

No. — Dijo el maligno, tajantemente. — Estoy obsesionado contigo... Porque eres hermoso. Todo lo hermoso me obsesiona.

JiYong miró a SeungHyun confundido, notoriamente. Ante su expresión de duda, el demonio solo le respondió con una sonrisa ladina, en lo que se ponía de pie y se acercaba al chico sentado aún en la cama.

>> Me encanta que ya no me temas...<<

No... No hagas eso... Es extraño... — Susurró el joven, mientras desviaba su mirada de aquella penetrante del demonio.

La sonrisa ladina de SeungHyun se ensanchó, terminando por sentarse al lado del joven. Tomó la mano de éste, aquella que tenía el vendaje que cubría la cicatriz de su contrato. SeungHyun, de manera calmada, soltó el amarre de las vendas, para comenzar a quitarla paulatinamente, bajo una atenta mirada por parte de aquellos ojos acaramelados.

Sentía su corazón latir con tal fuerza que podía oírlo en sus propios oídos. Como si quisiera escapar de su pecho, ante cada roce y caricia que el demonio a su lado ejercía en él. Deseaba con todas sus fuerzas el poder controlarse, pero no podía para su mala suerte. Y la verdad es que su desenfrenado corazón solo supo empeorar al momento en que vio como el demonio acariciaba con las yemas de sus largos dedos su muñeca, ahora descubierta, bajando por su palma para terminar en la punta de sus dedos. Tomó con delicadeza nuevamente su mano y la acercó a su boca.
 
Sus labios no demoraron en besar la palma del joven, mientras que éste simplemente olvidaba como respirar, y su razonamiento se iba al carajo. Volvió a sentir el contacto de su piel con aquellos finos labios ajenos, mientras que el humano sentía como si aquello le quemara. El pelinegro daba beso tras beso en su piel, acerándose a aquella marca que estaba grabada en su muñeca, en donde se detuvo para volver a mirar el rostro de un sonrojado JiYong.

Eres exquisito, JiYong... — Susurró con la voz más grave de lo normal, lo cual hizo que cada vello en el cuerpo del rubio se erizara. — No sé qué me estás haciendo...

No sé a qué te refieres... — Se atrevió a responder el joven, mientras miraba como el mayor llevaba su mano libre hasta su rostro, comenzando a acariciar su mejilla.

No hubo respuesta alguna por parte del demonio, el cual paseaba su pulgar por la piel sonrosada de JiYong, tan suave como el terciopelo. Su mano descendió por detrás de su oreja, la cual era pequeña y adorable ante sus ojos, siguiendo por su cuello, en donde pudo percibir claramente las palpitaciones descontroladas del joven, cosa que le hizo sonreír.

Hagamos un trato... — Murmuró de pronto SeungHyun, tomando por sorpresa al joven.

Pero ya tenemos un trato...

Otro tipo de trato, JiYong.

La mano del maligno terminó por recorrer entre caricias por su hombro, descendiendo luego por su brazo, para luego separarse por un leve momento, hasta posarse en su cintura.

JiYong para ese punto, ya se estaba sintiendo mareado.

Dejaré de “hacerme el lindo” con tu hermana... a cambio de algo.

Los almendrados ojos del rubio se abrieron, mientras se trataba de alejar. Volvió a la realidad al escuchar esas palabras, sintiéndose molesto de pronto. Pero el demonio simplemente le impidió alejarse, ejerciendo fuerza con su mano en la cintura del chico, para atraerle más a su cuerpo.

Suéltame, SeungHyun...

Creo que ya tuvimos esta discusión horas atrás... — Respondió con diversión el demonio, mientras terminaba por pegar al joven a su regazo, y de paso, su mano soltaba la del joven para ir a parar a su rostro y así volver a acariciarlo.  — Escúchame...

Quiero que te alejes de Dami, haya o no haya trato... No le hagas daño...

Me alejaré de tu hermana, siempre y cuando aceptes lo que quiero pedirte, Yongie...

Que no me llames así, carajo... — Rezongaba el joven, que comenzaba a forcejear para poder escapar del pelinegro.

Sal conmigo. — Dijo de pronto SeungHyun, dejando anonadado al arisco humano que se quedó quieto, mirándolo. — Mientras permanezca en este mundo con el estúpido papel del doctor de Dami, sal conmigo.

