"Amores Inesperados"
CAPI #23
En el país de los vampiros en una taberna de proporciones estimables limpia y bien ordenada, una pareja, hombre y mujer conversaban entre ellos intercambiando las impresiones de las buenas que circulaban por todo el país el príncipe sucesor, había tenido su primer heredero, un varón el cual este había nacido sano fuerte y un sangre pura a toda ley, a callando cualquier descontentó en la corte.
—Esos bebés deben ser hermosos sus padres lo son, altos fuertes y muy bellos, aun no puedo creer que tuviéramos aquí a sus altezas reales debiste haber sacado a ese montón de idiotas, descerebrados y dejarlos permanecer por más tiempo.
—No rezongues mujer que en esos momentos a ambos nos pareció buena idea que se marcharan.
—No recuerdo a ver estado de acuerdo con eso.
—Por supuesto que no, tienes memoria selectiva—La fémina le enseño sus colmillos a su marido quien tosió— Y aunque no fuera el caso, el problema es que no podíamos dejarlo, ni destrozar el lugar ni permitir que corrieran algún peligro son príncipes y nosotros no contamos con mucho personal para resguardarlos.
—Si lo piensas creó que teníamos más bien que proteger a nuestros parroquianos de ellos.
— Lo ves Gertrud, aunque era un gran honor recibirlos no estábamos preparados para ello, aunque reconozco que me hubiera gustado que regresaran, nuestros clientes aumentaron a más del doble desde que se corrió el rumor que miembros de la más alta nobleza estuvieron por aquí.
— ¡Y Por eso estas tratando de sacar a Poli!
— ¡No seas entrometido cuñado del diablo, muchos solicitan la sangre de nuestro joven aristócrata!
— ¡Pero ellos no quieren solo la sangre!
— ¡Deja de molestar Ferminand, si tanto te importa ya sabes lo que debes hacer!
— ¡Si hermanita lo sé y aquí esta!
Los dos vampiros vieron caer la bolsa de monedas y el tabernero las dejo a un lado sin echarle un vistazo, provocando que el otro hombre rechinara los dientes.
— Ya te dije que no te lo estoy dando hasta que puedas cuidar de él y de ti mismo.
— Ya tengo una casa y conseguí trabajo.
— ¿En serio y en que cuchitril piensas meterlo?
— ¡No es un cuchitril! es un lugar pequeño pero cómodo bien limpio y está perfectamente amueblado, además ya arregle para que una sirvienta venga en las mañanas para ordeñar, las cabras alimentar los animales, limpiar y lavar la ropa aparte a Poli le gustan los chicos y a ella las mujeres no hará problemas de ningún tipo, el puede entretenerse mientras tanto arreglando el jardín, pintando, leyendo libros o tocando el piano.
El vampiro habría los ojos con sorpresa al ver que su cuñado parecía haberlo planeado todo para darle una vida feliz al humano y comento.
—Veo que por fin saliste del agujero depresivo en que te dejo esa meretriz.
El aludido hizo una mueca hace unas cuantas décadas habían sido un prometedor escribano, hasta que se enamoro de una mujer a quien trato de darle todo ropa, vestidos y joyas hasta que un día descubrió que había huido de su casa dejando nada más una carta y el lugar desvalijado desdé entonces se dedico a beber sin pensar en nada más, no fue hasta un día que toco fondo y se vio despertar en una cera mientras veía al chico del que se había enamorado trastabillar tras su hermana y cuñado mientras estos le lanzaban una mirada de lástima que se dio cuenta que había tocado fondo, no avanzaría a ningún lado si
continuaban de esa manera.
Fue duro levantarse a si mismo del fondo del abismo al que había saltado, pero lo hizo, se lavó, baño y se vistió con ropas decentes guardados en el fondo del armario olían fuertemente a encierro, pero estaban más limpias de lo que llevaba y por medio de uno de los pocos amigos que le quedaban puso en venta la casa grande pero destruida donde vivió y se puso a buscar un empleo, fue difícil, muy difícil nadie quería darle trabajo en un principió desconfiando de su pasado alcohólico.
