Las cosas no se podían poner peor para el castaño de ojos celestes, ya que Misaki uno de los ángeles más importantes dentro de ministerio de guardianes estaba allí, justo frente a sus ojos un tanto molesto por razones desconocidas.
-Misaki…-pronunció Akihito con temor, deseaba con intensidad que se tratara de una ilusión, que el ojiesmeralda no estuviera en el apartamento.
-oh , Takaba –kun lamento interrumpirte, pero necesito de tu ayuda …-en ese momento se dio cuenta que un hombre junto con una niña observaban con preocupación a su compañero, ¿Pero cómo? Si los ángeles son invisibles a ojos humanos, a no ser que –no puede ser…- buscó los ojos de Akihito –Takaba-kun ¿Tu…tu no habrás?...
Akihito no podía formular oración, era un caso perdido Takahashi lo había descubierto, era cuestión de tiempo para que lo enjuiciaran y le revocaran las alas de guardián celestial, ante la reflexión dejó escapar un suspiro de frustración.
-Misaki, yo…
-¿Por qué rompiste el reglamento Akihito?-gritó Misaki con resentimiento.
-¿Akihito?- la pequeña se dirigió al castaño claro en busca de una respuesta por su extraño comportamiento, debido a que Asami y ella eran incapaces de ver a Misaki.
-¡Suficiente!-el castaño fusco de ojos verdes apretó su mano al mismo tiempo que paralizaba el tiempo –Asami y Miriam quedaron congelados expresando confusión.
-no fue mi intención –murmuró Akihito sin poder verle a la cara.
-Takaba…esto es muy serio –Misaki dejó escapar un suspiro e hizo aparecer un pergamino en blanco –primera infracción, te dejaste ver por dos humanos, segunda infracción, uno de ellos es Asami Ryuichi código HCLD (Humano Con Lazos Demoniacos)
-eso no es… –el acusado intentó interrumpir la actual confirmación de Misaki, que obviamente lo había dejado anonadado ¿Cómo era posible que no se percató de ese hecho?
-no interrumpas Takaba Akihito –continuó -Tercera infracción, descuido de alma, se supone que deberías estar en Hong Kong con Liu Fei Long –las pupilas de Akihito se dilataron.
-Así que esa era la razón de mi calvario –reflexionó ante lo obvio.
-cuarta infracción…entregaste tu cuerpo a un humano –por unos segundos Misaki vacilo, respecto a las próximas palabras. Akihito no era un ángel más del ministerio, si no su primer y quizás único amigo, pero era su deber informar la situación -… Takano Takaba Akihito, yo Misaki Takahashi te declaro reprobado e incapaz de continuar en el puesto actual “guardián celestial”-el pergamino se enrolló y selló de manera automática.
El contexto se vio invadido por el silencio, Akihito no podía creerlo ¿Misaki realmente lo enjuiciaría? además se sentía preocupado ¿Qué diría su padre cuando supiera que reprobó el examen de arcángel? O peor aún, que se había vuelto un caído.
-¿No vas a decir nada Takaba Akihito?-preguntó Misaki ante el paralizado cuerpo de su amigo.
Akihito forzó una sonrisa y dijo –asumiré todas y cada una de las consecuencias que hayan atraído mis actos.
-sabes Akihito, si tú y yo nos enfrentáramos en batalla tendrías todas las de ganar, podrías arrebatarme el pergamino y continuar tu farsa- indicó Misaki.
-no sé de qué hablas, además jamás te enfrentaría, tu estas aquí en representación de Usami Akihiko –era lo que se imaginaba el menor ya que no había otra razón para su presencia.
-…
-Misaki…sé que no vas a creerme pero yo te juro que Asami Ryuichi no tiene ningún trato con espíritus demoniacos -extendió sus alas para partir devuelta al ministerio-además Usami-sama nunca mencionó el nombre del humano que debía proteger, sólo me dio algunas características físicas - …Akihito era consciente de su error, y no pretendía culpar a Usagi pero si deseaba dejar todo en claro.
-¿estas culpando a Usagi-san?-reaccionó Misaki.
-no y mejor ya vámonos, anda toma mi mano…-propuso Akihito dispuesto a enfrentar el castigo que le fuera dado.
……………..Ministerio de protectores celestiales……………
-Usami-sama, deje de huir, esto es muy serio se han detectado movimientos en el inframundo, parece que los ángeles caídos están migrando a la tierra –avisó la pelirroja irritada con la actual actitud que de su jefe.