¿Estás loco? ¿Por qué querrías salir conmigo? — Se quedó en silencio al ver la sonrisa de SeungHyun. — Estás bromeando...

Sin decir nada, el demonio terminó por hundir su rostro en el cuello del rubio, el cual comenzó a besar de manera calmada. Así mismo, la amplia mano del demonio inició unas suaves y exquisitas caricias en la zona de su cintura, antes de comenzar a colarse por aquella ridículamente ajustaba camiseta del joven.

Sal conmigo, Yongie... — Su susurro sonó tan grave, a la altura del oído del rubio, que este simplemente tembló.

JiYong de pronto sintió su cuerpo prácticamente derretirse ante el calor que el demonio emanaba. Un estremecimiento suave recorrió cada terminación nerviosa de su cuerpo, cuando percibió los dientes del pelinegro, que no lo habían mordido, sino que estos rozaron como una caricia la piel de su cuello, y a su vez, aquella mano que había avanzado por su torso y que ahora se encontraba ocupada acariciando uno de sus pezones.

Jadeó. Se estaba perdiendo ante cada caricia que recibía por parte de SeungHyun.

El maligno, deleitado por la fragancia ajena, de un momento a otro no pudo contenerse más y se abalanzó sobre el menudo cuerpo del humano. Ambas manos se habían adentrado a su camiseta, la cual terminó alzada casi por completo, puesto que sus falanges habían ido en busca de aquellos botones que adornaban sus pectorales, los cuales comenzó a pellizcar, mientras su mirada se perdía en cada expresión de un acalorado JiYong, el cual se retorcía bajo su toque y mordía sus labios para evitar soltar algún tipo de sonido.

>>Sal conmigo...<< La voz del demonio sonó clara en la cabeza del humano, mientras que este volvía a atacar su cuello con besos, subiendo con sus dientes entre mordidas hasta aquel fino mentón que le volvía simplemente loco.

Todo JiYong le hacía perder la cordura.

Se-Seung... Están mis padres... Mnh... — Jadeó el humano, mientras notaba como su espalda se arqueaba sin su consentimiento al sentir un pellizco fuerte en sus pezones. — Po... Ahh... Por favor...

No podía, el demonio había perdido los estribos en ese momento al ver aquel joven bajo él, excitado al punto en que desde su boca jadeaba más de lo que hablaba.

>>Sal conmigo, JiYong...<< Volvió a escucharse, mientras que una de sus manos abandonaba su pezón, para ser reemplazada por la ávida lengua del maligno, el cual había descendido en menos de dos segundo hasta alcanzarlo.

JiYong era un completo desastre. Sus manos se aferraban con fuerza a las sábanas, aunque pronto una de éstas terminó sobre su boca, evitando así soltar un gemido alto que fuese oído por sus padres. Sentía como la mano ajena del pelinegro descendía traviesamente por su costado, delineando con delicadeza cada curva de su delgada y fina cintura. El calor que sentía le hacía creer que lo tenía mareado y al borde de un colapso.

Sus ojos de pronto se abrieron, alertados, cuando su mano siguió descendiendo, hasta tocar su levemente despierta entrepierna.

Sintió vergüenza mezclada con un notorio nerviosismo.

Es... Está bien... SeungHyun... Pero detente... — La voz de JiYong sonó tan despacio que por poco el pelinegro no escuchaba.

Se detuvo, para poder mirar a aquel sonrojado humano, que tenía los ojos brillantes por la excitación y mordía levemente el dorso de su mano. Su cabello desordenado y sus ojos brillantes le hacían verse completamente adorable ante sus ojos. Sonrió.

¿Lo dices en serio? — Inquirió sin borrar aquella sonrisa de sus labios, la cual lo hacía verse casi feliz. Al recibir un asentimiento por parte del humano, con delicadeza tomó aquella mano para retirarla de su boca. — ¿O sea que ahora estamos saliendo?

Cumple tu palabra... — Susurró JiYong, con vergüenza ante todo lo que acababa de ocurrir.

La sonrisa de SeungHyun se borró de pronto, en lo que miraba seriamente a JiYong, haciendo que este último se congelara por un momento ante aquel cambio repentino.

Por supuesto que cumpliré mi palabra JiYong... No me haré más el lindo con tu hermana, porque ahora estamos saliendo. — Y así como se había esfumado, su sonrisa volvió, tan ancha que unos hoyuelos se marcaron en sus mejillas.

