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CERCA DEL CIELO por hermanas yaoi

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Notas del capitulo:

Ya ven como si me acuerdo de este fic y de las escasas pero fieles y hermosas lectoras que me acompañan, por supuesto, tengo buenas y malas noticias, la buena  es que-viva, actualice, y la mala-esto ya pronto se terminará, a dos capítulos más.

Claro, espero no demorar demasiado, eso espero, lo que pasó fue que perdí la inspiración, no se me ocurría nada, de nada de nadita, pero ya mejor me callo , ósease dejo de escribir y nos vamos a leer.

……………………………………………

 

Mientras Onodera y Akihito se encontraban cautivos  a causa de  sus propios rencores por una prisión invocada, Asami y Misaki no sabían que hacer. Misma controversia que Sudou aprovecho y escapó.

-por eso te dije que no involucraras  demonios-reclamó Misaki con recelo a Kuroda, espíritu obscuro que se encontraba al servicio de Asami desde hace 20 años.

Lo que había sucedido con Takahashi  después que Akihito le pidió que huyera fue, que se encontró con Kuroda, y Asami mismo que le exigió saber el paradero de Aki, por esa razón el castaño ofusco también había vuelto.

Aunque al yakuza le importaba poco lo que dijera o pensara Misaki, si le preocupaba el hecho que hubiese desparecido junto al otro individuo.

-Kuroda, dijiste que los ángeles eran inmunes-volteó a ver al demonio, que en realidad no contaba con una respuesta, él tampoco se explicaba por qué o cómo un ángel podía guardar odio en su alma, que activara la prisión del pecado.

-lo siento Asami-sama, pero al parecer ese ángel tenía una alma impura y por eso también fue arrastrado. Es algo sumamente difícil adivinar cuando  un ser de luz, es realmente un espíritu blanco. Lo siento mucho.

-con sentirlo no ayudas, reviértelo, regrésame a Takaba-desesperó el pelinegro con ojos amenazantes, lo que sorprendió a Misaki, pero él al igual que Kuroda era consiente  que el odio era un sentimiento poderoso, y que no había manera de regresar a Akihito.

-Takaba-kun no regresara. La única forma de que él retorne es desde adentro-Asami expresó su semblante de incomprensión, por lo que Misaki puntualizó-Akihito  tiene que destruir esa cárcel por dentro, liberar su corazón del rencor, y eso…es muy difícil no sólo para los humanos, sino para cualquier ser vivo, es imposible brindar un perdón sincero, porque eso significa olvidar y aceptar, y para empezar no tengo ni la menor idea de que pueda atormentar a Takaba- el ojiesmeralda prosiguió la explicación -ahora que Akihito a desaparecido, me corresponde regresar al cielo y dar parte a su padr...

-tú te quedas-ordenó Asami con desprecio-hasta que Akihito regrese tú te quedarás conmigo-y un chasqueo de dedos bastó para que Kuroda esposara a Misaki con un metal negro.

-estás loco, no sabes lo que haces, esto  puede provocar una guerra, Usami Akihiko es un arcángel tan temido como respetado, además el padre de Akihito también formó parte de la milicia celestial, así que déjenme ir-insistía Misaki preocupado por los planes que el humano y demonio pudiesen idear.

-a mí no me importa si el padre de Akihito es el mismo Kami-sama, o quien rayos sea tu novio, pero si te advierto que si Akihito no vuelve, te mato.

-¿EHHHH?

La situación para el ángel sin alas se tornaba complicada, ya que su fuerza era insuficiente para combatir contra el demonio que estaba al servicio de Asami, y aunque lo intentara, tenía todas la de perder.

………………………………………..

Dolido por la supuesta muerte de su hija, Mikhail decidió recurrir a  Fei Long para que le ayudara a deshacerse de Asami de una vez por todas, si bien era cierto que ellos tres habían sido grandes amigos tiempo atrás, pero todo aquello se vio arruinado por un triángulo amoroso, y la muerte de Hiroki Kamijou  el medio hermano menor  de Asami, cuya vida fue arrebatada por el mismo Mikhail, cuando accidentalmente le dio un tiro en la frente durante una operación riesgosa de sus fraudulentos negocios, además de que cuando Ryuichi iba a cobrarle aquel asesinato, Fei Long salió a su defensa y aunque era el amante formal  de Asami decidió exponer su gran amor por Arbatov, de quien a causa del descuido de Asami se había enamorad profundamente.

