En las oficinas del ministerio de protectores celestiales, se encontraba un furioso ojilila.
– Usagi-san, por favor ya calmase – intentaba apaciguar el coraje de su arcángel.
–Infeliz de Ijuuo como se atrevió a intentar robarme a Misaki – pensaba el mayor sin hablar mientras se fuma un puro –el menor se levantó del sofá que compartía con el arcángel y se dispuso a recoger unos papeles que estaban tirados en la oficina.
–Seguramente con todo el alboroto Usagi-san los lanzó –decía para si el ojiverde…
–Deja eso –reaccionó el peliplata cuando vio a su castaño agachado limpiando quien se topó con el expediente de Takaba Akihito…
–Es de la persona con la que estabas, ¿verdad? – le llevó el documento al mayor mientras retomaba su lugar al lado de Usagi.
– Veamos…Takaba Akihito, si es el ángel con el que estaba…tendrá una dura tarea, hacerse cargo de un mafioso nunca es sencillo, pero es parte de su evaluación, para serte sincero su padre, el arcángel del oeste está muy preocupado por lo que suceda con su único hijo, quizás lo tengamos pronto de visita …
–mn … ¿ El arcángel del oeste? …un segundo ¿¡No es el comandante Takano Masamune!? – exaltándose al reconocer el nombre del progenitor de aquel ángel.
– Ya no es comandante, se retiró hace 68 años y se volvió presidente del ministerio de la misma área, parece que su esposa fue asesinada en el campo de batalla…desde entonces su hijo se cambió de zona e ignora a su padre– Misaki guardo silencio reflexionando.
–La guerra en tierra, cielo o infierno siempre provoca heridas imborrables en el alma –el peliplata observó cómo su niño vagaba en recuerdos dolorosos.
– Te amo Misaki –tomó suavemente la mano del castaño.
– Usagi –san ¿Qué hace? –Sus mejillas se sonrojaron y su cuerpo entero se estremeció.
–Tú también lo recordaste ¿cierto? –Dijo el ojilila mientras recarga a Misaki sobre su pecho y acaricia con suavidad una cicatriz indeleble que permanecía oculta en la espalda del castaño – la guerra del por el purgatorio…
……………………….Flashback……………………
Los cielos eran cubiertos por una nube de obscuridad con olor a hierro, los seres del inframundo deseaban tomar posesión de la llave del purgatorio donde yacían las almas de los humanos y ángeles que sufrían el castigo divino por la desobediencia, planeaban liberar aquellos espíritus para derrocar cualquier ser sagrado que no fuera lucifer … pero antes de lograr sus objetivos debían enfrentarse a los arcángeles de guerra más fuertes de aquella época.
Usami Akihiko–batiré mi espada y acabare con cualquier demonio que amenace la paz del cielo y tierra que me encomendó mi Dios- general del noreste.
Takano Masamune – terminare con la existencia de seres demoniacos en el campo de batalla, aunque mi existencia también perezca– general del oeste.
………………….
–Protegeré la llave del purgatorio aunque me cueste la vida –Pronunció con gallardía el ojiavellana mientras envolvía en llamas doradas a miles de espectros…
Se anexaban al combate varios ángeles jóvenes sin experiencia en campo de batalla, la realidad era que la situación era muy crítica… entre ellos Misaki Takahashi, ángel del sur cuya especialidad era la sanación, pero él sabía que en cualquier momento le tocaría pelear (imaginen un Takashi de 16 años).
– Todo estará bien nosotros ganaremos ya lo verán – el castaño reconfortaba a los ángeles heridos. Cuando de repente una gran nube purpura cubrió el campamento de los seres de luz del sur y descargo sobre ellos una inmensa energía obscura que provoco que los lesionados murieran en instantes y los sanadores sufrieran heridas graves.
– Kami-sama ayúdanos, creo que moriremos aquí…– farfulló el ojiesmeralda mientras veía dimitir a sus compañeros en manos de los espectros.
