Pov: Christian
- Espera un mometo…¿ no me estaras tomando el pelo? – estaba preocupado y a la vez incrédulo de lo que había dicho.
- No, además quitate, !mi mano¡ ¡tio me estas aplastando! – me empujo con agresividad – además no te estoy tomado el pelo, el otro dia me llamo y…- pero espera ¡dime que no es por tu culpa! – dije aun mas incrédulo.
- No, ¡tranquilo! Es del jodido Kevin, pero me pido que valla a verla y…- parecía preocubado, bueno su voz sonaba preocupada, pero ¡joder! Me cabrea mucho este tema.
- ¿y que vas a hacer? – trate de tranquilizarme y hacer parecer que no me importara.
- Supongo que ire a verla – se puso de pie, caminado a pasos largos hasta la cocina.
- ¿quieres un helado? – se oia entre cotrado – si, de vallinlla - conteste.
Él trajo los dos helados como pudo, ya que la mano estaba escayolada y por desgracias antes no me había dado cuenta ¡soy patético!
Recibi, mi helado, frio, muy frio un adecuando helado, para esta temperatura descomunal, se sento a mi lado intentando abrir la cubierta de ese dulce refescante.
- ¡dame yo te ayudo! – se lo arrebate, quitando el en voltorio y se lo devolví.
Ensendi la tele, parecía que le ambiente estaba muy tenso, vario largos minutos por fin Alexander decidio decir algo al respecto.
- Oye, aun no me has repondido…- le mire con cara extraña ¿responder? ¿a que?
- ¿A que te refieres? – di un buen bocado al cucurcho.
- ¿me acompañas? – imitándome, le dio otro mordisco a su cucurcho.
- No, ¿Por qué debería acompañarte? Nisiquiera, deberías haberle respondido, sabes ¡eres muy tonto! A demás casiste en su tramapa, segur…- vi levantarse de mala manera, tiro su restante helado al suelo y oi sus pasos agitados mientras suba las escaleras.
Vale, me quede muy impactado, al ver esa reacción, nunca pensaba que llegaría a amar tanto a una persona y por dentro eso me estaba destrozando, como si poco a poco me cortasen en pedacitos, duele, duele mucho.
Recoji lo que había tirado, luego subi las escaleras pensando que le podía decir, porque estaba seguro de que se habia encerro en su habiatcion y también de que no me dejara pasar facilemte.
- Oye, Alex…!Vamos, tio¡ ¡No te enfades con migo! – toque varias veces la puerta
- ¿Qué no me enfade con tigo? Tu ereas la única persona en la que confio y solo te estoy pidiendo un estúpido favor de mierda y vas… y me dices que ¡NO! Sabes que te den Christian, ¡ERES UN IMEBCIL!
- Alex, esque no te das cuenta, ella solo quiere volverte a engatusarte, seguro que ese Kevin la dejo, al enterarce de que estaba embarazada y ahora eres su última esperanza – golpe de nuevo la puerta - ¡Vamos abreme! - insisti.
- ¡ni loco! – volvi a golpear intensamete la puerta.
Largos, incecantes minutos habían pasado, me había recostado en la puerta, ni de coña no la quería abrir, el silencio era insoporable.
- Alex, no me voy a mover de aquí, hasta que…- cai de espaldas y entonces lo vi.
Habia abierto su habitación, ¡al final me hizo caso! Me levante en un santiamén del suelo, incorporándome y entrando en su cuarto.
- Alex… - me sente en su cama – tio, se que es dific..
- ¿dificil? Dices, yo la quería más que mi propia vida, ja ¿dificil? ¡ ES IMPOSIBLE! Que digo, aun la quiero más que mi propia vida – cada palabra que oia, sentía como si mil cuchillos se clavaran en mi, estaba agobiado, harto de oir hablar de esa niñata, un dolor punzante empezó a debilitar mi “hombría” ¿celos?... ¡CHAVALLL! ¡ESTOY QUE VOY A EXPLOTAR!
- Por eso…Chris, necesito que me ayudes, al menos quiero que sea feliz, con migo o sin mi – derramo una lagrima.
BUAHH!!! Esta fue la gota que colmo el vaso, me puse en pie cogiéndolo por los hombros, lo empuje contra la pared, agresivamente lo estaba apretando.
- ¿Sabes acaso de lo que hablas? ¡GILIPOLLAS! – le grite como si no hubiera un mañana.
- ¿PERO QUE COÑO TE PASA? – intento safarce de mi, pero era imposible con su maño asi en este estado.
- ¿Qué, ¿QUE ME PASA? ¡HEE!!! – literalmete había explotado – solo te preocupas por esa capulla y de mi… ¿QUIEN SE PREOCUPA? ¡TU ERES LO MÁS IMPORTANTE QUE TENGO EN ESTA VIDA DE MIERDA! ¿LO SABIAS? ¿SABIAS QUE TE QUIERO, GILIPOLLAS? – lo mire a los ojos, se nota que estaba impactado, pero no tanto como yo ¿Cómo he podido decir eso? ¿Cómo se me escapo?
- Chris…- baje la mirada, lentamente lo solte y me di la vuelta en busca de la puerta, necesitaba salir, había hecho el ridículo.
No dijo nada, era de esperarse, cerre la puerta sigilosamente y baje las escaleras, vi el cuenco, el cual estaba llendo con mi llaves del coche – si, creo que dar una vuelta será mejor- me dije a mi mismo.
Cogi las llaves, mire la hora – 20:34 creo que el bar estará abierto – de nuevo hablando solo.
Habi la puerta, busque con los ojos mi coche y recordé que lo había dejado en el garaje.
Al final de encontralo me monte, olia a mar, océano, pureza, encendí la radio a tope escuchando un poco del rock del bueno, cuando de pronto veo una sombra, endiendo las luces de mi coche - ¡lo que faltaba! – Alli estaba Alex, haciéndome unas señales raras, me arte, endendi el motor y di marcha a tras, asi saliendo del garaje.
De nuevo me lo encontré justo a la ventanilla, estaba hablando, seguro que será algún sermón suyo, subi la música a todo volumen y pise el acelerador a toda marcha, ingorandole por completo.
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