Sin embargo otro amigo contra todo buen juicio y consejo de sus conocidos le dio una oportunidad el salario era bajo y el trabajo mucho pero persevero y luego de una mes de estar a prueba recibió dos buenas noticias, la venta de la casa que tan malos recuerdos le causaba y un salario mejor al parecer su amigo quería comprobar su honradez y sobriedad antes de confiarle trabajos más serios, habían pasado ocho meses de todo aquello y hasta ahora obtuvo el suficiente dinero y valor para reclamar a Poli como suyo.
—Muéstrame la casa.
— ¿Perdón?
—Muéstrame la choza que compraste, no te venderé nada sino me agrada el lugar donde piensas habitar con él- El vampiro mostro sus colmillos en irritación y apretó los puños, pero asintió y dijo dando un portazo al salir.
— ¡Muy bien te espero a fuera!
El marido guiño un ojo a su mujer quien asintió y siguió a su intempestivo cuñado caminaron por unos veinte minutos hasta dar a la nueva morada, la edificación era nueva la casa de ladrillo no era de las más grades pero el espació en su interior había sido soberbiamente distribuido, contando con dos habitaciones, un cuarto de baño, una cocina, la sala, el comedor y un pequeño estudio donde se amontonaban varias docenas de libros unos pinceles pinturas y varios lienzos pero la parte central la ocupaba un piano, en la parte trasera había un pequeño jardín y unos cuarenta metros más allá separado por una cerca había un pequeño establo y un corral a la vez que un pequeño pastizal.
—Me olvidaba que te habías presentado como maestre constructor y ganaste el primer lugar cuando el palacio realizo el concurso, es una lástima que tu carrera se truncara de forma tan lastimosa, debido a ciertas causas—Señalo el tabernero al salir del inmueble.
— ¡No hablemos del pasado, sólo quiero que me vendas a Poli!
— ¿Qué opinas te gustaría vivir aquí chico?—Ferminad se volteo de inmediato para descubrir a su hermana quien llevaba al bello hombre de la mano mientras cargaba una pequeña maleta el aludido se veía mareado y confuso pero igual asintió débilmente— Bien sólo eso quería saber. Ten, toma tu dinero y cómprale algo bonito y que disfruten los dos como ropa nueva y entradas al teatro éste muchacho es más listo de lo que parece, con su sangre me ha pagado más de cincuenta veces lo que di por él, es totalmente libre la única razón por la que se quedaba con nosotros es porque no tiene ningún lugar a donde ir y no sabe hacer nada más que vender su sangre y cantar con esa melodiosa voz.
El vampiro demasiado ansioso por la noticia de su tesoro al fin era suyo tomo al joven en sus brazos y besándolo apasionadamente le cerró la puerta en la cara a sus familiares, el hombre comento zumbonamente viendo a su mujer.
—¡Pero que desconsiderado es tu hermano, con todo lo que hecho por él!
—El amor es impetuoso.
—Tal vez— Asintió el varón besándola— Pero los negocios no y nuestra taberna no se atenderá sola si la tenemos cerrada.
La pareja asintió y apenas dieron unos pasos se escucho un grito ahogado, que sonaba inconfundiblemente a un gemido de amor y apresuraron los pasos riéndose a carcajadas de la total falta de conciencia de su cuñado sobre las grandes cualidades acústicas del hogar que había construido.
— ¡Oye deja eso tengo que alimentar a los bebes!—Regaño severamente Naruto al padre de uno de sus hijos, Kakashi sonrió viendo al rubio reclinado contra Itachi, mientras tenia uno los dos pequeño prendidos contra su pecho.
—Hum estos pequeños glotones se parecerán a nosotros pero heredaron tu hambre mi querido Naru, a pesar de que les damos sus biberones siguen exigiendo que los amamantes, además es cruel que me pidas eso cuando los alimentas vestido así.
Señalo el macho viendo al joven que sólo llevaba su ropa interior, este se ruborizo y respondió defendiéndose acaloradamente.