Asami decidió perdonarlo, por esa exclusiva ocasión  dejando de  lado sus acuerdos y convenios, rompiendo lazos de negocios. Lo que  más tarde desencadeno una guerra de mafias.

Lo que el ruso ignoraba y ni siquiera imaginaba era que Fei Long, el pelilargo a quien dejó por unos años  estaba siendo poseído por un demonio vengativo y  ambicioso. Haitani.

-Así que Asami Ryuichi mato a tu hija-rectificó Fei ante los hechos narrados  de Mikhail, en realidad el nombre Asami era conocido por los demonios y caídos ya que tenía un contrato de alma muy importante con uno de los generales del averno, el poderoso y temible, Kuroda Shinji.

-sé que en el pasado yo le cause mucho daño, pero ¡Fui yo!, no mi hija, Miriam era inocente, y el acabó con su vida. Fei, ignoro tus sentimientos hacia él, o…hacia mí, pero, ayúdame.

El cuerpo del pelinegro que ocultaba a Haitani, pensó detenidamente el asunto, pues sabía que cuando existía un contrato demoniaco de promedio las cosas se complicaban, sin embargo también podían resultar provechosa pues, bien  le hacían un favor al ser obscuro  acabando con el humano acelerando el proceso natural de la vida  y acortándole  tiempo de servicio desperdiciado al lado de un  inútil hombre, al mismo tiempo que se ganaba  la amistad del espíritu.

-muy bien Mikhail, mañana mismo terminaremos con la vida de Ryuichi, vengaremos a tu hija…pero antes necesito que firmes algo para mí-por supuesto. Como demonio no desaprovecharía un alma que arrastrar al infierno, pues haciéndolo firmar cualquier contrato con una pluma especial, lo que entregaba era su esencia humana, Mikhail no lo sabía, así que sin preámbulos firmó feliz de saber que acabaría con Asami, sin sospechar  que le estaba vendiendo el alma al diablo.

En cuanto terminó de atenderlo, llegó a la oficina el herido y ofuscado caído, Sudou.

-Haitani-sama, Onodera y el otro ángel, fueron eliminados por Shinji-comunicó haciendo una reverencia.

-¿Qué dijiste?-reaccionó molesto, pues sin Takaba, los experimentos y oportunidades de encontrar al ángel  puro de corazón para abrir las puertas no sólo del purgatorio, sino también del infierno se perdían, Pero más importante ¿Por qué?, ¿Por qué a Onodera?, ¿Y por qué Shinji?

-Tranquilícese señor, junto con el hijo de Takano había otro ángel, podemos  experimentar con él, no debemos  rendirnos a tan cerca de nuestros objetivos-señaló Sudou con valor.

-carajo, el problema es que el tiempo se acorta, uno de los arcángeles que cuida el cielo del sureste se enfrentó a Sagaki y le arrebató las escrituras que Ijuuo nos había conseguido, ellos ya deben sospechar algo, lo que significa que si para mañana no tenemos esa alma pura, nuestro planes…de cualquier manera, escucha, en realidad no importa si Onodera está o no  con nosotros, llamaré a un mafioso con el que acabo de hacer un contrato, aun no estoy seguro de por qué Shinji o cómo es que él está involucrado, como sirviente no puede andar por allí haciendo de las suyas, algo me dice que ese humano, Asami Ryuichi está involucrado-pero Sudou no comprendía al cien por ciento lo que Haitani  decía-de igual manera adelantaré los planes y espero que para mañana este muerto, así quizás incluso Kuroda pueda sernos de utilidad. Ahora mismo la prioridad es, obtener a ese otro ángel, cueste lo que cueste.

-si  Haitani-sama, aunque, para serle sincero si por alguna razón tuviéramos  que enfrentar a Kuroda, no creo poder solo, por favor déjeme contactar a Ijuuo, él nos ha estado sirviendo como espía desde arriba, y creo que ahora lo necesitamos con nosotros.

-¿Ijuuo?, podría ser, aunque…te advierto que debes  tener mucho cuidado, y no precisamente de Kuroda, sino de él, ese tipo es demasiado perverso, mató a su propia compañera de escuadrón durante la primera guerra de purgatorio, esto no lo sabía ni Ritsu, pero ella era Nai, la esposa de Takano, en ocasiones siento que ese Ritsu simplemente se pasó a nuestro lado por equivocación, me provoca lastima, por eso no siento demasiado su partida. Pero Ijuuo, ese tío me provoca asco, por lo perverso que es.