-no importa Takano sigue aquí, dile que se encargue –continuó su camino por el ministerio en busca de Misaki.
-imposible, Takano-san está investigando los métodos que intentaran usar esos traidores.
-lo siento Aikawa pero como veras yo también estoy ocupado –prosiguió su trayecto.
-Usami-sama, lo siento mucho –tomó con fuerza el brazo del peliplata y lo arrastro de regreso a su oficina.
-¡¡¡MISAKI!!!-exigió la presencia de su angelito.
………………………………Tierra (Tokio, departamento Asami ) ………………………………
-¿Por qué?-preguntó el ojiesmeralda .
-¿Eh?, pues ya sabes a mi “juicio”-confirmó el ya resignado castaño.
-imposible –sonrió al mismo tiempo que le lanzaba el papiro –yo no soy mensajero, si Usagi-san quiere saber de ti, pues que venga él.
Takaba correspondió su sonrisa y guardo el royo.
-…gracias Misaki.
-no te confundas Akihito, en cuanto Usagi-san baje ese pergamino tiene la orden de acudir a él –Takaba palideció ¿No se suponía que le ayudaría?-las palabras que dicte no desaparecerán, sin embargo cuenta con un apartado especial que será llenado a partir de este momento –extendió su mano hacia el ojiceleste –voy a ayudarte, así cuando Usagi revise el reporte no será tan severo y tal vez se apiade de ti. .
-no sé qué decir Misaki, gracias estoy en deuda contigo –recordó –por cierto ¿A qué te referías cuando dijiste que necesitabas mi ayuda?
-ah, eso, es una tontería…-le fue imposible aparentar tranquilidad ya que recordó lo triste que se sentía a causa de Akihiko.
-confía en mí –pidió Akihito –estas arriesgando mucho por mí, y si hay algo que yo pueda hacer a tu favor, lo haré con gusto.
-…Akihito –sabía que no me equivocaba al darte una segunda oportunidad –quería preguntarte-sus mejillas comenzaron a tornarse de color rojo –bueno, tú ya sabes que yo y Usagi, él y yo, yo y el, él y yo…
-tranquilo, estoy enterado de tu relación con Usami-sama –palmeó el hombro de Misaki -¿Qué es exactamente lo que quieres saber?
Después de una pequeña plática Akihito llegó a la conclusión que si Misaki deseaba demostrar su fuerza verdadera a Usami-sama y dejarle en claro que era autosuficiente tenía que cumplir un reto ¿Pero cuál?
-¿Qué será bueno?...
-no te preocupes Akihito estoy seguro que algo se te ocurrirá, ahora –fijo su mirada en Asami y Miriam –repararé el encantamiento por ti –al chasquear sus dedos consiguió regresar la invisibilidad a su compañero, pero los recuerdos eran un aspecto que requería mayor poder y si intentaba borrar a Takaba de la mente de Asami, su energía bajaría a 0 y tendría que volver al cielo.
-¿Akihito dónde estás?-el tiempo volvió a correr y Asami era incapaz de ver a su pequeño castaño, que estaba justo frente a él con una expresión de inmensurable aflicción.
-las relaciones entre ángeles y humanos están prohibidas –comentó Misaki al notar el inconfundible amor que brotaba en Akihito.
Observó cómo su compañero removía una pluma de sus imponentes alas –Akihito recuerda que todas la acciones que ejecutes serán registradas en el pergamino –intentó detenerlo, pero era imposible Takaba no soportaba ser invisible para Asami.
Colocó la pluma en la mano del yakuza y así fue capaz de verle no solo a él, sino también a Misaki y cualquier ser espiritual que se apareciera.
-Akihito –el pelinegro abrazó a su pequeño y visualizó con desconfianza a Misaki.
-hola, mi nombre es Takahashi Misaki.
-¿Por qué estás aquí? , Akihito me pertenece y no pienso regresártelo.
-humanos, se creen dueños del aire que respiran, Akihito al igual que yo es un ser de luz y no puede pertenecer a un ente efímero como tú –explicó sin miedo alguno.
-Asami-sama ¿Con quién habla?, ¿Dónde está Aki-nii?-interrogó la olvidada rubia –Akihito sonrió y acaricio los sedosos cabellos de Miriam para después depositar un beso en su frente que la ayudaría a dormir.
-Misaki tiene razón, tú no ere mi dueño…pero quería que tuvieras algo mío antes de despedirnos.