— ¡Es culpa de ustedes que entran sin tocar! ¡Hace mucho calor para estar vestido!
—Y eso me enciende a mí, pero eso no explica porque estas reclinado contra Itachi en lugar de estarlo contra mí.
—Su piel se siente fresca contra la mía, la tuya es muy caliente.
—Hm, pero no te quejas de que su piel es más fría cuando estamos en invierno te acurrucas muy bien con los dos, estoy empezando a creer que lo quieres más a él.
—Eso no es cierto, es sólo que su piel se siente igual que la tuya en verano es muy cálida.
—Deja de intentar hacer sentir culpable a Naruto para que tenga sexo contigo, por lo menos hasta que termine de amamantar a nuestros hijos, además los vampiros podemos regular nuestra temperatura a voluntad, por lo menos los Uchiha—Le increpo Itachi pegándole con el libro que llevaba en la mano.
—Juegas sucio mi príncipe y permíteme ver que tanto lees... ¡Ma! ¡Que decepción! Desde la vez que te atrape ojeando el nuevo Icha Icha no los has vuelto a hacer, es sexy verte tocándote y por el color de las mejillas de cierto alguien creo que no soy el único que piensa eso.
El azabache desvió la mirada avergonzado mientras el rubiecito en sus brazos se ruborizó, fue dos meses luego del nacimiento de sus hijos. Debido al recientemente alumbramiento el ojos azules no había sentido deseos de tener relaciones sexuales, algo que parecía no sentarle bien a los varones que sin embargo actuaron compresivos, en una de esas al deslizarse al cuarto de baño descubrió al peli-plateado con la mano debajo del agua acariciándose quedándose paralizado hasta al final por los gruñidos de placer del macho y la visión de aquel falo completamente erecto, retirándose en cuanto pudo con un severo problema entre las piernas desviándose al despacho de su otro conyugué suponiendo que no estaba ahí y esperando encontrar privacidad ya que nadie se atrevía a entrar en el lugar de estudio del sangre pura.
Lo que vio allí voto su resistencia y el ultimo resquicio de voluntad, si el peli plateado le dio un golpe fulminante a su falta de libido el azabache le dio la puñalada final, los sonidos de placer y el color encendido de sus mejillas era algo que no había podido disfrutar a su placer en sus sesiones de hacer el amor, por estar totalmente sumergidos en las intensas sensaciones que le habían hecho sentir los dos machos, fue una lástima que fuera descubierto por el ojos rojos quien al parecer consideraba ese acto un poco más personal y privado que el sexo mismo.
—Fue un accidente y no pienso volver a repetirlo.
— ¿Por qué? Somos esposos no hay nada que avergonzarse, es magnífico ver que mi compañero disfruta mi libro favorito, tanto como yo, ya que mi otra pareja no parece disfrutarlo tanto.
—Los libros del viejo son aburridos, ustedes son más atractivos y me hacen cosas más calientes que cualquiera de las cosas que están ahí escrita.
—Okey solo estaba jugando un rato, ahora me tengo que ir, porque estoy en una situación no apta para ser vista por mis hijos, a causa de esa levantada de ego que hizo que se me alzara otra cosa.
— ¡Perverti…! ¡Ita tú también!
A lo que contestó el vampiro, tratando de ignorar su parte inferior que se erguía presionando fuertemente contra la delgada ropa interior del chico— La próxima vez dejaremos las tomaduras de pelo de Kakashi para cuando nuestros hijos estén lejos de nosotros, no quiero traumarlos de ningún modo, es más dejemos todo tipo de conversaciones fuera mientras estemos cerca de ellos.
—¡Kakashi es tu culpa volviste a Itachi un pervertido!
— ¡Mi placer, pero eres tu quien más disfruta de ello y yo no soy el único culpable, tu también lo eres!
Unas carcajadas se escucharon por el palacio y los guardias de la puerta comentaron.
—¿Son unos compañeros muy bulliciosos verdad Kaito?
