Los dos hermanos muy felices se fueron a la cocina donde les esperaba un desayuno muy calentito y muy delicioso.
Mientras comían, jugaban con los nuevos juguetes. Un ratito más tarde la madre entro en el cuarto de baño.
- Nick ¿Qué les vas a comprar? – en voz muy baja casi al susurro, lo llamo para sacarse las preocupaciones de su mente.
- - haber… se me ocurrió… mmmh…pues un saco de box…-el padre se quedo sin palabra alguna.
- Nick… ¿hola? ¿CARIÑO? .... ¿Qué esta pasan...- no pudo terminar la palabra porque fue interrumpida por su esposo.
- Brenda, ya se que cómprales… ¡unos trajes de karate!
- ¡QUE BUENA IDEA! Muy bien cómpralos y escóndelos bien y ven lo más temprano posible y ponlo debajo del árbol mientras los entretengo.
- Vale… pero ahora mismo no creo que sea posible llegar temprano, hay un atasco de cojones y una fila impresiónate de personas – miraba atentamente a todas las filas para encontrar un lugar menos amontonado.
- Bueno, después hablam…-de nuevo la interrumpieron pero esta vez un chillido.
Colgó el teléfono y rápidamente fue hacia donde provenía el ruido.
Se trataba de Alexander, su hermano mayor tiro el vaso sin querer y como buen hermano Alex fue a recogerlo pero este se cortó con la afilada punta del cristal. Lo que provoco que Christian se alejara (le da miedo ver la sangre y más de un ser querido)
El corte no era profundo, pero aun así causo una gran impresión, al ver toda esa sangre salir de un dedito tan minúsculo.
- PERO SE PUEDE SABER QUE HACEIS, ¡NO HOZ DIJE QUE CON LOS CRSTALES NO SE JUEGA!- la madre estaba por reventar, ver a su niñito llorar y el otro en la esquina con las manos tapando sus verdes ojitos.
- ¡!1MAMI!!! ME VOY A MORIR…- decía le pelirrojo que lloraba a cantaros
- MOO…¿MORIR? ¿QUÉ? Nunca en tu vida vuelvas a decir eso ¿ME OISTE? Tontito de mi alma, solo es un corte pequeño… - y seguido a eso cogio con mucha suavidad su mano y empezó a inspeccionar el dedito.
- Cariño, vamos al baño que te desinfecte esta herida y que te ponga una tirita- lo cogio en brazos al pelirrojo.
- Mientras que Tú (lo señalo) NO TE MUEVAS DE ALLY, o ¿quieres acompañarnos?- extendió la mano libre que le quedaba.
- Quiero acompañarlos, mami – se secó las lágrimas de los ojos y se levantó para saltar el charco de leche y cristales del suelo para luego darle la mano a su mama.
Pasaron dos horas y el padre apareció por la puerta con una bolsa enorme, su mujer abrió de inmediato la puerta mientras que verificaba que los dos niños no bajaran del piso de arriba.
-oye, peluchito ¿aun te duele?-cogio su mano mientras que la extendía en frente suya- solo un poco, y no soy un peluche- esto último lo dijo haciendo un puchero
- tengo una idea, ¡YA SE COMO QUITARTE EL DOLOR! – el pelinegro lo cogió agresivamente de los hombros al más pequeño atrayéndole a su cara.
- Chris ¿Qué haces? – pegunto un poco asustado.
- Mira peluchito, cierra los ojos ¿vale? – con cada palabra se acercaba un centímetro más a su blanca, tensa y suave carita. – muy bien… (Venga Christian tu puedes hacerlo siempre lo viste a tus padres y en las pelis ¿no será nada malo? ¿Seguro que no me moriré por esto? ¡Bah chorradas! – hablaba consigo mismo)
- chis, ¿ya puedo abrir los oj…- ahora sí que abrió los ojos como platos.
El mayor deposito un ligero besito en los pequeños, finos y rosados labios del menor.
- ¿y que ya no te duele? – el pelinegro desasió “el beso” para pregunta su duda.
- ¡no! esto no funciona – el pelirrojo miraba su índice con un puchero en su rostro.
- pues nada ¿vamos a dormir? – se tumbó sin ningún remordimiento en la cama de su hermano.
- ¡VALE! Pero creo que voy a por la manta de tu cuarto que es más calentita-el pelirrojo salto de la cama para salir de su cuarto dejando al pelinegro solo.
Un par de minutos el ojiverde se encontraba en un profundo sueño, en el que combatía a muerte con unos alinees verdes y feos.
- Chris, mira mama dijo que vallamos para ab…- Alex dejo caer la manta al ver a su hermanito tan enroscado en si mismo y con esa cara de felicidad que muestra al estar dormido.
- - Chris, ¿estas dormido? ¿hola?- al no obtener respuesta cogio la manta del suelo, se recostó junto a él, seguido a esto lo tapo con la manta y a si mismo también y se fundieron en sus heroicos, extraordinarios además asombrosos sueños.
- Cariño ¿Por qué tardan tanto en bajar? – el padre muy ilusionado preguntaba a la mujer que subía de escalón en escalón hasta llegar arriba.
Pasaron otros minutos.
- NICK, ¡TRAE LA CAMARA!- el padre reacciono y busco con los ojos la cámara un “BINGO” en signo de encontrarla.
A continuación subió la escalera encontrándose a su pareja haciendo señas de que entrara en esta habitación.
- Mira que monos, ¡hazle una foto! ¡o varias! - antes de que sacara una foto quito la manta para que se viese esos cuerpecitos pequeños, los cuales los dos se estaban abrazándos y Alexander tenia su pequeña cabeza en el pecho del pelinegro
- Ohhh!!, valla, cuando lo vean de mayores seguro que van a romper la foto – decía el Sr.Nick mientras sacaba el máximo de fotos que pudiera antes de que la madre los volviese a tapar con la manta y los dejen dormir en paz.
Los dos mayores bajaron en silencio y muy contentos al saber que sus hijos no se odiaban.
- Entonces ¿cuándo les damos los regalos?- Brenda había roto el silencio, mientras termino de bajar las escaleras.
- Bueno, mmm… es mejor que lo vean ellos, puede que la próxima semana les lleve a ver un poco como se maneja ese mundo llamado karate.