-¿Ijuuo? ¿Tan peligroso es? ¿Creí que usted era más fuerte?-admitió con sorpresa Sudou.

-ahora mismo, y con este frágil cuerpo,  no, pero una vez que logre recuperar mi cuerpo de las profundidades del infierno, seré nuevamente el más poderoso, más que Ijuuo, incluso más que Kuroda.

Ya que cuando Usagi  lo derrotó, hace tanto, sello en su anatomía un especie de cerrojo, separando su cuerpo del alma, si es que tenía, por ese mismo motivo Haitani odiaba a Takano, Misaki y Usami, añorando con desesperación su propio cuerpo, pues estaba harto de utilizar títeres inútiles, con la sola y no tan especial habilidad de posesión de cuerpo, cualquier demonio o ángel podía utilizarlo, una letra, inicial del nombre del demonio  escrita con sangre en la piel a contener, bastaba para convertir a ese humano en suyo.

-No se preocupe Haitani-sama, lo lograremos, sólo tenemos que encontrar a ese ángel-volvió a comentar el rubio, más seguro de que así seria.

 

………………………………………..

 

-¿Cazando ángeles?-interrogó el arcángel del suroeste en la reunión de emergencia que había convocado Aikawa después de escuchar el descubrimiento de  Yokozawa y Takano.

-así es Nawaki-san-respondió con pesar, ya no había duda alguna, más de treinta  ángeles desaparecidos, desde hace más de cincuenta  años  y ahora sabían el porqué.

 Que cruel, pensaban todos, como era posible que ellos fueran tan brutales con quienes alguna vez fueron sus semejantes, pero ahora sabían sus motivos y tenían que tomar medidas.

-extinción- dijo seguro de si Yukina, el arcángel del este que percibía una destrucción masiva e inevitable de no eliminarlos.

Toda la sala  enmudeció, muchos incluyendo a  Takano, no estaban seguros de que fuera la mejor decisión,  pero al carecer de información, y más importante, de avances por párete de los enemigos, desaparecerlos, realmente sonaba a ser  la única opción.

Uno a uno los arcángeles, contando al preocupado peliplata alzaron las alas a favor de dicha solución.

Una vez llegados al acuerdo, la reunión se dio por finalizada, pero aún tenía que descender a la tierra a cumplir esa misión de muerte. Aunque no les agradara mancharse las manos.

-Takano, Hey Masamune-llamó Usagi al distraído azabache.

-Akihiko, ¿Qué es lo que quieres?-interrogó rápidamente, ya que no tenían tiempo que perder en pláticas fraternales, pero eso le importaba poco al ojilila a quien le habían notificado que su Misaki se encontraba en la tierra, por ello Usagi estaba con el alma en un hilo, incapaz de ir a buscarlo, porque Aikawa  no le quitaba los ojos ni un segundo.

-¿Cómo dices?, no puedo creer que Takahashi se encuentre abajo, pero no te preocupes, seguramente se sabrá defender-animó  sin causar efecto alguno al  otro.

-Escucha Masamune, sé que tu también tienes miedo de que algo le suceda a tu hijo, yo, yo puedo cubrirte aquí mientras tú vas por ambos- Obviamente la idea de Usagi desconcertó a Takano, sin embargo, era evidente que estaba desesperado, y que por ese motivo acudía a él.

-…Akihiko, como arcángeles y jefes de ministerio es nuestra obligación permanecer aquí hasta que se nos ordene, no podemos simplemente irnos, o irme-admitió con tristeza-que más quisiera que ir y asegurarme que Aki está a salvo, pero…

-puedes, además, Misaki, él jamás se iría sin una razón, o sin decirme nada, por favor Takano-continuó pidiendo, casi implorando-nadie notará que te fuiste, porque yo te cubriré en todo momento, incluso soy capaz de suplantarte, así que, carajo, ¡Que tu hijo no te importa!

Pero Takano seguía en pausa, no sabía qué hacer, si desobedecer órdenes directas de sus superiores o cumplir con su deseo de padre de proteger a  Takaba   y ayudar a su amigo.

…………………………………………………………..

 

Akihito no podía entender el motivo de su cautivo, era un ángel y sin embargo se encontraba encerrado junto a ese otro ser, que no hacía más que molestarlo y burlarse de su desdicha.