—Jajajajajaja, creí que nuestro joven alfa tendría problemas, teniendo que casarse con uno de esos vampiros estirados, pero por lo visto aprecie mal vino seguido por una belleza rubia y un deslumbrante azabache y dos hijos, maldición ya quisiera estar en su lugar.
—Pues yo no, le envidiare a nuestro alfa esa delicia rubia, pero el sangre pura te pone la carne de gallina cuando te mira con esos ojos fríos.
—No creo que nuestro conquistador, este mirando sus ojos precisamente.
— ¿Y se puede saber que estaría observado mi hijo? Me gustaría saberlo para que así pudieran decírselo en persona a su consorte el príncipe Itachi seguro quisiera hablar con ustedes para zanjar cualquier mal entendido.
Ambos licántropos se tensaron al sentir el par de brazos que se asentaron sobre sus hombres y el peso descomunal del macho que le hablo y exclamaron espantados viendo a la cara de su rey engañosamente amable y sonriente—¡Gran Alfa, no es lo que usted piensa solo estábamos bromeando con su permiso nos vamos!
El macho peli plateado vio marcharse a los dos lobos pardos y apretándose la sienes murmuro para sí mismo— ¡Idiotas les dije que se comportaran, mientras durara la presencia de Itachi! Con lo que respecta a Naruto no hay problema es muy alegre y bromista como todos los zorros, pero los vampiros son un poco más conservadores, reservados y bastante desconfiados ¡Quiero tener a mis nietos por más tiempo aquí y si no logro convencer a Fugaku que su hijo está seguro y a gusto aquí no lo conseguiré!
—Gran Alfa no debería preocuparse por eso, el chico es fuerte no necesita protección ninguna.
—Dime A ¿Que estabas pensando cuando provocaste a mi yerno? ¡Tienes suerte de que no haya acabado mal!
—Tenía ganas de saber de cuan fuertes eran los vampiros, a mis ojos ese príncipe luce bastante frágil, como una mujer.
—Kakashi también lo hace y barrió el pisó contigo.
—Y ahora su compañero también lo hizo ¿Aparte cuando lo que dije fue un insulto? Nuestras mujeres pegan muy duro, más que algunos hombres.
—Cierto, espero que no se te ocurra molestar a mi nuero.
—Señor yo no tengo ganas morir aun, no necesito la furia de dos machos alfa sobre mí.
— Ni la de todos los pobladores de cuatro reinos.
—Por otro lado no es mi culpa que el chico luzca delgado y muy elegante, además esa cara bonita no ayuda.
— ¿Otra vez? mi hijo también luce así.
—No a ese extremo… creo.
—Y por eso es que mi hijo siempre anda con mascara en nuestro reino.
—¿?
—Nada, sólo que no me obligues a recordarte tu lugar, quiero que mi yerno disfrute de sus estancia aquí, para así tener a mis nietos por más tiempo, es un milagro que hayan decidido detenerse aquí en lugar de ir directamente hacia la tierra de los vampiros.
—Veo un serio problema con eso.
— ¿Cuál?
—No se que podría gustarle al murciélago es muy difícil de saber, es alguien totalmente inexpresivo.
—Le preguntare a mi hijo.
—Seria de utilidad, es imposible determinar si le gusta algo de aquí.
—Pues tenemos que averiguarlo, estoy disfrutando del entusiasmo de mi nuero y las risas de mis nietos y no quiero verlos partir pronto.
—Uno de los niños es del otro príncipe.
—No importa es indudablemente adorable, me dan ganas de comerme a besos a mis nietos.
—No puedo opinar sobre eso, a mi parecer mientras los cachorros sean fuertes y sanos no importa que sea adorable y bonito, personalmente creo que entre más grandes fornidos sean más fuertes serán.
—Y por eso soldado barrieron el piso contigo, te fías de las apariencias.
—No después de pelear con ese niño bonito.
—A, como tu rey, te ordeno a ti y a los tuyos que se guarden todos los apodos y cualquier otro comentario o yo mismo hare que se los guarden en salva sea la parte.
