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¿Dos hermanos? y un secreto por ladylay

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Notas del fanfic:

En este fanfic te encontraras con varias partes de comedia, romance, misterio y una pareja de lo más extraña ¡no te lo pierdas!

Ahh y un secreto de lo más inesperado.

Notas del capitulo:

Hola, este es mi primer fanfic yaoi...

¡Disfruta de la lectrua!

Todo comenzó el 24 de diciembre, una nochebuena demasiado agradable.

Una fría oleada cubierta por frágiles y cristalinos copos de nieve, caían en el césped cuya casa es de los Bensons.

Faltaba un día para mi primera y especial navidad; familia junta, regalos, villancicos, comida deliciosa…Era perfecto.

 Lamento no poder recordar las anteriores celebraciones, pero eso debe por mis pocos años de vida, ¡hombre solo tengo cinco años!, si lo se soy demasiado joven, chiquitín… un niñito de mama.

En fin, aquel niño que me golpea con una esfera de nieve nada bien armada, era mi hermano Christian Bensons.

Él es el mayor por unos simples dos años y yo Alexander Bensons odiaba simplemente la idea de que me llamase a cada rato “PELUCHITO”.

Mi hermano y yo nos encontrábamos en una batalla épica la cual consistía en quien derriba al otro oponente con las congeladas bolas de agua en nuestras pequeñas manos.

Adoraba aquella sensación de reunirnos con la familia y pasar todo el día de risa y juegos.

Por fin llego ese querido día.

- ¡ES NAVIDAD!- grita entusiasmado él mayor pelinegro, corriendo a toda mecha a la habitación de su hermano pequeño, que aun él pequeñín sequía conciliando un súper sueño.

Era el héroe de su propia fantasía, salvaba princesas, luchaba con dragones…

De pronto un escandaloso ruido afloraba detrás de su cuarto, era su hermano mayor.

Christian empujo y abrió a la vez con tanta fuerza que la puerta choco agresivamente contra la pared azulada de Alex.

-          Alex, Alex ¡PELUCHITO ES NAVIDAD!- antes de que gritara como poseso al niño dormilón, quito las mantas que pesaban como plomo, pero en fin lo consiguió, el siguiente paso fue en subirse a la a cama sin permiso ninguno y con mucha energía empezó a saltar descontroladamente en el lecho del pelirrojo gritando a todo pulmón.

El dormilón se despertó de mala gana, más bien con el pie izquierdo literalmente.

-          ¡CHRIS!, PARA NO SALTE MÁS !PESADO¡- congelado de frio el pelirrojo se enrosco a sí mismo para obtener un poco de calor, pero era imposible, ya que con los tremendos saltos de su hermano le era inalcanzable.

-          ¡PE-LU-CHI-TO, DESPIE!…-el menor se levantó de inmediato tapándole la boca con su mano derecha.

-          Chris, ¡TE DIJE QUE NO ME LLAMARAS ASI! ¿Qué pasa? - le quito la mano mientras bajaba de la cama y se posaba en la espumosa alfombra blanca…

-          ¡MMM…SANTA CLUS YA VINO! – una sonrisa salió de sus pequeños labios rosados e inesperadamente bajo de la cama para salir corriendo en busca de los regalos.

-          ¡ESPERAAA!… ¡NO VALE!…. Tú corres más rápido…- esto último lo dijo en un tono muy bajo y se apresuró a llegar al encuentro con los queridos y esperados regalos.

Los padres se hallaban en la cocina, con su cafecito de la mañana, tostadas con miel y mermelada, además no faltaba la extraordinaria cámara que llevaba el padre en sus manos, mientras la Sra. Bensons sonreía de emoción al ver a su dos niñitos con los supuestos regalos de “SANTA CLAUS”.

Los niños abrieron algunos regalos, muy desesperados, (bueno Christian estaba mucho más desesperado que Alexander) en fin se encontraron con diversos juguetes.

Coches de carreras, ropa, robots, espadas de plástico, zapatos, tablets y faltaron dos regalos más…

La Sra. Brenda llevaba un regalo al igual que el Sr. Nick que tenía otro en su mano libre y con su cámara en la mano restante atrapaba cada sonrisa y alegría de aquellos niños risueños.

Su padres se acercaron con cautela y un mini susto les provoco a los dos dejándolos atónitos con los regalos.

-Bueno, ¿qué hoz parece los regalos? – decía el padre muy entusiasmado mientras le guiñaba un ojo a su esposa.

Los dos niños antes de aquella pregunta que hizo su padre cogieron cada uno el suyo y lo abrieron sin miedo alguno.

   Christian, fue con su regalo corriendo a los brazos de sus papas.

-¡ESTE ES EL MEJOR REGALO!- en sus ojos expresaba una gran alegría que se salía en forma de gota, era unas cuanta lágrimas de felicidad.

- ¿y tú? Alexander, ¿no te gusta tú regalo?- su mama fue directa hacia él.

- mama, a mí no me gusta estas raquetas, son cutres y además no quiero ser raquetero.

- Amorcito, no se dice raquetero, se dice tenista y si no te gusta vamos a hablar con ese gordito de Santa, porque seguro que se equivocó ¿verdad?

Alexander solo dijo un simple “sí” y con lágrimas esta vez de tristeza se abalanzo sobre su madre, para sentirse un poco mejor.

-¿Qué pasa cariño?- pregunto el padre acompañado de su otro hijo pelinegro.

- El regalo que le trajo Papa Noel, no fue el correcto ¿creo que se equivocó? – esto último fue ella quien le guiño el ojo a su pareja.

El padre muy sorprendido, miro su reloj de mano y una idea de le ocurrió.

-          Ahhh… Claro esta madrugada… le vi salir de la chimenea (señalo) y pu-pues me dio “jooohh, jooohhh joooohhh”… ¿qué tal sr. Bensons? Espero que le guste el regalo a su niño, Alexander…

Mmm… y ehhh…si no le gusta pues, hable conmigo a las nueve empunto (lo contaba haciendo un parecido de la voz, grave y alegre con un poquito de esencia cantarina asemejando la vosz de Santa)

Cuanto termino de contar el supuesto “encuentro” se fijó de nuevo en su reloj de mano.

-          ¡UHHHYY! QUE TAREDE, pues me tengo que dar prisa y hablar con él, por cierto Alexander ¿Qué te gusta a ti? – estaba su padre a cien por hora no sabía si las tiendas estaban abiertas y menos el día de navidad, desesperado en pocas palabras.

-          pues yo quiero ser, mmm…amm… ya se… ¡UN KARATEKA! – lo dijo tan convincente y con una cara seria, su padre solo sonrió y cuando estaba a punto de salir…

-          Yo también quiero ser un KARATEKA – Cristian le dio tanta envida que dejo su preferido regalo el cual era un balón de baloncesto y agarro a su padre de la camisa.

-          Está bien, mmm… si los dos quieren ser karatekas no hay problema, eso sí nos prometéis cuidarnos y defendernos cuando seamos viejos ¿entendido?

-          CLARO- al unísono los dos hermanos respondieron.

El Sr. Nick, agarro su abrigo de piel y unas botas para poder caminar adecuadamente en nieve espesa y abundante y por último se despido de ellos saludando con la mano antes de cerrar la puerta.

Notas finales:

Hola, espero que te haya gustado… en el siguiente cap Alex y Chris aparecerá en una parte muy kawaii (linda)

Espero que la vallas a leer y dime si te gusto.

 Bye Bye. “_”

Leyendo 


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