-quieres callarte, en lugar de fastidiar deberías ayudarme a buscar una salida, no creo que te quieras quedar aquí para siempre ¿O sí?-reclamó el ojiceleste a Ritsu pero, él sabía que no existía manera de escapar, estaban condenados.

-¿Sabes?, hubiera preferido ser arrastrado solo para no tener que estar escuchándote, eres bastante   ruidoso, ¿No te lo han dicho?-discutió  Onodera.

Ciertamente el ojiesmeralda ya se había hecho a la idea de no volver a ver la luz del sol, aunque tampoco era como si deseara  disfrutar de su belleza.

-di lo que quieras, yo me marcharé-expuso Akihito decidido a irse, pues pensaba en Asami y Misaki, conocía al pelinegro y temía que tomara represarías en contra de su amigo, además también quería ayudar a Fei Long, pues sabia, por los llamados que estaba padeciendo una gran pena.

Sin más, desenvolvió sus alas y con una mirada feroz  alzó  vuelo pero, antes de poder alcanzar un especia de aro resplandeciente que intuía era el portal de regreso a la tierra una fuerte descarga eléctrica atormento su cuerpo haciéndolo caer al suelo.

Ahora empezaba a comprender mejor el término cárcel.

-uh, eso debió haber dolido… ¿Qué no te lo dije? Nunca saldremos de este lugar, es una prisión.

Las frías palabras de Ritsu lograron convencer a Takaba de que no se trataba de un juego, ¿Ellos realmente jamás lograrían volver?…Akihito sintió una oleada de desesperación al imaginarse que no vería nunca más a su yakuza y optó por intentarlo otra vez, ascendiendo con mayor velocidad, obteniendo el mismo resultado, pero no se daba por vencido, intentó e intentó, hasta quedar inconsciente.

Onodera no podía dejar de verlo sin preguntarse ¿Por qué Rayos no se detenía? Si sabía que las descargas eran sumamente dolorosas y que no había forma de alcanzar la salida. Tenía que estar mal de la cabeza, fue su deducción y levantó  vuelo en dirección a donde se encontraba  abatido su ahora compañero de condena.

-…Takano Takaba Akihito…-nombró al verlo con las ropas quemadas y cabellos despeinados, inconsciente, inútil, frágil e indefenso.  Onodera  se abalanzó a él con intenciones de estrangularlo, sus manos temblaban, pero tenía frente a él la  valiosa oportunidad de cobrarle a Takano su rechazó, y no pensaba dejarla escapar.

-…yo…tengo…que volver…-murmuró  Akihito entre sueños causándole remordimiento a Ritsu, quien se sintió incapaz de tomar su vida.

-deja de flojear niño, ¿No querías salir de aquí?, porque te advierto que así no lo lograras.

-…lo intentare otra vez-respondió Akihito-Lo intentaré las veces que sean necesarias, no me importa morir, tengo que regresar con Asami- aseguró buscando levantarse, pero al carecer de fuerzas cayó de rodillas frente a Ritsu.

-…eres patético…-admitió el ojiesmeralda viéndolo desde arriba.

Al escuchar tal verdad Akihito sintió ganas de llorar, estaba desesperado y no encontraba ninguna salida, no quería terminar si, prefería morir luchando por su libertad  a  no hacer nada, pero su cuerpo ya no le respondía.

-¡Carajo!, no me quedare a aquí para siempre escuchaste, saldré, porque tengo motivos, personas allá fuera esperan por mí-gritó con todas sus fuerzas desahogando sus  razones.

-… lástima que estas corrompido  de odio, sino serias el  ángel que Haitani busca-dijo con cinismo-…descansa y cuando te sientas mejor te ayudare a escapar-su tono era otro, le hablaba con agrado, ya que tantas tonterías dichas y practicadas por Takaba le había causado y recordado el sentimiento de  compasión.

-¿Quién eres tú? ¿Qué es lo que quieres?, ¿Por qué secuestras ángeles?  Y ¿Quién ese tal Haitani?-comenzó a interrogar Akihito con desconfianza, pues recordó que Misaki se había quedado con el otro agresor.

-…en realidad ya me  da igual si lo sabes o no, Mi nombre es Onodera Ritsu y…-reflexionó- te resultará bastante gracioso cuando lo sepas- pero Akihito no parecía nada divertido-…si tu no participaste, no lo sabrás pero, hace años se llevó a cabo una guerra.