—Jajajajajaja
— ¿Qué es lo gracioso?
—Permiso para darle un consejo como su guardia personal y amigo.
—Di, A.
— Ah.
—¿Sabes? Cuando escuchas esa broma por primera vez resulta graciosa pero luego de tantas veces es molesto.
—Lo siento, pero es imposible resistirse.
—Tus chistes malos son casi tan compulsivos como los extraños sonidos que hace Bee, los osos son muy peculiares.
—Nosotros opinamos lo mismo de los licántropos, como sea, sólo quería decirle que no se preocupe por el chico vampiro, estoy seguro luego de esa muestra de poder se gano el respeto de los otros, aunque no estoy seguro que eso le importe a él ¿Y dígame su tío es igual de fuerte?
—Deja de buscar problema donde no los hay A, lo menos que quiero es ponerme a reñir con el Rey demonio porque mi guarda anda en busca de contrincantes fuertes con los cuales contender, estoy negociando con mis consuegros cuanto tiempo permanecerán los chicos en cada sitio y planeo lograr que me permitan tenerlos una o dos semana más.
—…
—¿Por qué te quedas callado?
—Justo en este momento me acabo de imaginar a esos pobres bebes y sus padres siendo halados de un lado a otro por sus familias, como si fueran niños peleándose por un juguete, para ver quién se queda con ellos.
El peli plateado sólo sonrió a continuación frotándose la cabeza al pensar cuan exacta era la comparación del oso y luego miro a su hijo saliendo de su cuarto con una sonrisa maliciosa y con un antifaz preguntándose porque este habría optado por ese nuevo modo de cubrir su rostro hecho un vistazo adentro y logro ver al rubiecito sentado entre las piernas del pelinegro, extremadamente sonrojado mientras el peli-negro sostenía entre sus dedos con el semblante sombrío una edición del Icha icha completamente nueva, riéndose ante las payasadas de su hijo y la aun poco exagerada rigidez del Uchiha a la hora de recibir el presente; se marcho disimuladamente para no ser descubierto. Silbando con alegría el padre se alejo para atrapar a su travieso cachorro y amonestarlo por estar burlándose continuamente de sus consortes feliz de que los dos chicos hubieran despertado el lado juguetón ( aunque nada inocente) del alfa, muestra de la manera tan magnífica en la cual se habían acoplado los tres en un corto tiempo, luego hizo unas cuentas en su mente faltaba sólo una semana para el acontecimiento afortunado lo que significaba que ellos lo celebrarían allí antes de marcharse de vuelta al reino de los Uchiha.
El hombre bostezo sonoramente, abriendo los ojos cuando se dio cuenta que no podía moverse, con libertada ya que algo ataba sus manos los amarres eran débiles y los podía romper fácilmente, pero el olor a su lado le informaba que no estaba en peligro rio perversamente al darse cuenta que no podía ver nada.
—Jejejejejejeje... -Y sonrió con alegría mostrando sus colmillos al escuchar la voz grave de su compañero de negros cabellos.
—Ríes como un pervertido de marca mayor, creo que nunca me acostumbrare.
El licántropo se resistió a responder, hasta que escucho una adorable voz justo encima del él y sintió el peso familiar que se sentaba a ahorcadas sobre su abdomen, lamiendo sus labios a la sensación del trasero redondeado rozando su falo ahora totalmente erecto.
— En serio no entiendo porque aun te sorprendes Ita, ya sabes que él es un completo pervertido.
—Me pregunto quién lo es más, yo o ustedes que acaban de atarme.
—Tú...
—Sin ninguna duda,
—Jajajajajaja ¡Aaah! Me pregunto si debo sentirme enormemente agradecido o estimulado, porque mis compañeros estén tan apasionados conmigo; como para hacerme esto, aunque pensándolo bien probablemente ambos.
—Definitivamente no se puede esperar una respuesta ordinaria de ti.
—Oh mi hermoso vampirito, no puedes esperar que me sienta en peligro, sus olores me evocan cualquier otra cosas y todas ellas muy sugerentes menos agresión.