-¿De qué hablas?- Asami comenzaba a preocuparse, nunca había visto a Takaba tan serio.
-tu alma es impura debido al contrato existente con un demonio, tú no tienes permitido un protector celestial…por eso no podías creer en mi cuando te lo confesé –Misaki quedó impactado, Akihito sí que había hecho un montón de locuras –aun así no tuviste el valor de advertirme, que estaba con la persona equivocada. Asami, no creo que nos volvamos a ver nunca, porque mi protegido está muy lejos de aquí y mi deber es permanecer a su lado…
-no voy a dejarte ir –amenazó el pelinegro.
…
- vaya cuanta intensidad, ¿No han pensado en ser actores de telenovela?, se de buena fuente que pagan bien -resonó la voz de un joven que hablaba con descaro y burla.
De inmediato apareció un chico de vestimenta obscura, castaño de ojos igualmente verdes y tez blanca.
-¿Otro ángel?-preguntó Asami.
-No –contestó Misaki con desdén.
-ja , si quisiera ser presentado como una gallina blanca e inútil como estos dos , vestiría más lúcido ¿No cree Asami Ryuichi? –Akihito se sobresaltó al escuchar el nombre de su amante en boca de un caído, pero después recordó los tratos de su yakuza y le restó importancia.
-¿Quién eres?-interrogó Akihito atrayendo la mirada del traidor.
Onodera lo observo cuidadosamente comparando sus rasgos con los de su madre, sus mismos ojos, su cabello, prácticamente era como si Nai-chan hubiera regresado para atormentarlo.
–…voy a matarte –hizo aparecer un látigo que inmediatamente se enredó en el cuello de Takaba haciendo que este llevara sus manos hacía dicho objeto intentado aflojar el nudo, Onodera no desperdicio tiempo y levantó vuelo arrastrando consigo al hijo de Takano.
-¡Akihito!-gritaron a una voz.
-ni se te ocurra involucrar más criaturas del averno –ordenó a Ryuichi para después orbitar en busca de Akihito.
…………….
-vaya que eres un debilucho, mírate ni siquiera has podido aflojar mi látigo, ¿En serio eres hijo de Takano Masamune?-se burlaba descaradamente.
-eso no te importa –de sus manos liberó una luz blanca que reventó el látigo de Onodera dejándose caer para así poder extender sus alas.
-oh, por fin demuestras fuerza.
Tanto Onodera como Takaba dejaban escapar energía destructiva de sus palmas esperando acabar con el otro, pero era muy difícil ya que los dos poseían un poder similar. Finalmente un rayo disparado por Akihito rozó el hombro de Ritsu y lo hizo descender.
-esto no es nada, voy a acabar contigo de una vez por todas –amenazó al ojiceleste.
-¿De qué rayos hablas?, yo ni siquiera te conozco, no te he hecho ningún mal –se defendió ignorando la base de odio que manipula a Ritsu.
-eres hijo de Takano Masamune ¿No es así?
-sí, ¿Cuál es el problema?
-tu existencia –volvieron a la riña esta vez terrestre.
-¿Sabes? , mi padre siempre me provoca problemas, así que por qué no lo buscas y…
-Akihito –gritó Misaki a lo lejos desconcentrando al castaño quien recibió tremendo puñetazo.
-si quisiera hablar con Takano ya lo habría buscado –le dijo fríamente –lo odio y te odio a ti, por eso te destruiré, acepta tu destino y deja de existir –concentró energía obscura en la palma de su mano con intenciones de eliminar toda existencia que uniera la sangre de Takano con la de Nai-chan.
Akihito quedo inmóvil, el odio que percibía dentro de Onodera era tan abrumador que le impedía huir.
-Akihito –Misaki se desesperó y lanzó energía en contra de Onodera, pero era demasiado inestable y apenas logró quemar la gabardina negra que vestía.
-Misaki Takahashi, un pobre ángel sin alas –recordó su rostro ya que Misaki era muy popular en el infierno por haber frustrado los planes de Haitani – ¿Sabes Akihito?, tenía pensado eliminarte primero, pero creo que será más divertido acabar con tu débil e inútil compañero. Sólo un retrasado metal sacrifica sus alas por amor, permíteme ser quien acaba contigo Misaki Takahashi –dijo mientras liberaba una gran cantidad de energía destructiva en dirección a Misaki.
-…Usagi-san, ayúdame…
Continuará