El humano sintió su corazón latir desenfrenadamente ante eso y temió.

Temió por lo que SeungHyun estaba provocando en él.

Iba a alejarse, pero los brazos del demonio lo detuvieron antes de tiempo, haciéndole volver a la posición anterior, mientras que el oscuro, tranquilamente, se acomodaba entre sus piernas y lo abrazaba con fuerza, evitando que el joven se escapara, haciendo de paso notar la gran dureza entre sus piernas contra la suya.

— ¿Q-Qué?... ¿Qué haces? — La voz de JiYong volvió a sonar en un jadeo.

Te disfruto, JiYong... Eso hago... — Susurró en el oído del humano, antes de morderlo con una fuerza leve que le hizo gemir. — Eres tan débil en esta zona.

No te... burles...

Todo lo contrario, Yongie, me encanta...

Y sin dejar que la charla continuara, SeungHyun tomó el mentón del humano y atrajo su rostro al suyo, sellando sus labios en un beso profundo y demandante. Se había aprovechado de que el rubio tenía la boca abierta, seguramente iba a decir algo, sin embargo su lengua se adentró en aquella cavidad que deseaba desde la primera vez que vio, sintiéndola tan dulce y exquisita como nunca.

JiYong quiso replicar, pero no podía. La experta lengua de SeungHyun fue sin pudor alguno en busca de la propia, mientras que él tímidamente intentaba corresponder. Estaba completamente perdido para ese entonces, y la menor pizca de razonamiento había abandonado su cabeza en ese momento. Las manos de SeungHyun fueron a parar a cada costado de su cintura, afirmándola con cierta fuerza que le daba a entender lo ansioso que estaba por él, mientras que su lengua experta se movía con ahínco en su boca. Sus dientes mordieron con sutileza sus labios y el menor terminó por gemir, rendido. Sentía que estaba siendo devorado por SeungHyun.

Se separaron luego de aquel beso demandante, el cual había dejado a un JiYong casi sin aliento, haciéndolo jadear un poco, avergonzado de aquella mirada profunda que le dedicaba el ser sobre él.

Por... ¿Por qué...? — Alcanzó a musitar el joven entre jadeos, bajo esa mirada atenta del demonio. — ¿Por qué eres así?...

No puedo responderte eso, JiYong... — La voz grave de SeungHyun sonó casi como una caricia, cerca del oído del humano. — Pero tienes algo que me tiene así... Terriblemente loco por ti.

El chico sintió su corazón latir nuevamente, mientras mordía su labio inferior, incapaz de decir algo. Una de sus manos viajó casi de manera temerosa hasta uno de los hombros del contrario, y con delicadeza, su palma se deslizó por su espalda, como una simple caricia que hizo que el otro casi vibrara en un goce que no pudo ocultar ante el suave ronroneo que soltó.

JiYong se animó entonces a abrazarlo, haciendo que el demonio se quedara por completo estático ante aquella mera acción.

Yo tampoco sé qué es lo que me estás haciendo, SeungHyun... Eres algo a lo que debería temer... P-Pero... Temo más por lo que siento, que por lo que eres...

SeungHyun calló rendido ante las palabras del humano. No podía contra eso. De forma suave rodeó el menudo cuerpo del chico y lo abrazó, casi acurrucándolo en su pecho, mientras que sus labios volvían a su boca. El joven respondió a la caricia entre sus labios, iniciando juntos un beso más calmado, más simple y en su totalidad más suave.

Pero de pronto algo cambió.

Los ojos del humano se humedecieron, comenzando a soltar finas lágrimas que resbalan por el filo de sus ojos, dejando la húmeda huella de su recorrido por sus sienes, al estar espaldas al colchón de su cama. El pelinegro detuvo aquel beso y miró al joven, confundido y preocupado por aquella reacción, separándose un poco.

¿Por qué eres así?... — SeungHyun iba a decir algo, pero calló al ver que el joven tomaba aire para continuar. — Me haces sentir tan confundido... No sé qué debo pensar, no sé qué debo sentir... Siento que esto no está bien y te temo... Te temo tanto por lo  peligroso que eres, como por dulce que puedes llegar a ser, SeungHyun...