—Como sea, tienes prohibido tocar o tendremos esto ¿entiendes?
Indico el azabache quitándole la venda de los ojos, permitiéndole ver a Naruto, el cual estaba sentado sobre él, luciendo su excitación mientras se tocaba a sí mismo con una sonrisa picara acariciando su propia virilidad y frotándose de vez en cuando lascivamente contra su estomago, a la vez que profesaba unos cuantos ruiditos provocativos. De repente el niño paso sus manos por los pectorales del macho más crecido, pellizcando levemente la aureolas e ignorando el sonido que este hizo mordió suavemente su cuello, luego acaricio su pecho frotando uno de los botones rozados y erguidos haciéndo lo mismo, a su vez con su compañero él cual se contoneó debajo, gruñendo en la miseria apenas pudiendo contenerse ante del deseo y ansiedad por poseer a su bella pareja, tratando de buscar un alivio a las manos y la piel suave y tentadora, giro su cabeza viendo al azabache abriendo la boca en una "O" perfecta.
El macho tenia la cabellera larga y oscura suelta, cayéndole con profusión entre el cuello hombros y espalda destacando sobre su piel pálida casi reluciente, pero no era esto lo más llamativo ni siquiera los ojos rojos semejante a rubíes que destellaban en los ojos del Uchiha, sino su masculinidad dura y erguida como una roca que reposaba, en las elegantes manos mientras su dueño se masturba de manera lenta provocando olas de lujuria en el alfa quien alternaba su vista entre la bella calidez de un día de verano, o la engañosamente fría belleza de una noche invernal, incapaz de fijar su atención en ninguno de las dos. Gruñendo ante lo que consideraba una exagerada tomadura de pelo, el alfa inquirió con voz extremadamente ronca.
— ¿Se supone que es una especie de tortura o algo? Porque si lo es esta funcionando mi miembro está a punto de explotar.
— ¿En serio?— Comento, desinteresado el macho de pelo oscuro, mirando hacia el lugar nombrado y burlándose brevemente del otro varón al brindarle alivio con una caricia momentánea antes de retirar la mano, sin poder contenerse el licántropo se quejo, su voz cargado de impaciencia en vez de reproche.
—Chupa sangre bastardo y malintencionado ¡Si vas a hacer algo hazlo completo!
—Siento desilusionarte pero no soy un bastardo, naci cientos de años después de que se realizo el matrimonio entre mis padres.
Kakashi lanzo una risa de desesperación, era imposible ganarle al pelinegro cuando se ponía en plan de príncipe de hielo frío e inalcanzable (o como le gustaba decirle a sus espaldas de un maldito desgraciado de irresistible belleza), suprimió un gemido estaba en su límite y esos dos estaban jugando con el uno besuqueando y mordiendo su cara y torso, mientras el otro ponía a prueba su fuerza de voluntad toqueteándolo con un maldito dedo que ardía como si fuera una llama (algo irónico porque el vampiro había bajado a propósito su temperatura corporal) la apertura de su glande o las venas de su miembro las cuales amenazaban a estallar de un momento a otro sino le brindaban algún tipo de alivio ¿Pero porque esta escena le resultaba un poco familiar?
Soltó un quejido de éxtasis al recordar el porqué y concederle toda la razón al rubio, la realidad era mejor que el libro y mil veces más dolorosa, cuando su rubia pareja se volteo para darle una felación con su boca. El macho gruño en la derrota rompiendo las ataduras que lo retenían e introdujo dos dedos en la entrada del ojos azules, para prepararlo adecuadamente y apoderándose del falo de su otro compañero empezó a acariciarlo con aspereza.
—Hn no tienes paciencia.