-¿La del purgatorio?-interrumpió el ojiceleste.

-si esa…-continuó-como todo mundo sabe, el cielo ganó porque uno de los generales del inframundo  murió  y el otro fue abatido por los grandes y magníficos arcángeles de guerra, Usami y Takano, con la participación de…tu amiguito, Misaki Takahashi, un chico que sacrifico sus alas por amor, que estupidez.

-¿A qué quieres llegar? Explícate-exigió Aki.

Onodera prosiguió y le relató sin remordimiento alguno  el plan del general Haitani y su deseo por abrir la puerta no solo del purgatorio, sino también la del mismo infierno y tierra, de tal forma que todas las almas se mezclaran, humanos muertos, vivos, seres obscuros y de luz, con el fin de efectuar otra batalla pero fijada en la tierra.

Agregando que para ello tenían que encontrar un ángel que valiera como sacrificio cuya sangre fuerte y pura sirviera como llave para abrir los portales del infierno y demás sitios, especificando que por tal motivo el ya no contaba como candidato, en vista de que  su alma demostraba no ser tan blanca, por lo que seguramente Sudou, su compañero capturaría a Takahashi, y que realmente esperaban que su sangre  funcionara porque desde hace años  se habían estado equivocando, matando ángeles inútilmente.

-estás jugando verdad-comentó el palidecido Akihito- ¿cómo fue que te prestaste a todo eso? –dijo asqueado de escuchar tantas barbaridades sin notar en su cara arrepentimiento.

-…en realidad no me importa, y no espero que alguien como tú lo entienda…yo sólo los ayude porque no tenía nada mejor que hacer y me pareció interesante ver hasta donde podían llegar, como hace un momento contigo, fue entretenido verte subir y bajar intentando alcanzar el portal de regreso-expresó con descaro disimulando  una sonrisa.

-¿pero qué fue lo que te pasó para que actúes así? ¿Es que no piensas en los demás?-preguntó Akihito con tristeza al percibir la inmensa soledad y amargura de Ritsu.

-ja, es extraño que lo preguntes ¿sabes?, porque justamente el preocupárteme por una persona fue lo que me causó  el color negro en las alas.

-¿Cómo?- vociferó con duda.

-¿Realmente quieres saberlo?, porque te adelanto que no es una historia para nada linda y  mucho menos motivadora-advirtió a lo que Akihito asintió con la cabeza.

-bien…

Con voz firme y una sombra en la mirada Onodera decidió abrir viejas heridas  y platicarle al ojiceleste su desafortunada vida.

-todo esto fue a muy poco que sucediera la declaración de guerra por parte del infierno. Yo solía ser del mismo cielo que tú, la área oeste, de hecho tal vez tú padre no lo recuerde pero me desempeñaba bajo sus órdenes, para mí el velar por las almas humanas  era lo que me mantenía “vivo”, se podría decir, nunca tuve una ilusión que seguir a parte del trabajo…-pausó recordando lo difícil que le había resultado trabajar con Takano queriéndolo en silencio por tanto tiempo-en fin, Masamune me encomendó una última persona, a pesar de que yo había solicitado un cambio de cielo, pero él insistió en que un último trabajo no me mataría, porque los humanos eran tan efímeros, que en un pestañar ya lo estaría acompañando a los laureles…

Y como Ritsu estaba enamorado de Takano, no pudo negarse, quería terminar rápidamente la tarea  para irse, pues no soportaba ver a Masamune   feliz al lado de  Nai-chan y su hijo. La familia perfecta.

-Una vez que sellamos todos los papeles de cambio me despedí de él, acordando que en cuanto terminara la misión me dirigiría al cielo del sur directamente pero, las cosas no sucedieron como esperaba…

-El alma a cuidar era la de una preciosa niña, castaña, de ojos  marrón, una serafina encarnada que había bajado a la tierra a llenar de gozo una familia humilde en Asia, An-chan.

Ella  era verdaderamente una flor en invierno, ¿sabes por qué?-Akihito quien escuchaba atentamente negó  moviendo su cabeza de lado a lado- porque su vida no era para nada la de una princesa, a ella le fascinaban los cuentos de fantasía que su madre le contaba todas las noches, a pesar de que carecían de muchas comodidades que hasta las personas más pobres merecían, eran felices, su padre trabajaba duro en una fábrica las 24 horas del día  para  que ella ingresara al colegio…cuando, su madre enfermo de cáncer, fue lamentable debido a que el diagnóstico catastrófico revelo su estado desahuciado, estaba invadida, y a los pocos meses falleció dejando a su hija de tan solo 6 años.