– Ustedes seres celestiales me repugnan, nada me hace más feliz que matarles como lo hacen los humanos al desplumar palomas o aplastar luciérnagas – sonrió enfermizamente un demonio mientras intentaba atravesar al castaño con una espada carbonizada.
–No, no rendiré, no estoy solo…¡Kami-sama me acompaña! –gritó a la vez que le lanzaba una bola de energía blanca que hizo retroceder al espectro, pero no le causó gran daño.
–te la iba a poner fácil mequetrefe, pero tú has querido sufrir –lo levantó de los cabellos pero, sin oportunidad de causar más agresión al ojiesmeralda el espectro cayó al suelo siendo atravesado por una espada dorada que expulsaba una hermosa luz.
–Tus pecados no serán perdonado en esta era, ni en la que sigue, no descanses en paz y sufre para toda la eternidad – dijo un arcángel con una armadura dorada mientras sacaba su espada del cuerpo de aquel demonio el cual había desaparecido al instante.
– ¿Te encuentra bien? – Le brindó su mano al castaño el cual temblaba como hoja en otoño. De pronto apareció otro arcángel con una armadura dorada ligeramente distinta a la del primero.
–Lo lamento, no hay más sobrevivientes –el castaño se encontraba tirado en el suelo y al escuchar esas palabras sus ojos comenzaron a inundarse, mientras el arcángel que estaba más cerca de él se retiraba el casco dejando ver su rostro, tenía el cabello plateado y unos hermosos ojos lila.
– Estas a salvo, yo te protegeré – se arrodilló frente a él, mientras que el menor continuaba temblando y dejaba rodar sus lágrimas, las cuales provocaron que el ojilila se abalanzara a estrujarlo en sus brazos, intentando calmarlo, pues a simple vista se veía como un niño pequeño al cual debía proteger .
– Tenemos que irnos Usami, es peligroso continuar aquí – aconsejó el segundo arcángel.
– tienes razón, volteó a ver a su compañero y separo un poco de su pecho al menor quien por las impresiones vividas se había desmayado.
–Es un soldado fuerte, sobrevivió e intentó hacerle frente al espectro, sabiendo que tenía todas las de perder–comentó Takano mientras se disponía a levantar vuelo.
– Claro que lo es… muy especial –agregó el ojilila al mismo tiempo que cargaba al castaño elevándose hacia el campamento central en donde sanarían a Misaki y a ellos, pues venían del campo de batalla.
Al llegar Usami personalmente se encargó de ver que al pequeño ángel no le faltara nada, y trataran sus heridas apropiadamente, sin embargo el continuaba inconsciente. Al tenerlo tan cerca le fue imposible ignorar la belleza que el pequeño ángel poseía, lo que provoca en el ojilila ganas de velar por su salud, tanto era su deseo que lo llevó a su propia tienda para descansar junto a él, por fin el joven comenzó a moverse y abrió perezosamente sus parpado topándose con Usami.
– ¿Dónde estoy? –preguntó en voz baja mientras se levantaba llevándose las manos a la cabeza, y sus pupilas se dilataron en una fracción de segundo al recordar el altercado y a su escuadrón caído, sus ojos no pudieron evitar llenarse de lágrimas esperando deslizarse por sus mejillas.
–…Ya estas a salvo, pronto acabaremos con los espectros que intentan derrocar el cielo.
…– Todos, todos están muertos, ¿Por qué…por qué yo sigo vivo?-tomó fuertemente la camisa del arcángel exigiendo una respuesta que iluminara su camino mientras lo veía a los ojos en espera de la codiciada respuesta.
–… -pero el peliplata sólo le abrazó con delicadeza.
– Por favor cálmate, tienes que descansar o pues poner mal…-Acarició su cabello mientras sentía como un calor emergía en su pecho, eran las lágrimas del castaño que sollozaba por los resultados de la cruel guerra.