Yongie... Yo no sé por qué soy así contigo... — Comenzó a hablar el demonio, mientras una de sus manos viajaba hasta el rostro del joven para poder secar aquellas lágrimas. — Pero tienes algo, pequeño, que simplemente me hace ser así... Si supieras el peligro que corro con todo esto... Pero a...

¿Peligro? — Interrumpió el joven. — ¿Por qué corres peligro conmigo? ¿Estoy prohibido? Yo... ¿Soy un peligro?

Deja de decir la palabra peligro, Yongie... Y simplemente olvídalo... ¿Cómo un enclenque humano como tú va a ser un peligro? — Las palabras de SeungHyun, y aquella sonrisa divertida que se había formado en sus labios hicieron que el joven frunciera su nariz, molesto. — Me gustas, JiYong... Es por eso que eres peligroso.

El rubio, una vez más, volvió a sentir como si se le olvidara respirar, observando con detenimiento el rostro del contrario, notando que en este no había una pizca de mofa alguna... Se veía sincero, y tal vez un poco confundido. El corazón desenfrenado del humano le hizo casi sentir sordo en aquel momento, y ante aquella expresión que se había implantado en su rostro, aquella expresión de la sorpresa más limpia y pura, el pelinegro sonrió.

Al momento en que sus labios se abrieron para poder decir algo, fue que otra cosa captó su atención, haciéndole voltear hacia la ventana con rapidez. Sus sentidos se habían agudizado con notoriedad, haciendo que sus ojos se pusieran más negro, dejando a un confundido JiYong, el cual acarició su hombro con un poco de temor ante aquella repentina acción.

Iba a preguntar qué era lo que sucedía, pero antes de decir cualquier cosa, el demonio rápidamente acomodó la camiseta del humano y se levantó de su posición. JiYong se asustó un poco, por lo que se sentó en la cama, todavía mirando al ser que se comenzaba a alejar de él, caminando hacia la ventana.

SeungHyun... — La voz susurrada del joven hizo que el aludido volteara a verle una vez más.

JiYong, debo irme.

¿Por qué tan de repente?

SeungHyun observó el semblante preocupado del joven, lo cual causó cierto sentimiento dentro de su pecho que no creía que era capaz de sentir. JiYong le hacía percibir cosas que nunca antes había distinguido, cosas que en todos sus años de existencia creía que eran simples estupideces. SeungHyun se consideraba a sí mismo como un ser completamente frío y de hierro, hasta que JiYong apareció en su vida, rompiendo con todo, haciéndole sentir lo que nadie podía.

Sin pensarlo dos veces volvió a acercarse a aquel menudo humano que le observaba aún. Tomó su rostro con ambas manos, haciendo que elevara su rostro. Se quedó en silencio, en aquella posición, simplemente observando aquellos almendrados y acaramelados ojos del humano que se le hacían las gemas más hermosas que en su vida había visto, y sonrió.

No te preocupes... — Susurró. — Mañana vendré a buscarte para que tengamos una cita, porque ahora estamos saliendo.

La sonrisa que se había dibujado en el rostro de demonio, junto con sus palabras, hicieron que el humano se sonrojara hasta la coronilla, asintiendo de manera suave, pues ni negar podía.

Sin decir nada más, el demonio se alejó una vez más, esta vez dirigiéndose hasta la ventana y poniendo sus pies en el filo del marco de ésta, saltando sin temor alguno, bajo una mirada atónita del joven.

SeungHyun calló sin dificultad sobre sus pies luego del salto, y guiado por su inequívoco sentido, siguió el rastro de aquel que había perturbado su tranquilidad junto al humano. Siguió la estampa que dejó casi de manera adrede, como si quisieran que él fuese a su encuentro, hasta que llegó a un parque vacío, un poco lejos del lugar en donde se encontraba. Estaba casi vacío por la hora y el frío que hacía en el lugar, en donde encontró la única figura conocida de su compañero, el cual le miraba seriamente.

El demonio mayor sonrió con ironía, pues estaba molesto, al punto en que su diestra fue hasta su cabello, haciéndolo hacia atrás en un simple movimiento.

¿Qué crees que haces? — SeungRi tenía un porte impasible frente al mayor, el cual siquiera lo miraba en aquellos momentos. — Padre te ha dado una clara orden, y la estas desobedeciendo, SeungHyun...

Y el colmo de todo es que no confía en mí después de todo el tiempo, y manda a un mocoso como tú a cuidarme ¿No?