- fue la primera vez que me pregunté ¿Por qué la gente buena muere antes que la mala?…sin embargo An-chan no se derrumbó y con una sonrisa enfrento el injusto destino, no hace falta decir que  su fortaleza me inspiró y hechizó,  entonces  ella se volvió especial para mí, dejé de verla como a mi protegida, y sentí por ella no sé si amor o cariño.

 Su padre aunque desgastado por el sufrimiento de haber perdido a su esposa no se quedó estancado y continuó trabajando, pero no podía dejar de preocuparse por An, era consciente de que no estaba bien dejar a una pequeña sola en casa, por lo que unos meses más tarde se buscó otra pareja, Melisa, una encantadora mujer a ojos de su pretendiente, pero demasiado cruel con An, otro cuestionamiento me aturdió ¿Cómo era posible que los humanos distinguieran entre lo malo y bueno, pero no la verdad de la mentira?

Durante ese inverno que se había convertido la vida de una inocente niña nevó, al recibir la noticia a un año de la muerte de su madre, que su padre había sufrido un accidente y también había muerto a bordo de un autobús que lo transportaba de regreso  a casa, el cual se había quedado sin frenos estampándose contra un muro.

Esa noticia fue demasiado para la pequeña, y aunque lloraba y lloraba cada noche un poco menos, yo sentía que su dolor incrementaba, entonces aunque Melisa, su madrastra intentó deshacerse de ella no fue posible, debido a reglas que la nación marcaba, ella se volvió su tutora.

Era joven así que no tardo demasiado en encontrar otra pareja, aunque An-chan  ya era mayor, tenía 12 años, y yo sentía como que apenas ese flor, mejor dicho botón comenzaría a florecer, me dije, kami-sama por fin le dará la felicidad que añora, pero no sucedió, nunca ingreso a un colegio y además era maltratada por su padrastro un tipo de lo más vulgar y sucio que no hacía más que maldecirla y humillarla, y como su madrastra no quería problemas, ni se metía.

Yo, simplemente no comprendía por qué Dios la castigaba, ¿Era acaso que había hecho algo mal? ¿Yo como guardián o ella como humana?

Un día en el que Melisa no se encontraba y An.-chan se estaba bañando, el tipo entró a su habitación ahogado de borracho,  lo que no me sorprendió porque era alcohólico, pero lo gracioso fue que yo un ser invisible me asuste de él, me aterrorizó ver como obligaba a An-chan a tener relaciones sexuales, él quería violarla.

-¿Intercediste?-interrumpió Akihito viendo como Onodera levantaba los ojos para fijarlos a las  pupilas de este.

-hice más que eso, yo lo mate…era perfectamente consciente del reglamento  que  como ángeles estamos obligados a seguir pero, no lo pensé dos veces, me importo poco el que estuviera haciendo añicos ésas normas, en ese instante rompí algunas de las más importantes, primero, involucrarme con el alma a cuidar, segunda presentarme ante ellos y tercera y más importante, quietarle la vida a un humano, ya que el código estipula -Los humanos solo serán castigados  por Kami-sama y enjuiciados por arcángeles, es decir que yo no tenía motivos que valieran por mis acciones.

Simplemente me presente, ellos me miraron con asombro y en menos de un segundo aparecí mi espada, forjada para eliminar demonios y traspasé su pútrido corazón, la sangre brotó de su cuerpo como el  agua que expulsa una fuente, terminando  con su vida, así como así, marcándome de inmediato, mis alas se tiñeron de un obscuro anochecer  haciendo visible ante todo el me viera la señal del pecado cometido, me había convertido en un asesino.

Esa tarde me di cuenta de alguna verdades, primero que Dios no es más que una estrella en el horizonte que a veces te ilumina y otras veces te deja en las penumbras, que los humanos eran estúpidos y que yo…yo no era más que un simple títere en manos de un maldito ministerio que no servía de nada, acéptalo, alguien que no se ve, que no se escucha, no puede hacer nada por ti, eso somos Takaba, los humanos no nos necesitan, y cuando realmente hacemos algo por ellos sólo empeoramos las cosas.