–… ¿Quién es usted?...-preguntó el menor aun abrazado del ojilila.
-…soy el arcángel de guerra Usami Akihiko del noreste.
–…Yo, yo soy un ángel de especialización en sanación, Takahashi Misaki del sur…gracias… por salvarme –se presentó mientras despegaba su cara del mojado pecho del arcángel para poder verle a los ojos.
-…Yo realmente creí que moriría y…que nadie me auxiliaría…
-Nunca vuelvas a pensar eso, a partir de hoy, yo siempre te protegeré –aclaró a la vez que limpiaba los vestigios de lágrimas de aquella cara angelical que le miraba con tanta desilusión, Misaki tomó con suavidad la mano de Usagi en muestra del infinito agradecimiento.
-…Gracias…supongo que como arcángel estas obligado a decir este tipo de cosas, pero no tienes que ser tan amble.
– ¿De qué hablas?, ¿Tú crees que ando por ahí diciéndole a medio cielo que los protegeré? – le sonrío con simpatía.
- ….no lo creo.
-…por supuesto que no, tú…tú eres el único del que quiero cuidar…-lo que provocó que el castaño se sonrojara sutilmente, pues no podía seguir ignorando lo atrayente que lucía el arcángel.
…………………………………………………
Finalmente descansaban plácidamente cuando repentinamente se escucharon fuertes explosiones que provenían del mismo campamento.
–¡¡¡Nos encontraron!!! –dijo un asustado castaño mientras se levantaba con dificultad por sus heridas.
– Ellos nunca descansan –respondió el ojilila mientras hacía visible su armadura que surgía de la nada alistándose a combatir, tomó de la mano al castaño y dijo.
–Misaki salgamos, si nos quedamos seremos blancos fáciles.
–Bien –de igual manera el menor hizo presente su armadura algo fragmentada por la última batalla –salieron volando hacia el exterior encontrándose con un mar de llamas que ardían y consumían todo a su alcance.
–¡¡¡Masamune!!!— el mayor gritó fuerte en busca de su compañero al que no veía por ningún lado…hasta que lo ubico a lo lejos siendo abatido por un demonio de cabello naranja y oscuras alas que se asemejaban a las de un murciélago.
–Maldito desgraciado – dijo un enfurecido peliplata mientras planeaba velozmente en dirección a ellos al mismo tiempo que el castaño le intentaba seguir.
–Ustedes no son más que basura que se creen superior y disfruta castigar a los demás – vociferó el espectro al mismo tiempo que sujetaba fuertemente del cuello al azabache.
–Quítame las garras de encima – logró liberarse del demonio y a su vez se defendió al agitar su espada en el rostro de demonio causándole una cortada en el ojo derecho.
–haaaaa, hijo de … duele, maldito voy a disfrutar quemarte vivo – reclamaba retorciéndose de dolor.
–El único que se quemara en las llamas del infierno vas a ser tu –condenó Usagi quien se encontraba delante suyo con espada en mano.
–Genial más sabandijas – lanzó un concentrado de energía oscura en contra del peliplata.
–¡Usagi-san!-reaccionó Misaki al ver que le había causado daño al arcángel , e intentó acercarse.
-No vengas Misaki, este tipo es peligroso- ordenó Akihiko.
-…Pero Usagi-san…no quiero que usted muera –Takano se movió rápido para tomar del brazo al ojiesmeralda evitando que interviniera.
-oye, no voy a morir…no ahora que te encontré –el castaño se sonrojó amenazando con llorar.
–Usagi-san…-sollozó inseguro del resultado.
– Jaja, ja, ja , perdón , por lucifer , son tan cursis ,ja,ja …no te preocupes me asegurare de matar también a tu amante.
–Nunca te permitiré tocar a Misaki –el peliplata se movió velozmente para cortar al pelinaranja justo en el pecho lanzándolo sin pisca de compasión a las llamas -...NUNCA…- Misaki logró zafársele al azabache y voló junto a Usami.