Y ha hecho bien en hacerlo... No puedo permitir que estés con ese humano, y menos de esa forma... ¿Qué te está pasando?

SeungHyun simplemente había guardado silencio. No iba a responder, no porque no quisiera, sino porque no sabía ni él qué era lo que le pasaba con el rubio. Su mandíbula se tensó a la vez que sus manos se cerraron en puño con fuerza. Sentía impotencia.

Tienes prohibido a acercarte al humano, SeungHyun. Padre lo dejó claro, al menos hasta que el consejo pudiera decidir qué hacer, incluso no puedes seguir haci...

No pienso alejarme de JiYong ni tampoco dejaré de cumplir con el trato. No me importa si toda gehena se vuelve en mi contra. — La mirada seria de SeungHyun, al borde del anaranjado por el enojo que sentía, hizo estremecer al demonio menor. — Seguiré sanando a su hermana, y seguiré cercano a Ji...­

¡¿Por qué eres tan terco con ese estúpido humano?! — Exclamó finalmente harto el menor. — Nada bueno saldrá de todo esto, lo sabes ¡Todos lo saben y tú sigues cosiéndote los ojos y los oídos! ¡Entiéndelo de una buena vez!

El demonio mayor, en un abrir y cerrar de ojos, estuvo frente a SeungRi, el cual se quedó en silencio ante su sorpresa. Tomándolo por el cuello de su camisa, lo elevó casi del suelo al haberlo acercado de manera intimidante hasta su rostro, en donde resopló con molestia, antes de sentenciar  con una voz tan macabra y gutural que le causó el temor del demonio menor.

No dejaré que nada ni nadie se interponga en mi camino, SeungRi... Así que piénsalo dos veces antes de impedir que me acerque a ese “estúpido humano”... — Sus manos apretaron con más fuerza el cuello de la camisa del menor, como si realmente quisiera estrangularle en ese preciso momento. — Escúchame bien, SeungRi... JiYong, tarde o temprano, terminará siendo mío. Y quien sea que se entrometa en ello, incluso si eres tú, o “padre”, no dudaré en hacer lo que mejor sé hacer... Y los eliminaré.

Bajo la mirada asustada y sorprendida de SeungRi, el mayor fue que lo soltó sin cuidado alguno, haciendo que éste casi cayera de espaldas al suelo. No demoró en hacer que sus alas aparecieran por su espalda, sin dificultad alguna para poder largarse de aquel lugar, sin embargo, el menor habló, deteniéndolo.

No dejaré que hagas todo esto...

Piénsalo bien, Ri... Me conoces, y sabes que siempre cumplo mi palabra. — Susurró el oscuro mayor, para finalmente emprender su vuelo y abandonar el lugar.

SeungRi se quedó allí, mirando como la figura de su compañero se hacía cada vez más pequeña al alejarse. Esto estaba saliéndose de control y debía hacer algo ya, o sería SeungHyun quien terminaría con su propia vida ante aquel capricho irracional que tenía con aquel humano.

No entendía, y seguramente no iba a entenderlo jamás, pero lo que sí sabía, es que si no podía hacer que el mayor entendiera por las buenas, tendría que ser por las malas. Su misión era esa, alejarlos a toda costa, por el bien de su compañero y hermano. Por el bien de su clan, e incluso, el bien de su mundo.

Si no podía alejar a SeungHyun del humano, tendría que hacer que el humano fuese quien decidiera alejarse de él.

Notas finales:

Pos sí... No les quise dejar un lemon todavía. ¡INSISTO EN QUE NO ME MATEN!

Espero que de todas maneras les haya gustado el capítulo, y bueno, les aclaro a todos que desde ahora volveré a mi regularidad en actualizar todos los fines de semana porque se me hace más comodo.

¡Déjenme rvws! ¡En verdad me hacen mucho muy feliz cuando los leo!

¡Y vuelvo a agradecer a todos quienes siguen la historia y me dejan comentarios, y los que no, también porque me gusta ver que las lecturas suben! xD ... Pero dejenme comentarios. e_é

En otras noticias, estoy pensando escribir otra historia (Obviamente GTOP) pero ésta la vizualiso para algo mucho más corto... Y cursi. En fin. Déjenme su opinión de si les gustaría que trabajara en el nuevo proyecto. (Aclaro que no voy a dejar de lado IFELV porque me gusta mucho esta historia xD)


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