-¿De qué hablas?, ¿Qué paso con An-chan?-preguntó con intriga s el castaño.

-…solo lo empeoramos, yo me desvanecí y borré la memoria de An, después cuando la mujer volvió y vio todo, An fue…llevada a un centro correccional, en donde vivió el mismísimo infierno por mi culpa -omitiendo todo detalle-hasta que ella misma…acabó con su vida.

-¿Por qué no la detuviste?-expuso Takaba en voz quebradiza pues nunca se imaginó la triste historia de Onodera.

-porque los caídos tiene varias desventajas, una es ser invisibles para toda su existencia, aunque quise interrumpirla no pude…pero como dicen, todo en la vida tiene un aprendizaje, también abrí los ojos respecto a mi…no me arrepiento de haber matado a ese demonio disfrazado de humano, pero acepto que me dolió mucho el que ella no supiera apreciar mi sacrificio, después de varios años …-levantó su rostro a lo alto vislumbrando el portal de regreso-perdí todo interés en la vida, se volvió aburrida y sin sentido, creo que perdí el deseo por seguir, y me dedique a herrar por el infierno y tierra viendo lo que los seres vivos hacían, nacían y morían, siempre lo mismo, y los demonios odiaban y maldecían a los ángeles, nunca cambiaba.

Hasta que un día caí en cuenta por Sudou, el rubio que intento marte, que nadie, absolutamente nadie en el infierno, tierra y cielo me necesitaba o quería, que no era más que un fantasma. Después de eso me invitó a sumarme al segundo intento de guerra y me pareció divertido, aunque jamás mate o secuestré un ángel, espetó a ti.

 

No mentía, y Akihito lo sabía, podía sentirlo claramente, pero aun así no tenía palabras de re confortamiento, no sabía como consolarlo o que decirle.

-…yo…no-intentó decir.

-mejor cállate,  como dije, no espero que alguien como tú, un angelito novato que tiene a su padre y medre comprenda este asunto, si te lo dije no fue porque quisiera que sintieras lastima, fue…porque quiero que medites el ir a buscar a Fei Long-Onodera sabía que Fei era Haitani y no quería que Akihito fuera tan tonto como para morir en manos de ese sádico. Por otro lado ignoraba al no estar presente, que su madre había sucumbido durante la guerra y que Takano estaba solo, además de que él lo creía de igual manera muerto en batalla, debido a su acuerdo de no volverse a ver.

-…en realidad temo que no eres el único que ha pasado por cielos nublado Ritsu-kun-le llamó respetuoso-mi madre de hecho murió en la guerra del purgatorio y bueno mi padre-meditó su separación que ahora no sabía por qué resentía y se arrepentía-no lo veo mucho y tampoco me llevo bien con él-agregó levantándose.

-¿Qué, cómo que Nai está muerta?-reaccionó de inmediato.

-¿Conociste a mi madre?-preguntó Aki.

-algo así, digamos que por su culpa tampoco pude tener algo que deseaba, y en vista de que se murió-cortó al darse cuenta que su comentario podía lastimar a Takaba-olvídalo, ya no importa, sólo tenemos que ver la forma de que salgas de aquí-especificó con un  nuevo tono de antipatía.

-…Onodera-kun-pidió la atención del ojiesmeralda- tu vida realmente fue horrible-reflexionó sorprendiendo al castaño.

-eso no ayuda ¿sabes?-se burló restándole importancia.

-pero, creo que si pudiste soportar todo eso, tu puedes superar a  An-chan y encontrar  una solución, cortar con la soledad y reivindicarte, no fuiste un mal guardián y pienso que si te llevamos a una corte, los arcángeles podrían darte una oportunidad - tomando en cuenta el apoyo de du papa y Usagi-por favor ayúdame a detener a ese general Haitani o como se llame, esto no está bien, y lo sabes-rogó Akihito esperando que accediera.

-No estoy interesado, gracias.-concluyó Onodera-además mírate, míranos, estamos e-n-c-e-r-r-a-d-o-s, y no saldremos en un rato-se volteó dándole la espalda para que no viese su semblante de duda.

-…entiendo…aunque, tengo que agradecerte-frase que hizo voltear a Ritsu con desentendimiento-…creo que toda mi vida había pensado que yo era la víctima número uno del mundo y cielo, que no había alguien más desdichado e infeliz.

-aja-expresó con ironía su compañero.