El peli-plateado gruño en respuesta sorprendido de que su conyugue pudiera hacer otra cosa aparte de quejarse de placer, mientras él apenas podía manejar lo que estaba haciendo en esos momentos sin desconcentrarse y sospechaba que lo mismos sucedía con el zorrito, que al parecer estaba teniendo problemas en ponerse al día, con la imponente virilidad enhiesta y erguida mientras sentía los dedos estrellándose contra su próstata. Unas garras pequeñas y puntiagudas aruñaron los muslos del alfa, quien trato de erguirse para poseer a su pareja de inmediato; pero fue detenido por una mano blanquecina que se poso en uno de sus pectorales y lo retenía con fuerza pero sin aspereza, provocando la indignación del licántropo quien aprovechándose de su voluntad y fuerza monstruosa, agarro sin miramientos al rubio y posicionándolo en los brazos del azabache lo penetro con fuerza cerrando con deleite sus ojos y empezando a embestirlo, luego de unos minutos los abrió lentamente disfrutando los fuertes gritos de placer del Uke que lloriqueaba, ante la inigualable y algo dolorosa sensación de los dos varones tremendamente dotados en su interior.
Kakashi estaba en la gloria su lobo interior totalmente satisfecho ante lo que podía calificarse como hacerle el amor a sus dos parejas suspiro envistiendo más rápidamente las paredes apretando y ciñendo su pene hasta la constricción mientras rozaba la virilidad de su otro compañero estaba en el éxtasis, cuando su mirada se desvió hacia abajo y soltó un gruñido aunque sus sentidos estaban nublados el Uchiha se negaba dejarse llevar completamente, demasiado entregado a su naturaleza controladora, deteniendo sus embestidas con voracidad se inclino besando los labios del azabache para luego lamer el cuello del rubio. Su bestia interior gruñendo con satisfacción al escuchar el sonido, amenazante del vampiro y los movimientos pélvicos que le anunciaron que por fin el peli-negro se había perdido a los placeres de su unión.
—Eres un tonto, estúpido consorte, Naruto se mato planeando un desayuno especial para ti por tu cumpleaños y ahora no puede ni siquiera despertar— El licántropo miro medio adormilado (pero muy satisfecho) al azabache sentado en la cama y luego al rubio exhausto en sus brazos y murmuro sin pena ninguna.
—Acabo de tener uno de los mejores despertares, a los que pueda aspirar un hombre ¡Este sin duda ha sido el mejor cumpleaños que he tenido en mi vida! La comida puede esperar ya que una de mis necesidades básicas fue plenamente satisfecha.
— ¿Desde cuándo el sexo es una necesidad básica?
—Desde que los tengo a ustedes, mi dulce y controversista chupa sangre -Repuso el hombre irguiéndose levemente y dándole un beso en el muslo, a su compañero él cual se echo a reír, y sonriendo el príncipe lobo comento antes de sumirse en su sueño profundo—Ma, ma la próxima vez besare las joyas que descansan entre tus piernas para así gozar de tus risas, estoy feliz de que no sea un privilegio exclusivo de mi bello sol.
El sangre pura abrió los ojos con asombro luego bostezo, el desayuno tendría que esperar ya estaba muy avanzado el día y sólo quería volver a dormir, aparte en el paroxismo de su pasión se acomodo en la cama y para su sorpresa el peli-plateado abrió los ojos de repente y mientras abrazaba fuertemente a Naruto se irguió y deslizándose para su lado coloco un húmedo beso en sus genitales y volvió a dormirse, sin poder contenerse el sorprendido Uchiha comento.
— Hasta dormido eres un pervertido, tú no eres un hombre lobo eres un incubo salido de lo más profundo de los infiernos —Un ronquido fue toda la contestación que obtuvo el vampiro, él cual se acostó y bostezando volvió a dormirse pasarían una pesadilla para limpiar todos los fluidos secos pero estaba bien, las fundas para pene o condones, como prefirió llamarlos su pequeño zorrito (horrorizado ante la poca inventiva de sus tíos a la hora de dar nombres) esperaba funcionaran y si no lo hacían las pociones y un par de viejos hechizos impedirían, por un buen tiempo que luego de rota la maldición ocurriera un embarazo temprano, ninguno de los tres estaba seguro de querer cumplir los sueños de sus tres madres de una docena de niños.