- Usagi-san, ¿Está bien, no le hizo daño?-interrogó mientras abrazaba al ojilila y este le correspondía.
–No Misaki, contigo a mi lado me siento invencible- sonrió seguro de sus palabras.
–Parece que fue su último intento de contra atacar-intuyó Takano.
-Supongo que tienes razón –objetó el peliplata con Misaki aún abrazado.
–¡¡¡Miren!!! – Gritó un sorprendido castaño. Observando como los demonios desertaban y retornaban a las profundidades del averno resignados al fracaso.
-… Vaya parece que por fin esto se acabó…-cuando de la nada aquel demonio con el que estaban combatiendo resurgió sorpresivamente de entre las llamas y dejó salir una gran cantidad de energía oscura en forma de rayo hacia el arcángel Usami.
- MALDITO INFELIZ MUEREEEEE- todo pasó en cámara lenta para el peliplata , vio cómo su pequeño Misaki se interponía valientemente ante el ataque de su enemigo …de frente con el ojilila le sonrío amablemente como si nada ocurriera a la vez que cerraba los ojos y se desplomaba en consecuencia del asalto.
–¡¡¡MISAKI!!!-gritó con todas las fuerzas que le quedan un desesperado Usagi mientras planea rápidamente en auxilio de su amor.
–Misaki, Misaki abre los ojos, dime que estas bien…- lo cargó en sus brazos con un creciente terror de que no despertara.
–hgm, Usagi-san …yo..yo realmente no quería que muriera …lo siento…-murmuró el castaño a la vez que sus alas comenzaban a mostrar una extraña luz blanca para después volverse pequeñas estrellas doradas que se elevaban y comenzaban a dispersarse llevándose consigo la oportunidad de volar de Misaki.
-¡no te dejare, así que no te rindas, no lo hagas MISAKI!-el peliplata cerró sus ojos y sostuvo fuertemente al castaño entre sus brazos a la vez que emanaba una luz plateada que consiguió envolver ambas siluetas.
-tu y yo estaremos juntos por siempre mi querido ángel sin alas…
………………..fin de Flashback…………..….
JUNTOS POR SIEMPRE –dijo Usagi rompiendo el silencio que causaba Misaki.
–…No tenías que haberte quedado conmigo…aunque ya no tenga alas puedo defenderme -comentó un triste ojiverde .
–… Misaki te amo.
–Usagi –san, no digas eso …me da pena.
–Ahora mismo quisiera hacerte un par de cosas que seguro te darían más pena, pero mucho placer- se abalanzó dejando al menor debajo suyo.
–…Pero Usagi –san estamos en la oficina…
-Mi hermoso Misaki, ¿por qué será que no puedo dejar de quererte?
-…Lo siento Usagi –san yo… –pero antes de poder continuar fue silenciado por el mayor al unir los labios con los de su enamorado intentando robarle todos los malos recuerdos.
–mgn,…-la mano del mayor vagó por la parte baja de su niño cuando sorpresivamente la puerta se abrió.
–Usami -sensei vengo por las firmas –irrumpió una eufórica peliroja al adentrarse a la oficina sin tocar la puerta, acabando con el tierno momento que disfrutaban los enamorados.
–Aikawa –san-pegó un salto el avergonzado castaño.
–Yo …yo ...Tengo que archivar uno papeles –gritó mientras salía corriendo.
–Tsk …eres muy inoportuna Aikawa- declaró el molesto ojilila ,la peliroja sonrió nerviosa tras tomar asiento en la silla del escritorio …
-Lo siento Usami-sensei, no habría venido si no fuera urgente –El ambiente se tornó tenso.
-¿Tiene algo que ver con la tierra?
-…Más bien con los caídos…Usami –sensei, ellos están planeando atacar la tierra…
Continuará