-hablo en serio, siempre culpe a mi padre por la muerte de mi mamá, pero ahora comprendo  que no lo fue, y que en este mundo hay quienes sacrifican cosas realmente valiosas, sueños, alas, motivos, y luego estoy yo, un tonto egoísta que en lugar de…-concientizó que no valía la pena hablar de ello frente a Onodera-que la próxima vez que vea a mi papá le diré cuanto lo siento- ya que Ritsu le había contagiado un sentimiento por apreciar a quienes  se preocupaban por él, además de descubrir que no aborrecía a su padre, al contrario lo amaba pero no sabía cómo perdonarse a el mismo por creer odiarlo, ahora lo entendía , debía hablando con Takano.

-emotivo, realmente emotivo-fingió reírse el ojiesmeralda.

-y hay algo más…perdóname -solicitó con una reverencia-en nombre de mi padre que te pidió cuidar de An-chan…

-¡Detente!-gritó Onodera con furia, pero Akihito continuó.

- por favor, él no sabía lo que ibas a sentir, de habérselo siquiera imaginado él jamás te hubiese enviado. También te pido perdón en nombre de mi madre, no estoy seguro de que fue los que te hizo, pero lo siento.

-estás perdiendo tu tiempo, yo no perdono-vociferó con altanería y un semblante de desprecio, dándole la espalda nuevamente.

- Yo…no creo que seas incapaz de perdonar, más bien es que nadie te lo pidió nunca ¿No es cierto Ritsu?-Onodera cerro sus puños y a apretujó los  ojos, no caería, no se dejaría llevar por el fiero mar de recuerdos que lo estaba arrastrando.

-creo que…ya te dije que hablas demasiado ¿verdad niño?-volteó a  verlo con una sincera sonrisa de saber que por fin podía dejar detrás los amargos momentos gracias a una disculpa tardía pero, manifestada- escucha Takano-ordenó Onodera.

-prefiero Akihito-interrumpió Takaba.

-te digo como se me antoje…Akihito, este tipo de prisiones esta hacha para resguardar a una sola persona, lo más seguro es que ese demonio que me encero no tenía pensado arrastrarte, lo sé por la estructura y magnitud de descargas que sufriste, si los dos volamos al mismo tiempo, puede haber una oportunidad de que salgas- explicó cuidadosamente.

-pero y ¿Qué pasara contigo Ritsu?-interrogó preocupado por su ahora amigo Onodera.

-bueno pues, ya se me ocurrirá otra cosa, además tu dijiste que mucha gente te espera haya fuera, tienes mucho trabajo-extendió sus alas y planeó a altura media en espera de Akihito.

-…pero…

-deja de tontear y levántate-Takaba extendió sus alas y planeó al lado de Ritsu esperando ser abatidos por los fuetes rayos de la prisión sin embargo.

Todo se obscureció y  sintió atravesar un túnel de recuerdos en donde despreciaba a su padre y se veía a él llorando…-Lo siento-murmuró convirtiendo la palabra en su pase de salida.

Se sintió caer en la calle del lugar en el que fueron  atacados y al levantarse ubicó a Onodera a unos metros de él.

-Ritsu-corrió a atender.

-estoy bien, creo que funciono.

-¿Eh?...si claro-disimuló Akihito, pues ya intuía que Onodera había cambiado dentro del encierro, que era otro y había conseguido  superar el odio dentro de su corazón , al igual que él.

De pronto del cielo, sintieron lloverles unos disparos de energía blanca  que los hicieron  separarse y salir disparados a lados opuestos a causa del impacto de la energía en el suelo en donde estaba parados.

-no tengo fuerza…-se dijo a  sí mismo Akihito pensando en que se podía tratar de un enemigo.

-si te acercas a mi hijo te mato-escucharon ambos ángeles, tanto Onodera como Takaba reconocieron esa  voz, y en cuanto el polvo que nublaba la vista  se esparció confirmaron la sospecha.

Era Takano quien  se dirigía a Ritsu con designios conflictivos y de eliminación ya que el cielo había dado la orden de  acabar con cualquier ángel caído que vieran.

Continuará

Notas finales:

Eso es todo amig@s n_n


Oh y también por allí ya corregí faltas de ortografía y gramática de los otros capítulos XD


Espero que se animen a mandarme un Rw.


Y pues nos vemos más tarde con : En busca de Asami Ryuichi.


Kazz.


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